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años contigo
“El éxito de los centros que
deseen prosperar dependerá
en gran medida de su
orientación al cliente”
El marco económico y de negocio en el que se mueven los centros
veterinarios en España ha evolucionado sin duda durante los últimos diez
años y ha sido concretamente durante los últimos cinco cuando han tenido
lugar los cambios más importantes y llamativos. De hecho, aún se están
produciendo: los centros crecen y muchos se especializan, aparecen centros
de compras y franquicias y cada vez se da más importancia al trato al cliente.
De mayo 2000
a noviembre 2000
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En general, y en su conjunto, el sector
veterinario de animales de compañía ha
vivido durante estos pasados años un proceso
de crecimiento continuado y mantenido.
Incluso las crisis que cíclicamente han
ido afectando de forma general a la economía
española han sido superadas por el
sector de forma más o menos satisfactoria.
Algunos de los motivos que han propiciado
esta situación han sido: el continuo
crecimiento del número de animales de
compañía durante los pasados años
(incremento del número de clientes), la
mayor calidad y fuerza del vínculo propietario-animal
de compañía, la mayor
oferta de servicios complementarios que
han ido ofreciendo los centros veterinarios
y la mejora de la calidad y nivel de los
servicios médicos.
Pero esa situación económica favorable,
paralela a una concreta política universitaria
y al consecuente incremento del
número de licenciados en Veterinaria
(muchos de ellos dedicados a la clínica de
animales de compañía), desarrolló un
mercado caracterizado por la atomización,
por las estructuras empresariales de carácter
pequeño o mediano y por un cierto
desaprovechamiento económico de equipamientos
y de instalaciones.
En esta situación inicial en la que dicha
atomización se enfrentaba a un mercado
en claro crecimiento, con una competencia
soportable en cuanto a número y con
un cliente que estuvo dispuesto a casi
todo por su animal de compañía (entre
otras cosas por una cierta dificultad en
comparar con otros centros), muchos de
estos negocios llegaron a realizaciones
económicas importantes.
En ese momento, las prácticas de gestión
empresarial empleadas eran casi
nulas en la mayoría de centros, ya que en
la mayoría de ellos lo favorable de la
situación de negocio no las hacía imprescindibles
y para muchos otros eran simplemente
desconocidas técnicas cuya
aplicación no era prioritaria.
El veterinario
como gestor de su centro
Aproximadamente hace 5-6 años el crecimiento
en cuanto a número de centros
y el freno en los niveles de crecimiento
del número de animales comenzaron a
mermar el crecimiento de muchos de
estos centros pequeños o medianos,
empezando una dinámica de “guerra por
conseguir clientes de la competencia”,
competencia en precios, disminución de
la calidad del servicio, miedo a no cobrar,
baja rentabilidad, inseguridad, baja de la
autoestima del profesional, etc.
Estos puntos fueron identificados y estudiados
por AVEPA en el “Estudio Empresarial
AVEPA” realizado en el año 2004.
El marketing no es la batalla de los productos, sino la batalla de las percepciones.
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Algunos de estos puntos han podido
ser desarrollados de forma más exitosa
que otros. La formación científica de alto
nivel que ofrece a AVEPA a través de su
formación continuada, de sus actos de
vocalías y de sus congresos ha facilitado
esa especialización técnica del profesional;
los diferentes cursos, estudios y conferencias
sobre gestión de centros veterinarios
han marcado el liderazgo en España
en este tipo de formación; se ha desa-
Aproximadamente hace 5-6 años el crecimiento en cuanto
a número de centros y el freno en los niveles de aumento
del número de animales comenzaron a mermar el crecimiento
de muchos de los centros pequeños o medianos.
Algunas de las conclusiones a las que
se llegaron mediante este estudio indicaban
la ausencia de prácticas de gestión
empresarial en la mayoría de centros veterinarios
de menor dimensión, poca diferenciación
de los centros en cuanto a su
oferta de servicio (predominio de centros
generalistas), claro éxito de los centros
que más invertían en su equipo de personas
y una preocupante situación financiera
de los centros más pequeños.
La implicación de AVEPA en esa complicada
situación se basó en el inicio de una
estrategia fundamentada en la propuesta
de mejora del sector en cuatro puntos:
• Estimular la formación empresarial.
• Favorecer la especialización.
• Fomentar la ética empresarial.
• Potenciar las instituciones que representan
y defienden los intereses del colectivo
veterinario.
rrollado y publicado un código ético de
los veterinarios especialistas en animales
de compañía, como guía inicial para el
desarrollo de un comportamiento ético al
nivel que la profesión se merece; se ha
intentado potenciar la representatividad
de la propia institución AVEPA y colaborado
activamente con Colegios y Consejo
de Colegios Veterinarios.
Todas estas acciones probablemente
habrán ayudado en cierta manera a la
evolución y a la mejora del sector económica
y empresarialmente.
¿Qué nos depara el futuro?
Esta mayor conciencia sobre la necesidad
de aplicación de buenas prácticas de
gestión empresarial y la mejora en la formación
sobre las mismas, el comienzo de
la existencia de datos económicos sobre
Anónimo