VIAJEROS

opiniónPROBLEMÁTICA PRÁCTICA DE LAFORMACIÓN INICIAL Y CONTINUA DELOS CONDUCTORES PROFESIONALESYa en anteriores colaboraciones, e incluso en alguna Jornada Técnica organizadapor quien suscribe la presente colaboración, he puesto de manifiesto quela materia de la formación continua plantea una larga serie de necesidades quedeben estar cubiertas a tiempo.La aplicación efectiva del Real Decreto 1032/2007 (incorporación de la DirectivaUE 59/2003) es ya un hecho cercano (IX de 2011), que no parece vaya a superarsede una forma adecuada, ya que todavía no existen los medios materiales parallevarla a cabo (infraestructuras-pistas, simuladores, profesorado capacitado especialmentemás allá de para la obtención de los carnés de conducir, etc.), especialmentefondos públicos (estatales y autonómicos) para que esterequerimiento no suponga un nuevo e importante coste para las empresas (nosólo el derivado del abono de los cursos, sino el de las ausencias del trabajo paraque el personal conductor pueda realizarlos).Tiempo para preparar todos estos medios ha habido, si tenemos en cuenta quela Directiva UE 59/2003, se publicó en el Diario oficial de la Unión Europea confecha 10 de septiembre de 2003, pero este tiempo es cada vez menor y las cuestionesa resolver son numerosas.Es por ello que llamo una vez más la atención sobre la imperiosa necesidad deadoptar a tiempo las decisiones que aseguren la plena existencia, a tiempo, de losmedios necesarios para una adecuada aplicación de esta normativa, que no debeconcluir en la expedición de un certificado más, otorgado por una autoescuela,sino que debe tenderse, sean éstas u otras las empresas que impartan los cursos,a una formación muy práctica (nuevas tecnologías, etc.) que asegure no solo losconocimientos teóricos, lo que nos lleva a la necesidad de contar con pistas y plataformasde prácticas idóneas, simuladores de la conducción, profesorado de altacualificación no solo teórica, etc. De otro lado, esta normativa sobre formacióncontinua no debe irrogar costes a las empresas, lo que abunda en la necesidad dedotar los presupuestos oficiales de las pertinentes partidas, así como de establecerel mecanismo jurídico para que los permisos que sean precisos para que losconductores reciban sus cursos no sean costeados por las empresas.Seguramente que toda esta actividad constituiráparte de la que empezará a desarrollar la recientementecreada “Fundación para la Formación en elsector Transporte”, que tiene ante sí una enormidadde retos a los que dar respuesta satisfactoria.Respecto de la formación inicial, y habida cuenta loresumido de esta colaboración, solamente indicar quees absolutamente ineludible que se incluya entre lasdisciplinas a impartir en formación profesional, puesaunque el carné de circulación no se pueda expedirhasta los 18 años, desde los 16 años pudiera impartirseesta formación (que sería mayor de la mínimamenteexigible en aplicación del R.D.1032/07, y que incluiríaotras facetas, tales como conocimientos de mecánica,etc.); en otro caso, un joven que cuando alcance los 16años no pretenda realizar estudios universitarios, nova a esperar dos años (hasta la edad de 18) para formarsecomo conductor profesional, lo que hará que seincline por otra disciplina o sector, lo que no es positivosi tenemos en cuenta las ventajas de contar conconductores muy vocacionales.Fernando J.Cascales MorenoAsesoría Jurídicay Empresarialdel Transporte(fcajyet@telefonica.net)48 www.revistaviajeros.com