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Comentario sobre “Hechos de Apóstoles” - The Bible / Regresando ...

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El consejo que en esta plática le dieron, como tenía la mira específica <strong>de</strong><br />

probar a la multitud que nada había <strong>de</strong> verdad en ese rumor, y que Pablo<br />

andaba conforme al or<strong>de</strong>n y sumiso a la ley (Versículo 24), muestra que Jacobo<br />

y los ancianos entendían ser falsos tales informes; así como el convenio <strong>de</strong><br />

Pablo <strong>de</strong> hacer lo que le aconsejaban muestra que en efecto eran falsos. No<br />

había enseñado a los judíos no circuncidaran a sus hijos; al contrario, <strong>de</strong> propia<br />

mano haba circuncidado a Timoteo que no era más que mitad judío. No les<br />

habla enseñado que no anduvieran según la costumbre; al contrario, más <strong>de</strong> año<br />

hacía que había escrito a los corintios que él se había hecho a los judíos como<br />

judío, por ganar a los judíos; y en cuanto a la ley, se había hecho "como sujeto a<br />

la ley", por ganar a los que se consi<strong>de</strong>raban aún sujetos a la ley (1 Corintios<br />

9:20.21). Para reconciliar tal posición con las enseñanzas <strong>de</strong> Pablo en las<br />

epístolas escritas antes <strong>de</strong> ese tiempo, solo tenemos que observar la distinción<br />

que él nunca perdía <strong>de</strong> vista, entre lo que tenemos libertad <strong>de</strong> hacer por<br />

amor <strong>de</strong> otros y lo que estamos obligados a hacer en obediencia a Dios.<br />

Había enseñado que la ley era "nuestro ayo para llevarnos a Cristo", y que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la fe vino, “ya no estamos bajo ayo" (Gálatas 3:34,25); que los judíos<br />

estaban "muertos a la ley por el cuerpo <strong>de</strong> Cristo" (Romanos 7:4); y que en<br />

Cristo ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión (GáIatas 5:6; 1 Corintios<br />

7:19). Pero si tal enseñaba, no había hallado falta en los judíos que seguían las<br />

observancias <strong>de</strong> la ley; solamente había tratado <strong>de</strong> convencerlos <strong>de</strong> que tales<br />

observancias ya no eran cosa que atara sus conciencias. La única diferencia<br />

entre él y los más extremados judaizantes, <strong>de</strong> los que sin duda había algunos<br />

entre la multitud <strong>de</strong> creyentes a quienes Jacobo se refería, era que éstos<br />

sostenían que dichas observancias eran cuestión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, mientras él las tenía<br />

como cuestiones <strong>de</strong> indiferencia.<br />

La estratagema <strong>de</strong> unirse a los cuatro discípulos que tenían voto, a fin <strong>de</strong><br />

convencer a la multitud <strong>de</strong> que los habían informado mal, coloca en una luz aun<br />

más fuerte toda esta cuestión <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> Pablo a la ley. Comparando lo <strong>de</strong><br />

éstos cuatro con lo que se dice <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l Nazareato, vemos que habían<br />

tomado el voto nazarita, y que por contacto <strong>de</strong> un muerto, se habían vuelto<br />

inmundos antes que terminara el lapso <strong>de</strong> tiempo que el voto abarcaba<br />

(Compárense los Versículos 13-26 con Números 6:2-12). Esto hacia necesaria<br />

su purificación, que requería siete días para completarse, rasurándose la cabeza<br />

junto al altar, ofreciendo sacrificios por el pecado y holocausto por cada uno,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> tiempo hasta cumplir con el voto. La parte <strong>de</strong> Pablo<br />

entre ellos era, primero, "gastar con ellos", lo que comprendía pagar parte <strong>de</strong><br />

todos los gastos por las víctimas que habían <strong>de</strong> ofrecer; y segundo, entrar al<br />

templo y notificar a los sacerdotes cuándo se cumpliría la purificación, para que<br />

el sacerdote pudiera prepararse a ofrecer los sacrificios (Versículos 23, 26). Esto<br />

último no podían hacer ellos mismos, pues la ley les vedaba paso al atrio judío<br />

mientras durase su contaminación; pero como Pablo no estaba inmundo por<br />

contacto con un muerto, sino por otra causa <strong>de</strong> las muchas que se mencionan<br />

en la ley, podía purificarse en un solo día lavando sus ropas y bañando su<br />

cuerpo, con lo que quedaba inmundo hasta la tar<strong>de</strong>.<br />

-Lo que hace tal proce<strong>de</strong>r una exhibición aun más notable <strong>de</strong> la actitud<br />

actual <strong>de</strong> Pablo para con la ley, es el hecho <strong>de</strong> que en ella participó en<br />

ofrecer sacrificios, lo que parece inconsecuencia con su <strong>de</strong>claración<br />

repetida <strong>de</strong> la total suficiencia <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> Cristo como expiación por<br />

el pecado. Creo que <strong>de</strong>be admitirse que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber escrito la

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