02.04.2013 Views

La Historia empieza en Sumer

La Historia empieza en Sumer

La Historia empieza en Sumer

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Samuel Noah Kramer <strong>La</strong> <strong>Historia</strong> Empieza En <strong>Sumer</strong><br />

regalos, cosa que constituye, con toda seguridad, el primer ejemplo de pelotilla de que se<br />

haya hecho m<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> toda la historia escolar. El autor prosigue: «A lo que dijo el<br />

alumno, su padre prestó at<strong>en</strong>ción. Hicieron v<strong>en</strong>ir al maestro de escuela y, cuando hubo<br />

<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> la casa, le hicieron s<strong>en</strong>tar <strong>en</strong> el sitio de honor. El alumno le sirvió y le rodeó de<br />

at<strong>en</strong>ciones, y de todo cuanto había apr<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> el arte de escribir sobre tabletas hizo<br />

ost<strong>en</strong>tación ante su padre.»<br />

El padre, <strong>en</strong>tonces, ofreció vino al maestro y le agasajó, «le vistió con un traje<br />

nuevo, le ofreció un obsequio y le colocó un anillo <strong>en</strong> el dedo». Conquistado por esta<br />

g<strong>en</strong>erosidad, el maestro reconforta al aspirante a escriba <strong>en</strong> términos poéticos, de los que<br />

ahí van algunos ejemplos: «Muchacho: Puesto que no has desdeñado mi palabra, ni la has<br />

echado <strong>en</strong> olvido, te deseo que puedas alcanzar el pináculo del arte de escriba y que<br />

puedas alcanzarlo pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te... Que puedas ser el guía de tus hermanos y el jefe de tus<br />

amigos; que puedas conseguir el más alto rango <strong>en</strong>tre los escolares... Has cumplido bi<strong>en</strong><br />

con tus tareas escolares, y hete aquí que te has transformado <strong>en</strong> un hombre de saber.»<br />

El <strong>en</strong>sayo termina con estas palabras <strong>en</strong>tusiastas. Sin duda, el autor no podía<br />

prever que su obra sería des<strong>en</strong>terrada y reconstruida cuatro mil años más tarde, <strong>en</strong> el siglo<br />

XX de otra era, y por un profesor de una universidad americana. Esta obrita, por suerte, <strong>en</strong><br />

esas épocas lejanas ya era una obra clásica muy difundida. El hecho de haber <strong>en</strong>contrado<br />

veintiuna copias de ella lo atestigua claram<strong>en</strong>te. Trece de estas copias se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> el<br />

Museo de la Universidad de Filadelfia, siete <strong>en</strong> el Museo de Antigüedades Ori<strong>en</strong>tales de<br />

Estambul, y la última <strong>en</strong> el Louvre.<br />

El texto ha llegado a nosotros <strong>en</strong> diversos fragm<strong>en</strong>tos que se han reunido del<br />

modo sigui<strong>en</strong>te: el primer fragm<strong>en</strong>to fue «autografiado» ya <strong>en</strong> 1909 y seguidam<strong>en</strong>te<br />

publicado por el jov<strong>en</strong> asiriólogo que era <strong>en</strong>tonces Hugo Radau. Pero el fragm<strong>en</strong>to<br />

correspondía a la parte c<strong>en</strong>tral de la obra y, precisam<strong>en</strong>te por eso, Radau no t<strong>en</strong>ía modo de<br />

compr<strong>en</strong>der de qué se trataba. En el transcurso de los veinticinco años sigui<strong>en</strong>tes<br />

publicaron fragm<strong>en</strong>tos complem<strong>en</strong>tarios Steph<strong>en</strong> <strong>La</strong>ngdon, Edward Chiera y H<strong>en</strong>ri de<br />

G<strong>en</strong>ouillac. No obstante, este material disponible, todavía insufici<strong>en</strong>te, no permitía aún<br />

poder percatarse del verdadero s<strong>en</strong>tido del conjunto. En 1938, <strong>en</strong> ocasión de mi larga<br />

estancia <strong>en</strong> Estambul, logré id<strong>en</strong>tificar otros cinco trozos; uno de éstos formaba parte de<br />

una tablilla de cuatro columnas, <strong>en</strong> bastante bu<strong>en</strong> estado, que originariam<strong>en</strong>te había<br />

cont<strong>en</strong>ido el texto <strong>en</strong>tero. Desde <strong>en</strong>tonces se han id<strong>en</strong>tificado otras partes del texto,<br />

conservadas <strong>en</strong> el Museo de la Universidad de Filadelfia, y <strong>en</strong>tre ellas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra una<br />

tableta de cuatro columnas <strong>en</strong> muy bu<strong>en</strong> estado y otros fragm<strong>en</strong>tos pequeños que no<br />

constan más que de unas pocas líneas. Pero, a fin de cu<strong>en</strong>tas, si se exceptúa algún que otro<br />

signo deteriorado, el texto, hoy <strong>en</strong> día, ha quedado prácticam<strong>en</strong>te reconstruido por <strong>en</strong>tero.<br />

Sin embargo, éste no era más que el primer obstáculo franqueado; quedaba por<br />

establecer y fijar ci<strong>en</strong>tíficam<strong>en</strong>te una traducción que permitiera hacer accesible a todo el<br />

mundo nuestro v<strong>en</strong>erable docum<strong>en</strong>to. Pero la realización de una traducción<br />

absolutam<strong>en</strong>te fidedigna es una tarea verdaderam<strong>en</strong>te difícil. Varios fragm<strong>en</strong>tos del<br />

docum<strong>en</strong>to han sido traducidos con éxito por los sumerólogos Thorkild Jacobs<strong>en</strong>, del<br />

Instituto Ori<strong>en</strong>tal de la Universidad de Chicago, y Adam Falk<strong>en</strong>stein, de la Universidad<br />

de Heidelberg. Sus trabajos, al mismo tiempo que diversas indicaciones y suger<strong>en</strong>cias de<br />

B<strong>en</strong>no <strong>La</strong>ndsberger, antiguo miembro de las Universidades de Leipzig y Ankara, y<br />

actualm<strong>en</strong>te profesor del Instituto Ori<strong>en</strong>tal de la Universidad de Chicago y uno de los más<br />

grandes y más célebres asiriólogos del mundo, permitieron preparar la primera traducción<br />

íntegra del texto, la cual fue publicada <strong>en</strong> 1949 <strong>en</strong> el Journal of the American Ori<strong>en</strong>tal<br />

Society.<br />

A la escuela sumeria le faltaban atractivos: programas difíciles, métodos<br />

pedagógicos desagradables, disciplina inflexible. ¿Qué ti<strong>en</strong>e de extraño, pues, que<br />

32

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!