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designación vía acuerdo de las partes o del
art. 6.6 LAJG .
Finalmente, la cuestión de si el Juez pudo
utilizar la vía excepcional de diligencias finales
acordadas de oficio del art. 435.2 LEC, cuando
se encuentre en el pleito con dos dictámenes
periciales contradictorios, el referido autor se
pronuncia de forma positiva, alegando que el
espíritu de la LEC tal y como indica su
Exposición de Motivos consiste en que "La Ley
considera improcedente ... cualquier actividad
del tribunal que, con merma de la igualitaria
contienda entre las partes, supla su falta de
diligencia y cuidado", de modo que el empleo
de esta vía excepcional responde a "criterios
de equidad, sin que supongan ocasión injustificada
para desordenar la estructura procesal
o menoscabar la igualdad de contradicción".
Los tres requisitos que se exigen para que
el Juez pueda acordar el dictamen pericial de
oficio, que son que las diligencias versen sobre
hechos relevantes, oportunamente alegados y
que existan motivos fundados para creer que
las nuevas actuaciones permiten adquirir certeza
sobre aquellos hechos, se reúnen en el
supuesto que nos ocupa, habida cuenta de que
a pesar de poder existir varios informes periciales
en el procedimiento, los mismos puede que
no hayan cumplido su cometido primordial por
su carácter contradictorio y contrapuesto.
2.- Conclusiones y diligencias finales en los
Juicios Verbales
Los ponentes coincidieron que las conclusiones
no estaban previstas en los Juicios
Verbales ( art. 443 en relación con el art. 186
LEC.), aunque, afirmaron, que atendiendo la
complejidad del caso y su conveniencia no
había ningún precepto que impidiera al Juez
acordarlas.
En la mayor parte de los casos, es evidente,
que no se admiten por la agilidad que se
pretende dar a este tipo de procedimientos,
aunque es verdad, como apuntó alguno de los
ponentes, que en ocasiones los abogados con
nuestras valoraciones podemos hacer alguna
aportación sobre algún aspecto del resultado
de la prueba que se le haya podido pasar por
alto al Juez, y ello con independencia de la
importancia del tipo de procedimiento, toda
vez que para nuestros clientes, sin duda alguna,
su juicio es único y trascendental.
En lo que respecta a las diligencias finales,
manifestaron que no eran compatibles
con el principio de concentración que inspira
el Juicio Verbal, si bien, tanto en este procedimiento
como en el Ordinario, consideraron
que ante la incomparecencia de algún testigo
o perito, era conveniente suspender la
vista, si se consideraba dicha prueba necesaria
o relevante y proceder a un nuevo señalamiento.
Debemos recordar, en cuanto a las diligencias
finales en los Juicios Verbales, que las
mismas tienen la misma finalidad cualesquiera
que sea el tipo de juicio en el que se adopten,
y dicha actividad ayuda a paliar las deficiencias
del diseño del jucio verbal. La admisión
razonada y motivada, que no abusiva o meramente
dilatoria, de las diligencias finales en el
juicio verbal nos resolvería numerosos problemas
de práctica forense derivados de un procedimiento
probatorio inspirado en el juicio
ordinario.
Finalmente hay que resaltar que esta
mesa redonda ha sido muy enriquecedora a
nivel practico-procesal, habida cuenta que se
ha conseguido, sin duda alguna, con un éxito
notable, unificar criterios de aplicación de algunos
aspectos de la LEC en los distintos
Juzgados, motivo por el cual debemos continuar
apostando por otras actividades similares,
para lo cual esperamos la aportación o
sugerencias que se nos pueda hacer en el
futuro.
Pedro Torrecillas Giménez
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