Descargar - Centre d'Estudis Siddharta

La senda
El Yoga Psicofísico
Por Rosa Daniel
La práctica del Hatha Yoga puede llegar a ser una gran herramienta de desarrollo integral de la
persona. A través del trabajo en las asanas la persona puede despertar todo su capital personal,
cualquier aspecto: voluntad, amabilidad, responsabilidad... Pero no solo eso, la práctica de las
asanas supone un trabajo de interiorización profunda de la persona en sus niveles más nucleares.
Esto supone la movilización de energías corporales básicas, pero también supone entrar en
contacto con energías más sutiles a través del desarrollo de la atención y la concentración.
En una sesión de yoga no se trata solamente de hacer
posturas de una manera más o menos afortunada, con
una inmovilidad más o menos larga, ni hacer pranayamas
técnicamente impecables, sino que supone también un
trabajo de profundización en la energía corporal más
allá de cómo lo hacemos habitualmente, profundizar en
nuestra energía hasta los niveles donde encontramos
los aspectos que constituyen nuestra identidad, tanto
física, como mental, como también emocional. Pero no
sólo eso, sino que también supone trascender estos
niveles para llegar al núcleo de nosotros mismos.
Nuestro cuerpo nos dice constantemente quienes
somos a través de todas las señales que nos envía:
sensaciones corporales, la postura con la que vivimos,
las posturas que adoptamos, las enfermedades...
Nuestro cuerpo es mucho menos manipulable que las
palabras y los pensamientos, y lo podemos ver a través
de los gestos inconscientes, de la respiración cuando no
la controlamos, de los movimientos involuntarios, del
tono de voz… Nuestra energía se manifiesta a través
del cuerpo y de todo lo que se expresa a través de él
sin nuestro control. La estructura corporal depende de
la estructura energética que, a su vez, depende de la
estructura psicológica. La mente es, pues, la que da
forma al cuerpo, y por este mismo principio a través
del cuerpo se puede incidir en la mente.
El trabajo Yoga Psicofísico es probablemente una de las
técnicas más completas que hay porque moviliza las
energías básicas hasta el nivel celular. Estas energías
condicionan nuestro sentir, la manera como vivimos y
experimentamos la vida, que es la expresión última
de nuestro deseo más profundo y la forma como nos
hemos propuesto satisfacerlo. Dijo el maestro que
actuamos como pensamos, pensamos como sentimos,
sentimos como deseamos, encontrar la causa y el
origen del deseo es encontrar la sabiduría.
El sistema límbico es el punto de unión entre el
cuerpo y el psiquismo, entre las emociones viscerales
10 Yoga Letter
y todo nuestro sentir consciente. El nivel emocional
de la persona, presente en todos los ámbitos de
la vida cotidiana, está representado en el sistema
límbico, aunque se mantenga a nivel inconsciente,
y condiciona toda nuestra existencia. También envía
toda la información que contiene a los cinco trillones
de células de que dispone el cuerpo humano. Es, por
tanto, determinante en la vida de las personas y, no
obstante eso, se mantiene al margen de la conciencia y
de la voluntad. Por esta razón tenemos tan poco control
sobre nosotros mismos, pero cuando trabajamos
desde la perspectiva del Yoga Psicofísico incidimos
directamente en el mundo emocional desde su nivel
más orgánico y visceral, en conexión directa con esos
cinco trillones de células, y a través de la conciencia
empezamos a desarrollar el control.
Durante la inmovilización total y sostenida de las
asanas, primero hay una toma de conciencia de las
sensaciones corporales, para profundizar después en
las emociones que van asociadas a esas sensaciones
corporales, incorporando así el nivel emocional al
corporal e iniciando un proceso de integración progresivo
de los otros niveles. En la estructura clásica del yoga
de trabaja a nivel global: físico, mental, emocional
y energético. Este trabajo requiere consciencia y
profundidad para unir aquello que es consciente con
lo que es inconsciente, pasando de lo corporal a lo
emocional, psicológico y energético. Así todo el cuerpo
despierta a la luz de la conciencia y la persona llega a
tener una vivencia mucho más plena y comprensiva
de ella misma. Las sensaciones corporales son la
puerta, pero si la abrimos empezaremos un proceso
de profundización que nos va a llevar a penetrar las
emociones que encierran, de las capas más superficiales
de la musculatura a las más profundas, de las emociones
secundarias a las primarias. Después, dejando libre el
mental, también el contenido inconsciente que encierra
aflorará a la superficie a través del pensamiento, y
sentiremos la movilización energética que se produce