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FOTO Laura, Judith e Isis en el Centre de Ioga Omshanti
como resultado de liberar el contenido reprimido en los
diferentes niveles.
Esta activación energética llega al final a movilizar
también nuestros roles de conducta más primarios
e inconscientes (seducción-rechazo, inclusiónexclusión…)
. Dependerá de la estructura de cada
practicante y de las necesidades que no tenga
satisfechas que se activen unos u otros. Es muy
importante mantenerse atentos para que esta activación
energética no pase desapercibida, porque puede llevar
a unos resultados no deseados en la practica del yoga
–como podría ser enaltecer el ego-, y que son un
obstáculo pare el desarrollo superior. Hace falta, pues,
mantenerse muy despiertos a todo lo que sentimos en
las asanas, para que el yoga sea realmente nutriente y
dinamizador del desarrollo personal y espiritual.
La práctica del yoga moviliza estructuras energéticas
fundamentales de nuestro núcleo vivencial más
íntimo, y nos conecta con los instintos básicos de la
naturaleza humana, también con los instintos de vida
y de muerte, que fundamentan la naturaleza sobre
la que se sustenta nuestro ser. Estos instintos tienen
lugar con independencia de nuestra voluntad, pero nos
condicionan durante toda nuestra vida, son la lucha de
la dualidad manifestada en el nivel celular más íntimo.
Cuando nos inmovilizamos en una asana desde la
perspectiva psicofísica nos estamos abriendo al instinto
de vida porque nos integramos. El instinto de muerte,
en cambio, se manifiesta en la disgregación y estimula
solamente la parcialidad de la persona; en las asanas
se pondría de manifiesto a través de la competitividad,
o de la comprensión sólo del aspecto físico o estético:
todo lo que suponga fragmentación. Los pequeños
movimientos inconscientes que realizamos durante la
fase de inmovilización también responden al instinto
de muerte, porque son reflejo de una mente apegada
a ella misma que no quiere la inmovilidad porque si
lo hace experimenta ese instinto de nada, de vacío, y
se inquieta. Sólo cuando dejamos de luchar contra el
instinto de muerte, la mente se rinde: es a través del
mismo instinto que lo trascendemos.
Trabajar desde la perspectiva del yoga psicofísico
es mantener y profundizar la conciencia para darse
cuenta de todo lo que sucede incluso en esos niveles
tan profundos, y favorecer el principio de unión y
de integración, para acceder después al principio
de trascendencia a través del cual el Ser puede
manifestarse.
Rosa Daniel
Profesora de Yoga
Fundadora y directora del Centre
de Ioga Siddharta de Barcelona