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Metodologia
A nivel procedimental abordaremos la sesión siguiendo
las bases de la pedagogía libre y las actitudes yóguicas:
* Proponer prácticas basandonos en sus experiencias,
intereses y motivaciones y las del grupo
* Adaptación a su progresión y desarrollo afectivo,
mental y psicomotriz.
* Libertad de expresión y creatividad, fomentando la
autoestima y la cohesión de grupo
* Equilibrio entre libertad individual y limites sociales,
dentro de un espacio de seguridad y respeto
* Actitudes, valores y normas
* Espacio-tiempo para escuchar y conocer a nuestro Yo.
Contacto con el alma.
Amor y justicia
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Amar es ser justo. Es la estrategia constante, fina y
sutil que busca en cada situación discernir entre la
medida justa de amor, confianza y libertad con límites
claros, firmes y seguros. La teoría es bien conocida,
pero aplicarla día tras día manteniendo la coherencia
en nuestros actos es obra de la que no todos podemos
presumir. Pero si que podemos mencionar 10 actitudes
prácticas que nos pueden ayudar durante las sesiones:
1. Ellos ponen las normas. Entre todos acordar 4 o
5 normas imprescindibles para la buena convivencia y
dejarlas por escrito. Es importante que todos puedan
decir su opinión y estén conforme con cada una de las
normas y el porqué de su establecimiento. En general
funciona mejor si son pocas, concisas y formuladas en
positivo..
2. Preparar bien cada sesión. Saber que queremos
hacer y porqué, para después dejar fluir. Ser rápidos
en captar aquello que más les conviene según nuestros
objetivos y su estado como grupo e individuos.
3. Seguir el ritmo del universo. Alternar momentos
libres de expresión, creatividad y expansión; con momentos
de recogida, interiorización y concentración.
4. Mantener el sentido del humor. La alegría profunda,
diferente de la euforia, permite crear un clima
distendido, tranquilo y relajado.
5. Refuerzo positivo. Ser positivos y animarlos cuando
participan de las actividades con respeto. Con pequeños
comentarios, miradas o gestos podemos hacerles
ver que nos gusta la armonía que se ha creado,
más allá de decirles que lo “hacen bien o mal”.
6. Pocos “No”, pero concisos y firmes. Un “No” claro
y determinante a veces es necesario, y es un límite
que debemos tener muy claro para poder mantenerlo
en cada sesión.
7. Las provocaciones de los niños, aquellos momentos
en que sentimos que nos ponen a prueba, se
pueden interpretar como una búsqueda de seguridad.
Quieren averiguar qué se les permite y qué no,
quieren conocer lo grande que es el campo de juego
y hasta qué punto el adulto está dispuesto a cuidar
de ellos cuando pierden el control, a ayudarlos y velar
por su seguridad. El adulto tiene el papel de protector
y cuidador, establece los límites del campo para que
puedan jugar con tranquilidad, sintiéndose seguros y
queridos. Entonces tendrán la oportunidad de desarrollar
todos sus brillos internos, tendrán la oportunidad
de ser quien han venido a ser.
8. Ellos son los protagonistas. El adulto dispone el
escenario y ellos hacen la función. El adulto mantiene
los límites y propone actividades, pero deja que sean
los niños los que desarrollan el juego.
9. Nada es personal. Mucho amor, paciencia y alegría,
son una excelente inversión para una clase agradable.
Simplemente estar atentos a los cambios que
van sucediendo en la sesión y a lo largo del curso para
ir captando sus necesidades y responder a estos cambios.
10. El yoga nos dice que nuestras acciones actúan
como un ejemplo constante. Los niños captan e imitan
nuestros gestos, actitudes, palabras, reacciones, hasta
nuestra respiración.
Ritmo de una sesion
Tal y como vemos en la naturaleza, de los planetas y
las galaxias, el universo está regido por ciclos de expansión
y ciclos de concentración. Así mismo, el niño
pasa por distintas fases y necesidades dentro de una
sesión de Yoga, y cabe tenerlas en cuenta.
AGUA. Bienvenida y relajación
El inicio de la sesión suele ser siempre el mismo. Al
llegar les damos la bienvenida uno por uno, nos estiramos
bocabajo, en círculo, de manera que nos vemos
los unos a los otros y con una canción suave, siempre
la misma, estiramos todo el cuerpo a placer.
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FOTO Isis y su prima Noelina paseando por los alrededores de Omshanti