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Usted ha estado vinculado al
sector turístico desde la parte
privada como desde la oficial
¿Cuál es su visión, no como
Ministro, sino como dirigente
gremial que fue durante algún
tiempo, sobre el papel que cumplen
las agencias de viaje en el país?
Sergio Díaz Granados: Para mí
el agente de viajes es una pieza
fundamental del progreso del sector
turístico porque cumple la misión de
informar y de orientar al viajero, así
que creo que su papel y su misión son
incuestionables en cualquier parte del
mundo y particularmente en Colombia.
Ahora hay un reto muy grande de
competitividad y productividad en
las agencias, que muchas empresas
ya han logrado entenderlo y por eso
están a la vanguardia en capacitación,
en estrategias, en tecnología, en
incorporar productos, en hacer
productos y ahí está el mayor reto,
sobre todo para las pequeñas y
medianas agencias de viajes en los
próximos años.
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Pero esa es una opinión desde el
punto de vista de su cargo como
Ministro...
S.D.G: Sí, porque no puedo separar
las dos cosas, pero diría que el tiempo
que estuve en Anato fue muy propicio
para entender los requerimientos de
las agencias de viajes,
que son distintos
y dependen de la
estructura del negocio
y del sitio dónde están
ubicadas, por ejemplo.
Pero lo que sí es un
común denominador a
todas es que necesitan,
más que cualquier otra
empresa, vivir delante
de su tiempo, adaptarse
con mayor rapidez que el resto de las
empresas de cualquier otro sector
y esa es una de las características
esenciales del negocio, porque
necesitan tener permanentemente
una actitud y una disposición a la
adaptación para liderar el cambio.
Para adelantarse a los tiempos y
los cambios, ¿qué deben saber las
empresas que hacen parte de esta
cadena sobre la incidencia que
tendrá el TLC en el sector?
S.D.G: Hay una relación directa y
no casual entre el crecimiento del
comercio de bienes y el crecimiento
de servicios y lo hemos
visto en Centroamérica,
en Perú, en Chile y en
México. El crecimiento de
los bienes, el crecimiento
de las exportaciones,
mueve a las personas
involucradas, bien sea por
turismo de negocios o
bien por turismo de ocio.
Entonces lo que creemos
es que en la medida
en que la exportación
colombiana crezca y en la medida en
que logremos ser exitosos en nuestras
metas, que son públicas y privadas,
el sector de viajes y turismo se va
a beneficiar directamente. Cuando
se cae el comercio de bienes, que
ya pasó en el 2008 y 2009, se cae
también el número de viajeros a nivel
mundial, porque una cosa va asociada
a la otra, y en el sentido contrario
también funciona. Los Tratados de
Libre Comercio están diseñados para
ser una especie de puente, autopistas
entre un país y otro, entonces
hacemos esos puentes para que
transiten dentro de ellos los negocios o
las empresas y al aumentar el flujo de
tránsito sobre esos puentes, que son
los TLC, aumenta también la presencia
de viajeros y eso se vuelve un proceso
de encadenamiento virtuoso que
hay que mantenerlo todo el tiempo
circulando. Para eso tenemos que
seguir haciendo más inversiones
en infraestructura, mejorando los
aeropuertos, nuestra fuerza laboral,
aumentando el bilingüismo... haciendo
una serie de preparaciones para que
lo que los tratados puedan darnos,
efectivamente suceda y esa es la
diferencia entre el deseo y la realidad.
Claro, las agencias de viajes, los
hoteles, los servicios de transporte
especializado, las empresas de
seguros y, en general, todas las
compañías que trabajan alrededor del