livro - ALASRU - VI CONGRESSO_PARTE 3

eproducción agrícola en la que si se constató la participación femenina. Entre estas actividades se pueden mencionarlas relacionadas
con el cultivo del tomate, ya sea cuando recolectan las semillas para la siembra o lo procesan, la atención de los animales, que por lo
general no son numerosos y requieren atenciones más simples, como: alimentación de las gallinas y el cuidado de los cerdos.
Uno de los aspectos interesantes de este trabajo, es el considerar la importancia que tiene analizar las tareas que estas mujeres realizan
dentro del espacio reproductivo, en la medida que muchas de ellas se ejecutan en función del proceso productivo.
La participación de las parceleras en la toma de las decisiones relativas al proceso productivo, se ubica en el nivel informativo o
consultivo, lo que significa que en la mayoría de los casos las mujeres solo se les informa y consulta, pero son muy pocas las que se
ubican en el nivel ejecutivo de la toma de las decisiones (intervienen directamente en el momento de decidir), estas son aquellas que
participan directamente en las labores agrícolas.
De lo antes señalado se puede afirmar que la participación de la mujer en forma de organización de la producción agrícola, mediante
la parcelería, se desarrolla por un intercambio y combinación de funciones entre el ámbito doméstico-reproductivo, que dependiendo
del nivel de relación y dependencia entre estos hace más o menos imprescindible el rol femenino. Son precisamente estos elementos
estructurales, que determinan y pautan dentro de cada forma organizativa lo que es trabajo productivo o no, unido a elementos de
género que permea la subjetividad de los actores (incluidas las mujeres), factores que contribuyen a hacer menos visible y específico
el rol de las mujeres.
Los profesores Carmen Ramos Alonso, Grisel Valdés Cotayo y Emerio Fernández realizaron una investigación en la CCS José Marttí
de Catalina de Guines, provincia La Habana. Sus principales resultados lo exponen en el artículo “Mujer campesina agrupada en CCS.
Un enfoque de género por construir”. Allí señalan que esta cooperativa fundada en 1961 está integrada por 51 socios de los cuales 9
son mujeres incluyéndose a portadoras de tierras y con pleno ejercicio a su condición de propietarias. En los momentos en que se
realiza el estudio ninguna de ellas forma parte de la Junta Directiva, no se están superando y todas tienen la opinión que el trabajo
doméstico no es trabajo y que solo es trabajo aquel que aporta medios materiales al hogar; entienden solamente al hombre como el que
realmente trabaja, gasta mas energía, hace mayor esfuerzo por el hecho de trabajar fuera de la casa y estar expuesto a condiciones
climáticas severas y por estas mismas razones es preciso alimentarlo, con una dieta mejor balanceada y sobre todo con mayores
raciones que la propiamente consumidas por ellas.
En las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) la caída de las producciones, a partir de los años noventa, fue menos abrupta.
La mayoría de las CPA implementó diferentes alternativas para fortalecer la producción de alimentos y la cría de ganado mayor y
menor.
Otro de los experimentos que ocurrió en este sector fue la creación de CPA mixtas dentro del MINAZ, entre caña y cultivos varios.
Su objetivo fundamental se centró en el aprovechamiento de las posibilidades de asimilación de recursos laborales y materiales,
incluyendo la tierra, en la producción de alimentos. Esto debía influir sobre la estabilidad de las cooperativas en la CPA.
Estudios de casos muestran las diferentes estrategias productivas y organizativas implementadas por las CPA por la incidencia de la
crisis. Las investigaciones realizadas por el Equipo de Estudios Rurales, permitieron conocer una de las transformaciones más
exitosas en la cooperativa José Santiago Ercilla, ubicada en la zona de Villa Nueva, en la provincia de las Tunas. En esta CPA se
descentralizaron las 106. 12 caballerías de tierra en 20 fincas (de 6-8 caballerias cada una), esta estrategia les permitió diversificar su
producción entre la agricultura y la ganadería. Según la organización de la producción implementada, una de las fincas se dedicó a la
ganadería, mientras que el resto son de producción mixta (agrícola-ganadera). Cada una de estas fincas mixtas garantiza la producción
de autoconsumo de los trabajadores de cada una de las fincas y además tienen un plan de producción de aporte para la cooperativa en
general y para la localidad donde esta se ubica.
Dos de los jefes de estas fincas son mujeres y coinciden al plantear que esta iniciativa tuvo una gran aceptación entre todos los
miembros de la CPA y señalan las siguientes ventajas de esta modalidad productiva: mejor organización y control del trabajo, mayores
resultados financieros y garantía de autoconsumo.
“ El papel de la mujer en la cooperativa: José Santiago Ercilla, de la Comunidad de Villa Nueva” investigación realizada por las
Licenciadas Moraima Dieguez Pupo y Clara Guzmán Góngora, profesoras de la Universidad de Las Tunas señala los principales
obstáculos que enfrenta la mujer para alcanzar una ocupación laboral significativa en esta cooperativa ganadera... – podemos
mencionar algunas dificultades de carácter objetivo como son las insuficiencias en las alternativas de empleo, que solo posibilitan éste,
en áreas de la finca de autoconsumo (no siendo esta la labor económica principal de la cooperativa) y por otro lado, el número de
empleos en la vaquería es todavía mas reducido al estar cubiertas las plantillas mayoritariamente por hombres. No son suficientes en
la zona las instituciones educacionales con régimen de seminternado para los hijos de las trabajadoras.
En los de carácter subjetivo las autoras señalan... la consideración de que la mujer es productivamente de menor rendimiento que el
hombre y a ello se le suman además otras razones como son: la atención de los hijos, de ancianos y las propias limitaciones del trabajo
doméstico reducido solo a la mujer. Aunque la mayoría de las mujeres conocen algunos oficios vinculados a las actividades manuales,
estas solo son ejercidas para beneficio familiar y no son utilizados de manera social como fuente potencial de empleo.
Conclusiones
• En el contexto de las transformaciones actuales se evidencia la necesidad de desarrollar formas de organización productivas,
a partir del menor costo económico y la obtención de la mayor productividad, indispensable para lograr el autoabastecimiento
alimentario del país y la inserción y competitividad en el contexto de las relaciones mercantiles externas. Diferentes factores de
carácter socioeconómico han hecho insostenible continuar desarrollando el modelo convencional—industrial en la producción
agrícola.
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