Periodismo femenino en Argentina siglo XIX - Feminaria
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Cual la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre una grande nacion de ayer, y una<br />
grande nacion de <strong>siglo</strong>s?<br />
La educacion popular.<br />
La Francia ha hecho su camino al través de océanos de<br />
sangre; para conquistar el bi<strong>en</strong> estar supremo de la libertad, ha<br />
batallado, y aun batallará!<br />
Su educacion no es perfecta como homog<strong>en</strong>eidad de principios,<br />
como seguridad de base; su civilizacion es parcial, está<br />
c<strong>en</strong>tralizada <strong>en</strong> sus grandes ciudades, porque la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de su<br />
gobierno fué siempre el dominio sobre el pueblo.<br />
En Estados Unidos, los hombres de su indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y con<br />
particularidad Washington pusieron el pueblo <strong>en</strong> el verdadero<br />
camino, g<strong>en</strong>eralizaron la educacion, la basearon sólidam<strong>en</strong>te, y el<br />
resto ha sido una consecu<strong>en</strong>cia natural.<br />
La mision del actual gobierno es organizar. Bi<strong>en</strong>, pues, organícese<br />
la educacion popular <strong>en</strong> la ciudad, <strong>en</strong> los pueblos de la campaña,<br />
por todas partes póngase <strong>en</strong> planta. Pero <strong>en</strong>tretanto, cread aquí <strong>en</strong><br />
la ciudad una casa de refugio, proveed á la urg<strong>en</strong>tísima necesidad de<br />
libros, escribid el reglam<strong>en</strong>to de las escuelas que exist<strong>en</strong>, é introducid<br />
todas las reformas, todas las mejoras de que sean susceptibles.<br />
Por esta ocasion tanto al gobierno como á los establecimi<strong>en</strong>tos<br />
particulares ofrezco mis escasos conocimi<strong>en</strong>tos. Antes de haber visto<br />
alguna cosa, cuando mi razon era ap<strong>en</strong>as la de una niña<br />
de diez y ocho años, creo que aun exist<strong>en</strong> recuerdos agradables<br />
del establecimi<strong>en</strong>to que formé <strong>en</strong> Montevideo el año de 1841.<br />
Despues, estudios mas est<strong>en</strong>sos, razon mas madura y<br />
el viajar, creo que me dan el derecho de ofrecer lo poco que sé<br />
sin que esta oferta pueda tacharse de presuntuosa ó de inmodestia;<br />
las personas que me conozcan de cerca no podrán<br />
juzgarlo así, porque es defecto de que no padezco. Mi<br />
oferta es hija del deseo que siempre me anima de ser útil á los otros.<br />
(Continuará)<br />
“Educacion popular” No. 7 (12 febrero 1854): 49-50<br />
Grande es la victoria que se ha alcanzado con el aum<strong>en</strong>to del<br />
presupuesto de las escuelas; deseariamos t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> nuestra mano<br />
los medios de doblarlo y triplicarlo: y no solo eso, sino que á la par<br />
del conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to que es el dinero mejor gastado por la nacion,<br />
<strong>en</strong>trase tambi<strong>en</strong> <strong>en</strong> el espíritu de los que pued<strong>en</strong>, la necesidad de<br />
proveer á los libros de <strong>en</strong>señanza, y que mi<strong>en</strong>tras se cure<br />
únicam<strong>en</strong>te del materialismo de la <strong>en</strong>señanza, el progreso será<br />
mas l<strong>en</strong>to que si se aplicas<strong>en</strong> las teorias de una educacion moral<br />
que formase temprano el corazon de la juv<strong>en</strong>tud; porque esa<br />
educacion del corazon no ti<strong>en</strong>e solo por inmediata consecu<strong>en</strong>cia<br />
el mejorami<strong>en</strong>to moral, sino que prop<strong>en</strong>de eficazm<strong>en</strong>te el desarrollo<br />
intelectual, y morigera con mas seguridad y velocidad las<br />
mazas.<br />
Es necesidad vital la de educar fisica y moralm<strong>en</strong>te nuestras<br />
mazas; v<strong>en</strong>cer esa pereza que las roe y las corrompe, mudar esos<br />
vestuarios que son una mala alianza del pampa y del hombre<br />
civilizado, arrancar de sus labios ese l<strong>en</strong>guaje feroz que tan mala<br />
impresion debe causar <strong>en</strong> los extrangeros que llegu<strong>en</strong> á nuestras<br />
playas, y que no puede oirse sin rubor; es necesario purgar esas<br />
razas desgraciadas de los vicios <strong>en</strong> que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong>c<strong>en</strong>agadas, y eso<br />
no se obti<strong>en</strong>e con decretos policiales, débil fr<strong>en</strong>o que ellos<br />
destrozan, como el caballo nuevo que si<strong>en</strong>te por vez primera la<br />
espuela del ginete, y forcejea hasta verse libre de él, corri<strong>en</strong>do<br />
despues desbocado por la llanura.<br />
Al aum<strong>en</strong>tar el presupuesto se ha dado un grande paso, el<br />
mejor, el mas seguro, y el mas verdadero <strong>en</strong> la s<strong>en</strong>da del progreso;<br />
pero él será incompleto si, como hemos instado hasta ahora, no<br />
se provee á los métodos, reglam<strong>en</strong>tos y libros necesarios; porque<br />
<strong>en</strong>señar á leer, escribir y contar no es sufici<strong>en</strong>te á educar un<br />
pueblo abandonado á sí mismo, hasta hoy instrum<strong>en</strong>to ciego de<br />
ódios v<strong>en</strong>ales, de guerras fratricidas, cuyo corazon está cerrado<br />
á la piedad y á los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos dulces, pueblo cuyos niños se han<br />
desmamado vi<strong>en</strong>do matanza y carniceria humana, y que hablan<br />
de sangre y puñaladas con la sangre fria ó de una malvadez<br />
precoz, ó de la inconci<strong>en</strong>cia de su culpabilidad.<br />
Hay pues necesidades morales que ll<strong>en</strong>ar <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza de<br />
esa jóv<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eracion que se pret<strong>en</strong>de educar y preguntamos, hay<br />
un solo libro, uno solo, que ll<strong>en</strong>e ese objeto No, no lo hay y es<br />
urg<strong>en</strong>te escribirse uno.<br />
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