No. 32 - Its Gran Canaria Magazine

EDICIÓN 32
REPORT I REPORTAJE
Descubrir la isla en guagua
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Foto: Global.com
Por Míchel Jorge Millares
Hace 50 años comenzó una apasionante aventura.
Una historia de piratas y huelgas, de una isla incapaz
de desarrollarse a causa de un transporte público
más que deficiente, calamitoso. Hoy es una
empresa de referencia en Canarias y en España,
con un servicio que comunica todas las poblaciones
de la isla y que presta un servicio de gran calidad
para los turistas que se desplazan a otros puntos
del territorio isleño más allá de la urbanización
turística.
Pero volvamos al pasado, porque hay una interesante
historia que contar, cuando la situación de la
empresa concesionaria del transporte público era
límite, con una huelga que se prolongaba a pesar
de vivir en una dictadura en la que la huelga podía
acarrear medidas represivas muy duras.
Los trabajadores no tenían otra opción. La compañía
que cumplía la concesión de Servicio Público
de Viajeros, llamada Aicasa, agonizaba como sus
anticuados vehículos 'Daimler' -comprados en Inglaterra
a precio de chatarra- que viajaban casi de
vacío en las principales vías, sin apenas clientes.
Eran las guaguas de color naranja o 'coches de horas'.
Pero su lamentable estado, constantes averías
y el mal estado de las carreteras, sumaban incomodidades
a los usuarios, además de sus horarios que
limitaban la movilidad de las personas que necesitaban
desplazarse. ¿Cómo solucionaban los isleños
la necesidad de desplazarse entre los pueblos?
Con coches 'piratas'.
Curiosas palabras para describir el transporte público
en una isla, difíciles de comprender por personas
de otro lugar que ven con cierto asombro
cómo las islas son territorios donde suceden cosas
Foto: Fedac
extraordinarias, originalidades que tienen que ver
con todas las actividades y formas de vivir en el día
a día. Y el transporte público es una de esas realidades
que diferencian a Gran Canaria del territorio
continental, con una orografía que convierte las carreteras
en los puertos de montaña más sorprendentes
de Europa.
Aquellos tiempos en los que los vehículos eran unos
cacharros, un lastre las comunicaciones, originaron
una situación insostenible que fue el germen de la
competencia con los 'piratas', descripción popular
que (según el escritor Pancho Guerra), significaba
“Turismo en forma de autobús. Auto pequeño de
alquiler, que robaba el pasaje al paso a los coches
de línea -coches de hora-”. Y también nos describe
el singular vocablo de 'guagua': “Autobús o microbús
urbano. (Es denominación general en Canarias
y América; también se usa en Alicante por lo
menos. Guagua tal vez se llame por lo barato de
su alquiler o precio del billete, ya que "de guagua"
quiere decir casi gratis o gratis del todo.) Al interurbano
se le denomina “coche de horas”.
El resultado fue la quiebra de Aicasa, lo que dio lugar
a la intervención de la administración y a una
idea que en aquel momento sonó extravagante,
pero con el tiempo se ha demostrado su acierto.
Se dividió la isla en dos, para dos empresas diferentes.
Aicasa se constituyó en sociedad laboral (Salcai)
con el sureste, y los 'piratas' se convirtieron en
Utinsa y ocuparon el noroeste.
Un grupo joven y entusiasta se puso a trabajar para
construir una empresa nueva, en un plazo muy corto
de tiempo que crecería rápidamente con el auge
del turismo. Salcai resolvió un problema crónico de
trasporte de viajeros en la isla, que dificultaba su
desarrollo, con un modelo de sociedad en la que
los trabajadores serían sus propietarios, quienes
tenían un objetivo utópico en aquella España dictatorial:
crear puestos de trabajo estables y bien retribuidos
y, a la vez, ser una empresa rentable, que
pudiera distribuir dividendos o aumentar el valor
de la acción para los que dejaban la empresa.
La empresa, además cuidó su desarrollo tecnológico
para mejorar la calidad del servicio y del trabajo.
Todo ello facilitó el éxito de Salcai, que con el
tiempo lograría fusionar las dos empresas Utinsa y
Salcai en una sola, Global, cuya red de rutas es una
invitación para conocer y disfrutar cada rincón de
Gran Canaria.