Géneros musicales/procesos y problemáticas socioculturales ...
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él ambas esferas de la creación eran lo mismo, y por tanto<br />
los términos que las designan son equivalentes. Se extendió<br />
aún más en la amplitud de su criterio cuando escribió<br />
que el folclor no es solo ni necesariamente lo creado por el<br />
pueblo, sino también lo incorporado por este a su cultura<br />
e idiosincrasia.<br />
Entendemos por folklore todas aquellas maneras de<br />
expresarse el pueblo que sean capaces de caracterizarlo,<br />
todas aquellas cosas, todas aquellas maneras de<br />
expresarse el pueblo que puedan identificarlo. No es<br />
necesario que estas características sean absolutamente<br />
originarias e inventadas por el pueblo. Las inventadas<br />
están en la clasificación de folklore, pero también entran<br />
en el folklore aquellas expresiones que son incorporadas<br />
por el pueblo, y que las convierten luego en<br />
expresiones propias.<br />
[...] Otro aspecto [...] es esa clasifi-<br />
cación, o sea, oposición que algunos<br />
han tratado de hacer entre lo<br />
folklórico y lo popular. Nosotros<br />
no vamos a hacer divisiones entre<br />
lo popular y lo folklórico como<br />
campos diferentes. Lo popular es,<br />
en todo caso, una cualidad, nunca<br />
una categoría. 47<br />
Además de esa posición ante los<br />
fenómenos <strong>musicales</strong>, él incorporó en<br />
su noción del folclor otros aspectos de<br />
la cultura popular que se caracterizan<br />
por no ser propiamente artísticos.<br />
Ese alcance tan vasto del concepto de<br />
folclor lo conduce a afirmar que los<br />
estudios sobre aquel, son objeto de la<br />
etnología como ciencia, así vista, de amplísimos perfiles.<br />
Aunque sobre todo en el plano de la música, esa amplitud<br />
de lo folclórico entra en conflicto con la propia formulación<br />
de Argeliers, cuando considera bajo este concepto<br />
expresiones del arte popular profesional. Este término<br />
en sí fue empleado por él solo unos años después, pero<br />
en esencia se halla implícito en su teoría desde temprano<br />
con el nombre de música popular elaborada y se manifiesta<br />
más evidentemente en ciertas ejemplificaciones<br />
que hace cuando, por ejemplo, define el chachachá “como<br />
una nueva especie en el folklore urbano” y lo patentiza<br />
en la pieza “La engañadora”, del compositor y violinista<br />
Enrique Jorrín. 48<br />
Dejaré para más adelante la valoración sobre si es<br />
pertinente o no esa acepción tan abarcadora del folclor,<br />
teniendo en cuenta que el enfoque polémico de Argeliers<br />
no es unánimemente compartido por los musicólogos, incluido<br />
quien escribe estas líneas. Si lo menciono, es por la<br />
importancia que tiene como premisa para comprender la<br />
lógica de su discurso teórico en su integridad.<br />
Para Argeliers, la música popular y folclórica de Cuba,<br />
en tanto unidad, contiene la presencia de tres áreas u órde-<br />
0 C l a v e<br />
Musicología y Género<br />
Argeliers León<br />
estuvo entre los precursores,<br />
si no fue el primero,<br />
en dar inicio<br />
a una corriente<br />
del pensamiento que tiende<br />
a descartar la posibilidad<br />
de que los géneros<br />
hayan tenido<br />
creadores absolutos.<br />
nes diferentes de expresiones <strong>musicales</strong>. En la primera están<br />
los que denomina “factores antecedentes”, porque en ellos<br />
confluyen las contribuciones hispanas y africanas, representadas,<br />
respectivamente, por los cantos del campesino y la<br />
música ritual de los grupos afroides.<br />
La segunda área corresponde al “factor urbano elaborado”,<br />
donde se produce la música popular elaborada. Y la tercera,<br />
que media entre la primera y la segunda, abarca “las<br />
músicas que, separadas de los ambientes rurales, se ubican<br />
en los medios infraurbanos (factor urbano primario)”. 49<br />
Estas áreas u órdenes se corresponderían, por tanto, con<br />
“factores” de origen, a los que yo denominaría más exactamente<br />
entornos genésicos.<br />
En lo concerniente a los géneros, el estudioso los presenta<br />
atendiendo a los tres órdenes de músicas, señalados<br />
del siguiente modo:<br />
De estos tres órdenes, el más conocido<br />
[...] es el que constituye el factor urbano<br />
elaborado, donde se ubican géneros<br />
tales como las antiguas contradanzas<br />
y danzas, valses tropicales, habaneras,<br />
romanzas, canciones, guajiras,<br />
criollas, claves, boleros, guarachas,<br />
danzones, sones, pregones, junto a<br />
otras especies menos precisas, como<br />
lamentos y afros, y ciertas formas<br />
de rumba y cantos de comparsas que<br />
aparecen como factor urbano primario.<br />
Hoy habremos de añadir el mambo,<br />
el chachachá, el mozambique, el<br />
pilón, el pa’cá, el simalé, el mongolés,<br />
etcétera.<br />
En la zona que situamos como infraurbana<br />
se dan las formas primarias de<br />
las manifestaciones conocidas por yambú, guaguancó,<br />
columbia, chambelona, cantos de comparsa, changüís y<br />
otras más localistas, y también existieron manifestaciones<br />
constituidas por “agrupaciones corales” de diversos<br />
tipos de organización [...] es lo que ha venido denominándose<br />
un cancionero que designaríamos como el cancionero<br />
urbano primario [...]<br />
En la zona antecedente dejamos situados dos cancioneros<br />
muy nutridos. La música del guajiro y la de los grupos<br />
religiosos afroides [...] Junto al cancionero hispánico<br />
situaremos el cancionero afroide. 50<br />
Sin embargo, refiriéndose a este orden o área de factores<br />
antecedentes, León no habla de géneros, pues de una parte<br />
la música que llama guajira o campesina la centra en el<br />
ámbito del punto al que, a diferencia de otros musicólogos,<br />
considera todo un cancionero más que un género. En este se<br />
manifiestan dos estilos: el que se conoce como punto libre,<br />
propio del canto que se cultiva en las regiones occidentales<br />
de la Isla –Pinar del Río, La Habana y Matanzas– igualmente<br />
llamado punto pinareño o vueltabajero, y el otro estilo<br />
conocido como punto fijo, punto en clave, o también