SQM_18_ENE2022_DIGITAL
Nº 18 de SubaQuatica Magazine, la revista especializada en buceo comercial, industria offshore y tecnología submarina
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rismo. No podíamos permitir que su entorno y su
reputación se vieran empañadas por tener una
gran cantidad de contaminantes en su costa.
“La única forma de
reflotar el barco de una
pieza era devolverlo a
su posición vertical y
crear una estructura de
flotabilidad alrededor
del casco para que
pudiera navegar”
-La operación que usted planteo para enderezar
el barco (parbuckling) parecía muy arriesgada ¿por
qué eligió esa maniobra?
-La única forma de reflotar el barco de una pieza
era devolverlo a su posición vertical y luego crear
una estructura de flotabilidad externa alrededor
del casco, para poder levantarlo del lecho marino.
Aunque sabíamos que se trataba de una maniobra
arriesgada, no contemplamos ninguna otra
alternativa viable.
Nadie creía realmente que el barco podría
aguantar a las enormes fuerzas que se ejercen en
una operación de parbuckling.
-Usted tuvo que organizar un enrome equipo de
profesionales ¿qué fue lo más difícil en esto?
-Sin duda, conseguir un trabajo en equipo armonioso
durante todas las fases.
Tuvimos a más de 500 personas (de más de 15
nacionalidades distintas) trabajando en el proyecto,
con 6 empresas de ingeniería involucradas.
Al principio, todos dijeron que no querían correr
riesgos ni comprometer su reputación diciendo
que el barco podía enderezarse.
Aceptamos asumir dichos riesgos y si algo salía
mal, también aceptaríamos las responsabilidades.
Pero tras analizar la situación concluimos que
si no lo intentábamos, el barco definitivamente se
rompería y generaría un gran desastre, un fracaso
para todos los miembros de la operación y, sobre
todo, la pérdida de los dos cuerpos desaparecidos.
Tuvimos que hacer que el equipo confiara en
que el plan podría funcionar, a pesar de las opiniones
contrarias que recibíamos desde fuera.
-¿Qué fase fue para usted la más complicada de la
operación de rescate?
-La operación de enderezado (parbuckling), por supuesto.
Sin ella, no hubiera sido posible el rescate
del Costa Concordia.
Nos faltaba flotabilidad y puntos de apoyo alrededor
de la proa, por lo que diseñamos un tanque
de flotabilidad externo, de casi 200 metros
cúbicos, que tendría que colocarse de forma similar
a un collarín (blister) en una persona accidentada,
apoyándose en el arco de proa con la
maniobra de rotación.
Sloane durante la operación de salvamento del Costa Concordia, llevada a cabo entre 2012 y 2014 REUTERS
Una vez que habíamos terminado su construcción,
sabíamos que teníamos una muy buena oportunidad
de hacer que el giro se completase con
éxito y dejara el barco estable.
-¿Qué cosas importantes aprendió de esta exitosa
operación y de los profesionales con los que compartió
tanto tiempo?
-Aprendí que si nunca te rindes y haces que las personas
que trabajan contigo tampoco lo hagan y
crean en sí mismos, el equipo en conjunto se
vuelve mucho más poderoso y las posibilidades de
éxito aumentan considerablemente.
-En Giglio está considerado un héroe por el gran
trabajo realizado ¿Qué sensaciones le produce?
-Nos sentimos muy arropados por la gente de Giglio
durante todo ese tiempo.
En primer lugar, se les dijo que nuestro plan era
una locura, y que no podía funcionar. Luego, a medida
que lográbamos completar cada fase, comenzaron
a creer que el barco podría resistir a la
maniobra más complicada, y finalmente, lograr
que pudiera ser remolcado para que la pesadilla
acabase y pudieran seguir con sus vidas.
La gente de Giglio estaba conmocionada por el
accidente, así que cuando empezamos a tener
cierto éxito, nos dieron todo su apoyo y nos hicimos
grandes amigos.
Quedé enamorado de la Isla y de su gente. Me
siento muy privilegiado de haberlos conocido y
haber contribuido a que recuperaran la normalidad.
- ¿Le ha cambiado en algo a nivel profesional y personal
el salvamento del Costa Concordia?
- Sin duda. Esta operación marcó un cambio en mi
vida. Pasé 30 meses en la isla, un tiempo en el que
apenas pude estar con mi mujer y mis hijos. Fue increíblemente
difícil.
“Todos los que estuvimos
en Giglio hemos
crecido como personas
y hemos aprendido a
creer aún más en nuestras
capacidades como
profesionales”
Sin embargo, creo que el éxito de la operación
supuso cambios sustanciales para la gente de Giglio.
Puso fin al drama de las familias que esperaban
la devolución de los restos de sus familiares
para que pudieran tener un final digno. Eso es reconfortante
a nivel personal.
El enorme equipo que formamos todos salió reforzado
tras trabajar durante largos períodos en
un proyecto en el que desde el principio pocas personas
creyeron.
Y sin embargo tuvo éxito, por lo que todos los
que estuvimos en la isla hemos crecido como personas
y creemos aún más en nuestras propias capacidades.
Han quedado grabados en mi memoria cada
uno de los desafíos que nos fuimos encontrando y
que fuimos resolviendo. Cuando creo que las
cosas no son posibles, recuerdo que el Costa Concordia
fue reflotado y llevado a Génova como si
fuera navegando de nuevo.
También me ha hecho valorar aún más el
tiempo que paso con mi familia. Trato de aprovechar
al máximo todo el que podemos compartir
juntos.
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