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T E C N O L O G Í A E N M A R C H A
ecológico. El hidrógeno no es una fuente de energía
primaria, sino que ha de extraerse a partir de otras
fuentes: actualmente la principal es el petróleo
(fundamentalmente gas natural), y el proceso más
empleado en su producción el reformado con vapor.
Sin embargo, el de reformado de gas natural, a
pesar de ser el proceso económicamente más
rentable, genera grandes cantidades de dióxido de
carbono.
En este contexto, la línea de investigación del
Instituto de Tecnología Química está encaminada
a conseguir un importante ahorro energético
y económico en la producción de biohidrógeno
mediante procesos de reformado con vapor de
bioetanol. Para Chica, compuestos derivados de
la biomasa como el bioetanol “son los candidatos
idóneos” para su utilización en la producción de
hidrógeno. La ventaja del bioetanol reside en que
se trata de un compuesto que puede ser obtenido a
partir de residuos agrícolas, es líquido, no tóxico, de
fácil manejo, almacenaje y distribución. Esta vía de
investigación resulta bastante prometedora, porque
convierte al hidrógeno en una opción de futuro
para reducir el deterioro ecológico causado por el
consumo de combustibles contaminantes.
OPORTUNIDAD DE NEGOCIO PARA LA
COMUNITAT
Por el momento, los ayuntamientos europeos se
están implicando activamente en el desarrollo
de un transporte público, principalmente urbano
(autobuses, trenes, tranvías), basado en pilas de
combustible que emplean hidrógeno, para descongestionar
de ruido y contaminación los centros de
las grandes ciudades.
El hecho de que en la Comunitat Valenciana se
esté poniendo en marcha importantes proyectos
para la producción de bioetanol a partir de residuos
agrícolas supone una importante ventaja estratégica,
ya que va a disponer de la materia prima
necesaria para la producción de un hidrógeno de
alto valor ecológico. “En una sociedad basada en
la economía del hidrógeno uno de los grandes inconvenientes
lo encontraríamos en la distribución
del mismo desde los lugares de producción hasta
el usuario”, comenta Chica.
En este sentido, la ciudad de Valencia podría ir un
paso más allá, ya que al disponer de la tecnología
de producción y transformación del bioetanol en
hidrógeno, “no tendría que ser dependiente de su
importación”, desvela Chica, y es más, “podría ser
uno de los puntos nacionales de producción y distribución
que abasteciera los vehículos urbanos de
otras ciudades”.
De momento, se ha comprobado la eficiencia del
catalizador en el laboratorio. Ahora se tendrán
que constatar los buenos resultados obtenidos
mediante el estudio a escala en planta piloto, en el
que ya trabajan en colaboración con una empresa.
Si estos experimentos tienen éxito se empezará a
planificar la aplicación de este catalizador a nivel
industrial.
INFOINDUSTRIAL ENERO-FEBRERO 2010
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