el intelectual y el estadista: reflexiones sobre ... - Aníbal Romero
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<strong>el</strong> poder y controlar los objetivos es una tarea de equilibrio, y como tal exige gran<br />
seguridad en quien la lleva a cabo, así como un propósito claramente definido.<br />
Kissinger, como principal arquitecto de la "detente", manejó con habilidad ambos<br />
instrumentos.<br />
Los orígenes de la "detente" no podían ser más evidentes; después de la<br />
Segunda Guerra Mundial, <strong>el</strong> problema central de seguridad para los Estados<br />
Unidos ha sido comprender y manejar los diversos retos planteados por una<br />
super potencia emergente: la Unión Soviética. "Esta condición —manifestó<br />
Kissinger en 1976— no desaparecerá, y quizás nunca serán conclusivamente<br />
'resu<strong>el</strong>ta'. Tendrá que ser enfrentada por cada nueva Administración en <strong>el</strong> futuro<br />
previsible". 70 La "detente" fue, sin duda alguna, la más importante de las<br />
estrategias diplomáticas de Kissinger, pues se convirtió en <strong>el</strong> medio empleado<br />
para "forcejear" creativamente con <strong>el</strong> factor de mayor impacto dentro de la<br />
balanza de poder mundial en los últimos años: la conquista de "equivalencia<br />
esencial" en poderío militar por parte de la URSS con respecto a Estados Unidos.<br />
Hasta mediados de los años 60, la Unión Soviética ocupaba aún una posición<br />
r<strong>el</strong>ativamente subordinada en cuanto a su poderío nuclear y la calidad de su<br />
tecnología bélica en otros terrenos; por esto, los Estados Unidos pretendían<br />
"imponer" las reglas d<strong>el</strong> juego internacional, y <strong>el</strong> diálogo no era posible. El<br />
enorme esfuerzo en materia militar realizado por los soviéticos, que se dio<br />
mientras se consumaba la debacle norteamericana en Vietnam, cambió la<br />
situación, y ya a principios de los años 70 la URSS no sólo había "alcanzado"<br />
sino que comenzaba a <strong>sobre</strong>pasar a Estados Unidos en algunos de los campos<br />
más significativos d<strong>el</strong> poder militar. En tales condiciones, una política basada en<br />
la confrontación y dirigida a silenciar al adversario era irresponsable o ilusoria. Se<br />
hacía necesario encontrar una nueva y más sutil combinación entre la fuerza, la<br />
política y la diplomacia. La nueva estrategia tendría que hallar un equilibrio entre<br />
la amenaza de confrontación y la posibilidad d<strong>el</strong> compromiso. Kissinger la definió<br />
así: "detente es un medio para regular una r<strong>el</strong>ación competitiva... buscamos<br />
impedir que la Unión Soviética transforme su poderío militar en expansión<br />
política. Al mismo tiempo buscamos resolver los conflictos y disputas a través de<br />
la negociación, y fortalecer los incentivos para la moderación expandiendo <strong>el</strong> área<br />
de r<strong>el</strong>aciones constructivas". 71<br />
Vale la pena insistir en torno a la concepción kissingeriana de la "detente",<br />
pues se verá hasta qué punto <strong>el</strong> ex-Secretario de Estado norteamericano<br />
confiaba en estimular, mediante la negociación y <strong>el</strong> establecimiento de diversos<br />
tipos de vínculos, un comportamiento "no-revolucionario" por parte de la URSS.<br />
En una importante conferencia dictada en Londres, en junio de 1976, Kissinger<br />
dijo lo siguiente: "Nuestra generación ha sido traumatizada por la Segunda<br />
Guerra Mundial, pues recordamos que la guerra estalló como resultado de un<br />
desbalance de poder. No debemos olvidar esta lección. Pero tampoco<br />
deberíamos olvidar la lección de la Primera Guerra Mundial, cuando la guerra<br />
_________________________________________________________________<br />
70. Ibid, p. 304.<br />
71. Ibid, pp. 209, 395.<br />
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