22.09.2022 Views

REVISTA ESTILO COUNTRY 2022

Edición sobre desarrollos inmobiliarios, gastronomía, Life Style, Salud, Nutrición, Empresas, Eventos, Art & Deco, Moda y Belleza.

Edición sobre desarrollos inmobiliarios, gastronomía, Life Style, Salud, Nutrición, Empresas, Eventos, Art & Deco, Moda y Belleza.

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SALUD/ VIDA SANA - ESTILO COUNTRY

La rueda

del estrés

Si bien el estrés crónico es la base de los

desequilibrios, nuestro objetivo no es

deshacernos del estrés en general

porque es sumamente necesario en

nuestras vidas. Es lo que nos protege

de situaciones de vida o muerte, y nos

permite responder rápido ante una

emergencia.

Cuando el cuerpo necesita reaccionar

de esta forma activa el sistema de

estrés agudo, libera las hormonas

adrenalina y noradrenalina, enfrenta la

situación amenazante y, al terminar,

vuelve a su estado de equilibrio y cierra

el ciclo.

Pero cuando la amenaza es continua, o

bien su percepción lo es, se activa un

mecanismo de sobreadaptación para

poder enfrentar este estímulo donde la

hormona que lidera en el funcionamiento

del organismo es el cortisol. A

esto se lo conoce como estrés crónico.

Significa que respondemos biológicamente

como si estuviéramos escapando

durante un largo tiempo de un león

en el medio de la selva, activando diferentes

mecanismos para poder

paralizarnos, huir, o bien luchar contra

la amenaza. El organismo no diferencia

lo que está pasando en nuestra mente

de lo que está pensando en la realidad:

independientemente de cuál sea el

origen del estrés, tanto si la amenaza se

encuentra en el mundo tridimensional

como si fue creada por la cabeza, la

forma en la que el cuerpo responde es

exactamente igual. Y como no tiene

claro cuándo se va a terminar o cuán

verdadera es la amenaza, hará todo lo

que necesita para sobrevivir de la mejor

manera en ese momento, sin pensar en

el deterioro a largo plazo que ese

mecanismo le puede generar.

Cuando este sistema de supervivencia

se encuentra activado hay ciertas

funciones que se anulan o pasan a

segundo plano para lograr seguir

“escapando”. Estas son: la digestión, el

descanso, la reproducción y la reparación

celular. De esta lucha interna

surgen los desequilibrios mencionados

al principio: el alimento no puede ser

digerido, absorbido ni utilizado como

combustible; no descansar en profundidad

evita que el cuerpo se repare a sí

mismo, elimine desechos o se defienda

adecuadamente de lo que sucede en el

medio interno; la reproducción no es

segura y pasa a segundo plano. Estos

desequilibrios son sabios intentos del

cuerpo de protegerse a sí mismo de la

amenaza percibida y son mediados por

hormonas y neurotransmisores.

Además de los eventos traumáticos

físicos, emocionales y mentales, nos

exponemos diariamente a otros estímulos

que producen estrés:

La constante exposición a redes

sociales, medios de comunicación y

noticias sobre inseguridad, crisis

económica, etc., que aumentan los

pensamientos angustiantes.

El consumo de infusiones como el

mate y el café que afectan directamente

las glándulas suprarrenales,

generando excitabilidad inmediata

con un aumento y una caída pronunciados,

que generalmente interpretamos

como la necesidad de mayor

consumo.

La sobreexigencia productiva, que

provoca la presencia constante del

cortisol e interfiere en la fluidez con

las que nuestras hormonas trabajan

y nuestra energía se mueve.

Los aditivos alimentarios (estabilizantes,

edulcorantes, saborizantes,

colorantes) presentes en los comestibles

procesados, y los compuestos

como aluminio, parabenos, triclosán,

parafina, colorantes, ftalatos, siloxanos,

dietanolamina (DEA), monoetanolamina

(MEA), trietanolamina

(TEA), entre otros, presentes en

productos de higiene y cosmética,

así como los agregados a muchos de

los fármacos, que generan una

acumulacion de toxinas que puede

sobrecargar el hígado impidiendo su

completa eliminación.

El uso de fármacos, que para compensar

la ausencia de hormonas

sobrecargan al hígado y no pueden

terminar de ser metabolizados,

haciendo que circulen por el organismo

y generando resistencia a su

utilización por parte de las células

que las necesitan.

La salida, como siempre, es hacia adentro.

Hacia confiar que percibir tu

cuerpo de forma integral y relacionarte

con él y con tu alimentación de manera

consciente e intuitiva siempre existió

dentro de vos. Es la cultura la que nos

hizo construir barreras frente a eso,

llevándonos a desconfiar de nosotras

mismas y ofreciéndonos una falta

sensación de seguridad en estímulos

que en realidad nos desconectan aún

más.

Lic. En Nutrición Camila Pettinari

MP 1795

32

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!