24.04.2013 Views

MAQUETACION DICIEMBRE 2005 - Diverdi

MAQUETACION DICIEMBRE 2005 - Diverdi

MAQUETACION DICIEMBRE 2005 - Diverdi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Jan Van Elsacker, Guillemette Laurens y Akadêmia firman uno de los grandes discos monteverdianos de todos los tiempos<br />

Un combate para la Historia<br />

Podemos considerar a Monteverdi como el gran inventor de la ópera, por más que haya títulos líricos que antecedan a su inmortal<br />

Orfeo. Pero no sólo se expresó el talento dramático del compositor en obras estrictamente operísticas (de las que, como se sabe,<br />

sólo han sobrevivido tres), sino también en otras piezas encuadrables dentro de aquello que se llamó género representativo y que<br />

incluye desde el Combattimento di Tancredi e Clorinda, presentado por primera vez en Venecia en 1624 y luego incluido en sus<br />

Madrigali guerrieri et amorosi de 1638, hasta el Lamento della ninfa, un madrigal de apenas cinco minutos de duración que con razón<br />

podría ser considerado la ópera más corta (y puede que más hermosa) jamás escrita. Monteverdi<br />

consiguió el milagro de superar la polifonía sin acabar en realidad con ella, de crear auténticos dramas<br />

musicales sin sobrepasar los límites del género madrigalístico. Ese genio para el teatro sin salirse de la<br />

forma, vetusta ya, del madrigal se libera de forma definitiva a partir del Libro VI y alcanza el paroxismo<br />

en el VII y, sobre todo, en el VIII, sin duda los dos más conocidos y visitados por los intérpretes.<br />

Este nuevo disco de la Akadêmia de Françoise Lasserre para ZIG ZAG nos ofrece del Libro VII<br />

(titulado genéricamente Concerto) Interrote speranze, un dúo para tenores verdaderamente mágico, y<br />

Con che soavità, una delicia para soprano concertada con violines; y del VIII (Madrigali guerrieri et<br />

amorosi) algunas de sus piezas más significativas: además del Combattimento y el Lamento della Ninfa,<br />

Altri canti d’Amor, Altri canti di Marte y Hor che’l ciel e la terra. Los resultados son excepcionales por<br />

muchos conceptos. Empezando porque nos presenta al que tal vez sea el mejor tenor monteverdiano<br />

de la historia, Jan van Elsacker, el Testo del Combattimento. La pureza lírica del timbre, la claridad y el<br />

refinamiento de la emisión, el dominio absoluto de las difíciles técnicas de disminución de la época y<br />

un control excepcional de los más diversos registros expresivos hacen de van Elsacker un intérprete<br />

único para esta música. Su demostración en el Combattimento es de las que marcan época. A su lado, los veteranos Hervé Lamy y<br />

Guillemette Laurens se dejan arrastrar al terreno de las emociones y de los contrastados estados de ánimo, resaltados de forma<br />

excepcional por un conjunto instrumental y una dirección que lleva hasta sus últimas consecuencias la fuerza expresiva del estilo<br />

concitato. Pese a la durísima competencia, el mejor Combattimento jamás grabado.<br />

El resto del programa luce a altura similar, por más que se hayan escuchado lamentos de ninfas más quejumbrosos, pero difícilmente<br />

mejor acompañados. En este sentido, merece especial atención la riqueza del continuo, que combina tiorba, guitarra, violas, lirone,<br />

violone, arpa, clave, órgano y espineta para enmarcar de forma absolutamente convincente el terreno expresivo de los textos, realzados<br />

igualmente por el contrastado tratamiento del color y las dinámicas y por una cuidadísima transparencia de texturas, que resalta de forma<br />

especialmente vívida en el petrarquiano Hor che’l ciel e la terra, que suena en una lectura tan majestuosa como cálida. Sería injusto no<br />

citar al resto del equipo vocal: Céline Vieslet, Jean-Michel Fumas, Matthew Baker y Jean-Claude Sarragosse. Ahí queda. Una maravilla.<br />

CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Combattimento di Tancredi e Clorinda; Lamento della ninfa; Altri madrigali / Jan Van Elsacker, texto. Guillemette Laurens, Clorinda.<br />

Hervé Lamy, Tancredi. Céline Vieslet, soprano. Jean-Michel Fumas, alto. Matthew Baker & Jean-Claude Saragosse, bajos / Akadêmia. Dir.: Françoise Lasserre / ZIG ZAG / Ref.:<br />

ZZT 051003 (1 CD) D2<br />

Le Tombeau, emocionante aproximación de Patrick Cohën-Akenine a la figura de Leclair<br />

Muerte de un violinista<br />

El 22 de octubre de 1764, Jean-Marie Leclair fue asesinado en un barrio de París. El violinista y compositor lionés, que contaba en<br />

aquel momento 67 años, se había distinguido no sólo como uno de los más virtuosos intérpretes de su tiempo, sino también como<br />

uno de los más conscientes y refinados experimentadores en la búsqueda de un estilo de composición internacional, que aglutinara<br />

lo mejor del estilo francés y del italiano. Pero, tan desgraciada como inevitablemente, el músico también había ido acumulando en su<br />

larga vida envidias y enemigos, algunos encarnizados, como los hechos confirmarían aquella fatídica noche. Aunque los dedos de la<br />

Historia apuntan con verosimilitud hacia François-Guillaume Vial, un sobrino, compositor mediocre, al que Leclair no pudo (o no quiso)<br />

colocar con su mecenas, el duque de Gramont, lo cierto es que el crimen quedó sin resolver, y aquella impunidad aún nos concierne.<br />

Es por ello que Patrick Cohën-Akenine dedica este disco a Leclair, colocándolo bajo la protección de un<br />

título de tan antiguas y emotivas resonancias en la música francesa como el de Le Tombeau, que fue el<br />

que recibió la Sonata VI de su Tercer libro de sonatas para violín y continuo publicado como Op.5 en<br />

1734, por haber sido la obra que se interpretó, en orquestación de uno de sus alumnos, en el Concert<br />

Spirituel un año después de la muerte del músico y como sentido homenaje a su figura. La obra puede<br />

ponerse como ejemplo de la obsesión de Leclair por la reunión de gustos. En una estructura típicamente<br />

corelliana, conviven un Grave de acordes disonantes y ecos afrancesados con una gavota de neto sabor<br />

italiano y el uso del spiccato, técnica de arco típicamente transalpina. La sonoridad brillante, la técnica<br />

deslumbrante no pueden negar su procedencia italiana, pero la música francesa también reclama su<br />

presencia, como en la Sarabanda y la Chacona de la Sonata IV, que, pese a la italianización de los<br />

nombres, no ocultan su origen genuinamente parisino, o como en el rondeau que cierra la Sonata VII,<br />

que, curiosamente figura en la edición como tempo di gavotta, un gesto más del compositor por destacar<br />

la comunión de estilos. Una comunión por la que Cohën-Akenine se ha preocupado hasta en la<br />

estructura de su disco, pues cortejando a las tres sonatas figuran la Obertura Op.13 nº3 (versión para dos violines y continuo de la<br />

obertura de Scylla et Glaucus, única ópera del músico), lo más francés de todo el CD, y el Concierto para violín, cuerdas y continuo<br />

Op.10 nº6, tan vivaldiano en la forma (rápido-lento-rápido) como en la brillantez expresiva y en sus exigencias virtuosísticas. A todo ello<br />

responde de forma admirable el arco ágil, sensual y luminoso de Patrick Cohën-Akenine, su imaginación ornamental y la elegancia de<br />

su fraseo, que encuentran una réplica ideal, vitalista, flexible y precisa en Les Folies Françoises, conjunto en el que sobresale el nombre<br />

de la jovencísima y exquisita violinista francesa de origen español Leonor de Recondo.<br />

JEAN-MARIE LECLAIR (1697-1764): Le Tombeau / Patrick Cohën-Akenine, violín solo & dirección. Léonor de Recodo, violín. François Poly, violonchelo. Béatrice Martin, clave.<br />

Orchestre des Folies Françoises / ALPHA / Ref.: ALPHA 083 (1 CD) D2<br />

( 8 )<br />

P.J.V.<br />

P.J.V.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!