12.04.2013 Views

el intelectual y el estadista: reflexiones sobre ... - Aníbal Romero

el intelectual y el estadista: reflexiones sobre ... - Aníbal Romero

el intelectual y el estadista: reflexiones sobre ... - Aníbal Romero

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sería un error pensar que <strong>el</strong> significado de esta distinción entre<br />

'"pesimistas" y "optimistas" se agota en una cuestión de actitudes. Sus<br />

consecuencias en <strong>el</strong> pensamiento y la acción políticos pueden ser profundas. En<br />

efecto, los teóricos y actores políticos que aquí llamamos "pesimistas" parten<br />

siempre de la idea de que los conflictos y antagonismos son inevitables en la<br />

sociedad; <strong>el</strong> arte político debe tomar esos conflictos como materia prima de una<br />

misión creadora, y establecer zonas de acuerdo, o al menos, hacer posible un<br />

compromiso entre fuerzas rivales que evite recursos más duros. "El arte político -<br />

escribe Wolin— tiene como tarea la actividad política conciliatoria; su gama de<br />

creatividad es definida y determinada por la necesidad de respaldar las<br />

actividades continuas de la comunidad. Su incansable búsqueda de conciliación<br />

está inspirada, en <strong>el</strong> fondo, por la creencia de que <strong>el</strong> arte de la imposición debería<br />

estar limitado a las situaciones en que no existe otra alternativa". 38 Un corolario<br />

de esta perspectiva <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> propósito específico de la política es la noción de<br />

que <strong>el</strong> "orden" no es un esquema fijo, sino una especie de equilibrio precario que<br />

demanda la voluntad de aceptar soluciones parciales. No obstante, numerosos<br />

pensadores han concebido <strong>el</strong> orden político como un mod<strong>el</strong>o ideal que debe<br />

utilizarse para dar a la realidad política una forma fija y una imagen definida. Este<br />

es <strong>el</strong> caso de Platón, quien además sostenía que <strong>el</strong> orden solo podía surgir<br />

cuando no hubiese conflicto y antagonismo, lo cual de hecho quería decir que<br />

<strong>el</strong> orden así creado renunciaba a su <strong>el</strong>emento político específico. En otras<br />

palabras, Platón consideraba que <strong>el</strong> objetivo tanto de la filosofía como d<strong>el</strong> arte<br />

político era crear la "sociedad justa" en la que no iban a existir conflictos, luchas y<br />

antagonismos; en vista de que son precisamente esas luchas <strong>el</strong> contexto<br />

propio de la actividad política, la concepción platónica se fundamentaba en una<br />

paradoja: la filosofía y <strong>el</strong> arte de crear orden debían enfrentarse en forma<br />

permanente a la actividad política, a los fenómenos conflictivos que eran los que<br />

hacían importantes ese arte y esa "ciencia". Por este deseo de alcanzar un<br />

mundo ideal y de <strong>el</strong>iminar los antagonismos, <strong>el</strong> pensamiento de Platón<br />

desembocaba en las consecuencias totalitarias que han sido tan brillantemente<br />

analizadas y duramente criticadas por Karl Popper en su famoso libro La<br />

Sociedad Abierta y sus Enemigos. 39 Si la acción política tenía que extirpar lo<br />

que son circunstancias propias de la existencia social: <strong>el</strong> conflicto y los<br />

enfrentamientos de muy diversa índole, se vería inevitablemente obligada a<br />

recurrir a los métodos impositivos que <strong>el</strong> mismo Platón llegaba a aceptar como<br />

necesarios.<br />

Wolin indica que la fascinación de Platón por <strong>el</strong> arte de la medicina conduce a<br />

analogías engañosas, ya que <strong>el</strong> cuerpo político no experimenta "enfermedades"<br />

sino conflicto, y su finalidad no es la "salud" sino "la búsqueda infinita de un<br />

cimiento capaz de sostener la masa de contradicciones presentes en la<br />

sociedad". 40 En nuestro tiempo, la idea marxista de que en la sociedad comunista<br />

"<strong>el</strong> gobierno <strong>sobre</strong> las personas será sustituido por la administración de las<br />

cosas", continúa en <strong>el</strong> sentido ya explicado la vocación platónica de<br />

_________________________________________________<br />

38. S. Wolin :ob. cit. p.53.<br />

39. Kari Popper: 'The Open Society and its Enemies",Vol.1, Routledge Kegan&PaúLondon,1969,pp.86,168.<br />

40. S. Wolin :ob. cit. p. 53.<br />

12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!