3.-Un millón de mundos contigo.pdf · versión 1

Sobre el hombro de mi padre puedo ver la silueta de Paul mientras se arrastra hacia nosotros dos.
Paul parece estar llevando algunas tablas o barras de metal largas, cosas que pueden utilizar para
construir una barrera para reemplazar la puerta que se arrancó.
La puerta de Malvada significaba que yo la arrancara para enterrarme viva. Saber que caí en su
trampa se siente peor que estar cara a cara con este esqueleto.
Eso no hace que el esqueleto sea más fácil de tratar. Me imagino que puedo oler su carne podrida,
aunque debe haber decaído años atrás. Décadas, incluso o siglos.
-Te dijimos específicamente que no debías entrar a esta área hasta que hubiéramos trabajado en
ella un poco más.- dice mi papá. No está enojado. Su fascinación por mi espeluznante
descubrimiento lo ha animado más allá de cualquier necesidad de regañarme. -¿Qué pensabas?.
-Me confundí. Pensé que te referías a una de las otras.- Esa explicación debería funcionar
normalmente. En todos los universos, en todas partes, la gente simplemente se equivoca.
Papá parece satisfecho, de todos modos. Acaricia mi hombro. -Debes ser más cuidadosa,
Marguerite. Pero tengo que admitir, hay un lado brillante. ¡te pondremos como la descubridora!
Puedes terminar siendo el miembro más ilustre de la familia en el comercio.
¿Desde cuándo está mi familia en el "comercio" de desenterrar cadáveres podridos?.
Paul finalmente se arrastra a la vista. El pasillo estrecho no le permite acercarse a papá y llegar a mi
lado, pero ahora mismo es suficiente para verlo; la luz del fuego pinta su rostro en oro cálido y rico.
Paul lleva una camisa blanca de lino, pantalones de color verde oliva y botas altas, al igual que papá,
al parecer.
La línea de su barba cuidadosamente recortada acentúa los agudos ángulos de su mandíbula. La
gruesa barba de Paul me recuerda al teniente Markov en Rusia, y como siempre, pensar en el
teniente Markov me cierra la garganta, me hace cerrar los ojos.
Cuando los vuelvo a abrir después de sólo un momento, puedo decir que Paul parece preocupado y
un poco confundido no aliviado. Si este fuera mi Paul, y él ya me hubiera seguido a este universo,
estaría agradecido de verme viva y bien. Entendería cómo había acabado en un lugar tan peligroso
que mis padres me advirtieron específicamente de ello. Así que es Paul de este mundo quien ha
venido a rescatarme.
El mío debe haber permanecido en el Londresverso, esperando un cadáver para ser sacado del
Támesis.
Esa imagen espeluznante persiste en mi mente por los pocos minutos que tarda Paul y papá para
reforzar la pared. Ellos cavan la momia primero, luego a mí. Prioridades, familia. Pero estoy
demasiada aliviada al verlos, y mi ira está reservada para la persona que se la merece. Para Malvada.
Apuesto a que ella deliberadamente cuestionó a mis padres sobre los lugares más peligrosos para
ir y fue directamente allí, creo, mientras que las amplias manos de Paul quitan la arena de mis
piernas. Si papá y Paul no hubieran estado cerca del borde del túnel cuando grité pidiendo ayuda,
su plan podría haber funcionado. Podría haber sido sofocada fácilmente por la arena. Marguerite y
yo de este mundo habríamos muerto juntas.
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