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MAQUETACION DICIEMBRE 2005 - Diverdi

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www.diverdi.com<br />

B O L E T Í N D E I N F O R M A C I Ó N D I S C O G R Á F I C A<br />

143<br />

Wolfgang Amadeus Mozart<br />

250 años muy bien llevados<br />

Medio siglo de la reapertura de la Ópera de Viena<br />

El Burgués Gentilhombre, primer DVD ALPHA<br />

Tito Manlio, nueva ópera en la Edición Vivaldi<br />

Shelf-Life, el nuevo Uri Caine<br />

Accentus Savall Zacharias Vivanco Leclair Suzuki Karajan Szell Klemperer Ghiaurov Walter Ropartz Erdmann Lindberg Eisler Bussotti Bezaly


Sellos en<br />

distribución exclusiva<br />

(Diciembre <strong>2005</strong>)<br />

Los sellos señalados con un ✺<br />

poseen un catálogo gratuito a<br />

disposición de nuestros lectores<br />

ACCENT✺<br />

AGRUPARTE<br />

ALIA VOX✺<br />

ALMAVIVA✺<br />

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CDM<br />

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CHRISTOPHORUS✺<br />

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COLUMNA MÚSICA<br />

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DYNAMIC✺<br />

E LUCEVAN LE STELLE✺<br />

ENCHIRIADIS<br />

ENSAYO✺<br />

ETCETERA✺<br />

EUFODA<br />

GAUDEAMUS<br />

GEBHARDT<br />

GLOBE<br />

GLOSSA<br />

GOLDEN MELODRAM<br />

GUILD<br />

IDEALE AUDIENCE<br />

IDIS<br />

INMORTAL<br />

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IVM<br />

KAIROS✺<br />

KLARA<br />

L’EMPREINTE DIGITALE<br />

LINDORO<br />

DABRINGHAUS & GRIMM✺<br />

MELODIYA<br />

MODE✺<br />

MONTAIGNE✺<br />

MUSUQUE EN WALLONIE<br />

MYTO✺<br />

NAÏVE ✺<br />

NAR<br />

NEW WORLD RECORDS<br />

NIGHTINGALE<br />

NMC<br />

NUOVA ERA✺<br />

OLIVE MUSIC<br />

ONDINE✺<br />

OPERA RARA✺<br />

OPERA TRES✺<br />

OPUS 111✺<br />

ORFEO✺<br />

PENTATONE<br />

PIONEER DVD<br />

PONTO<br />

PREISER✺<br />

RAMÉE<br />

REGIS✺<br />

ROYAL CONCERTGEBOUW O.<br />

SOLI DEO GLORIA<br />

STRADIVARIUS<br />

SUPRAPHON✺<br />

SYMPHONIA✺<br />

TAHRA<br />

TESTAMENT✺<br />

TIMPANI✺<br />

VERSO<br />

VMS<br />

WERGO✺<br />

WINTER & WINTER✺<br />

ZIG ZAG✺<br />

BOLETÍN DE INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA<br />

AÑO XIV ~ Nº 143 ~ <strong>DICIEMBRE</strong> <strong>2005</strong><br />

DIVERDI, S.L. ~ ELOY GONZALO, 27 - ENTRADA POR SANTÍSIMA TRINIDAD ~ 28010 MADRID<br />

TEL.: 91 447 77 24 ~ FAX: 91 447 85 79<br />

http://www.diverdi.com ~ e-mail: diverdi@diverdi.com<br />

Este mes en diverdi . com<br />

Agenda de conciertos<br />

Información actualizada día a día sobre las actividades concertísticas en territorio español de los solistas,<br />

agrupaciones y orquestas de nuestros sellos discográficos<br />

Encuentros: Jean Paul Combet, director de ALPHA & Anne Gastinel<br />

Selección de regalos navideños<br />

Una serie de propuestas musicales para estas fiestas<br />

Michel Bernstein: Memorias capítulo VI<br />

En exclusiva para diverdi.com, y en la mejor tradición del folletín por entregas,<br />

la autobiografía del gran productor francés, una de las grandes figuras<br />

en el mundo de la fonografía durante las últimas décadas<br />

El legado de Ángel-Fernando Mayo<br />

Recuperamos mes a mes los artículos, trabajos y traducciones del gran especialista wagneriano<br />

El sello del mes: ALPHA<br />

α<br />

La Edición Vivaldi de Naïve/Opus 111 a precio muy especial<br />

Dossier Wilhelm Furtwängler<br />

Anunciado hace un año y mantenido en el congelador durante todos estos meses, he aquí por fin el esperado<br />

dossier dedicado a la gran figura de la dirección de orquesta del siglo XX. Nunca es tarde...<br />

Y toda la información, actualizada día a día,<br />

sobre las novedades discográficas y videográficas de nuestros sellos<br />

relhkñuwerhjafbdfgneyerrk,gbbasngkjmn<br />

scmncbDhnfnaldiverdimsldlsnw,q.cckdhd<br />

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EL TELETIPO<br />

.yuiukouthdtqwertrtyiuliñ.lçlldfrjkkj<br />

El sello catalán gestionado por la incansable Nuria Viladot edita un<br />

interesantísimo monográfico dedicado a una de las más importantes<br />

figuras de la musica española de hoy en día, el gaditano (de Algeciras) José María Sánchez Verdú<br />

(n.1968). El programa incluye obras para orquesta, para conjunto de cámara y para instrumentos<br />

solistas, y entre los intérpretes destaca el célebre Octeto de Violonchelos comandado por Elías<br />

Arizcuren.<br />

René Tremine y Miriam Scherchen lanzan otro de sus célebres «discos analíticos», en los que<br />

se propone el acercamiento desde ópticas distintas a una misma obra. En este caso se trata<br />

de la Novena de Beethoven en tres versiones protagonizadas por su más emblemático<br />

traductor, el berlinés Wilhelm Furtwängler. A las lecturas de Berlín (1942), Bayreuth (1951) y<br />

Lucerna (1954)-magníficamente reprocesadas por Charles Eddi y Sami Habra- se añade un cuarto cd<br />

propiamente analítico en el que, a través de pequeños extractos, se comparan las lecturas de Furt con<br />

las de otros grandes de la batuta como Toscanini, Abendroth o Stokowski.<br />

Antonio Armet y David Martí, responsables del veterano catálogo Ensayo, presentan un CD<br />

protagonizado por uno de los grupos españoles de cámara que han logrado mayor proyección<br />

en estos últimos años, el Trío Arbós, integrado por Juan Carlos Garvayo, Miguel Borrego y José<br />

Miguel Gómez. El trabajo, que lleva el título genérico de "Danzones", está compuesto por<br />

piezas de Brouwer, Albéniz, Piazzolla, Fernández Arbós y Gianneo.<br />

Confirmando el estupendo momento por el que atraviesa el sello español, dos de las más<br />

importantes revistas europeas, las francesas Le Monde de la Musique y Diapason, han<br />

incluido entre sus prestigiosos galardones anuales a dos de las últimas producciones de la<br />

marca: el fantástico Dufay del grupo Cantica Symphonia (Diapason de Oro del Año) y al Sexto Libro de<br />

Madrigales de Monteverdi por La Venexiana (Choc del Año de Le Monde de la Musique). Enhorabuena<br />

a Carlos Céster y a todos los responsables de GLOSSA.<br />

( 2 )<br />

J.P. Combet<br />

Fondo de la Contraportada: Díptico de Santiago Serrano


Mozart: 250 años muy bien llevados<br />

Dentro de unas pocas semanas, el 27 de enero de 2006 para<br />

ser exactos, se cumplirá un cuarto de milenio del<br />

nacimiento en Salzburgo de Wolfgang Amadeus Mozart,<br />

quizá el mayor genio artístico (no sólo musical) de la historia. Los<br />

aniversarios están de moda, qué duda cabe. Son la excusa perfecta<br />

para poner en movimiento la gigantesca maquinaria<br />

del consumo, asociado en estos casos -y en extrañas<br />

nupcias- al recuerdo. Y como sucede siempre cuando<br />

de consumo se trata, la saturación acecha.<br />

¿Sobreviviremos al Año Mozart? O quizá la pregunta<br />

debería formularse de otra manera: ¿sobrevivirá<br />

Mozart a su propio cumpleaños? Porque, frente a la<br />

que se va a organizar con el músico austríaco, el Año<br />

Quijote que ahora finaliza parecerá una broma.<br />

Tendremos Mozart hasta en la sopa. No es para<br />

menos, dirán algunos. Con toda justicia, dirán otros,<br />

entre los cuales, obviamente, nos encontramos los<br />

que fabricamos este humilde boletín. Y es que, en un<br />

mundo que se desliza peligrosamente por<br />

inquietantes pendientes de violencia, impulsado por<br />

imparables tsunamis de indiferencia y mal gusto,<br />

quizá podamos encontrar el bálsamo, el remedio o al menos el<br />

necesario consuelo en las obras inmortales de ese joven que poseía<br />

el extraño secreto, el más milagroso de todos, de hablar al corazón<br />

del hombre con los más dulces sonidos. Nadie que se haya<br />

adentrado mínimamente en el subyugante catálogo del autor de La<br />

Flauta mágica dejará de reconocer que, con permiso de Bach, de<br />

Beethoven, de Shakespeare, de Velázquez o de Cervantes, lo de<br />

Mozart se sale de norma. La unanimidad, el consenso que su<br />

música genera es total y sin precedentes. Mozart favorece los<br />

partos, Mozart apacigua a los violentos, Mozart duerme a los niños<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART<br />

(1756-1791): Trilogía Lorenzo da<br />

Ponte (Le nozze di Figaro; Don<br />

Giovanni; Così fan tutte) / Laura<br />

Polverelli, Nicolas Rivenq,<br />

Véronique Gens...La Grande Ècurie<br />

et la Chambre du Roy. Dir.: Jean-<br />

Claude Malgoire / NAÏVE / Ref.: E<br />

8904 (8 CD) D10 x 2<br />

PAUL BADURA-SKODA interpreta<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART<br />

(1756-1791): Sonatas para piano /<br />

Paul Badura-Skoda, pianoforte<br />

Johann Schantz ca. 1790 / NAÏVE /<br />

Ref.: E 8905 (6 CD) D10 x 2<br />

Las circunstancias de composición de la Misa en do menor KV 427 conforman un espacio con lagunas tan<br />

apreciables como la propia obra, de hecho, inacabada. Parece que Mozart se comprometió a escribir esta<br />

misa para su enlace con Costanze Weber cuando, tiempo antes, ésta atravesaba una enfermedad. La boda,<br />

que finalmente tuvo lugar en agosto de 1782, no pudo, sin embargo, engalanarse con los dramáticos ecos<br />

barrocos de esta página, planteada en la siempre densa tonalidad de do menor, y<br />

que sería presentada un año más tarde en Salzburgo, aún sin completar, como,<br />

tristemente, quedaría para la posteridad. Muchos son los ingredientes que, a buen<br />

seguro, condicionaron y acompañaron la escritura de esta misa, cuya propia<br />

existencia desdice la idea de un Mozart empachado por los encargos litúrgicos<br />

del Arzobispo Colloredo, a quién había decidido abandonar un año antes.<br />

Demuestra Mozart en esta página que su «distanciamiento» del fervor religioso no<br />

era la causa de que sus anteriores misas (incluida la de la Coronación) fueran muy<br />

inferiores, en todos los sentidos, a ésta, sino la asfixiante situación a la que el<br />

Arzobispo llevó a un autor aplaudido en toda Europa, y cuyas miras se dirigían<br />

por entonces a los escenarios teatrales mucho más que a los altares.<br />

El por qué Mozart no terminó nunca esta Misa es algo que podríamos explicar<br />

observando proyectos coyunturales a los que destinaría su atención en aquellos<br />

años, como los cuartetos dedicados a Haydn o la composición del Rapto del Serrallo. Pero todo ello no hace<br />

sino aplazar una pregunta que, a la luz del monumental edificio que supone esta misa, sigue quedando sin<br />

respuesta. En esos años Mozart se entusiasmó de los contrapuntos de Bach y Haendel y así ambos están, en<br />

espíritu, en esta misa (véase la fuga del «Cum Santo Spirito»). ¿Qué mejor modo de rendirles homenaje que<br />

con una gran obra vocal sacra?<br />

Como es lógico, es ésta una misa grabada e interpretada con frecuencia, hasta los límites que ha permitido<br />

el Réquiem (su página religiosa más celebrada y sublime). Con instrumentos originales -como en este casopasan<br />

de media docena las versiones disponibles, pero no por ello esta nueva grabación ha dejado de<br />

entusiasmarnos. La orquesta suena como un torrente contundente y al tiempo cristalino, sobre el que ninguno<br />

de los solistas ha podido evitar cantar con la expresión que propicia tan cómoda senda sonora. Resulta<br />

inevitable citar el «Et incarnatus est», momento superior del legado mozartiano, en el que la soprano debe<br />

mostrar todas sus armas. Así lo hace Sandrine Piau, a quién a estas alturas no hace falta presentar. Emmanuel<br />

Krivine convence, emociona, y lo hace sin fisuras, con el talento de un buen orador, de uno de esos recitantes<br />

de sólida base escénica, que ante un absorto y silencioso auditorio, revive los versos de algún clásico. La<br />

Historia se quedó sin un «Agnus Dei» para esta misa, pero pudo conservar y atesorar los espirituales trazos de<br />

un compositor que, si bien apenas habló con Dios en su música, sí supo, cumplidos los 25, hablar de Él a los<br />

hombres. Que ustedes lo disfruten.<br />

( 3 )<br />

y rejuvenece a los ancianos. Hasta existen estudios acerca de los<br />

benéficos efectos de su música sobre animales y plantas. Mentes<br />

preclaras se han interrogado -y lo siguen haciendo- acerca del<br />

aparente carácter divino o sobrenatural de su fabulosa y precoz<br />

inspiración. Su talento continúa siendo un enigma, ya que parece<br />

dictado por una fuerza superior que su propio<br />

destinatario descontrolaba. Todo un genio como<br />

Kierkegaard dedicó uno de sus más importantes<br />

ensayos (El erotismo musical) a intentar demostrar<br />

científicamente porqué el Don Giovanni de Mozart<br />

era la obra maestra absoluta de la Historia del Arte, no<br />

sólo insuperada en su tiempo, sino insuperable en<br />

cualquier tiempo por venir. Boutades aparte, el caso<br />

es que Mozart está aquí para quedarse. Su música está<br />

presente, en nuestros corazones y también en<br />

nuestros teléfonos móviles, más joven y lozana que<br />

nunca, entre otras cosas gracias a la pléyade de<br />

artistas que año tras año se encargan de ajustarla y<br />

ponerla al día. Por supuesto, ante la avalancha que se<br />

avecina será muy importante separar el grano de la<br />

paja. Muy atentos estaremos en <strong>Diverdi</strong> durante todo<br />

este 2006 mozartiano para filtrar y hacer llegar a nuestros lectores<br />

y clientes aquellas propuestas discográficas que realmente<br />

merezcan la pena, bien por su calidad musical o por lo interesante<br />

o novedoso de su visión. Presentamos aquí este mes algunas de las<br />

primeras, si bien anunciamos sorpresas, algunas de ellas de gran<br />

calado, para los próximos meses. Aconsejamos no obstante<br />

prudencia y moderación. El riesgo de empacho está siempre<br />

presente, hasta en el caso de todo un Amadeus. Pero saborearlo en<br />

su justa medida es el mejor antídoto contra cualquier adversidad,<br />

por dura que sea. Que a ustedes les aproveche.<br />

NAÏVE edita una versión de referencia de la fabulosa Misa en do menor<br />

Un inconcluso pero colosal regalo de boda<br />

Caronte<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Gran Misa en do menor, KV 427 / Sandrine Piau & Anne-Lise Sollied, sopranos. Paul Agnew,<br />

tenor. Frédéric Caton, bajo. Accentus. Laurence Equilbey, dirección coral. La Chambre Philharmonique. Emmanuel Krivine, dirección / NAIVE<br />

/ Ref.: V 5043 (1 CD) D1


El pianista y director alemán prosigue su integral<br />

de Concietos para piano en MDG<br />

La espléndida madurez<br />

de Christian Zacharias<br />

Pocas carreras tan rectilíneas, coherentes,<br />

medidas y desarrolladas tan inteligentemente<br />

como la de ese músico de una pieza<br />

que es el alemán, nacido en la India en 1950,<br />

Christian Zacharias. Lo recordamos hace más de<br />

20 años en un recital en el Teatro de la Zarzuela<br />

de Madrid, alto, espigado, melenudo y muy<br />

concentrado ante el teclado; y haciendo buena<br />

música, que es lo importante. Estaba todavía un<br />

poco bravío el artista, se abalanzaba sobre el<br />

piano con una violencia y una decisión casi juveniles. Pero aquello<br />

sonaba divinamente, aunque, quizá, algo falto de pulimento, de<br />

matización.<br />

Han pasado los años y hoy nos encontramos, en un proceso de<br />

continuo crecimiento, al mismo artista bastante cambiado. Ha sido una<br />

evolución muy bien llevada, pausada y sin fisuras. En los últimos lustros<br />

hemos podido advertir, en efecto, en España o en el extranjero, los cauces<br />

por los que discurre Zacharias, que ha ido<br />

paulatinamente ganando en sobriedad y<br />

profundizando en lo que hace. Sigue<br />

conservando aquel característico modo de<br />

echarse sobre las teclas y mantiene el vigor<br />

rítmico que hace de sus interpretaciones algo<br />

siempre muy vivo. Sabe enlazar, ligar los<br />

distintos pasajes sin que se produzcan cesuras<br />

inconvenientes y procura, sin perder nunca la<br />

nitidez de digitación, la pureza de ataque a la<br />

nota, que el discurso se desenvuelva dentro<br />

de una línea muy clara. El sonido, menos<br />

muelle que el de alguno de sus colegas, es en<br />

ocasiones un punto agresivo, como impulsado por un nerviosismo<br />

imparable, pero está dotado de un brillo nuclear, en el que destaca<br />

siempre un centro, una base perceptible, que no desaparece, incluso en<br />

los momentos en los que se exige el pianísimo más escalofriante.<br />

Hace ya tiempo que el pianista viene dedicando sus esfuerzos a<br />

clarificar la música de Mozart, tanto el de las sonatas como el de los<br />

conciertos. En la Quincena de San Sebastián nos desveló con claridad<br />

alguno de los misterios que siempre parecen envolver a estos últimos<br />

pentagramas a lo largo de una valiosa integral. Un camino que está<br />

teniendo reflejo en el disco, al que sus concepciones están pasando. En<br />

esta oportunidad con la Orquesta de Cámara de Lausana, a la que está<br />

ligado como director, una actividad en la que se viene desempeñando,<br />

como músico integral que quiere ser. Las interpretaciones que ofrece en<br />

estos años Zacharias emparentan, naturalmente, con aquellas que hace<br />

cuatro lustros grabara para EMI junto a tres orquestas y tres directores<br />

diferentes. Ahora percibimos una mayor sutileza, un cuidado más notorio<br />

en la diferenciación de dinámicas y un fraseo más ceñido; características<br />

que, tratadas de otra manera, lo han convertido asimismo en un gran<br />

schubertiano y schumaniano.<br />

El delicado Concierto nº 9, Jeunehomme, la primera obra maestra de<br />

Mozart dentro del género, es sin duda una piedra de toque. Zacharias<br />

consigue un milagroso equilibrio teclado-orquesta (bien que ésta no sea<br />

excepcional, incluso un tanto áspera de timbres) y una limpieza general<br />

de texturas que nos brinda la partitura libre de gangas, cantada con una<br />

naturalidad sin mácula y fraseada elegantemente. El pianista muestra una<br />

proverbial fantasía para adornarse muy discretamente. Sin perder nunca<br />

el respeto por el estilo, sin abandonar en ningún instante la vitalidad y la<br />

frescura de exposición. Los contrastes dinámicos, los diálogos están<br />

juiciosamente establecidos. Magnífica la forma, sin caer en el abandono<br />

excesivo y amanerado, en la que se produce el cambio de clima en el<br />

centro del Rondó, con la aparición de ese mágico Menuetto cantabile,<br />

que Zacharias desgrana con mucha finura.<br />

Más saltarín y claro, más soleado y vivaz, el Concierto nº 11 K 413<br />

encuentra también en esos dedos y esa sensibilidad la respuesta<br />

adecuada. Versión alegre, juvenil, sonriente y espléndidamente tocada.<br />

Estupenda la grabación de ambas obras.<br />

Papageno<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Conciertos para piano, vol. 2: Concierto para<br />

piano No. 9 & No. 11 / Orchestre de Chambre de Lausanne. Christian Zacharias, piano y<br />

dirección / MDG / Ref.: MDG 1298 (1 CD) D2<br />

( 4 )<br />

¡<br />

Sus obras religiosas para el Salzburgo de Colloredo<br />

Mozart, sacro y radiante<br />

Caramba, qué grande es siempre Mozart!, tal como nos<br />

recuerda el Kölner Kammerchor con la inestimable<br />

colaboración del Collegium Cartusianum, dirigidos por<br />

Peter Neumann, en estas tres obras de música sacra<br />

compuestas en Salzburgo tras regresar de sus viajes a<br />

Mannheim y París. A propósito: tanto la portada como el<br />

libreto anuncian claramente CUATRO obras, pero lo cierto<br />

es que se nos ha escamoteado la<br />

publicitada Sonata KV 336. ¿A<br />

qué mozartiano limbo habrá ido<br />

a parar? Misterio. Pero a lo que<br />

vamos: ¡qué rotundidad tan<br />

sensual, incluso en unas piezas<br />

escritas para señaladas ocasiones<br />

religiosas! ¡Qué catedralicia<br />

concepción de la arquitectura<br />

sonora, verdadero derroche de<br />

luminosidad, flexibilidad y<br />

ligereza! Las alturas alcanzadas<br />

en Vesperae solenne de<br />

confessore KV 339, Missa<br />

solemnis KV 337 y Regina Coeli KV 276 son de vértigo,<br />

arrastrando siempre al oyente en una elevación que funde<br />

cualquier diferencia entre ingravidez espíritual y plena<br />

carnalidad, y en lo musical integrando a la perfección las<br />

secciones instrumentales, las voces solistas y el coro,<br />

trazando las más efectivas y cromáticas progresiones<br />

vocales, los más hermosos intervalos melódicos.<br />

Las presentes versiones se nos antojan realmente<br />

suntuosas. Los diversos planos sonoros han sido elaborados<br />

con equilibrio y homogeneidad ciertamente exquisitos,<br />

dejando por otra parte que brille fulgurante un extenso<br />

catálogo de timbres. Citemos por su refinamiento vocal sin<br />

fisuras y amplia sabiduría técnica los nombres de los<br />

solistas, varios de ellos ya bien conocidos por sus trabajos<br />

con Konrad Junghänel, Trevor Pinnock o Jean-Claude<br />

Malgoire, entre otros: Cornelia Samuelis, Ursula Eittinger,<br />

Benoît Haller o Markus Flaig. Magníficas prestaciones por<br />

lo demás del Kölner Kammerchor, un coro de gran<br />

versatilidad capaz de hacer no sólo gala de una impactante<br />

energía, sino sobre todo de una ya menos habitual sutileza<br />

melódica, de una indesmayable tendencia al lirismo y a la<br />

más radiante musicalidad.<br />

Luis José Rodríguez Viejo<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Música Sacra de<br />

Salzburgo (Vesperae solennes de confessore KV 339; Missa solemnis KV 337;<br />

Regina coeli KV 276) / Cornelia Samuelis. Ursula Eittinger. Benoît Haller.<br />

Markus Flaig. Kölner Kammerchor. Collegium Cartusianum. Dir.: Peter<br />

Neumann / MDG / Ref.: MDG SACD 1346 (1 SACD) D6 x 2<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART<br />

(1756-1791): The Supreme<br />

Decorator. Arias y arreglos de ópera<br />

/ Diana Montague. Elizabeth Futral.<br />

Majella Cullagh. The Hanover<br />

Band. Dir.: Charles Mackerras /<br />

NAÏVE / Ref.: ORR 232 (1 CD) D1<br />

WOLFGANG AMADEUS MOZART<br />

(1756-1791): Conciertos para<br />

instrumentos de viento / Jacob Slagter,<br />

trompa. Emily Beynon, flauta. Gustavo<br />

Nuñez, fagot. Alexei Ogrintchouk, oboe.<br />

Concertgebouw Chamber Orchestra.<br />

Henk Rubingh, concertino (Grabación<br />

del 20-22 de Septiembre de <strong>2005</strong>,<br />

Amsterdam) / PENTATONE / Ref.: PTC<br />

5186079 (1 CD) D1


U<br />

La crítica internacional ya comienza a aclamar la aproximación de Savall al universo cervantino<br />

La más hermosa locura<br />

na antigua grabación de 1977 publicada en EMI, Canciones<br />

y Danzas de España en la Época de Miguel de Cervantes,<br />

con un Hespèrion XX por entonces acabado de formar,<br />

demuestra que el interés de Jordi Savall y Montserrat Figueras por la<br />

dimensión musical del universo cervantino viene de lejos. Un<br />

interés que ahora, con ocasión del cuarto centenario de la<br />

publicación del Quijote, ha alcanzado la mejor y más hermosa<br />

expresión posible en el presente disco, Don Quijote de la Mancha.<br />

Romances y músicas. ¿Hemos dicho disco? En realidad estamos<br />

ante uno de los objetos discográficos más bellos y cuidados que se<br />

hayan visto en mucho tiempo, un fastuoso disco-libro con dos<br />

compactos de generoso minutaje (dos SACD de transparente, de<br />

suntuosa sonoridad) y un magnífico libreto que reúne letras de<br />

romances y canciones, fragmentos de la novela y varios textos de<br />

indudable calado, entre otros los del gran estudioso de la literatura<br />

y especialista cervantino Francisco Rico, Paloma Díaz-Mas o el<br />

propio Savall, enriquecido el conjunto, además, por una profusa<br />

iconografía. Se trata a buen seguro del trabajo editorial más<br />

ambicioso de ALIA VOX hasta la fecha, lo cual no es ciertamente<br />

poco teniendo en cuenta el nivel de excelencia alcanzado a lo largo<br />

de los años por el sello; pero la presente publicación, desde luego,<br />

se nos revela deslumbrante.<br />

Con todo, claro está, no es esto lo más significativo. Y es que<br />

Jordi Savall, al frente de Hespèrion XXI, de La Capella Reial de<br />

Catalunya y de un fantástico elenco de solistas encabezados por la<br />

gran Montserrat Figueras, nos traslada al núcleo de la obra de<br />

Cervantes, al corazón y a la entraña poética e intemporal del<br />

Quijote, allá donde las palabras se amalgaman con la música, con<br />

la emoción más profunda, con el espíritu. Es sabida la importancia<br />

que en la obra adoptan las músicas -al igual que los sonidos e<br />

incluso los silencios, como nos hace ver Rico-, ya sea para<br />

interpelar líricamente a los personajes, ayudar al avance de la trama<br />

o establecer vínculos entre los diversos niveles ficcionales de la<br />

novela. Por doquier se canta en el Quijote, en especial esos<br />

romances viejos que a comienzos del siglo XVII seguían gozando de<br />

enorme popularidad entre todas las gentes, pero también algunos<br />

romances nuevos, unos cuantos de ellos compuestos por un Alonso<br />

Quijano que se precia por lo demás de ser un avezado tañedor de<br />

vihuela. Pues bien, son estos romances, a la vez que una muestra de<br />

pavanas, gallardas y chaconas, canciones, seguidillas y folías, amén<br />

de diversas piezas instrumentales, los que Savall y los suyos<br />

recuperan con exquisita delicadeza y gracia. La empresa no debe<br />

entenderse tanto a manera de simple reconstrucción como de<br />

animación y vivificación, de avivación más bien de los rescoldos de<br />

emoción todavía ardientes en esas composiciones bajo las cenizas<br />

depositadas por los siglos para que irradien su calor, sortilegio y, por<br />

qué no, consuelo a las por tantos motivos, ay, maltrechas<br />

sensibilidades de los hombres contemporáneos. De este modo<br />

cualquier distancia temporal entre estas obras y nosotros parece<br />

quedar definitivamente superada.<br />

Una gran mayoría de estas músicas se ha conservado en<br />

cancioneros y tratados de época; otras veces, sin embargo, han<br />

podido restaurarse a partir de informaciones sobre melodía y<br />

armonía contenidas en las notaciones de vihuelistas, como es el<br />

caso por ejemplo de los espléndidos romances de Don Beltrán o del<br />

Conde Claros. En aquellas circunstancias en que no se había<br />

transmitido la música, por no haber referencia histórica o por ser<br />

romances compuestos por Cervantes, se ha recurrido a las técnicas<br />

de «contrafacta» tan habituales en aquella época, eligiéndose pues<br />

las melodías del mismo periodo «más apropiadas y<br />

correspondientes al mismo carácter y métrica poética»,<br />

interpretadas siempre con los instrumentos descritos, como la<br />

vihuela, el arpa o el rabel. Se nos brinda así un excelso programa<br />

que reúne autores anónimos y nombres bien conocidos como Luys<br />

de Narváez, Luys Milán, Alonso Mudarra, Diego Pisador, Juan<br />

Vásquez, Francisco Peñalosa o Enríquez de Valderrábano, entre<br />

otros, es decir, la plana mayor de la creación musical de la España<br />

del Siglo de Oro. Un programa, por cierto, que se despliega con<br />

singular coherencia dramática gracias a las intervenciones (con<br />

delicioso acompañamiento instrumental) de un narrador que lee<br />

fragmentos bien seleccionados del Quijote, adaptados por Manuel<br />

Forcano, que de algún modo sirven de presentación a las piezas al<br />

tiempo que las sitúa de forma idónea dentro de un espacio musical<br />

que va avanzando según las etapas del relato cervantino.<br />

( 5 )<br />

Savall ha optado a menudo en estas versiones de romances y<br />

canciones por el despojamiento y el intimismo, por las atmósferas<br />

nocturnas y melancólicas de rara y muy matizada luminosidad, de<br />

gran poder evocador, por los tiempos serenos y de rítmica<br />

apaciguada, reservando la viveza y la<br />

alegría contagiosa para las danzas,<br />

como por ejemplo la arrebatadora<br />

seguidilla De tu vista celoso o el<br />

precioso tema Un sarao de la Chacona.<br />

Sea como fuere, las sonoridades de<br />

todas estas interpretaciones destacan<br />

siempre por su transparencia y<br />

brillantez tímbrica, por su equilibrado<br />

cromatismo y refinada expresividad.<br />

Aquí y allá se perciben además aromas<br />

orientales, en especial en esas<br />

sugestivas presencias del arpa (Andrew<br />

Lawrence-King y Ariadna Savall) y el<br />

psalterio (Begoña Olavide) o en ciertos<br />

colores vocales (gran Furio Zanasi), al<br />

igual que los toques sefardíes<br />

(Marinero soy de amor -cantada con frescura por Ferran Savall- y<br />

Nunca fuera caballero de damas tan bien servido), lo que tiene algo<br />

de sutil celebración de ese ámbito musical mediterráneo tan<br />

querido por nuestro violagambista y a la vez tan en boga hacia<br />

aquella época. Los instantes caracterizados por el más alto<br />

encantamiento sonoro, en resumen, son muchos, pero apuntemos al<br />

menos unos pocos: la folia Yo soy la locura (cantada con<br />

estremecedora belleza por Montserrat Figueras), los romances<br />

Medianoche era por filo (de exacerbado y enérgico lirismo) o Mala<br />

la hubistes franceses... (de pasmosa intensidad emocional), los aires<br />

de danza, el majestuoso y conmovedor final con el réquiem de<br />

Cristóbal de Morales Pie Jesu Domine...<br />

Decía una vez el filósofo Emil Cioran que «la música debe<br />

volverte loco; si no, no es nada»; pues bien, sólo añadiremos que el<br />

presente Don Quijote. Romances y Músicas nos hace acercarnos a<br />

la hermosa locura del Ingenioso Hidalgo por uno de los mejores<br />

modos posibles, los sones de su tiempo en extraordinarias versiones.<br />

Stephanie Marshall<br />

DON QUIJOTE DE LA MANCHA: Romances y Música. Obras musicales de Luys de<br />

Narváez, Luys Milán, Juan Vasquez, Francisco Guerrero, Alonso Mudarra y<br />

compositores anónimos. Romances anónimos. Recitaciones de fragmentos de Don<br />

Quijote de la Mancha / Jesús Fuente, Francisco Rojas & Josep Piera, recitantes.<br />

Montserrat Figueras, soprano. Begoña Olavide, psalterio. Andrew Lawrence-King, arpa<br />

barroca. Xavier Díaz-Latorre, vihuela de mano, guitarra. Arianna Savall, arpa doppia.<br />

Hespèrion XXI. La Capella Reial de Catalunya. Jordi Savall, dirección / ALIA VOX / Ref.:<br />

AV 9843 (1 Libro + 2 SACD) P.V.P.: 34,95 euros.-<br />

Y ahora, Boccherini<br />

Recién salido del horno, y con el Quijote recibiendo todo tipo de<br />

premios y parabienes por todo el mundo, ya está aquí el que<br />

probablemente está llamado a<br />

convertirse en el disco de cabecera<br />

para todo aquel que quiera saber de<br />

verdad quién fue ese gran músico<br />

italiano afincado en España llamado<br />

Luigi Boccherini, del que aún<br />

celebramos en este <strong>2005</strong> su 200<br />

aniversario. Al frente del Concert des<br />

Nations, y con solistas de la talla de<br />

Rolf Lislevand, Manfredo Kraemer,<br />

Bruno Cocset, Pablo Valletti o Juan de<br />

Udaeta integrando un auténtico Dream<br />

Team musical, Jordi Savall ofrece<br />

lecturas literalmente arrebatadoras de<br />

las obras más celebradas del<br />

compositor de Lucca, entre ellas, como no podía ser de otro modo, el<br />

famosísimo Fandango y la Música Nocturna de Madrid. Chispeantes,<br />

vibrantes, técnicamente perfectas, pletóricas de ritmo y color, las<br />

versiones de Savall y sus huestes marcarán época. En el próximo boletín<br />

se dará cuenta en profundidad de este antológico trabajo.<br />

LUIGI BOCCHERINI (1743-1805): Fandango, Sinfonie & La Musica Notturna di<br />

Madrid / Rolf Lislevand, guitarra. José de Udaeta, castañuelas. Le Concert Des<br />

Nations. Bruno Cocset, violonchelo. Manfredo Kraemer, concertino, violín. Pablo<br />

Valetti, 2º. violín. Dir.: Jordi Savall / ALIA VOX / Ref.: AV 9845 (1 CD) D2


El regreso de uno de los grandes polifonistas españoles en el sello GAUDEAMUS<br />

Vivanco en el Siglo de Oro<br />

L<br />

a catedral de Ávila ostenta el honor de haber sido la primera<br />

española en cuya construcción se aplicaron claramente<br />

soluciones del arte gótico, la mayor aportación arquitectónica<br />

de la baja Edad Media. A comienzos de la última década del siglo<br />

XII, el maestro Fruchel había dado un vuelco al inicial comienzo de<br />

la catedral abulense en estilo románico y antes de acabar el siglo<br />

estaba terminada la girola, con sus capillas y la imponente<br />

cabecera, cuyo ábside forma parte de la famosa muralla, sin duda la<br />

más extensa y fuerte que puede contemplarse en nuestro país.<br />

Concluida la catedral en la primera mitad del siglo XIV, fue a finales<br />

del XV y a lo largo del XVI cuando su interior comenzó a<br />

enriquecerse con incomparables obras de arte. Entre ellas destacaré<br />

el retablo mayor, iniciado en 1499 por el insigne pintor Pedro<br />

Berruguete (c.1450-1503), no ha mucho establecido en Italia, donde<br />

había trabajado en el Urbino de los Montefeltro, junto al genial<br />

Piero della Francesca. Lo terminó a su muerte Juan de Borgoña al<br />

mismo nivel que el maestro castellano. Trabajan allí por entonces<br />

escultores como Lucas Giraldo, Isidro de Villoldo, Bautista Vázquez<br />

y Vasco de la Zarza. Este último realizó el magnífico sepulcro del<br />

obispo Alonso de Madrigal el Tostado (de quien nunca he creído<br />

que escribiese más que yo) y el hermoso sagrario plateresco del altar<br />

mayor.<br />

A mediados del siglo XVI, la catedral de Avila resplandecía en<br />

obras de arte, pero no menos de música. Hasta finales de siglo<br />

tenemos como maestros de capilla en Avila a Jerónimo de Espinar<br />

(1552-58), Bernardino de Ribera (1559-63), Juan Navarro (1564-66),<br />

Hernando de Isasi (1567-87) y Sebastián de Vivanco (1587-1602).<br />

Al menos de tres de ellos, Ribera, Navarro y Vivanco, nos consta<br />

fueron grandes polifonistas, en especial Sebastián de Vivanco<br />

(c.1551-1622), cuya importancia era tal como cantor y compositor<br />

en la España de Felipe II y Felipe III que, como dice el ilustre<br />

musicólogo e hispanista Robert Stevenson, Vivanco made a record<br />

as distinguished as any archieved solely in Spain during his lifetime<br />

(Vivanco consiguió el máximo de distinciones que alguien podía<br />

alcanzar solo en España durante su vida).<br />

De hecho, como su paisano y seguramente niño cantor, como él,<br />

en la catedral de Avila, Tomás Luis de Victoria, Vivanco realizó al<br />

final de su vida una serie de publicaciones. Salieron del taller<br />

salmantino del impresor Artus Taberniel; el primero fue un Liber<br />

magnificarum cuyos cánones, a juicio de Stevenson, se aproximan<br />

a los límites extremos de destreza y complejidad. En este lujoso<br />

Libro de Magnificat, dieciocho en total, demuestra Vivanco ser un<br />

gran dominador de los recursos técnicos de la polifonía de su<br />

tiempo, haciendo incluso uno de los primeros conatos de<br />

politonalidad, asignando a la sección Gloria Patri a 8 voces de uno<br />

de los Magnificat, un tono diferente para cada una de las voces.<br />

El disco que comentamos no contiene Magnificat, sino una de<br />

sus misas y nueve motetes. Existía un disco monográfico que la<br />

Orchestra of Renaissance que Richard Cheetham y Michael Noone<br />

dedicaron a Vivanco el año 2002 (Glossa). Y sin duda lo ha tenido<br />

BONGIOVANNI edita un disco con inéditos vivaldianos dirigidos por F. Ammetto<br />

Vivaldi inédito<br />

( 6 )<br />

en cuenta David Trendell, director de<br />

The Choir of King’s College London a<br />

la hora de incluir otra misa y diferentes<br />

motetes en este monográfico Vivanco<br />

del sello Gaudeamus.<br />

En aquel disco de Glossa se grabó<br />

la Missa in manos tuas, a 8; aquí la<br />

Missa Cruz fidelis, a 6 voces. Tanto en<br />

este compacto como en aquél se incluyen cada uno de los motetes<br />

de Vivanco que él mismo utiliza en las respectivas misas parodia.<br />

Además, en ambos casos se intercalan motetes entre las distintas<br />

partes de la misa. Solo coinciden uno y otro en dos motetes, pero en<br />

el disco de la Orchestra of the Renaissance uno de ellos se da en<br />

versión instrumental, cosa aquí imposible ya que el Coro King’s<br />

College actúa sin instrumentos.<br />

Solo coinciden en el motete Circumdederunt me aunque<br />

Cheetham-Noone emplea instrumentos y eso diferencia cualquier<br />

versión. Lo que no parece conocer David Trendell, es que<br />

Cheetham-Noone había grabado el motete a 8 voces Veni dilecte<br />

mi, en un disco de Glossa dedicado al Canticum Canticorum, pero<br />

siempre usando de ministriles para alguna de las voces. En cualquier<br />

caso nos encanta y sorprende la escucha de este motete<br />

madrigalesco, de una sensualidad y brillantez muy apropiada a su<br />

bellísimo texto. No es de extrañar que, entre los muchos motetes de<br />

ilustres autores renacentistas sobre el Cantar de los Cantares, el de<br />

Vivanco preceda en ese disco a Févin, Morales, Gombert, Ceballos,<br />

Guerrero, Victoria…<br />

Todos los motetes incluidos en el CD que comentamos provienen<br />

del Liber Motectorum, excepto el motete mariano Assumpta est<br />

Maria. Samuel Rubio fue un adelantado de nuestro tiempo al<br />

publicar allá por 1954 y 1956 los motetes a 4 y a 5 de Vivanco. Los<br />

aquí grabados por The Choir of King’s College de Londres, han sido<br />

tomados de las transcripciones de Luis Dean Nuerenberger,<br />

publicadas en Londres en 1985. Los hay a 4,5,6,8 y 12 voces.<br />

En cuanto a la Missa Cruz fidelis, procede del Missarum Liber<br />

(Artus Taberniel, Salamanca, 1608), y en ella utiliza, de modo muy<br />

libre y limitado, el tema del motete del mismo nombre.<br />

Son muchas las aportaciones de Vivanco en la Misa y en los<br />

motetes, tanto en el uso de los motivos imitativos como en el<br />

manejo del ritmo y el carácter a través de los valores de las notas.<br />

Es admirable su contrapuntismo, así como las elegantes líneas<br />

melódicas con las que logra, en ocasiones, momentos de sublime<br />

dulzura y expresividad, no inferiores a los alcanzados por su excelso<br />

paisano Tomás Luis de Victoria. Estamos ante una grabación que<br />

justifica aquel sobrenombre que a tanto obliga: Siglo de Oro.<br />

Andrés Ruiz Tarazona<br />

SEBASTIAN DE VIVANCO (c. 1551-1622): Crux Fidelis; Misa Crux Fidelis; Motetes /<br />

The Choir of King’s College, London. Dir.: David Trendell (Primeras grabaciones<br />

mundiales) / ASV / Ref.: GAU 346 (1 CD) D2<br />

Más de uno se extrañará al ver la expresión First Recording estampada en la portada de este disco dedicado<br />

a los conciertos y sinfonías para cuerda y bajo continuo de Vivaldi. Es, no obstante, rigurosa y<br />

absolutamente cierta por lo que se refiere a algunas de las obras en él recogidas: las sinfonías RV 802 o<br />

Anh. 4 y 93, por ejemplo. La primera, muy breve y denominada en la partitura anónima en que se conserva<br />

Improvisata, ha sido estudiada, fechada (hacia 1720) y autentificada por Michael Talbot, a quien su muy peculiar y<br />

libre estructura le lleva a pensar que nació para ser interpretada en algún concierto más que como introducción a<br />

una ópera. Las otras dos también son de reciente atribución, aunque en ambos casos las dudas sobre su autoría no estén plenamente<br />

despejadas (la Anh. 4 podría ser de Hasse y la Anh. 93 de Albinoni). Pero han sido incluidas en el catálogo vivaldiano, son bellas y, en<br />

cualquier caso, merecen ser conocidas. Con el resto de las obras recogidas en este disco (RV 111, 122, 135...) lo de primera grabación<br />

requiere una matización: es tal si se tiene en cuenta que está basada, mayoritariamente, en las fuentes manuscritas y en algunos casos<br />

en su más reciente edición crítica. La novedad, pues, se refiere, sobre todo, a los detalles, pero es novedad, no lo olvidemos. No debe<br />

extrañarnos el cuidado quasi-religioso con que se han seleccionado las fuentes. Fabrizio Ammetto, el director de L’Orfeo Ensemble di<br />

Spoleto, es también un esforzado musicólogo que tiene en su haber notables estudios sobre la música del siglo XVIII, uno de ellos,<br />

precisamente, sobre algunas de las obras que ahora graba. El rigor estilístico, lógicamente, está plenamente garantizado. Y también la<br />

vitalidad que imprime a las notas que interpreta.<br />

Mariano Acero Ruilópez<br />

ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Conciertos y sinfonías para cuerdas y bajo continuo / L’Orfeo Ensemble di Spoleto. Fabrizzio Ammetto, violín y dirección (Primera grabación<br />

discográfica) / BONGIOVANNI / Ref.: GB 5620-2 (1 CD) D2


ARCANGELO CORELLI (1653-<br />

1713): 12 Sonatas para violín, op.<br />

V Nos. 1-12 / Stefano Montanari,<br />

violín. Accademia Bizantina. Dir.:<br />

Ottavio Dantone / ARTS / Ref.:<br />

47724-8 (2 SACD) D2 x 2<br />

SEICENTO ITALIANO: Obras de<br />

Johann Hieronymus Kapsberger,<br />

Giovanni Maria Trabaci, Girolamo<br />

Frescobaldi, Andrea Falconiero,<br />

Tarquinio Merula, Biagio Marini,<br />

Dario Castello, Giovanni Batista<br />

Buonamente, Giovanni Picchi &<br />

Bernardo Storace / Accademia<br />

Bizantina. Ottavio Dantone, clave<br />

y dirección / ARTS / Ref.: 47707-2<br />

(1 CD) D5<br />

Ottavio Dantone se incorpora a la Edición Vivaldi de NAÏVE con un admirable Tito Manlio.<br />

Una obra maestra fatta in 5 giorni<br />

Mantua, Navidad de 1718. El gobernador imperial, landgrave Philipp de Hesse-Darmstadt, viudo y maduro, anuncia<br />

repentinamente su inminente boda con Eleonora de Guastalla, viuda del Gran Duque de Toscana. Los preparativos de los fastos<br />

pertinentes comenzaron de inmediato. Una representación operística era obligada, que no en balde el novio era apasionado<br />

melómano y compositor diletante. Y dado que Antonio Vivaldi llevaba algunos años trabajando para él, le<br />

correspondió componerla. El Prete eligió Tito Manlio, un viejo libreto de Matteo Noris inspirado en T. Livio,<br />

ambientado en la Roma Antigua y rebosante de luchas, drama, intrigas y pasiones desatadas y con un padre<br />

fiero e inhumano condenando a muerte a su propio hijo (no teman, no, que los barrocos tenían plenamente<br />

asumido lo del happy end) y se puso manos a la obra. Y dando rienda suelta a su característica furia<br />

compositiva (el presidente De Brosses dixit), dejó la ópera lista en un abrir y cerrar de ojos, estampando<br />

orgullosamente en la portada del manuscrito: Musica del Vivaldi fatta in 5 giorni.<br />

Conociendo las habituales prácticas de la época, sería demasiado pedir que fuera original de cabo a rabo.<br />

Pero no deja de asombrar que sólo 7 de los 41 números que la integran se hayan identificado con fragmentos<br />

de obras anteriores. Algunos más, sin duda, se basarían en fuentes perdidas o desconocidas. Aun así,<br />

convendremos en lo formidable del empeño. Más si tenemos en cuenta que el resultado -sólo un genio podía<br />

lograrlo- fue una verdadera obra maestra, repleta de arias magníficas, de gran dificultad técnica y de<br />

variadísimo carácter -el libreto ofrecía situaciones muy contrastadas y jugaba ampliamente con los affetti- con<br />

una orquestación desbordante de fantasía -¡no era nadie mosén en tales menesteres...!-, en la que no menos de ocho instrumentos saltan<br />

a la palestra como solistas. Lamentablemente, no brilló como se pretendía: tan súbitamente como se había anunciado, el casorio se anuló,<br />

suspendiéndose los festejos. Tito Manlio se estrenó, con menos boato del previsto, en el inmediato carnaval de 1719. Pero aunque su<br />

autor utilizó algunos fragmentos el año siguiente para un pasticcio romano y en 1739 quiso reponerla en Venecia, su trayectoria<br />

escenográfica se vio tan frustrada como la boda que debió solemnizar, durmiendo el sueño de los justos hasta nuestros tiempos: fue la<br />

primera ópera del Cura Pelirrojo en grabarse íntegramente (1977), grabación, por cierto, bastante desigual vocalmente y ya envejecida.<br />

Su aparición ahora en la «Edición Vivaldi» de NAÏVE es una excelente noticia para todos los melómanos y no sólo para los<br />

barroquizantes. Porque al rigor musicológico propio de la colección, añade una realización musical espléndida. Se incorporan con ella<br />

a este magno proyecto discográfico Ottavio Dantone y su Accademia Bizantina. El director, dotado de un agudo sentido de la teatralidad,<br />

maneja la batuta con energía y seguridad. Y su grupo instrumental -con un nutrido y variado continuo- resulta idóneo para la<br />

interpretación vivaldiana. Los recitativos, llevados con ritmo y garra, suenan vivos, lógicos y con sentido. Y del octeto vocal sobresalen<br />

un imponente Nicola Ulivieri (Tito), una Marijana Mijanovic espléndida de principio a fin (Vitelia), una deslumbrante Ann Hallenberg<br />

(Servilia) y una encantadora Karina Gauvin (Manlio). ¡Qué magnífico regalo navideño esta ópera compuesta precisamente en Navidades!<br />

La obra para teclado de un eximio madrigalista, en MDG<br />

Peter Philips y los caprichos del tiempo<br />

Hay veces en que el filtro del tiempo es tan absolutamente caprichoso que resulta muy difícil de<br />

entender. Por ejemplo, el londinense Peter Philips (1560/61-1628) fue en su época uno de los más<br />

célebres autores europeos de motetes y madrigales, que dejó escritos por<br />

centenares (en concreto, alrededor de 350 de los primeros y 52 de los segundos).<br />

Sin embargo, a fecha de hoy sólo un motete y diez madrigales se encuentran<br />

editados y disponibles, mientras que el músico ha pasado a ser conocido casi<br />

exclusivamente por su obra para tecla, de la que se ocupó bastante poco (32<br />

piezas confirmadas y otras seis atribuidas, todas ellas de notable brevedad), y más<br />

en concreto por una sola de esas obras, la Pavana Dolorosa, escrita en 1593,<br />

mientras su autor se encontraba preso en una cárcel de La Haya. Así que aquél que<br />

en el siglo XVII era comparado sin ningún complejo con Palestrina, Lasso o<br />

Gabrieli hoy es visto apenas como un compositor inglés de segunda fila, al que<br />

simplemente le tocó compartir época con el gran William Byrd.<br />

Siegbert Rampe pretende desmentir esta idea y para ello ha grabado la integral<br />

de la música para teclado de Philips en dos discos, de los cuales el primero incluye<br />

pavanas, gallardas, alemandas, fantasías y versiones para la tecla de canciones y motetes de otros<br />

compositores (Lasso, Striggio, Marenzio, Vecchi). Las interpretaciones se benefician del empleo de hasta seis<br />

instrumentos históricos diferentes (dos órganos, dos clavicordios, un virginal y un clave), lo que asegura una<br />

impresionante variedad tímbrica, pero además cuentan con una minuciosidad en el detalle y una intensidad<br />

en los contrastes en verdad extraordinarias. Resulta difícil sustraerse al profundo encanto de la Pavana<br />

Dolorosa, al virtuosismo de la Fantasía en fa, a la sensual ligereza de Margotte Laborez de Lasso, a la<br />

delicadísima elegancia de la Alemande d’amor o a los sutiles cambios expresivos de Deccio dunque partire<br />

de Marenzio. El final, con un transparente Benedicam Dominum de Orazio Vecchi sonando en un magnífico<br />

órgano alemán del primer tercio del siglo XVII, pone un punto de solemne majestuosidad en uno de los<br />

recitales para tecla más entretenidos qua hayamos oído en años. Tal vez algún día podamos acceder a la<br />

música vocal de Peter Philips. Será un acto de justicia. Mientras tanto, este disco (y el segundo volumen de<br />

la colección, que esperamos ansiosos) es el mejor retrato que el mercado puede ofrecernos hoy de su talento.<br />

( 7 )<br />

M.A.R.<br />

ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Tito Manlio / Nicola Ulivieri, bajo-barítono. Karina Gauvin, soprano. Debora Beronesi, mezzo-soprano. Ann Hallenberg, mezzo-soprano.<br />

Marijana Mijanovic, contralto. Barbara Di Castri, mezzosoprano. Mark Milhofer, tenor. Christian Senn, bajo-barítono. Accademia Bizantina. Dir.: Ottavio Dantone / NAIVE<br />

OPUS 111 / Ref.: OP 30413 (3 CD) D6 x 3 [PRECIO ESPECIAL DE LANZAMIENTO 26,00 euros]<br />

Toda la Edición Vivaldu a precio especial en www.diverdi.com<br />

Pablo J. Vayón<br />

P. PHILIPS: Obras completas para teclado. Vol. 1. Siegbert Rampe, órgano, clavicordio, virginal y clave / MDG / Ref.: MDG 1257 (1 CD) D2


Jan Van Elsacker, Guillemette Laurens y Akadêmia firman uno de los grandes discos monteverdianos de todos los tiempos<br />

Un combate para la Historia<br />

Podemos considerar a Monteverdi como el gran inventor de la ópera, por más que haya títulos líricos que antecedan a su inmortal<br />

Orfeo. Pero no sólo se expresó el talento dramático del compositor en obras estrictamente operísticas (de las que, como se sabe,<br />

sólo han sobrevivido tres), sino también en otras piezas encuadrables dentro de aquello que se llamó género representativo y que<br />

incluye desde el Combattimento di Tancredi e Clorinda, presentado por primera vez en Venecia en 1624 y luego incluido en sus<br />

Madrigali guerrieri et amorosi de 1638, hasta el Lamento della ninfa, un madrigal de apenas cinco minutos de duración que con razón<br />

podría ser considerado la ópera más corta (y puede que más hermosa) jamás escrita. Monteverdi<br />

consiguió el milagro de superar la polifonía sin acabar en realidad con ella, de crear auténticos dramas<br />

musicales sin sobrepasar los límites del género madrigalístico. Ese genio para el teatro sin salirse de la<br />

forma, vetusta ya, del madrigal se libera de forma definitiva a partir del Libro VI y alcanza el paroxismo<br />

en el VII y, sobre todo, en el VIII, sin duda los dos más conocidos y visitados por los intérpretes.<br />

Este nuevo disco de la Akadêmia de Françoise Lasserre para ZIG ZAG nos ofrece del Libro VII<br />

(titulado genéricamente Concerto) Interrote speranze, un dúo para tenores verdaderamente mágico, y<br />

Con che soavità, una delicia para soprano concertada con violines; y del VIII (Madrigali guerrieri et<br />

amorosi) algunas de sus piezas más significativas: además del Combattimento y el Lamento della Ninfa,<br />

Altri canti d’Amor, Altri canti di Marte y Hor che’l ciel e la terra. Los resultados son excepcionales por<br />

muchos conceptos. Empezando porque nos presenta al que tal vez sea el mejor tenor monteverdiano<br />

de la historia, Jan van Elsacker, el Testo del Combattimento. La pureza lírica del timbre, la claridad y el<br />

refinamiento de la emisión, el dominio absoluto de las difíciles técnicas de disminución de la época y<br />

un control excepcional de los más diversos registros expresivos hacen de van Elsacker un intérprete<br />

único para esta música. Su demostración en el Combattimento es de las que marcan época. A su lado, los veteranos Hervé Lamy y<br />

Guillemette Laurens se dejan arrastrar al terreno de las emociones y de los contrastados estados de ánimo, resaltados de forma<br />

excepcional por un conjunto instrumental y una dirección que lleva hasta sus últimas consecuencias la fuerza expresiva del estilo<br />

concitato. Pese a la durísima competencia, el mejor Combattimento jamás grabado.<br />

El resto del programa luce a altura similar, por más que se hayan escuchado lamentos de ninfas más quejumbrosos, pero difícilmente<br />

mejor acompañados. En este sentido, merece especial atención la riqueza del continuo, que combina tiorba, guitarra, violas, lirone,<br />

violone, arpa, clave, órgano y espineta para enmarcar de forma absolutamente convincente el terreno expresivo de los textos, realzados<br />

igualmente por el contrastado tratamiento del color y las dinámicas y por una cuidadísima transparencia de texturas, que resalta de forma<br />

especialmente vívida en el petrarquiano Hor che’l ciel e la terra, que suena en una lectura tan majestuosa como cálida. Sería injusto no<br />

citar al resto del equipo vocal: Céline Vieslet, Jean-Michel Fumas, Matthew Baker y Jean-Claude Sarragosse. Ahí queda. Una maravilla.<br />

CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Combattimento di Tancredi e Clorinda; Lamento della ninfa; Altri madrigali / Jan Van Elsacker, texto. Guillemette Laurens, Clorinda.<br />

Hervé Lamy, Tancredi. Céline Vieslet, soprano. Jean-Michel Fumas, alto. Matthew Baker & Jean-Claude Saragosse, bajos / Akadêmia. Dir.: Françoise Lasserre / ZIG ZAG / Ref.:<br />

ZZT 051003 (1 CD) D2<br />

Le Tombeau, emocionante aproximación de Patrick Cohën-Akenine a la figura de Leclair<br />

Muerte de un violinista<br />

El 22 de octubre de 1764, Jean-Marie Leclair fue asesinado en un barrio de París. El violinista y compositor lionés, que contaba en<br />

aquel momento 67 años, se había distinguido no sólo como uno de los más virtuosos intérpretes de su tiempo, sino también como<br />

uno de los más conscientes y refinados experimentadores en la búsqueda de un estilo de composición internacional, que aglutinara<br />

lo mejor del estilo francés y del italiano. Pero, tan desgraciada como inevitablemente, el músico también había ido acumulando en su<br />

larga vida envidias y enemigos, algunos encarnizados, como los hechos confirmarían aquella fatídica noche. Aunque los dedos de la<br />

Historia apuntan con verosimilitud hacia François-Guillaume Vial, un sobrino, compositor mediocre, al que Leclair no pudo (o no quiso)<br />

colocar con su mecenas, el duque de Gramont, lo cierto es que el crimen quedó sin resolver, y aquella impunidad aún nos concierne.<br />

Es por ello que Patrick Cohën-Akenine dedica este disco a Leclair, colocándolo bajo la protección de un<br />

título de tan antiguas y emotivas resonancias en la música francesa como el de Le Tombeau, que fue el<br />

que recibió la Sonata VI de su Tercer libro de sonatas para violín y continuo publicado como Op.5 en<br />

1734, por haber sido la obra que se interpretó, en orquestación de uno de sus alumnos, en el Concert<br />

Spirituel un año después de la muerte del músico y como sentido homenaje a su figura. La obra puede<br />

ponerse como ejemplo de la obsesión de Leclair por la reunión de gustos. En una estructura típicamente<br />

corelliana, conviven un Grave de acordes disonantes y ecos afrancesados con una gavota de neto sabor<br />

italiano y el uso del spiccato, técnica de arco típicamente transalpina. La sonoridad brillante, la técnica<br />

deslumbrante no pueden negar su procedencia italiana, pero la música francesa también reclama su<br />

presencia, como en la Sarabanda y la Chacona de la Sonata IV, que, pese a la italianización de los<br />

nombres, no ocultan su origen genuinamente parisino, o como en el rondeau que cierra la Sonata VII,<br />

que, curiosamente figura en la edición como tempo di gavotta, un gesto más del compositor por destacar<br />

la comunión de estilos. Una comunión por la que Cohën-Akenine se ha preocupado hasta en la<br />

estructura de su disco, pues cortejando a las tres sonatas figuran la Obertura Op.13 nº3 (versión para dos violines y continuo de la<br />

obertura de Scylla et Glaucus, única ópera del músico), lo más francés de todo el CD, y el Concierto para violín, cuerdas y continuo<br />

Op.10 nº6, tan vivaldiano en la forma (rápido-lento-rápido) como en la brillantez expresiva y en sus exigencias virtuosísticas. A todo ello<br />

responde de forma admirable el arco ágil, sensual y luminoso de Patrick Cohën-Akenine, su imaginación ornamental y la elegancia de<br />

su fraseo, que encuentran una réplica ideal, vitalista, flexible y precisa en Les Folies Françoises, conjunto en el que sobresale el nombre<br />

de la jovencísima y exquisita violinista francesa de origen español Leonor de Recondo.<br />

JEAN-MARIE LECLAIR (1697-1764): Le Tombeau / Patrick Cohën-Akenine, violín solo & dirección. Léonor de Recodo, violín. François Poly, violonchelo. Béatrice Martin, clave.<br />

Orchestre des Folies Françoises / ALPHA / Ref.: ALPHA 083 (1 CD) D2<br />

( 8 )<br />

P.J.V.<br />

P.J.V.


ALPHA inicia su andadura audiovisual con una soberbia puesta en imagen de El burgués gentilhombre de Molière & Lully<br />

Toda la magia del teatro barroco<br />

El burgués gentilhombre no es sólo una de las comedias más célebres de Molière y, al mismo tiempo, de la literatura universal.<br />

Ciertamente, constituye también una suerte de manifiesto barroco que aboga por el fértil diálogo entre las artes, y en concreto por la<br />

colaboración del teatro, la música y la danza en el alumbramiento de un fastuoso divertimento, un espectáculo para el real<br />

esparcimiento de Luis XIV; con toda la distancia que se quiera, se trata, pues, de un precedente de la «obra de arte total» wagneriana pero<br />

en versión siglo XVII, esto es, resaltando el aspecto de ilusión y mascarada de la representación y sin desmelenamiento místico-estético de<br />

por medio. Ahora, y por primera vez en varios siglos, tenemos oportunidad de disfrutar, gracias al DVD, de Le Bourgeois Gentilhomme tal<br />

como fuera concebido para su estreno de 1670, con el texto de Molière acompañado por la música de Jean-Baptiste Lully y por una<br />

magnífica recreación de esos ballets que aportaran originalmente dinamismo y un delicioso punto de delirio<br />

a la obra. Estamos sin duda ante uno de los proyectos más ambiciosos hasta el momento del sello ALPHA,<br />

saldado, digámoslo en seguida y sin reparos, con el mayor éxito artístico. Claro está que lo contrario hubiera<br />

sido sorprendente, puesto que los responsables musicales no son otros que Vincent Dumestre y Le Poème<br />

Harmonique, aquí flanqueados, y con maestría, por el conjunto instrumental checo Musica Florea. Las bellas<br />

partituras de Lully, por tanto, son ejecutadas en esta interpretación con un derroche de colorido, con<br />

emocionante y exultante profusión tímbrica, con unas ornamentaciones orquestales iluminadas por la filosofía<br />

de la «claridad y distinción» -como preconizara aquel otro representante del espíritu barroco, René Descartes.<br />

Muy bien igualmente el capítulo vocal, encomendado a cantantes de tan eficaz declamación como, por<br />

ejemplo, Arnaud Marzorati, Claire Lefilliâtre o Serge Goubioud, bien conocidos por otras grabaciones junto<br />

a Le Poème Harmonique, cuya experiencia, cuya juventud sobre todo en este caso, sirve para aportar al<br />

conjunto encomiables dosis de ardor y vigor.<br />

Pero ya lo hemos dicho: no todo es música en esta obra y en esta versión del director Benjamin Lazar, que<br />

busca acercarse todo lo posible, o al menos en la medida de lo posible, a su concepción inicial. Y de esta<br />

forma, sumergiéndose en el espíritu barroco del género comedia-ballet en el que brillaran Molière y Lully (Le<br />

Bourgeois Gentilhomme supondría su undécima y última colaboración, y también la más gloriosa), se crea<br />

ante nuestros ojos un espectáculo enormemente atractivo para el espectador contemporáneo. El texto es<br />

interpretado en francés antiguo (hay subtítulos en castellano) por un puñado de actores entusiastas,<br />

comprometidos a fondo con el impulso hilarante pero siempre lírico de la obra; cada detalle gestual, tanto actoral como coreográfico, ha<br />

sido cuidado al extremo atendiendo a la iconografía de comienzos del XVII, si bien, en el caso de los ballets, en donde prácticamente ésta<br />

resulta inexistente, se ha apostado por la creación de un lenguaje propio, por una estilizada mixtura de danza barroca, mimo y juego<br />

clownesco. La representación respeta por completo las reglas de la época, incluso esa absoluta frontalidad que quiere que los actores miren<br />

hacia el público constantemente. La extraordinaria iluminación, por otra parte, ha sido conseguida con más de quinientas velas que sumen<br />

el escenario en una extraña atmósfera de ilusión, dotando a la vez de inusuales recursos expresivos a nuestra barroca troupe. Todo destila<br />

sofisticación, pero la apariencia es de absoluta espontaneidad; el tratamiento del protagonista, ese gentilhombre rico, ignorante y cegado<br />

por el ansia de ascenso en el escalafón social, se nos muestra por ejemplo lleno de matices, nunca como mero pelele zafio y ridículo. Al<br />

mismo tiempo muchos momentos aparecen animados por el más alado de los delirios, por un insospechado frenesí que poco tiene que<br />

ver con el adocenado acartonamiento al que nos han acostumbrado generaciones enteras de admiradores del genio inmortal de Molière:<br />

bellísimos instantes de locura se apoderan de la escena, sin ir más lejos, durante esa especie de «fantasía turca» elaborada para engañar a<br />

nuestro gentilhombre y que acceda a casar a su hija con su enamorado pero no demasiado aristocrático pretendiente. Por lo demás, la obra<br />

llega a su feliz culminación con el llamado Ballet de las Naciones, un vibrante repaso a las danzas y músicas españolas, italianas y francesas<br />

de ese periodo, de gran animación y a la vez altamente respetuoso con las creaciones de Lully.<br />

Un espectáculo hermosísimo capaz de fascinar por completo al público de nuestros días; y un sutil ejercicio sobre el arte de sublimar<br />

las bajezas humanas en profunda comprensión, en elevada y onírica poesía.<br />

( 9 )<br />

Norberto Tauste<br />

JEAN BAPTISTE LULLY (1632-1687): Le Bourgeois Gentilhomme (Comèdie-ballet de Molière & Lully) / Olivier Martin Salvan, Nicolas Vial, Louise Moaty, Benjamin Lazar, Anne-<br />

Guersande Ledoux. Lorenzo Charoy, Alexandra Rübner, Jean-Denise Monory, Julien Lubeck / Le Poème Harmonique. Dir.: Vincent Dumestre / ALPHA / Ref.: ALPHA 700 (1 DVD)<br />

P.V.P.: 35,95 euros.-<br />

Soberbia lectura de Jean-Pierre Nicolas y el Ensemble Fitzwilliam de la versión de Walsh para flauta de las<br />

Sonatas opus V<br />

Y Corelli se hizo carne<br />

Aparecida en Roma en 1700, la Op.V de Corelli es una de las publicaciones más influyentes de la historia<br />

de la música. Más de cincuenta ediciones a lo largo del siglo XVIII conoció esta colección de doce<br />

sonatas para violín y continuo que marcaría el camino a seguir para los compositores del tardobarroco en<br />

toda Europa. Muchas de esas ediciones presentaban arreglos para otros instrumentos, como la que hizo John<br />

Walsh para la flauta dulce en Inglaterra, donde Corelli era absolutamente idolatrado. Walsh escogió sólo la segunda parte de la serie, las<br />

seis sonatas da camera, y las adaptó, aun a fuerza de algunas deformaciones, para la flauta contralto tradicional (en fa).<br />

Llevadas en esta forma al disco en bastantes ocasiones (¿quién no recuerda las interpretaciones pioneras de Brüggen?), Jean-Pierre<br />

Nicolas ha mirado con algún recelo los arreglos de Walsh y por eso para su acercamiento a la colección ha tenido presente la edición<br />

original de Corelli, empleando una flauta contralto en re (que era bien conocida en la Inglaterra del XVIII como voice flute) para las<br />

Sonatas IX y X, las que más problemas ocasionaron a Walsh. Acompañado por Michèle Dévérité (clave y órgano), Bruno Cocset<br />

(violonchelo, viola da gamba y violonchelo piccolo) y Yasunori Imamura (tiorba y guitarra), Nicolas nos convence de la bondad de las<br />

soluciones adoptadas por la carnalidad de un sonido que en las danzas y los movimientos lentos nos acaricia con una sensualidad<br />

demoledora y en los rápidos nos impulsa irremediablemente al movimiento, como ejemplifica a la perfección el paso del Adagio al<br />

Tempo di Gavotta de la Sonata IX. El virtuosismo, convenientemente demostrado a lo largo de toda la colección, llega al paroxismo en<br />

las variaciones sobre La Follia, de asombrosas flexibilidad, precisión y agilidad. Acompañamiento exquisito, variado y muy participativo.<br />

Uno de esos discos que uno no puede dejar de ponerse varias veces seguidas la primera vez que cae en su sus manos (yo voy ya por la<br />

cuarta; por cierto, qué delicadeza de trazo en la Giga, controladísima, de la Sonata VIII).<br />

ARCANGELO CORELLI (1653-1713): Sonatas opus V n°7 - 12; La Follia / Ensemble Fitzwilliam. Bruno Cocset, J.P. Nicolas, Michèle Dévérité, Yasunori Imamura / ZIG ZAG /<br />

Ref.: ZZT 050903 (1 CD) D2<br />

P.J.V.<br />

α


Las Suites orquestales de J.S. Bach por M. Suzuki en BIS<br />

Elegancia aristocrática<br />

Cuatro años después de dejarnos unos notabilísimos Conciertos de<br />

Brandemburgo (Boletín, septiembre de 2001), Masaaki Suzuki prosigue la<br />

serie de la música orquestal de su J.S. Bach con una excepcional<br />

interpretación de las cuatro Suites-Oberturas (BWV 1066-1069) destinada a<br />

convertirse, en un panorama discográfico más que saturado, en una referencia<br />

indiscutible.<br />

Sus virtudes son, ciertamente, muchas y no pretendemos enumerarlas<br />

exhaustivamente. Pero podemos comenzar señalando la plenitud de sonido y riqueza de texturas de una<br />

orquesta relativamente nutrida (únicamente en la Suite nº 2 se reduce a un instrumento por parte), pero siempre de cristalina<br />

transparencia, que obedece a la batuta como un instrumento de precisión. Es, además, una interpretación que seduce por su aristocrática<br />

elegancia, especialmente perceptible en las oberturas iniciales (alejadas por igual de la pesantez pomposa y de la urgencia jadeante),<br />

pero presente incluso en los movimientos de danza, por lo demás sabiamente caracterizados en sus peculiaridades rítmicas. Porque<br />

Suzuki, aunando solemnidad y divertimiento, recrea cuidadosamente los contrastes internos, rítmicos y de carácter, que animan y dan<br />

vida a las Suites. Quedan igualmente reflejadas las diversas influencias estilísticas, sobre todo el evidente italianismo de ciertos<br />

movimientos abstractos o de la Suite nº 2 en su conjunto. Mención especial merecen los solistas. Natsumi Wakamatsu, cuya figura se ha<br />

ido agrandando concierto a concierto, disco a disco, sin apenas hacer ruido, firma un Air en la Suite nº 3 de una exquisitez sin límites -<br />

exquisitez japonesa, diríamos-, serena, que no plana, y preñada de poesía. Por su parte, Liliko Maeda, una flautista conocida de sobra<br />

por los seguidores de la integral cantatística, desgrana una Suite nº 2 sobria, refinada, señorial... sencillamente memorable. La discreta,<br />

pero eficaz labor del propio Suzuki en el clave no debería pasarse por alto. Y para rematar un disco soberbio, la toma de sonido (SACD)<br />

es inmejorable, el folleto explicativo, completísimo y el precio, de lo más competitivo.<br />

¿Se puede pedir más? Si por pedir fuera... No habría estado mal haber incluido alguna de las hipotéticas versiones primigenias de las<br />

partituras. Por ejemplo, la Suite nº 2 con violín solista y en su tonalidad de la menor. No sería una primicia absoluta (hay ya una buena<br />

interpretación en disco en MDG, sello también distribuido por esta casa), pero es legítimo presumir que con Natsumi Wakamatsu<br />

habríamos tenido una versión esplendorosa. ¿Que somos insaciables? Tal vez. Pero de lo bueno, sólo de lo bueno.<br />

( 10 )<br />

M.A.R.<br />

JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Oberturas (Suites orquestales) / Liliko Maeda, flauta travesera / Bach Collegium Japan. Dir.: Maasaki Suzuki / BIS / Ref.: BIS SACD<br />

1431(1 SACD) D2<br />

Obras sacras de J.S. y C.P.E. por Bernius en CARUS<br />

En el nombre del Padre,<br />

del Hijo...<br />

Resulta altamente estimulante encontrarnos en un mismo<br />

cd obras de Bach, «el padre», y de Carl Philipp Emanuel<br />

«el hijo». Y lo es, no ya solo por apreciar lo mucho que<br />

el segundo aprendió del primero, sino porque ese cambio<br />

generacional también lo fue,<br />

en muchos sentidos, el del<br />

tránsito entre dos estilos, uno<br />

-el Barroco- finiquitado,<br />

agotado por el maestro, el<br />

otro -el clasicismo- sugerido,<br />

anunciado, por su vástago.<br />

Además las obras escogidas<br />

no son cualquier cosa. Nada<br />

menos que el maravilloso<br />

Oratorio de Pascua BWV 249,<br />

que, entre otras virtudes, tiene<br />

la de obsequiar a las sopranos<br />

y a los tenores bachianos de<br />

este mundo -y aun de otros<br />

que pudieran existir- con dos de las arias más subyugantes<br />

escritas para su voz: «Seele, deine Spezereien» y «Sanfe soll<br />

mein Todeskummer».<br />

Tanto las obras de C.P. E. Bach como la interpretación del<br />

siempre eficiente Frieder Bernius, ayudan a redondear un<br />

disco impecable, con un grupo de solistas de primerísimo<br />

orden (verbigracia: ¡Joanne Lunn!). 80 minutos, en suma, de<br />

un suculento manjar, preparado en los acogedores fogones<br />

del hogar de los Bach, que saciará a los más voraces<br />

gourmets.<br />

Caronte<br />

JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Oratorio de Pascua, BWV 249.<br />

CARL PHILIPP EMMANUEL BACH (1714-1788): Danket dem Herrn, Wq deest;<br />

Heilig, Wq 217 / Joanne Lunn, soprano. Elisabeth Jansson, atlo. Jan Kobow,<br />

tenor. Gotthold Schwarz, bass / Kammerchor Stuttgart. Barockorchester<br />

Stuttgart. Dir.: Frieder Bernius / CARUS / Ref.: CARUS 83.212 (1 CD) D2<br />

CARUS sigue revelando los tesoros de un inmenso compositor<br />

hasta ahora desconocido<br />

Explorando a Homilius<br />

Cronológicamente situado en el paso entre el Barroco y el<br />

Clasicismo, Gottfried August Homilius expone a los perplejos<br />

oídos actuales la más brillante y sólida esencia de la tradición<br />

cantatística alemana. Y digo «perplejos» porque es Homilius un<br />

autor de más que reciente descubrimiento discográfico.<br />

Considerado durante décadas un<br />

m ú s i c o<br />

adormecido<br />

bajo la larga<br />

sombra de Bach,<br />

la labor editorial<br />

del sello Carus<br />

nos está descubriendo a un<br />

compositor inmenso. Algo<br />

purificado ya del cientificismo<br />

contrapuntístico propio del autor<br />

de la Misa en si menor, en<br />

Homilius se asoman con<br />

particular timidez rasgos de un<br />

preclasicismo sereno y elegante.<br />

Esto es, más o menos, el estilo<br />

mixto que nombres como Carl Philipp Emmanuel Bach se<br />

encargaron de sancionar.<br />

La interpretación es otra de las grandes bazas de este disco,<br />

segundo de la serie destinada a las cantatas de Homilius, pero<br />

tercero si contamos el primero dedicado a sus preciosos motetes.<br />

Voces e instrumentos de fortaleza y limpieza encomiables,<br />

sabiamente dirigidos por Peter Kopp, nos regalan una versión<br />

fulgurante de estas obras, que por su temática navideña y festiva<br />

resultan altamente optimistas y enérgicas.<br />

Caronte<br />

GOTTFRIED AUGUST HOMILIUS (1714-1785): Navidad en Frauenkierche Dresdner<br />

(Cantatas, vol. 2) / Katja Fischer, soprano. Alexander Schneider, alto. Martin Petzold,<br />

tenor. Jochen Kupfer, bajo / Körnerscher Sing-Verein Dresden. Dresdner Instrumental-<br />

Concert. Dir.: Peter Kopp (Primera grabación discográfica) / CARUS / Ref.: CARUS<br />

83.170 (1 CD) D2


Kay Johannsen dirige obras para Adviento y Navidad de Telemann, en CARUS<br />

Cuando lo sacro no excluye la sencillez<br />

Si echamos un vistazo al pequeño gran catálogo discográfico del sello CARUS<br />

(www.carus-verlag.com) nos daremos cuenta mejor de su política,<br />

expresamente declarada en la web: se trata del gran valedor de la música<br />

espiritual para coro de todos los tiempos, y en especial, añadámoslo, de la<br />

compuesta en tierras germanas. Así entonces, la presencia de Telemann era más<br />

que lógica; de hecho, el que ahora comentamos es ya el cuarto compacto<br />

dedicado a su obra sacra. El mes pasado, sin ir más lejos, Mariano Acero nos<br />

presentaba uno de salmos y motetes. Pero, ¿el cuarto? Tiempo al tiempo, que<br />

somos jóvenes. Si por ventura la idea fuese grabar una integral... pues tendríamos<br />

que echarle paciencia, ya lo saben: se trata del compositor del Guinness, aquel<br />

que supera el millar de piezas con sólo contar sus<br />

cantatas religiosas.<br />

La enorme difusión que éstas alcanzaron en<br />

tiempos de Georg Philipp contrasta con el<br />

póstumo desprecio a causa de su propia magnitud,<br />

como si el ser prolífico estuviese reñido con la<br />

calidad artística. Eso sí, hay que señalar que<br />

muchas de ellas son obras breves de<br />

instrumentación reducida, lo que disminuiría el<br />

papel y la tinta gastada. Habrá que poner este<br />

hecho en relación con el ascenso del estilo galante<br />

menos pretencioso y con la voluntad de mostrar<br />

piezas de calidad accesibles en iglesias con pocos<br />

medios.<br />

Pues bien, entre manos tenemos dos cantatas de Adviento y dos de Navidad, las<br />

cuatro bien características de lo que acabamos de decir. En In deinem Wort und<br />

Sakrament, Susanne Rydén nos aporta un aria preciosa alternada con un coral que<br />

canta ella misma. La soprano sueca se hace cargo de la parte solista de Lauter<br />

Wonne, lauter Freude, cuyo final destaca por un hermoso motivo de melismas<br />

entrecortados sobre una palabra alusiva a la risa: ¿No parece música sacada de<br />

una ópera barroca? Por su parte, la breve cantata de Navidad Göttlichs Kind, Lass<br />

mit Entzücken destaca por el delicado uso de los dos instrumentos concertantes,<br />

el oboe y el violín. Y de Allein Gott in der Höh sei Ehr nos quedamos con el florido<br />

ritornello de O Freudengetöne y la posterior intervención del bajo Sebastian<br />

Noack.<br />

Pero el rasgo más telemanniano del disco no está en una cantata, sino en el<br />

Magnificat Meine Seele erhebt den Herrn, cuyos fragmentos corales transmiten<br />

una paz solemne incluso en los momentos de mayor nervio rítmico. De alguna<br />

manera, el magdeburgués siempre logró que el contrapunto no sólo no encubriese<br />

las palabras, sino que hasta las realzase. Además, este equilibrio transparente<br />

queda subrayado por el coro del Ensemble Stimmkunst, fenomenal en todas sus<br />

intervenciones.<br />

Pablo del Pozo<br />

GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Göttlichs Kind: Música para Adviento y Navidad / Susanne<br />

Rydén, soprano. Brita Schwarz, contralto. Andreas Karasiak, tenor. Sebastian Noack, bajo /<br />

Solistenensemble Stimmkunst. Ensemble 94. Dir.: Kay Johannsen / CARUS / Ref.: CARUS 83.180 (1 CD)<br />

D2<br />

GIROLAMO FRESCOBALDI (1583-1643): Fantasie<br />

& Canzoni / Liuwe Tamminga, órgano / ACCENT /<br />

Ref.: ACC 24169 (1 CD) D2<br />

GEORG MUFFAT (1653-1704): Armonico<br />

tributo (Cinco sonatas de cámara al estilo<br />

concerto grosso) / Les Muffatti. Dir.: Peter<br />

van Heyghen / RAMÉE / Ref.: RAM 0502 (1<br />

CD) D2<br />

ANTONIO CALDARA (c.1670-1736): Cantatas,<br />

Sonatas & Arias / La Gioia Armonica / RAMÉE / Ref.:<br />

RAM 0405 (1 CD) D2<br />

( 11 )<br />

Doble disco de Les Buffardins dedicado a obras<br />

para flauta de Boismortier, en ACCENT<br />

Terciopelo musical<br />

«<br />

Bienaventurado Boismortier, cuya fértil pluma<br />

puede todos los meses, sin dolor, parir un<br />

volumen». Son los versos que un teórico francés<br />

del XVIII asegura que circulaban con cinismo al<br />

respecto de la habilidad creadora de este<br />

Telemann a la francesa. Habilidad y visión<br />

comercial, claro, que para qué castigar al público<br />

con obras fuera de moda o difíciles de tocar si<br />

además no producirían dinero de la misma<br />

manera.<br />

Las críticas de<br />

entonces, como<br />

en otros tantos<br />

casos, siempre<br />

nos llaman la<br />

atención cuando<br />

escuchamos la<br />

música referida.<br />

Debe de ser que<br />

el reguetón y sus<br />

antecedentes han<br />

conseguido que<br />

lo que en otros<br />

tiempos se sintió<br />

como una melodía tonta nos parezca ahora de la<br />

más profunda introspección y complejidad<br />

liberadora.<br />

Tal vez por eso no mostraremos pudor alguno al<br />

describir las obras incluidas en la presente<br />

grabación como piezas de indiscutible madurez<br />

artística. Particularmente, los preludios del Opus<br />

35, donde la flauta se nos transforma en una viola<br />

da gamba de viento que parece ensoñarse entre<br />

alguna melancolía de Marais.<br />

Estos preludios se disponen en la grabación<br />

justo antes del comienzo de cada una de las seis<br />

sonatas para flauta del Opus 91, compuestas en<br />

1741. Por arte de magia, dado que se respetan las<br />

tonalidades en cada caso, las sonatas pasan de<br />

tener tres a cuatro movimientos con toda la<br />

naturalidad del mundo. Lícita licencia si apelamos<br />

a las improvisaciones con las que se sabe que era<br />

costumbre comenzar a tocar estos repertorios y de<br />

las que se hizo eco Hotteterre en su L´Art de<br />

Préluder. Se añade al conjunto una suite para<br />

clave cuya primera pieza, La veloutée, aparece<br />

propuesta en la portada como título general del<br />

registro. Y al final, a modo de «bonus track», la<br />

aterciopelada reaparece en una versión para<br />

flauta, gamba y clave arreglada por los propios<br />

intérpretes.<br />

Damos por sentado que en tratándose de Les<br />

Buffardins no hará falta extenderse mucho sobre la<br />

idoneidad, experiencia y soltura de sus miembros.<br />

Martín Bauer con la viola, Ewald Demeyere al<br />

clave y sobre todo, Frank Theuns y su traverso,<br />

quienes son los dos sólo uno. Por cierto que<br />

Accent ya tenía otro disco de Boismortier en el que<br />

el flautista belga participaba junto a su maestro<br />

Barthold Kuijken: los sorprendentes seis conciertos<br />

para cinco flautas (ACC 24161). Y si hablamos de<br />

Accent, tampoco habrá que insistir en la lujosa<br />

presentación o en la cuidada toma de sonido, tan<br />

cercana y nítida que hasta se escuchan las<br />

respiraciones.<br />

P.d.P.<br />

JOSEPH BODIN DE BOISMORTIER (1689-1755): La Veloutée: 6<br />

Sonatas para flauta y clave, Op.91. Obras para flauta y obras para<br />

clave / Frank Theuns, flauta travesera. Martin Bauer, viola da<br />

gamba. Ewald Demeyere, clave / ACCENT / Ref.: ACC 24168 (2<br />

CD) D10 x 2


ANDANTE rescata en óptimas condiciones técnicas una de<br />

las versiones míticasde la ópera de Bizet<br />

La famosa Carmen<br />

vienesa de Karajan<br />

La relación del director austriaco con la partitura<br />

bizetiana ha sido pródiga: dos grabaciones completas en<br />

estudio, separadas por dos decenios, una disfrutable<br />

filmación cinematográfica en 1967 y varias ejecuciones en<br />

vivo. Pero es la velada en la Ópera de Viena del 8 de octubre<br />

de 1954 la que ha entrado en la mitología del catálogo<br />

pirata, dada la multitud de ediciones, y que ahora nos llega<br />

grabada a partir de las fuentes originales. De nuevo gozamos<br />

de la personalidad de Karajan, de su trabajo orquestal<br />

detallista hasta la exageración, con sus impresionantes<br />

contrastes, con tempi a veces algo caprichosos y una<br />

presencia instrumental puede que por momentos excesiva,<br />

todo ello fruto de un<br />

talento pleno de fuerza,<br />

brillo y emoción, que a<br />

nadie puede dejar<br />

indiferente. Karajan<br />

contó con un equipo<br />

vocal de «reparto»<br />

italiano al completo<br />

(que nadie se sulfure: la<br />

obra se canta en<br />

francés, con los diálogos<br />

musicados por<br />

Guiraud, como entonces<br />

era norma), en el<br />

que destacan todos,<br />

desde el Morales de Enzo Sordello a la Frasquita (¡qué<br />

derroche!) de la deliciosa Graziella Sciutti. El cuarteto vocal<br />

es excelente: Giulietta Simionato, es cierto, hace una<br />

Carmen muy a la italiana, en la línea de sus eximias<br />

predecesoras Aurora Buades (que era, en realidad,<br />

valenciana), la Besanzoni, la Pederzini o la Stignani (nada<br />

que ver, por ejemplo, con la sublime Supervia), pero es un<br />

auténtico placer, puede que hasta un privilegio, disfrutar de<br />

esta voz sana, exuberante, rica y timbrada, manejada por<br />

una artista inteligente y generosa, de matización clara y<br />

directa. Hilde Gueden, quizás la más sensible e imaginativa<br />

cantante de opereta vienesa de todos los tiempos, además de<br />

óptima intérprete straussiana y mozartiana, es la Micaela<br />

delicada, femenina y un poco simple a que se nos tiene<br />

acostumbrados. Escamillo es el sólido barítono «martin»<br />

francés Michel Roux, que domina, por nacimiento casi, el<br />

estilo y los modales del torero bizetiano. Pero es -y puede<br />

que a quien escribe le traicione su admiración por el<br />

cantante- el Don José de Nicolai Gedda el que sobresale<br />

brillando con especialísima luz propia. El versátil tenor<br />

interpreta en la mejor tradición de canto francés, pasando<br />

del seductor lirismo del primer acto al dramatismo y tensión<br />

de los últimos, con una dicción exquisita a la vez que<br />

expresiva, el concepto de una valentía de planteo y de unos<br />

recursos expositivos de inatacable valía musical y teatral.<br />

Sólo tiene que envidiar a otros grandes Josés anteriores<br />

(Georges Thill) contemporáneos (Di Stefano, Del Monaco,<br />

Corelli o Vickers) y sucesivos (Domingo) la indudable<br />

supremacía del colorido instrumental. Como artista, el Don<br />

José de Gedda tiene escasos rivales. Aquí está la prueba, en<br />

vivo y directo, casi mejor que en sus posteriores versiones de<br />

estudio, con dos cármenes de antología, cada una a su<br />

manera: Victoria de los Ángeles y Maria Callas.<br />

Fernando Fraga<br />

KARAJAN dirige GEORGES BIZET: Carmen (ópera en cuatro actos) / Giulietta<br />

Simionato, Nicolai Gedda, Hilde Güden, Michel Roux, Graziella Sciutti, Luisa<br />

Ribacchi, Gino del Signore, Mario Carlin, Enzo Sordello, Frederick Guthrie /<br />

Kinderchor des Konservatorium der Stadt Wien. Singverein des Gesellschaft<br />

der Musikfreunde in Wien. Wiener Symphoniker. Dir.: Herber von Karajan<br />

(Grabación en directo, Musikverein, Viena, GrosserSaal, 8 de Octubre 1954) /<br />

ANDANTE / Ref.: AN 3100 (2 CD) D1<br />

( 12 )<br />

BONGIOVANNI presenta Clotilde, una gran partitura belcantista<br />

Coccia renace en Novara<br />

Carlo Coccia, una década mayor que Rossini al cual<br />

sobreviviría en cinco años, tuvo que sufrir durante su larga<br />

carrera operística la influencia y el dominio del compositor<br />

pesarense como la mayoría de los colegas musicales<br />

contemporáneos. Protegido por Paisiello, trabajó en Nápoles antes<br />

de trasladarse a Lisboa y luego a Londres, ampliando así su<br />

experiencia y su prestigio internacional. Acabó sus días en Novara,<br />

donde fue maestro de capilla de su catedral, y donde hoy la ciudad<br />

piamontesa que ha dado a su teatro, a su orquesta y a su coro el<br />

nombre del compositor, mantiene<br />

en la memoria lírica su presencia.<br />

El teatro novarés ha traído a la luz,<br />

en noviembre de 2003, la obra<br />

quizá más representativa de su<br />

talento cocciano: Clotilde, ópera<br />

semiseria (o del género larmoyant),<br />

estrenada en el Teatro San<br />

Benedetto de Venecia en 1815, año<br />

en que veían la luz dos productos<br />

rossinianos considerables, Elisabetta<br />

(que abre la lista de los<br />

sabrosos títulos escritos para la<br />

Colbrand y para el San Carlo de<br />

Nápoles, ciudad natal por cierto de<br />

Coccia) y Torvaldo y Dorliska (obra semiseria también ésta).<br />

Clotilde lleva libro de Gaetano Rossi (autor de varios textos<br />

rossinianos, entre ellos la magistral Semiramide) y narra las<br />

vicisitudes de su noble protagonista, la hija del conde de Cosenza,<br />

que se ve obligada a servir en una posada bajo el nombre de Rosa<br />

para huir de la ambiciosa Isabella, quien con sus cómplices (el<br />

hermano Sivaldo y su esbirro Tartuffo) quiere quitarle esposo<br />

(Emerico) y posición. El lieto fine pone las cosas en su sitio y<br />

permite a Clotilde-Rosa, a la manera de la Angelina rossiniana,<br />

perdonar a sus enemigos al mismo tiempo que recuperar posición y<br />

esposo. Bonita partitura, donde Paisiello y Rossini (sobre todo<br />

Rossini) parecen convivir cómodamente bajo el alentador modelo<br />

mozartiano. De Coccia ya tuvimos oportunidad de conocer su<br />

Caterina di Guisa (gracias asimismo al catálogo Bongiovanni) y<br />

Opera Rara nos había adelantado como aperitivo un fragmento de<br />

esta Clotilde (parte del dúo de la protagonista con Jacopone en el<br />

acto I). Clotilde merece situarse entre las más representativas<br />

partituras del momento, gracias a un sinfín de cualidades que pasan<br />

por la facilidad con que la música se adapta a las situaciones, por<br />

la gracia melódica y por la oportunidad de lucimiento para los<br />

intérpretes. Porque, además, no hay ni un momento muerto o en el<br />

que decaiga interés o tensión. Sin embargo, puede destacarse<br />

alguna que otra página por su inmediato impacto: el dúo ya citado<br />

entre soprano y bajo, Io venia d’assai lontano (que aquí escuchamos<br />

al fin completo), donde cada personaje está perfectamente<br />

caracterizado en su diferente personalidad aunque finalmente se<br />

integren en un canto común, el movido y por ello rico primer final,<br />

así como el delicioso y ecológico coro Allegri cantiamo (el coro<br />

tiene mucha presencia en la partitura) que permite la jugosa<br />

presentación del personaje bufo de Jacopone, quien, con Tartuffo,<br />

comparte la parte cómica de la obra. También llaman la atención<br />

las dificultosas páginas destinadas al tenor (Emerico, por supuesto)<br />

por su escritura de canto de coloratura y di sbalzo, a la manera de<br />

la ópera seria. La protagonista titular tiene sus momentos de brillo,<br />

como el de su gran instante solista del acto II, exigida en variadas<br />

formas de canto y de expresividad, poco antes de que se enzarce en<br />

un dúo con Tartuffo escrito dentro de la mejor tradición bufa<br />

italiana. Una trabajada dirección (Fabrizio Dorsi) y un valiente<br />

equipo de cantantes, entre los que destaca el protagonismo de la<br />

recuperada Adelina Scarabelli (que fuera Despina para Muti y Solti),<br />

aseguran que los valores de esta música lleguen con todo su<br />

esplendor a los oyentes.<br />

CARLO COCCIA (1782-1873): Clotilde / Adelina Scarabelli, Amedeo Moretti, Daniele<br />

Cusari, Ornella Vecchiarelli, Davide Rocca. Orchestra Sinfonica Carlo Coccia. Coro<br />

Lirico Polifonico Carlo Coccia. Gianmario Cavallaro, dirección coral. Fabrizio Dorsi,<br />

dirección / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2381/82-2 (2 CD) D2 x 2<br />

F.F.


Revisión musicológicamente definitiva de Pia de´Tolomei, en otra fastuosa edición OPERA RARA<br />

All about Pia<br />

C<br />

on ésta son ya tres las versiones de Pia de´Tolomei que he<br />

tenido ocasión de comentar en las páginas de este Boletín:<br />

en el número 65 (noviembre de 1998) la de la RAI milanesa<br />

dirigida por el moderno recuperador de la partitura, Bruno Rigacci,<br />

con Lella Cuberli como protagonista, versión recordada en junio<br />

de este mismo año (boletín 138) con motivo de su reedición en<br />

Bongiovanni; y, más recientemente aún (boletín 145, octubre de<br />

<strong>2005</strong>), la versión de La Fenice protagonizada por Patricia Ciofi bajo<br />

la batuta de Arrivabeni, que Fernando Fraga ha revisado en su<br />

edición en DVD. A estas versiones se sumarían la primera de<br />

Rigacci en Siena (1967), con la Meneguzzer, hoy inencontrable,<br />

más otra de extractos con narración interpolada, con idénticas<br />

batuta e intérprete, procedente de la Radio Suiza Italiana.<br />

¿Qué caracteriza, pues, a esta nueva grabación de un título<br />

hasta hace poco infrecuente y ofrecido en ediciones, o bien<br />

amputadas e incompletas, o bien mezcla de diversas versiones de<br />

la misma obra, realizadas por el propio Donizetti para sucesivas<br />

representaciones? Pues precisamente eso: que por primera vez nos<br />

permite conocerlo todo sobre el proceso compositivo de esta obra<br />

de madurez del bergamasco, encargada por La Fenice pero<br />

estrenada en el Teatro Apollo de la ciudad de los canales por el<br />

incendio que el 12 de diciembre de 1836 destruyera la primitiva<br />

fábrica de aquél. Pocas obras dieron a Donizetti tanto trabajo de<br />

adaptación y en tantas ocasiones sucesivas. La grabación de<br />

OPERA RARA parte de ofrecernos completa la creación original del<br />

18 de febrero de 1837 -protagonizada por la creadora de Lucia,<br />

Fanny Tacchinardi Persiani, con el tenor Poggi y el barítono<br />

Ronconi-, que no es ninguna de las versiones que conocíamos de<br />

la mano de Rigacci o Arrivabene. Pero ya en los días<br />

inmediatamente sucesivos al estreno Donizetti modificó el finale<br />

primo con una nueva versión de la stretta conclusiva, que<br />

mantiene la misma línea melódica, pero más clara y aligerada por<br />

alteraciones de tempo y compás. Una segunda ocasión la<br />

proporcionó el estreno en Senigallia el 31 de julio sucesivo, con<br />

Eugenia Tadolini (la futura creadora de Linda di Chamonix y Maria<br />

di Rohan), el tenor Napoleone Moriani (llamado «el tenor de las<br />

bellas muertes», que aquí tuvo una formidable ocasión de<br />

lucimiento con la de su personaje) y de nuevo Ronconi. Consciente<br />

de que, pese a las modificaciones operadas tras el estreno, el finale<br />

primo seguía sin suscitar el entusiasmo del público, Donizetti<br />

escribió otro nuevo (aprovechando en parte material de Ugo, conte<br />

di Parigi), que es el que ahora se incluye en las modernas versiones<br />

de la obra.<br />

Yla tercera y última modificación tuvo lugar con el estreno de<br />

la obra en Nápoles cuando, tras la prohibición de Poliuto, y para<br />

cumplir con su contrato de suministrar en tiempo una obra nueva,<br />

Donizetti se vio obligado a adaptar Pia a las exigencias de la<br />

Dame Janet Baker se erige en protagonista de este Alceste recuperado por PONTO<br />

Gluck francés a la inglesa<br />

En el invierno de 1745-1746 un treintañero Christoph Willibald Gluck, aún distante su tarea renovadora de las costumbres<br />

operísticas de la época, visitaba Londres en la que resultaría, a la postre, su única visita a Inglaterra. Bastantes años<br />

después, en 1981, el Covent Garden de la capital inglesa ponía en pie, en francés, una de sus obras reformistas más<br />

representativas: Alceste. La visita del músico, pues, encontraba allá un postergado pero indudable reconocimiento. Porque<br />

los cantantes dispuestos a poner en pie tan definitiva obra gluckiana eran todos ingleses o de órbita anglosajona: Robert Tear,<br />

John Shirley-Quirk, Matthew Best, Jonathan Summers y Maldwin Davies (poco después un buen Oronte al lado de la<br />

maravillosa Alcina de Arleen Augèr), dirigidos por el australiano de vocación inglesa Sir Charles Mackerras. Con el añadido de una protagonista<br />

titular de excepción: Dame Janet Baker, quien por aquellas fechas grababa para su sello Philips un impresionante recital con arias del compositor<br />

bohemio y cantaba un magnífico Orfeo en el Festival de Glyndebourne, del que se ha tenido el acierto de conservar tanto en vídeo como en audio.<br />

El sello Ponto con esta Alceste tiene la intención de recuperar otras interpretaciones de la insigne cantante, proyecto al que ya desde aquí se le da<br />

la necesaria y ansiosa bienvenida. Gluck planteó su sólida reforma lírica en contra de los excesos o de las carencias de la ópera barroca y todos<br />

los cantantes ingleses de esta velada se formaron cantando a Haendel. Lógica la elección: Gluck hizo lo propio en su tiempo, pues no le quedó<br />

otro remedio que echar mano para su revuelta lírica de los intérpretes en rodaje «barroco». De hecho, el primer Orfeo fue un evirato, Gaetano<br />

Guadagni. Su lejana sucesora, Janet Baker aplica al canto reformista los mismos criterios musicales y dramáticos que cimentaron su fama:<br />

musicalidad impoluta, clara descripción del personaje y sentido dramático del texto, en una espléndida diferenciación entre el expresivo recitato<br />

y las maravillosas oportunidades del variado cantabile. Así, escuchamos a la gran mezzosoprano pasar por los diferentes estados de ánimo que<br />

definen a esta heroína, desde la angustia y la rebelión, a la esperanza, la renuncia y la final satisfacción. Baker no deja al azar ninguna frase ni<br />

ninguna página solista a ella encomendada, marca de calidad que sólo exhiben las intérpretes auténticamente grandes, elevándose por encima de<br />

unos compañeros, aunque honestos y aplicados, de inferior impacto canoro. Una aceptable toma en directo colabora al disfrute de esta preciosa<br />

entrega discográfica.<br />

CHRISTOPH WILLIBALD GLUCK (1714-1787): Alceste / Baker, Tear, Summers, Shirley-Quirk / Orchestra and Chorus of the Royal Opera House, Covent Garden. Dir.: Charles<br />

Mackerras (Londres, 12 de Diciembre de 1981) / PONTO / Ref.: PO 1035 (2 CD) D5 x 2<br />

( 13 )<br />

censura dotándola de un final feliz<br />

absolutamente incongruente con el<br />

modo trágico que respira toda la obra,<br />

pero que de nuevo le proporcionó la<br />

ocasión de añadir más retoques y algo<br />

de nueva música a la trabajada<br />

partitura -lo que no evitó que encima fuera multado por no cumplir<br />

con su contrato (¡cómo no iba a abandonar Nápoles en esas<br />

circunstancias!)-, que fue creada sin gran aplauso el 30 de<br />

septiembre de 1838 en el San Carlo con la Ronzi de Begnis, el<br />

tenor Basadonna y el barítono Barroilhet (los mismos que un año<br />

atrás obtuvieran allí un inmenso éxito con Roberto Devereux).<br />

Hasta aquí la historia que la grabación de Opera Rara nos<br />

ejemplifica minuciosamente. Los diversos artículos citados al<br />

comienzo de estas líneas nos dispensan de volver sobre el tema y<br />

las características de la ópera. Baste decir que esta nueva edición,<br />

sin privar de valor a las versiones arriba comentadas, supone un<br />

esfuerzo de la benemérita editora discográfica británica a la altura<br />

de sus mejores trabajos precedentes, también por los mimbres<br />

reunidos para la ocasión: la extraordinaria Majella Cullagh, una de<br />

las más firmes luminarias del universo donizettiano actual, que<br />

descubrimos en Zoraida di Granata; la joven contralto Manuela<br />

Custer, hoy ya una habitual de Pésaro, que brinda timbre<br />

apropiadísimo y perfección interpretativa al personaje de Rodrigo,<br />

el hermano de Pia; el tenor Bruce Ford, a quien no vamos a<br />

descubrir a estas alturas, como el repulsivo/atractivo Nello, y un<br />

Roberto Frontali eficaz, pese a ciertas tosquedades, como Ghino,<br />

el marido ofuscado y vengativo, que hoy sería un buen exponente<br />

del violento de género; y, junto a ellos, excelentes nombres de la<br />

nueva generación como Marco Vinco o Mirco Palazzi constituyen<br />

un lujo increíble para sus personajes secundarios. De nuevo el gran<br />

David Parry toma la batuta para dirigir a la London Philharmonic y<br />

al Geoffrey Mitchell Choir en la presente edición, dotada, como se<br />

podrán imaginar, de la documentación más rica en análisis, datos<br />

e ilustraciones entre cuantas pueblan el universo de la edición<br />

discográfica. ¡Ojalá el trabajo del reciente y tristemente<br />

desaparecido Patric Schmid (Texas, 1944-Londres <strong>2005</strong>), a quien<br />

desde aquí deseamos rendir tributo de admiración y<br />

reconocimiento por su labor de más de tres décadas, continúe en<br />

manos tan competentes y entusiastas como las suyas! Hagamos<br />

votos porque así sea.<br />

Santiago Salaverri<br />

GAETANO DONIZETTI (1797-1848): Pia de’ Tolomei / Serville, Cullagh, Custer,<br />

Ford, Palazzi / Geoffrey Mitchell Choir. London Philharmonic Chorus. Dir.: David<br />

Parry, (Versión original de 1837. BONUS: Todas las revisiones de Donizetti incluído el<br />

Final feliz) / OPERA RARA / Ref.: ORC 30 (3 CD) D1 x 3<br />

F.F.


Raros conjuntos operísticos del siglo XIX,<br />

otra miscelánea OPERA RARA<br />

Italia canta con varias voces<br />

Suele hacer misceláneas OPERA RARA reuniendo<br />

interesantes monográficos del Ottocento italiano<br />

extraídos de su incalculable catálogo. Ahora presenta<br />

una nueva propuesta que titula Vocal Teamwork (trabajo<br />

vocal en equipo), subtitulado «raros conjuntos<br />

operísticos». Se trata, como ya habrá adivinado el lector,<br />

de una selección de fragmentos cantados por varias voces,<br />

partiendo del simple dúo hasta alcanzar al conjunto de un<br />

final de cuadro o acto. Se trata de fragmentos de óperas<br />

estrenadas entre 1813 y 1847, una rica treintena de<br />

producción italiana,<br />

que vio nacer toda la<br />

obra de Rossini y<br />

Bellini, parte de la de<br />

Donizetti y los<br />

inicios verdianos.<br />

Como el adjetivo<br />

«raros» del título<br />

antes indicado ya<br />

limita un tanto la<br />

elección, no encontramos<br />

aquí fragmentos<br />

de las partituras<br />

más representativas<br />

de los<br />

compositores del<br />

periodo; en su lugar o a cambio, sí hay momentos<br />

decisivos de algunas de sus obras menos frecuentadas, así<br />

como de las de otros compositores a menudo<br />

simplemente recordados por referencias enciclopédicas.<br />

De Verdi aparece el cuarteto con coro Sangue a me (en<br />

realidad un verdadero finale) del Macbeth florentino de<br />

1847 antes de la revisión definitiva de 1865, y de Rossini,<br />

entre otros destacados ejemplos más, el del estupendo<br />

dúo de la pareja protagonista de Bianca e Falliero, obra<br />

excelente que ha recibido este verano en Pésaro un<br />

necesario y puede que decisivo espaldarazo. Donizetti<br />

está representado por un sexteto (Gianni di Calais) y un<br />

noneto (L’assedio di Calais), dando cuenta por si necesario<br />

fuere de la capacidad del compositor para la escritura<br />

contrapuntística. Meyerbeer excede un tanto los límites<br />

«naturales» de la entrega al ofrecerse un acabado duetto<br />

de Dinorah (ópera estrenada en 1859 y en francés), mas<br />

compensa, entrando así en la filosofía que preside esta<br />

collana, con sus italianísimos terceto de L’esule di Granata<br />

y quinteto de Margherita d’Anjou. De la excelente Medea<br />

en Corinto de Mayr, estrenada el mismo año (1813) que el<br />

rossiniano Tancredi, tenemos oportunidad de disfrutar del<br />

magnífico quinteto que opone a los principales<br />

protagonistas Medea, Creusa, Giasone, Creonte y, al otro<br />

tenor, Egeo. No se olvida a Paer, presente por el settimino<br />

de Agnese, ni a Mosca, con un cómico sexteto de Li sposi<br />

in cimento, ni tampoco a Coccia a través de una intensa<br />

escena de Maria Stuarda, obra anterior en siete años a la<br />

homónima donizettiana. Mercadante no podía faltar en el<br />

recuento y el terceto elegido de Emma D’Antiochia da<br />

cuenta de su categoría y valor compositivos. Los solistas<br />

encargados de poner en pie tan rico contenido canoro<br />

pasan por nombres tan sabrosos como los de Rockwell<br />

Blake, Majella Cullagh, Bruce Ford, Annick Massis,<br />

William Matteuzzi, Nelly Miricioiu, Jennifer Larmore,<br />

Raúl Giménez... y tantos otros, más o menos capaces de<br />

dar cuenta de las exigencias nada fáciles de sus<br />

respectivas encomiendas.<br />

F.F.<br />

VOCAL TEAMWORK: Agrupaciones operísticas infrecuentes de Donizetti,<br />

Mayr, Rossini, Meyerbeer, Verdi, Coccia & Mosca / Annick Massis, Bruce<br />

Ford, Majella Cullagh, Alastair Miles, Jennifer Larmore, Mirco Palazzi,<br />

Laura Claycomb. London Philharmonic Orchestra. BBC Concert Orchestra,<br />

Philharmonia Orchestra. David Parry, James Judd, Giuliano Carella,<br />

dirección / OPERA RARA / Ref.: ORR 233 (1 CD) D1<br />

Sin lugar a dudas, la voz de Nicolai Ghiaurov ha sido una de las más<br />

hermosas que han podido escucharse en los teatros líricos durante<br />

las últimas décadas del siglo XX. Incluso, de una manera bastante<br />

injusta, se llegó a afirmar que sus dotes interpretativas no estaban a la<br />

misma altura que el poderío tímbrico de ese instrumento lleno y<br />

homogéneo en toda la tesitura y de una turbadora belleza. Es posible,<br />

pero el público de la Staatsoper vienesa, que siempre ha sido gourmet<br />

de las buenas voces, lo consagró como uno de sus artistas favoritos,<br />

como podemos apreciar en este compacto formado a partir de algunos<br />

de los momentos mejores del artista<br />

búlgaro en dicho escenario. Nicolai<br />

Ghiaurov tuvo la suerte de legar<br />

prácticamente todo su repertorio para las<br />

mejores firmas cuando se encontraba en<br />

su más rotunda plenitud. Y, como todo<br />

artista inteligente, cuando se presentó el<br />

inevitable desgaste vocal fue sustituyendo<br />

el poderío de los medios físicos por una<br />

mayor penetración psicológica, lo cual<br />

hizo que sus últimos Boris, Filippo o<br />

Fiesco (como pudo comprobarse en<br />

Barcelona o en Bilbao) tuvieran una<br />

humanidad conmovedora. También en los<br />

últimos años incorporó a su repertorio rarezas como el Arkel del Pelléas<br />

(en una emocionante creación en el Teatro Comunale de Bolonia) o<br />

cameos como el Papa de Benvenuto Cellini (en el que fue uno de sus<br />

últimos hogares, la Opernhaus de Zurich).<br />

La voz de Ghiaurov reunía el color y la pátina eslavos con una<br />

emisión y un fraseo a la italiana, lo cual le daba una personalidad muy<br />

atractiva. El presente disco incluye algunos de sus papeles fetiche,<br />

comenzando por el Fiesco de Simon Boccanegra, procedente de una<br />

representación de 1969 al mando de Josef Krips, con un vigoroso<br />

Eberhard Waechter como el dux genovés, y el Filippo II del Don Carlo<br />

de 1970 con Horst Stein, recientemente editado al completo, al igual<br />

que el Attila de 1980 con Giuseppe Sinopoli (este último, uno de los<br />

escasos grandes papeles que, lamentablemente, no llevó al disco). En<br />

todos ellos, al igual que en el Banquo de Macbeth de 1982 -también con<br />

el maestro italiano- podemos apreciar esa proverbial nobleza en la<br />

emisión, aparte de la arrebatadora belleza sonora antes mencionada.<br />

No podían faltar el Basilio de Il barbiere di Siviglia (de 1979, con<br />

Gómez Martínez), uno de los roles que le permitieron prolongar su<br />

carrera, ni la amorosa aria de Gremin (cantada siempre pensando en su<br />

esposa, la adorable Mirella Freni) en el Eugenio Onieguin con Seiji<br />

Ozawa de 1998 (asimismo existente en su integridad). Para terminar, la<br />

gran escena del acto II y la muerte de Boris Godunov, tal vez lo más<br />

grandioso del recital, dirigido por un maestro polaco no demasiado<br />

conocido pero muy eficiente, Robert Satanowski, en 1976. En suma, un<br />

disco para disfrutar de un artista único en plenitud y sin concesiones.<br />

( 14 )<br />

Homenaje de ORFEO al gran Nicolai Ghiaurov<br />

Una voz en plenitud<br />

Rafael Banús Irusta<br />

NICOLAI GHIAUROV canta grabaciones de ópera de Giuseppe Verdi, Giacchino Rossini,<br />

Piotr Ilych Tchaikovsky & Modest Mussorgsky / Chor und Orchester der Wiener Staatsoper.<br />

Josef Krips, Horst Stein, Giuseppe Sinopoli, Miguel Gómez Martínez, Robert Satanowsky,<br />

dirección (Grabado entre 1969-1982) / ORFEO / Ref.: C671051B (1 CD) D4<br />

FESTIVAL DE LA ÓPERA DE VIENA 1955:<br />

Selección de Fidelio (Mödl, Dermota,<br />

Schöffler, Weber, Seefried, Böhm); Don<br />

Giovanni (London, Della Casa, Dermota,<br />

Jurinac, Seefried, Kunz, Böhm); Aida (Rysanek,<br />

London, Hopf, Madeira, Frick, Kubelik); Die<br />

Meistersinger von Nürnberg (Seefried, Beirer,<br />

Schöffler, Kunz, Reiner); Wozzeck (Berry,<br />

Goltz, Böhm); Der Rosenkavalier (Reining,<br />

Jurinac, Güden, Knappertsbusch); Die Frau<br />

ohne Schatten (Rysanek, Höngen, Hopf, Goltz,<br />

Weber, Böhm). Coro y Orquesta de la Ópera de<br />

Viena, 1955 / ORFEO / Ref.: C666053D (3 CD)<br />

D4 x 3


CPO publica El duendecillo de Navidad una<br />

deliciosa ópera de Hans Pfitzner<br />

Un precioso cuento de<br />

Navidad<br />

Estrenada en 1906 y<br />

representada en una<br />

nueva versión en<br />

1917, Das Christelflein<br />

(El elfo de Navidad)<br />

constituye una de las<br />

partituras más inspiradas<br />

de Hans Pfitzner, quien<br />

sentía una especial<br />

debilidad por ella. La<br />

obra mezcla la realidad y<br />

la fantasía en torno a una<br />

escéptica familia que<br />

será redimida por el espíritu de la Navidad. El<br />

propio gnomo que da título a la obra adquirirá su<br />

dimensión<br />

sobrenatural<br />

cuando, después<br />

de curar a una<br />

niña enferma,<br />

acompañe al<br />

Niño Jesús en su<br />

camino al Paraíso.<br />

La versión que<br />

nos presenta<br />

CPO (que ya ha<br />

editado varios<br />

registros<br />

dedicados al<br />

compositor, entre ellos una excelente integral<br />

liederística) fue recogida en vivo en la<br />

Philharmonie am Gasteig de la capital bávara en<br />

diciembre de 2004, y es a todas luces magnífica.<br />

Está llena de convicción y entusiasmo por parte<br />

de todos los que en ella intervienen. Claus Peter<br />

Flor obtiene un estupendo rendimiento de la<br />

Orquesta de la Radio de Munich, resaltando la<br />

riquísima orquestación, que reúne lo mejor de<br />

Lortzing y de Humperdinck, de Richard Strauss y<br />

Siegfried Wagner, salpicado con alegres danzas y<br />

canciones populares tamizadas por una<br />

armonización elaborada pero que en ningún<br />

momento resulta farragosa.<br />

El elenco vocal es impecable. Las dos<br />

sopranos, Marlis Petersen y Martina Rüping, están<br />

ambas deliciosas en sus respectivas<br />

encarnaciones del Elfo y el Niño Jesús. Michael<br />

Volle da mucho carácter al criado Ruprecht, un<br />

personaje clásico de la tradición alemana, que<br />

premia a los niños buenos y da cariñosos golpes a<br />

los que se portan mal. Y Friedemann Röhlig<br />

confiere la adecuada dignidad al Anciano de los<br />

Abetos en este «Parsifal de bolsillo» (como lo<br />

calificó su autor) que tiene también un trasfondo<br />

ecológico, ya que la naturaleza tiene una misión<br />

fundamental en la redención final. Para terminar,<br />

los muchachos de Bad Tölz son una garantía<br />

absoluta en este tipo de proyectos, y la actriz<br />

Andrea Sokol va enlazando los números<br />

musicales como si estuviera relatando un cuento<br />

infantil. Los niños disfrutarán, pero los mayores<br />

aún más.<br />

R.B.I.<br />

HANS PFITZNER (1869-1949): Das Christ-Elflein / Marlis<br />

Petersen, soprano. Martina Rüping, soprano. Kevin Connors,<br />

tenor. Christian Bauer, tenor. Michael Volle, bajo. Andreas Hörl,<br />

barítono. Friedemann Röhlig, bajo. Richard Salter, bajo / Tölzer<br />

Knabenchor. Münchner Rundfunkorchester. Dir.: Claus Peter<br />

Flor / CPO / Ref.: 777155-2 (2 CD) D2 x 2<br />

ORFEO edita, por fin, la esperada Mujer sin sombra de Böhm en Viena (1955)<br />

Ensayo para una grabación mítica<br />

Hay un puñado de grabaciones operísticas en estudio (casi) perfectas,<br />

incuestionables, que han alcanzado categoría de leyenda. La Tosca de de<br />

Sabata-Callas-di Stefano (EMI) es una de ellas. Entre el 29 de noviembre y<br />

el 10 de diciembre de 1955 la Filarmónica de Viena y un extraordinario equipo de<br />

cantantes, a las órdenes del obstinado Karl Böhm, registraron La mujer sin sombra<br />

en la Grosser Saal de la Musikverein. El resultado fue uno de esos raros milagros<br />

discográficos, un hito de la fonografía (¡y en estéreo!), que Decca debería reeditar<br />

con urgencia o ceder a Testament. La grabación fue un empeño personal del<br />

director de Graz, cuya insistencia acabó por arrastrar a los directivos del sello<br />

británico a una aventura de incierto futuro. A ello contribuyeron también los<br />

cantantes, que renunciaron temporalmente a sus emolumentos (1). Años después,<br />

gracias al inesperado éxito de la grabación, Decca les compensó<br />

económicamente. Con la única excepción de Paul Schöffler, el mismo equipo<br />

había interpretado la ópera de Strauss el mes de noviembre en la Staatsoper<br />

vienesa, en el marco de la irrepetible temporada<br />

que Böhm, director de la institución, preparó<br />

para celebrar la reapertura del coliseo de la<br />

Ringstrasse, destruido por las bombas aliadas en<br />

marzo de 1945. Salvo error, ya habían sido<br />

publicados todos los títulos del Wiener<br />

Opernfest de 1955 excepto La mujer sin sombra,<br />

que Orfeo edita al fin, de manera oficial y con<br />

muy buen sonido, a partir de las cintas<br />

conservadas en los archivos de la Staatsoper.<br />

Esta compleja partitura fue uno de los grandes<br />

amores de Böhm, que la dirigió con frecuencia<br />

en Dresde, Berlín, Viena, Salzburgo, París,<br />

Nueva York y San Francisco. Su contrastada y<br />

diáfana lectura constituye una referencia con la que deben medirse las demás. Los<br />

interludios son espléndidos, atmosféricos. Por ejemplo, la música de la<br />

transformación del primer acto, ese epigonal «descenso al Nibelheim», es lo que<br />

debe ser, un viaje alucinante, lleno de temores, en el que lo terrorífico y lo grotesco<br />

se dan la mano. La respuesta de la Filarmónica de Viena es de un virtuosismo,<br />

precisión, belleza de sonido y entrega admirables. En conjunto, el imponente<br />

reparto vocal, cuidado hasta en los papeles más breves (en ellos encontramos los<br />

nombres de Kurt Böhme, Alfred Poell, Eberhard Wächter, Murray Dickie o Hilde<br />

Rösl-Majdan) es posiblemente el más apropiado jamás reunido para esta obra. El<br />

Ama fue una de las grandes creaciones straussianas de Elisabeth Höngen, quien ya<br />

lo cantó en Munich en 1939 con Clemens Krauss. El Emperador de Hans Hopf es<br />

heroico, viril, poco refinado pero muy expresivo. Es «un cazador y un amante»,<br />

como le define el Ama. La voz es voluminosa, brillante y timbrada arriba, donde<br />

adquiere una firmeza y redondez ausentes en el centro, permanentemente<br />

engolado y de emisión fluctuante. Leonie Rysanek dejó una huella indeleble como<br />

Emperatriz, criatura del aire y de la luz. Durante veinticinco años la heredera de<br />

Maria Jeritza monopolizó un papel ideal para su iridiscente registro agudo y su<br />

centro carnoso. La suya es una exhibición de técnica, seguridad, fortaleza,<br />

sensibilidad e inteligencia interpretativa. La Tintorera de la eminente straussiana<br />

Christel Goltz convence plenamente -no así su Salomé-. Domina el papel, al que<br />

presta dureza, acritud, buenas dosis de histeria y un punto de sadismo y crueldad.<br />

Exhibe una camaleónica habilidad para adecuar el color vocal a la expresión,<br />

reflejando la transformación del personaje, de la actitud irónica y desafiante a la<br />

vulnerabilidad. Ludwig Weber, con su voz noble, de respetable hombre de edad,<br />

carácter apacible y bonachón, es un notable Barak. Aunque el papel está escrito<br />

para barítono-bajo, -más lo primero que lo segundo- y la tesitura no debía<br />

resultarle cómoda, sortea con éxito todas las dificultades (abundan los Fa3, hay<br />

incluso un Sol3). Como era habitual en los teatros -ahora también, pero se<br />

practican con más moderación- y sucede en la grabación de estudio antes<br />

mencionada, hay cortes: leves en los dos primeros actos, considerables en el<br />

tercero. Esto no resta un ápice de interés a la histórica velada, cuya preservación y<br />

recuperación justifican la existencia de un medio que hay quien considera<br />

agotado.<br />

( 15 )<br />

Miguel Ángel González Barrio<br />

Notas:<br />

(1) En plena posguerra Decca asumió el riesgo financiero por una cuestión de prestigio<br />

empresarial, y el elenco aceptó, gratis, la remota posibilidad de hacer historia. Cincuenta<br />

años después, con su decisión de no volver a grabar ópera en estudio después del Tristán de<br />

Plácido Domingo, EMI ha escenificado la muerte anunciada del disco inaugurando una<br />

nueva era llena de interrogantes.<br />

RICHARD STRAUSS (1864-1949): Die Frau ohne Schatten (La Mujer sin sombra, ópera en tres actos) /<br />

Hans Hopf, Leonie Rysanek, Elisabeth Höngen, Kurt Böhme, Karl Terkal, Ludwig Weber, Murray Dickie /<br />

Chor und Orchester der Wiener Staatsoper. Dir.: Karl Böhm (Grabación en directo, Viena 1955) / ORFEO<br />

/ Ref.: C668053D (3 CD) D4 x 3


Alos cincuenta años del acontecimiento, al<br />

fin se editan con buen sonido (1) los<br />

Maestros Cantores que Fritz Reiner dirigió<br />

en Viena el 14 de noviembre de 1955, en la<br />

primera temporada de la reconstruida Staatsoper.<br />

En menos de un mes, los vieneses pudieron<br />

presenciar siete producciones nuevas de Fidelio<br />

(Böhm, editado en CD por Melodram), Don<br />

Giovanni (Böhm, RCA), Aida (Kubelik, Myto), La<br />

mujer sin sombra (Böhm, Orfeo), Maestros Cantores (Reiner), El<br />

caballero de la Rosa (Knappertsbusch, RCA) y Wozzeck (Böhm,<br />

Andante). La restauración de Orfeo es excelente, el sonido es<br />

nítido, cercano, natural y hace justicia a la interpretación, que<br />

desde ahora habrá que contar entre las mejores de la obra. El<br />

reparto vocal fue verdaderamente estelar. Con su bella voz, recia y<br />

noble, Paul Schöffler, en el papel de su vida, demostró por qué era<br />

el Sachs favorito de los vieneses, que recibieron su entrada en la<br />

escena de la pradera con una ovación. Quizá le falte algo de<br />

poesía y hondura en los monólogos -sobre todo el «Wahn!»-, pero<br />

domina el sprechgesang y es un actor consumado, lo que convierte<br />

sus escenas con Eva, Beckmesser y Walther en piezas antológicas.<br />

La arenga final de Sachs es memorable. Schöffler canta con<br />

intensidad, emoción, convicción y sin rastro de fatiga. Él y Reiner<br />

elevan el final hasta la apoteosis. La Eva de Irmgard Seefried es<br />

ideal en los dos primeros actos. Con su voz aniñada, reacciones<br />

(enfado, ternura…) extremas y al mismo tiempo creíbles, perfila un<br />

personaje tan rico en matices como bien cantado, aderezado con<br />

detalles de gran actriz. Por ejemplo, cuando Magdalene la llama al<br />

final de la cuarta escena del segundo acto, da la impresión de estar<br />

llorando realmente, afligida por el fracaso de Walther en la<br />

pretensión. En el tercer acto, en particular en «O Sachs! Mein<br />

Freund!», se echa en falta una voz con más cuerpo, más ancha. El<br />

punto débil de la función es el Walther del vienés Hans Beirer,<br />

tenor heroico auténtico, que cantó indispuesto y en estado de gran<br />

nerviosismo. La emisión es sofocada, se le nota inseguro, y el<br />

oyente sufre con él esperando un desastre que roza pero que no<br />

llega a suceder. Es expresivo y tiene algunos detalles de calidad,<br />

sobre todo en el primer acto y cuando no tiene que usar la media<br />

voz, escollo insalvable para él. Después se viene abajo, y además<br />

de liarse con el texto en varias ocasiones los problemas de voz se<br />

hacen cada vez más palpables. A la canción del premio llega muy<br />

justo de fuerzas. Erich Kunz es un estupendo Beckmesser. Sin<br />

desdeñar la vis cómica del personaje, no cae en la parodia<br />

exagerada y nunca pierde la línea de canto. El Pogner de Gottlob<br />

Frick, de voz noble y rocosa, es vocalmente ajustado, un burgués<br />

que infunde respeto. Magnífica la pareja cómica formada por<br />

Rosette Anday y el escocés Murray Dickie, lírico-ligero de voz<br />

grata, dicción impecable y técnica pulida. Cumple con solvencia<br />

el resto del elenco, del que cabe destacar el Kothner del habitual<br />

RICHARD STRAUSS (1864-<br />

1949): Feuersnot / Gundula<br />

Janowitz, John Shirley-Quirk,<br />

Helmut Krebs, Helmut Berger-<br />

Tuna / Orquesta Sinfónica de la<br />

Radio de Berlín, Coro de Niños<br />

de Tölz, Coro de Cámara RIAS.<br />

Dir.: Erich Leinsdorf (Berlín, entre<br />

el 5 y el 15 de mayo de 1978) /<br />

PONTO / Ref.: PO 1034 (2 CD)<br />

D5 x 2<br />

Los maestros de Reiner en Viena<br />

El amigo Fritz, Meisterdirigent<br />

LUCIA POPP y JORMA<br />

HYNNINEN cantan Cantatas y<br />

Arias con acompañamiento de<br />

trompeta de Johann Sebastian<br />

Bach, Georg Frideric Haendel &<br />

Georg Philipp Telemann / Lucia<br />

Popp, soprano. Jorma Hynninen,<br />

bajo. Carole Dawn Reinhart,<br />

trompeta / Amsterdam Chamber<br />

Orchestra. Dir.: Marinus Voorberg<br />

/ ARTS / Ref.: 43015-2 (1 CD) D5<br />

( 16 )<br />

Hans Braun y el Sereno del joven estadounidense Frederick<br />

Guthrie, de cálidos graves.<br />

Sorprende leer en las notas de Gottfried Krauss que la dirección<br />

de Reiner no gustó a un sector del público, que la encontró<br />

desacostumbrada, quizá por alejarse de los estándares de la gran<br />

tradición. Conviene recordar aquí las palabras de Sachs en el<br />

primer acto: «La canción y la melodía del caballero las hallé<br />

nuevas, pero no equivocadas: si él abandonó nuestras vías, avanzó<br />

firme y sereno. Si queréis medir según reglas lo que no sigue el<br />

curso de las vuestras, olvidados del propio rastro, buscad primero<br />

las reglas de éste.» Reiner<br />

diferencia perfectamente las<br />

distintas atmósferas que hay en la<br />

obra, y siempre con su enfoque<br />

objetivo, basado en la fidelidad<br />

absoluta al texto, precisión<br />

obsesiva en la ejecución (los<br />

grupos de notas breves están<br />

perfectamente articulados), sonido<br />

transparente, dejando oír todas las<br />

voces de la orquesta, puede ser<br />

efusivo, romántico -sin excesos ni<br />

manierismos-, ligero, alegre,<br />

cómico, o majestuoso. Todo está<br />

expuesto con claridad y maravillosamente tocado por una<br />

Filarmónica de Viena consciente de la significación de la<br />

temporada de la reapertura de la Staatsoper. La batuta destaca<br />

detalles de la partitura que habitualmente pasan desapercibidos. En<br />

el primer acto, cuando Kothner interroga a Stolzing acerca de sus<br />

maestros («…welch Meisters seid Ihr Gesell», pista 9, 2’52’’) hay un<br />

forte sobre la palabra «Meister»: la música aguijonea tanto como la<br />

pregunta de Kothner. Sorprende el ff seco en la cuerda que precede<br />

al comienzo del «Jerum! Jerum!». En el coral «Wach auf!» del<br />

tercer acto -anticipa a Thielemann, aunque éste exagera la pausasorprende<br />

haciendo oír cosas (trinos y semicorcheas en la cuerda<br />

alta) que nunca se oyen. Lectura ágil, vital, optimista, no reñida<br />

con los guiños a la tradición, como la retención del tiempo al final<br />

de la obra, que concluye con grandeza y pompa, y nos mueve a<br />

exclamar: «Heil, Meister Reiner!»<br />

M.Á.G.B.<br />

Notas:<br />

(1) Melodram los editó en CD, aunque esa edición no se menciona en la<br />

Guía Wagner de Ángel Mayo. Agradezco a Manuel Pérez de Rozas la<br />

información.<br />

RICHARD WAGNER (1813-1883): Die Meistersinger von Nürnberg / Schöffler, Frick,<br />

Terkal, Waechter, Kunz / Chor der Wiener Staatsoper. Orchester der Wiener Staatsoper.<br />

Dir.: Fritz Reiner (Grabación en directo, Viena 14 de Noviembre de 1955. Primera<br />

grabación de esta representación) / ORFEO / Ref.: C667054L (4 CD) D4 x 4<br />

ANTONIO SACCHINI (1730-1786):<br />

Oedipe à Colone / Manon Feubel,<br />

Fabrice Mantegna, Daniel Gálvez-<br />

Vallejo, Sviatoslav Smirnov, Raphaëlle<br />

Farman, Jacques Gay, Géraldine<br />

Casey / Choeur de Chambre et<br />

Orchestre de la Camerata de<br />

Bourgogne. Dir.: Jean-Paul Penin<br />

(Grabado en la Sala Jacques Fornier,<br />

Dijon, los días 5 y 6 de Junio y el 17<br />

de Septiembre de 2004) / DYNAMIC /<br />

Ref.: CDS 494/1-2 (2 CD) D2 x 2<br />

GRAND PAS IN THE WHITE NIGHT: Selecciones de Romeo<br />

y Julieta, Suite Grecque, La Bayadére, Notre Faust, Don<br />

Quixote...(Documental) / Ballet del Siglo XX. Maurice Béjart,<br />

coreografía y dirección . Ballet Kirov. Oleg Vinogradov,<br />

coreografía y dirección / INMORTAL / Ref.: IMM 960005 (1<br />

DVD) D4 x 2<br />

CESARE PUGNI (1805-1870): Esmeralda (Ballet) / Elvira<br />

Khabibullina, Kirill Myasnikov, Angella Kondrashova, Andrei<br />

Kuligin. Ballet company and Symphony Orchestra of the St.<br />

Petesburg Mussorgsky State Academic Opera and Ballet<br />

Theatre. Andrei Anikhanov, dirección musical. Nikolai<br />

Boyarchikov, dirección artística. / INMORTAL / Ref.: IMM<br />

960006 (1 DVD) D4 x 2


Szell en Europa:<br />

un Beethoven histórico<br />

Hace exactamente un año escribía sobre George Szell<br />

como intérprete beethoveniano (Sinfonías 8 y 9, BBC<br />

Legends) en tono entusiasta, que también conviene a<br />

estos registros del Festival de Salzburgo fechados en 1961 y<br />

1965. El primer CD recoge íntegro el concierto ofrecido el 6<br />

de agosto de 1961 al frente de la Staatskapelle de Dresde,<br />

acontecimiento inolvidable<br />

para quien tuvo la fortuna de<br />

presenciarlo. Esta apoteosis<br />

del Beethoven heroico se<br />

abre con una impresionante<br />

versión de la Obertura de<br />

Coriolano, fiel hasta el límite<br />

a la letra y al espíritu de la<br />

obra, con unos ataques<br />

precisos, cortantes y un<br />

control de la dinámica que<br />

dejan sin aliento. Sigue un<br />

espléndido Concierto Emperador,<br />

sexta versión -al<br />

menos- oficial de Szell, que<br />

también grabó esta obra con Moiseiwitsch, Curzon, Gulda,<br />

Fleisher y Gilels, estos dos últimos dentro de las respectivas<br />

integrales. Como en la Obertura, y como en la Quinta<br />

Sinfonía que sigue, Szell despliega una energía de la mejor<br />

ley, genuinamente beethoveniana, que arrastra a los músicos<br />

y al oyente de principio a fin: la vitalidad del fraseo, la<br />

dinámica contrastadísima, la constancia del pulso rítmico, el<br />

relieve de los solos de madera y metal, todo ello se integra a<br />

la perfección, en un equilibrado diálogo, con la estupenda<br />

labor del pianista Nikita Magaloff, un fino artista a quien su<br />

casa de discos, Philips, no trató según su calidad le hacía<br />

acreedor. En esta ocasión deja constancia de su clase,<br />

particularmente en el tiempo lento, en el que el delicadísimo<br />

diálogo con la orquesta alcanza muy altas cotas de<br />

expresividad. Tan solo en el final echamos en falta algo de<br />

fuerza para equilibrarse con el vigoroso acompañamiento.<br />

Una Quinta Sinfonía en la que se transparentan todas las<br />

líneas musicales, perfecta de ejecución, absolutamente<br />

excepcional en todo sentido, comparable a las más grandes<br />

versiones (Furtwängler, Kleiber padre e hijo), culmina este<br />

concierto con broche de oro y desata un justificadísimo<br />

entusiasmo del público: el enlace de los tiempos tercero y<br />

cuarto que Szell consigue de sus músicos de Dresde es<br />

antológico.<br />

Del segundo concierto, que tuvo lugar el 2 de agosto de<br />

1965 falta, por razones de espacio, el Cuarto Concierto de<br />

Beethoven con Clifford Curzon. Dado el óptimo<br />

entendimiento del pianista inglés con Szell, esperemos poder<br />

disfrutarlo en el futuro. Soberbia la Obertura de Egmont: otra<br />

vez Szell nos obliga a (re)descubrir una partitura que<br />

creíamos conocer bien pero que él hace sonar como si fuera<br />

nueva. Tremenda la Tercera de Bruckner (versión «final» de<br />

1889), aunque para escucharla uno debe olvidar las<br />

referencias de otros brucknerianos más auténticos -creo yo-,<br />

más cálidos, más amplios de tempi y de sonoridades menos<br />

agresivas (Celibidache y Wand, por citar solo a dos). El de<br />

Szell es otro Bruckner muy diferente: nervioso, incisivo, casi<br />

violento en los contrastes y muy rápido de «tempi», tal vez<br />

en exceso. En el Adagio falta algo de calor, de expansión y<br />

de espontaneidad, aunque todo suena muy bello. Pero la<br />

hora y media de Beethoven químicamente puro hace<br />

indispensable esta publicación de Andante.<br />

Roberto Andrade<br />

GEORGE SZELL dirige BEETHOVEN: Obertura Coriolano en Do Menor;<br />

Concierto para piano y orquesta No. 5 en Mi bemol Mayor, Emperador;<br />

Sinfonía No. 5 en Do menor, op. 67; Obertura Egmont. BRUCKNER: Sinfonía<br />

No. 3 en Re menor / Sächsische Staatskapelle Dresden. Dir.: George Szell<br />

(Grabaciones del Grosses Festspielehaus de Salzburgo, 1961 & 1965) /<br />

ANDANTE / Ref.: AN 2180 (2 CD) D1<br />

Primeras entregas de la nueva serie a precio medio de ANDANTE<br />

El regreso del «joven» Klemperer<br />

Seguramente, entre los grandes directores del siglo XX, solo Otto<br />

Klemperer (1885-1973) tuvo una carrera tan azarosa y un<br />

reconocimiento oficial de sus méritos tan tardío. Sus éxitos en el<br />

Berlín de entreguerras, 1927-1933, en las Operas Kroll y Unter den<br />

Linden, y la medalla Goethe recibida en 1933 por sus servicios al arte<br />

alemán, quedaron apenas en un recuerdo a poco de subir Hitler al poder<br />

en ese año: Klemperer hubo de exiliarse unas semanas más tarde. A<br />

partir de entonces, y aunque halló refugio<br />

primero en Suiza y luego en Norteamérica,<br />

le esperaban dos decenios de penas, graves<br />

enfermedades y muy serias dificultades<br />

económicas. Su difícil carácter, maniacodepresivo,<br />

no mejoraba precisamente la<br />

situación. En la posguerra erró por todo el<br />

mundo: Estocolmo, Budapest, Buenos<br />

Aires, Norteamérica, Australia… Finalmente<br />

llegó en 1951 a Londres, donde<br />

Walter Legge le invitó a dirigir su Orquesta<br />

Filarmonia. La calidad excepcional de los<br />

conciertos y la acogida triunfal de público,<br />

crítica y colegas -Szell y Schnabel, nada<br />

menos- movió al productor a ofrecerle un contrato que Klemperer firmó<br />

en 1952 y cuyos primeros frutos concretos se recogieron en Octubre de<br />

1954: tras un frustrado intento de grabar el Concierto de trompa de<br />

Hindemith con Dennis Brain, Klemperer y la Filarmonia concluyeron<br />

felizmente las Variaciones Haydn de Brahms y Nobilissima Vissione de<br />

Hindemith (1939), estupenda obra que el maestro de Breslau admiraba<br />

y dirigía de modo espléndido, como comprobamos en este oportuno<br />

registro -el de EMI es inencontrable- que ha conservado la Radio de<br />

Colonia con buen sonido.<br />

En ese mismo concierto Klemperer ofreció su «tarjeta de visita», la<br />

Sinfonía Heroica de Beethoven, bien documentada (dos versiones<br />

oficiales para EMI) y conocida de todos los aficionados. Posiblemente<br />

esta era la sinfonía beethoveniana que mejor convenía a Klemperer y de<br />

la que, junto a Furtwängler, ha sido el intérprete más grandioso que el<br />

fonógrafo conserva. Esta versión de Colonia, si bien con Orquesta y<br />

toma de sonido lógicamente inferiores a las que en Londres ofrecía<br />

Legge -aunque no hay pero que poner ni al conjunto alemán ni a la<br />

labor de los técnicos de la radio- es magnífica de principio a fin,<br />

especialmente la Marcha fúnebre, cuyo clímax (minuto 6 y siguientes) es<br />

sobrecogedor. Así lo reconoció hasta el mismo Karajan que, a instancias<br />

de Legge, acudió expresamente a Londres a escuchar la Heroica de<br />

Klemperer y, acabado el concierto, le felicitó, expresándole su deseo de<br />

poder alcanzar un día tales resultados (¡). La comparación de los<br />

«tempi» del registro de Colonia con los posteriores revela a un<br />

Klemperer más animado, menos marmóreo, más «juvenil» que en años<br />

posteriores, pero igualmente grandioso.<br />

Muy buena también la Cuarta Sinfonía (tomada el 25 de octubre,<br />

siempre en 1954) que comparte con la Heroica un planteamiento<br />

clásico, severo, de sonoridad recia pero transparente, con maderas<br />

prominentes, fuertes contrastes dinámicos y «tempi» movidos que ponen<br />

de relieve la incomparable capacidad de Klemperer como arquitecto de<br />

los sonidos. Nueva sorpresa en el Segundo Concierto para piano de<br />

Brahms con Géza Anda, que estos dos artistas también tocaron en<br />

Londres en 1954. Novedad absoluta y muy bienvenida en la discografía<br />

oficial de Klemperer (Anda grabó dos versiones para DG, con Fricsay y<br />

Karajan), cuya colaboración es excelente, atentísima a equilibrar el<br />

diálogo del piano con la densa orquesta y sus solistas, y de una inusitada<br />

ligereza de «tempi». Rigor y transparencia se dan la mano en esta<br />

versión excelente en la que el movimiento más singular es el final, cuyo<br />

carácter vienés subraya complacido Klemperer acentuando la<br />

sensualidad tímbrica y el ondulante ritmo. Un Klemperer insólito que<br />

nos obliga a cuestionar su solemne imagen tradicional, como de profeta<br />

del Antiguo Testamento.<br />

Buena labor técnica y excelentes comentarios. Un gran servicio de<br />

Andante a la causa de Klemperer, cuya discografía enriquece, al tiempo<br />

que amplía nuestras perspectivas sobre su arte y su carrera. Esperamos<br />

impacientes la continuación que Andante anuncia.<br />

( 17 )<br />

R.A.<br />

KLEMPERER dirige BEETHOVEN: Sinfonías Tercera «Heroica» y Cuarta. BRAHMS: Concierto<br />

para piano nº 2. HINDEMITH: Nobilissima vissione. Orquesta de la Radio de Colonia. Géza<br />

Anda, piano (Grabaciones: Colonia, 1954) / ANDANTE / Ref.: AN 2130 (2 CD) D1


La Novena de Beethoven con Walter y el Requiem de Mozart con Böhm<br />

No todo fue ópera<br />

El pasado 5 de noviembre tuvo lugar en la Staatsoper de Viena<br />

un Festkonzert en celebración del cincuenta aniversario de la<br />

reapertura del famoso teatro del Ring. Se trataba de<br />

conmemorar un aniversario contando con los principales<br />

directores y cantantes del momento vinculados con la Ópera<br />

vienesa (Ozawa, Mehta, Gatti, Thielemann, Gruberova, Urmana,<br />

Domingo, Terfel o Hampson), pero también de emular en un sólo<br />

concierto lo sucedido medio siglo atrás cuando los vieneses<br />

pudieron escuchar en cuatro semanas Fidelio, Don Giovanni, Die<br />

Frau ohne Schatten o Wozzeck bajo la dirección del responsable<br />

musical del teatro, Karl Böhm, una Aida con Rafael Kubelik en el<br />

foso, Die Meistersinger von Nürnberg con Fritz Reiner o incluso un<br />

Der Rosenkavalier con Hans Knappertsbusch.<br />

En los últimos años ha habido varias ediciones de algunas de<br />

aquellas extraordinarias producciones vienesas de<br />

noviembre de 1955, pero ha sido en relación con el<br />

referido aniversario cuando sello bávaro ORFEO se<br />

ha propuesto rememorar aquel evento en toda su<br />

dimensión y con las mejores condiciones técnicas<br />

posibles. Para ello ha empezado editando un triple<br />

CD conmemorativo que incluye selecciones de las<br />

siete óperas cuyas cintas ha exhumando de los<br />

archivos de la Radio Austriaca a lo que ha seguido<br />

la edición íntegra de dos inéditos correspondientes<br />

al Die Frau ohne Schatten de Böhm (punto de<br />

partida de la famosa grabación en estudio de<br />

Decca) y Die Meistersinger von Nürnberg de<br />

Reiner.<br />

Pero no todo fue ópera en aquel festival de<br />

reapertura del coso vienés de 1955. Para las<br />

matinales dominicales de los días 13 y 20 de<br />

noviembre se programaron dos conciertos<br />

sinfónico-corales con programas de gran<br />

significado político, pues no olvidemos que Austria<br />

había vuelto a ser independiente tras la firma del<br />

Tratado de Estado que tuvo lugar el 15 de mayo de<br />

ese año. El primero de ellos incluyó el Te Deum de<br />

Bruckner y la Novena de Beethoven, convertidas<br />

ambas obras en verdadera música de Estado, y el segundo se<br />

centró, por su parte, en una interpretación del Requiem de Mozart<br />

bajo el título de «Im gedenken an unsere Toten» que pretendía<br />

recordar a las victimas austriacas durante la Segunda Guerra<br />

Mundial. De esos dos conciertos, Orfeo lanza ahora dos CDs que<br />

recuperan por vez primera tanto esa Novena política como ese<br />

Requiem conmemorativo.<br />

Al diseñar el programa de aquel festival vienés, Karl Böhm quiso<br />

contar con Bruno Walter para una de las óperas. No por<br />

casualidad, Walter le había precedido al frente del teatro vienés<br />

entre 1936 y 1938 e incluso había sido su maestro durante su etapa<br />

al frente de la Ópera Estatal de Múnich a comienzos de los años<br />

veinte. Sin embargo, el anciano director que contaba por entonces<br />

79 años, no estaba ya para los rigores del foso y prefirió participar<br />

con un concierto sinfónico en el magno festival de reapertura del<br />

teatro. Por ello, Böhm le cedió el concierto más representativo con<br />

el Te Deum y la Novena.<br />

Precisamente una semana antes de su concierto, el día 6, Walter<br />

actuó en la Musikverein con la Filarmónica de Viena en un<br />

programa que incluía la «Prager Symphonie» de Mozart y la Cuarta<br />

de Mahler junto a una selección de lieder con la soprano Hilde<br />

Güden como solista. Parte de ese concierto fue editado hace años<br />

por Deutsche Grammophon y ahora se encuentra disponible en lo<br />

que toca a Mahler en el sello Andante (AND 4973) y debo<br />

reconocer que siempre lo he tenido en una alta consideración,<br />

pues Walter y la Filarmónica de Viena forman un tándem ideal<br />

tanto para Mozart como para Mahler. Sin embargo, de su<br />

Beethoven con la Filarmónica de Viena tan sólo se habían editado<br />

hasta ahora sus grabaciones de los años treinta de la Pastoral, la<br />

tercera obertura Leonore y del quinto concierto para piano, por lo<br />

que el CD de Orfeo resulta indispensable para conocer cómo era<br />

su Beethoven vienés de los años de madurez.<br />

Como era de esperar, la versión de Walter de la Novena supera<br />

la dimensión histórica del evento vienés para convertirse en un<br />

disco de gran interés y desde luego indispensable para todos los<br />

admiradores del gran director americano de origen alemán. Su<br />

( 18 )<br />

lectura conjuga a la perfección un aire lírico y refinado con detalles<br />

expresivos que añaden fuerza y dramatismo a su Beethoven. Ya en<br />

los primeros compases podemos verificar también la precisión que<br />

consigue de la cuerda vienesa con unos enunciados de fusa y negra<br />

del tema inicial del primer movimiento realizados con una<br />

perfección inusitada. A ello se une además un sutil y elegante uso<br />

del rubato con el que subraya, por ejemplo, el final de la primera<br />

exposición completa del referido primer tema (corte 1; 0:33). Su<br />

forma de dirigir tiene un vigor impresionante y continúa en el<br />

Molto vivace, aunque sin renunciar nunca a la precisión y la<br />

transparencia.<br />

El Adagio molto e cantabile permite a Walter lucir su faceta más<br />

expresiva que lejos del puro sentimentalismo ahonda en la<br />

elegancia camerística vienesa que tiene esta música. Escuchen<br />

cómo cantan los violines comandados por el gran<br />

Willi Boskovsky en el Andante moderato o incluso<br />

dialogan con la madera, por ejemplo, en la coda<br />

final (corte 3; 12:38). El cuarto movimiento actúa<br />

de verdadero resumen de todo lo anterior y aquí<br />

escuchamos un equipo de solistas que incluye a<br />

tres destacados cantantes de la Ópera vienesa del<br />

momento, es decir, Hilde Güden, Elisabeth Höngen<br />

y Gottlob Frick, junto a un miembro del coro del<br />

teatro en la época en que Walter fue director<br />

artístico del mismo, el tenor Erich Majkut, que<br />

según nos cuenta Gottfried Kraus en sus<br />

fundamentales notas fue alistado por Böhm como<br />

homenaje al viejo Walter. El conjunto funciona<br />

bien, aunque Frick pase algunos apuros con los<br />

pasajes más agudos de su parte o a Majkut se le<br />

note su condición de secundario, si bien el coro de<br />

la Ópera resulta mejor que los solistas. La<br />

presentación y la calidad del sonido monoaural<br />

redondean este CD, pues las cintas utilizadas por<br />

Orfeo se han conservado en un estado excepcional<br />

en los Archivos de la Staatsoper, lo que permite<br />

escuchar con nitidez muchos detalles de esta<br />

extraordinaria interpretación.<br />

Karl Böhm se reservó para sí mismo el otro concierto con el que<br />

se recordaba a las víctimas de la Guerra a través del Requiem de<br />

Mozart. Para la ocasión contó con un cuarteto vocal de excepción<br />

formado por algunos de los mejores cantantes mozartianos de la<br />

Staatsoper, pero también con la declamación del Himno a la<br />

Humanidad de Johann Christian Friedrich Hölderlin que fue escrito<br />

el mismo año que el Requiem y que funcionó como prólogo en la<br />

voz del veterano actor del Burgtheater vienés, Raoul Aslan, quien<br />

precisamente acababa de rodar en esas fechas una de sus últimas<br />

películas que trataba sobre Mozart bajo la dirección de Karl Hartl.<br />

La versión de Böhm es a primera audición bastante similar a sus<br />

otras grabaciones más conocidas de los setenta para Deutsche<br />

Grammophon. Ello se debe a la natural capacidad que tenía el<br />

director de Graz para dotar de un tempo natural a todo lo que<br />

dirigía y especialmente a las composiciones de Mozart. Siempre se<br />

habla de su claridad como director, pero donde reside la clave del<br />

arte de Böhm es en su tempo lleno de tensión que no deja de fluir<br />

de principio a fin y ello en pocas composiciones puede verse tan<br />

claro como en el Requiem. Quizá esta versión se distinga de las<br />

posteriores por la fuerza dramática que consigue Böhm en esta<br />

obra de Mozart, algo que según parece aprendió del mismísimo<br />

Richard Strauss.<br />

La claridad y continuidad de su discurso musical permite tanto<br />

al coro como a los solistas saborear sus intervenciones y hacerlas<br />

disfrutar sobremanera al oyente. En el primer caso, el coro de la<br />

Ópera vienesa tiene dimensiones colosales y ello permite que<br />

desde su primera entrada cause gran impresión o que en los tutti<br />

nos deje literalmente boquiabiertos (por ejemplo, en el tremendo<br />

«Rex»). Sin embargo, también está perfectamente equilibrado<br />

como lo demuestra el Confutatis donde Böhm consigue representar<br />

a la perfección la oposición entre el mundo infernal y el celestial,<br />

o incluso funciona compacto como un solo cantante en esa<br />

extraordinaria aria coral que es la Lacrimosa.<br />

Los solistas son también algo destacado en esta versión tanto<br />

por separado como en conjunto. Empezando desde abajo hay que<br />

decir que Gottlob Frick aquí sí que luce una voz perfectamente


equilibrada en<br />

todos sus registros.<br />

Anton Dermota es<br />

posiblemente uno<br />

de los mejores<br />

tenores a los que he<br />

escuchado cantar<br />

la parte de tenor de<br />

esta obra.<br />

Hildegard Rössel-<br />

Majdan dispone de<br />

un timbre limpio y<br />

dramático ideal<br />

para la parte de<br />

contralto e Irmgard<br />

Seefried muestra<br />

sus extraordinarias<br />

dotes de soprano<br />

mozartiana.<br />

La grabación<br />

dispone de un<br />

sonido monoaural<br />

de gran limpieza<br />

que permite<br />

escuchar todos los<br />

detalles de la<br />

interpretación.<br />

Curiosamente,<br />

Gottfried Krauss<br />

cuenta en las notas<br />

del disco que las<br />

cintas que<br />

contenían esta<br />

grabación se<br />

conservaron por<br />

casualidad en los<br />

Archivos de la<br />

Staatsoper con la<br />

etiqueta que ponía<br />

«Mozart: Requiem»<br />

en una de las cajas,<br />

por lo que ha sido<br />

necesaria una labor<br />

detectivesca para<br />

identificar de qué<br />

versión se trataba.<br />

No cabe duda, de<br />

que el trabajo ha<br />

merecido la pena.<br />

Pablo-L. Rodríguez<br />

BRUNO WALTER dirige<br />

LUDWIG VAN<br />

BEETHOVEN (1770-<br />

1827): Sinfonía No. 9 en<br />

Re menor, op. 125 /<br />

Hilde Güden, soprano.<br />

Elisabeth Höngen,<br />

contralto. Erich Majkut,<br />

tenor. Gottlob Frick,<br />

bajo. Wiener<br />

Staatsopernchor. Wiener<br />

Philharmoniker. Dir.:<br />

Bruno Walter (Wiener<br />

Opernfest 1955) /<br />

ORFEO / Ref.: C669051B<br />

(1 CD) D4<br />

KARL BÖHM dirige W.<br />

A. MOZART: Requiem<br />

KV 626 (+ Oda a la<br />

humanidad de Friedrich<br />

Hölderlin, recitada por<br />

Raoul Aslan) / Irmgard<br />

Seefried, Hildegard<br />

Rössel-Majdan, Anton<br />

Dermota, Gottlob Frick.<br />

Coro de la Ópera de<br />

Viena. Orquesta<br />

Filarmónica de Viena.<br />

Dir.: Bruno Walter<br />

(Grabación en directo,<br />

Viena 20 de Noviembre<br />

de 1955) / ORFEO / Ref.:<br />

C670051B (1 CD) D4<br />

Un DVD revelador ilustra la edición que SUPRAPHON tributa al director Václav Talich<br />

Talichova Stezka (La senda de Talich)<br />

Artífice infatigable de su propia carrera directorial, el moravo oriundo de Kromeríz Václav Talich (1883-1961)<br />

fue forjándola con tenaz laboriosidad, sin precipitación ni fluctuaciones, esforzadamente consolidada al<br />

punto de irradiar un prestigio refulgente, hasta que resultó infamada por el arbitrario desvarío de la política.<br />

Mediante una recomendación de Dvorák estudió con Otakar Sevcík y Jan Marák en el Conservatorio de Praga,<br />

adquiriendo una formación de violinista de 1897 a 1903; lo cual le permitió ese año ser violín solista de la<br />

Filarmónica de Berlín. Una repentina enfermedad suspendió en 1904 su contrato berlinés, lo que le llevó a aceptar<br />

sucesivas ocupaciones como director en la Ópera de Odesa, profesor de violín en Tbilisi, regidor de la<br />

Filarmónica y la Ópera de Ljubljana, cursar breves estudios en Leipzig (con Max Reger y Arthur Nikisch) y Milán,<br />

y guiar de 1912 a 1915 a la Ópera de Plzen. El 12 de diciembre de 1917 tuvo Talich la oportunidad de dirigir su<br />

primer concierto con la Orquesta Filarmónica Checa, en sustitución del indispuesto Karel Kovarovic, integrado<br />

por un programa con obras de Ostrcil, Novák y Dvorák. También le llegó la ocasión de<br />

dirigir por vez primera la Ópera del Národní Divadlo (Teatro Nacional) el ulterior 3 de<br />

julio, que regentaría en calidad de director artístico desde 1935 hasta que los nazis lo<br />

cerrasen en 1944. Mientras tenía lugar el ensayo general de Zrání («Maduración»), obra<br />

inédita de Josef Suk estrenada el 30 de octubre de 1918, acaeció la caída de la monarquía<br />

austrohúngara el 28 de octubre y el consiguiente advenimiento de la libertad para el pueblo<br />

checo. Finalmente, en septiembre de 1919 Talich adquirió el rango de director principal de<br />

la Filarmónica Checa. Se enfrentaba al desafío de transformar una orquesta de calibre<br />

provinciano, carente de tradición, repertorio establecido y constituida por miembros<br />

mediocres, en otra de calidad y envergadura internacionales. Asumió el reto con tal<br />

entusiasmo que pronto la acreditó como una de las formaciones más apreciadas del<br />

mundo, merced a concentrar en su seno a los mejores instrumentistas nacionales y dotarla,<br />

metódica y sistemáticamente, de un peculiar estilo interpretativo y una distintiva sonoridad<br />

basada en el conjuntado equilibrio entre la belleza de las cuerdas y la precisa afinación de<br />

las demás secciones. Consagró y difundió Talich el merecido renombre de su orquesta en<br />

el transcurso de numerosas giras por el extranjero (Italia, Suecia, Inglaterra), atrayendo a la<br />

vez la atención sobre sus propias aptitudes personales. Desde su primera grabación de Ma Vlast («Mi Patria»), de<br />

Smetana, efectuada en Praga en 1929 por la británica H.M.V., logró imprimir su signatura de inconfundibles trazos<br />

personales a su posterior legado discográfico: autocontrol del ego a fin de servir y no ensombrecer al compositor,<br />

pulso fluyente, dominio dinámico, pujanza rítmica y ductilidad melodiosa y cantable; cualidades transferidas a<br />

sus discípulos Krombholc, Ancerl y Mackerras, entre otros, y por ellos diferentemente asimiladas.<br />

La Alemania nazi invadió Praga el 15 de marzo de 1939 y la convirtió en capital del denominado Protectorado<br />

de Bohemia-Moravia, pero Talich continuó desempeñando sus funciones. En 1941 el Ministro de Propaganda<br />

Joseph Goebbels asistió a una representación de La novia vendida, de Smetana, por él dirigida, y quedó tan<br />

impresionado que le invitó a dar un concierto en Berlín y otro en Dresde con la Filarmónica Checa, permitiéndole<br />

elegir el repertorio. Václav escogió Mi Patria, por entonces prohibida en Checoslovaquia. Al regreso del Reich<br />

germano, la obra pudo ser tocada en Praga sin problemas.<br />

El final de la guerra y el anuncio de la liberación los vivió Talich en su villa de Beroun, situada a treinta kilómetros<br />

de Praga, que había adquirido en 1935. El mismo 9 de mayo de 1945 se le prohibió la entrada al Teatro Nacional<br />

y subsecuentemente, el día 21, fue acusado de colaboracionismo, arrestado e internado en la prisión de Pankrác,<br />

al sur de la capital. Tras seis semanas de interrogatorios y ser sometido al veredicto de un tribunal de músicos<br />

checos, fue exculpado de la incriminación de la que no era reo gracias a su actitud de tenaz defensor de la música<br />

nacional durante la ocupación. Luego, en 1947, volvió a ser director del Teatro Nacional y pudo dirigir Mi Patria<br />

en el Festival de Praga. Sobrevenido en febrero de 1948 el «golpe de Praga» comunista, se le obligó a dimitir de<br />

la Ópera y el nuevo Ministro de Cultura le prohibió ofrecer conciertos en territorio bohemo. Sin llegar a verse<br />

sometido al ostracismo, fue denigrado y relegado en 1949 a Bratislava, donde creó la Orquesta Filarmónica<br />

Eslovaca y activó la vida musical hasta 1952. No obstante, se le autorizó la realización de una serie de<br />

grabaciones discográficas para el sello estatal SUPRAPHON entre 1948 y 1955; mal que la proverbial perversidad<br />

del régimen no tolerase que volviera a aparecer ante el público praguense al frente de la Filarmónica Checa hasta<br />

marzo de 1954, con un programa dedicado a Mozart y clamorosamente ovacionado. Con la salud seriamente<br />

quebrantada se retiró a su residencia de Beroun en 1956, y aún tuvo ocasión de recibir, en mayo de 1957, el<br />

nombramiento de Artista Nacional, antes de fallecer el jueves 16 de marzo de 1961, inexorable víctima de una<br />

época tenebrosa perturbada por el resentimiento y con la cordura ofuscada. Su Orquesta Filarmónica rindió<br />

homenaje a una relación que pervivió casi cuatro décadas, al interpretar para él en el Rudolfinum la Música<br />

fúnebre de Suk y el Largo de la Novena sinfonía de Dvorák.<br />

Como esclarecedora ilustración audiovisual a la Edición especial Talich en diecisiete compactos de<br />

SUPRAPHON, se edita un DVD en lengua checa con subtítulos en inglés, alemán y francés. Fundada la Televisión<br />

Checa en 1954 con el compositor eslovaco Stepan Lucky como responsable musical, en diciembre de 1955 el<br />

director Václav Kaslík filmó en estudio un concierto de las dos colecciones de ocho Danzas Eslavas (Op. 46 y 72)<br />

cada una, escritas originalmente por Dvorák para piano a cuatro manos y orquestadas, respectivamente, en 1878<br />

y 1887, pletóricas de elocuencia y encanto. Sirven de comunicativo vehículo a la cálida vivacidad de la<br />

Filarmónica y a la batuta de sutil e irresistible expresión plena de natural musicalidad de Talich, aparentemente<br />

algo anquilosado mas quizá sólo amedrentado ante la magnitud del acontecimiento que les congregaba en su<br />

postrer aparición conjunta. El mediometraje documental Confianza y Humildad, escrito y dirigido por Martin<br />

Suchánek en 2004, propone un recorrido por la biografía artística y privada de Talich con los testimonios de su<br />

hija Vita, su sobrino Jan, antiguos instrumentistas de la Filarmónica y Sir Charles Mackerras, iluminado por<br />

fascinantes localizaciones, imágenes y materiales de archivo. Incluye asimismo una galería de treinta fotografías<br />

y dibujos del entorno familiar y cultural del célebre homenajeado, cuya fama fue empañada por el nazismo y<br />

embrollada por el comunismo.<br />

( 19 )<br />

José Luis Gómez Lozano<br />

ANTONIN DVORÁK (1841-1904): Danzas Eslavas op. 46, B. 83 & op. 72 B. 147. BONUS: Documental Confidence and Humility sobre la vida<br />

y carrea de Václav Talich / Czech Philharmonic Orchestra. Václav Talich, dirección. Martin Suchánek, dirección del documental / SUPRAPHON<br />

/ Ref.: SU 7010-9 (1 DVD) D10 x 2


ANDANTE publica un doble CD que es en sí mismo una perfecta introducción a llamada Primera Escuela de Viena<br />

La primera madurez del Cuarteto Amadeus<br />

El Cuarteto Amadeus dio su primer concierto en 1948. El<br />

público londinense aclamó al conjunto recién creado por tres<br />

músicos de origen austriaco (el nombre no era casual) y un<br />

chelista inglés. Poco a poco, sus méritos musicales le fueron<br />

abriendo camino y en los años 50 comenzó a<br />

grabar, estableciendo pronto una fructífera<br />

relación con DG que duró hasta que, en 1987,<br />

el grupo se disolvió tras la muerte del viola,<br />

Peter Schidlof. (Este final se acaba de repetir con<br />

el Cuarteto Alban Berg). En el reciente Boletín<br />

de noviembre, Joaquín Martín de Sagarminaga<br />

se ocupó del Amadeus comentando dos DVD<br />

dedicados a Britten y Schubert, de nuevo<br />

protagonista en este álbum de Andante, con su<br />

cuarteto La muerte y la doncella, una de las<br />

cimas de su catálogo. El Amadeus da, en este<br />

registro de 1954, lo mejor de sí mismo, en una<br />

versión arrebatada, de intensidad febril<br />

mantenida admirablemente a lo largo de toda la<br />

obra. La dificultad, acaso no del todo aparente, que sus<br />

pentagramas plantean a los cuatro instrumentistas, es superada sin<br />

problemas y -lo que es más importante- con óptima calidad<br />

interpretativa: una versión que se sitúa entre las mejores de una<br />

discografía muy rica. Completa el segundo CD una preciosa<br />

versión del último Cuarteto beethoveniano, el Opus 135. El<br />

Amadeus fue para muchos aficionados -entre los que me incluyoguía<br />

casi único en los años 60 para el conocimiento de la<br />

colección beethoveniana (la actual riqueza de catálogo, pese a los<br />

vaivenes que imponen las leyes del «mercado», era inimaginable<br />

entonces) por lo que nuestra gratitud para el Amadeus será de por<br />

vida. Esta versión del Opus 135 conserva intacta su calidad y<br />

explica por qué DG confió en estos artistas y el éxito que<br />

obtuvieron. El «Lento assai, cantante e tranquillo» es todo eso que<br />

Beethoven requiere: un remanso de paz como conclusión de la<br />

batalla continua que fue su vida, una música sublime que los<br />

Amadeus recrearon conmovidos hace medio siglo en la sala<br />

Bismarck de Colonia sin que el resultado haya perdido un ápice de<br />

La Quinta de Dvorak por Karel Sejna en SUPRAPHON<br />

Autenticidad<br />

En la historia de la dirección orquestal en lo que hoy llamamos República<br />

Checa brillan los nombres de Vaclav Talich, Rafael Kubelik, Karel Ancerl y<br />

Vaclav Neumann; pero ello no debe relegar al olvido a grandes maestros<br />

como Belohlavek, Smetacek y el que hoy<br />

motiva estas líneas, Karel Sejna (1896-1982).<br />

Formado en el Conservatorio de Praga, en<br />

1921 era ya primer contrabajo de la<br />

Filarmónica Checa. Talich le recomendó<br />

como director de la Orquesta Sinfónica de los<br />

trabajadores del ferrocarril de Checoslovaquia<br />

(sic; algo así como la Sinfónica de la RENFE),<br />

puesto que ocupó durante 12 años. A partir de<br />

1938 y hasta 1972 dirigió a la Filarmónica<br />

Checa en centenares de conciertos y realizó<br />

con ella numerosas grabaciones,<br />

especialmente de los autores de su tierra natal,<br />

Mahler incluido, con cuya Cuarta Sinfonía se<br />

despidió de los Filarmónicos en 1972, es<br />

decir, con 76 primaveras. Su versión de la Quinta Sinfonía de Dvorák no tiene<br />

mucho que envidiar a las de Kubelik, Kertesz o Neumann: muy bien tocada y<br />

grabada, esta bella Sinfonía -no tanto, claro, como las cuatro que le siguen- un<br />

punto ingenua a veces, pero atractiva, suena, como debe ser, fresca, popular,<br />

comunicativa: auténtica, en suma. Similares virtudes adornan a las Tres<br />

Rapsodias Eslavas Op. 45, también muy atractivas musicalmente, para las que<br />

la competencia fonográfica es mucho menor y que pueden animar a más de<br />

un melómano a revisar la producción menos conocida del Dvorák sinfonista.<br />

( 20 )<br />

su impacto.<br />

Este variado panorama de la Primera Escuela de Viena incluye<br />

también la Gran fuga de Beethoven, primitivo final del Cuarteto<br />

Op. 130 que Beethoven reemplazó -con buen criterio, creo yo- por<br />

un movimiento más sencillo y adecuado. El<br />

Amadeus sale airoso de la terrible prueba que<br />

plantea esta Fuga gracias no solo a su buena<br />

forma técnica (estamos en 1957) sino, sobre todo,<br />

a su lucidez de criterio y rigor musical.<br />

Deslumbrante la interpretación del Quinteto K<br />

515 de Mozart, una de sus obras más radiantes y<br />

hermosas, en la que resalta la extraordinaria<br />

capacidad de diálogo del grupo, aumentado en<br />

esta ocasión con el viola sudafricano Cecil<br />

Aronowitz, compañero de los Amadeus en varios<br />

registros oficiales para DG. Es todo un placer<br />

escuchar el canto puro, de sonido bellísimo,<br />

auténticamente mozartiano, de Norbert Brainin,<br />

líder del Cuarteto y, en el final, el perfecto encaje<br />

del intrincado contrapunto mozartiano, urdido magistralmente con<br />

los materiales clásicos más sencillos, del que nos despedimos con<br />

pena, deseando que ese sublime juego polifónico no terminase<br />

nunca. El doble estuche se completa con un soberbio Cuarteto, el<br />

Opus 74.1 en do mayor, fruto de la madurez de Haydn, que los<br />

Amadeus tocan con una precisión, un dominio del estilo y un buen<br />

gusto que si hoy no sorprenden como debieron de hacerlo hace 50<br />

años es, precisamente, porque ellos contribuyeron a establecer<br />

esos requisitos que hoy son patrimonio de todos los intérpretes de<br />

estas obras maestras. Excelentes tomas monoaurales de la Radio de<br />

Colonia.<br />

R.A.<br />

EL CUARTETO AMADEUS interpreta HAYDN: Cuarteto en do mayor op 74.1.<br />

MOZART: Quinteto en do mayor K.515. BEETHOVEN: Gran fuga op. 133. Cuarteto<br />

en fa mayor op. 135. SCHUBERT: Cuarteto en re menor D.810, La muerte y la<br />

doncella / Cuarteto Amadeus. Cecil Aronowitz, viola (Mozart). Grabaciones: Radio de<br />

Colonia, 1953-57 / ANDANTE / Ref.: AN 2160 (2 CD) D1<br />

R.A.<br />

DVORAK: Sinfonía nº 5 en fa mayor, op 76. Tres Rapsodias Eslavas, Op 45. / Orquesta Filarmónica<br />

Checa. Dir.: Karel Sejna (Grabaciones de 1952-53) / SUPRAPHON / Ref.: SU 3852-2 (1 CD) D10<br />

ROLLOS DE PIANOLA: Obras de Albéniz, Falla, Turina, Granados,<br />

Alonso, Guervós, Ocón y otros / Ismael Ramos Jiménez, interpretación<br />

a la pianola (Pianola Weber de 88 notas de 1921 propiedad del Centro<br />

de Documentación Musical de Andalucía) / ALMAVIVA / Ref.: DS 0141<br />

(1 CD) D2<br />

ENRIQUE FERNÁNDEZ ARBÓS (1863-1939): Obra original completa /<br />

Ara Malikian, violín. Milagros Martín, Emilio Sánchez, Luis Álvarez,<br />

Celia Alcedo, Javier Franco / Orquesta Sinfónica de Madrid. Jesús López<br />

Cobos, José Luis Temes & Enrique Fernández Arbós, dirección / VERSO<br />

/ Ref.: VRS 2030 (6 CD) P.V.P.: 34.95 euros.- [Precio especial]


CPO comienza a revelar el mundo sinfónico<br />

de Eduard Erdmann<br />

El disco del desasosiego<br />

Hace ya más de tres años (Boletín <strong>Diverdi</strong> nº 104)<br />

apuntábamos algunos aspectos biográficos del pianista y<br />

compositor alemán Eduard Erdmann (1896-1958) a<br />

propósito de la grabación que para el desaparecido sello Koch<br />

hiciera Israel Yinon -el mismo protagonista de este magnífico<br />

registro- de sus dos primeras Sinfonías opp. 10 y 12. Gran<br />

intérprete de los clásicos pero también de los modernos<br />

Schönberg o Berg, Erdmann fue -como su coetáneo Artur<br />

Schnabel- un muy estimable compositor al que sólo en los<br />

últimos años se empieza a conocer.<br />

Alumno, al igual que Josef Tal<br />

y Sergiu Celibidache, de<br />

Heinz Tiessen (otro olvidado)<br />

y amigo de Krenek, de Hába y<br />

de Jarnach, el músico nacido<br />

en la localidad letona de<br />

Wenden fue autor de un<br />

reducido catálogo compuesto<br />

por 22 obras numeradas. Si las<br />

citadas partituras sinfónicas<br />

(dedicadas respectivamente a<br />

Berg y Krenek) o el Rondó, op.<br />

9 (estrenado el año 1921 en<br />

Berlín por Nikisch) reflejan<br />

esa tensión expresionista<br />

característica de la música alemana nacida en el convulso<br />

período de entreguerras, la Sinfonía nº 3, op. 19 pertenece ya a<br />

sus últimos años de actividad creadora. Concluida en<br />

noviembre de 1947 y estrenada cuatro años después, apenas<br />

encierra ya -si no es en su breve Scherzo y algunas secciones del<br />

Rondó final- esas sonoridades aceradas e incisivas que<br />

otorgaban asperezas al denso tapiz sonoro de sus hermanas<br />

mayores.<br />

Tras la audición de esta obra, Krenek confió a Tiessen que el<br />

movimiento lento constituía para él «el más bello adagio del<br />

siglo XX». Si hoy -y, sobre todo, después de conocer las<br />

estremecedores páginas homónimas de Wellesz, igualmente<br />

redescubiertas por CPO- parece arriesgado confirmar la tajante<br />

opinión del autor de Jonny spielt auf, no lo es corroborar la<br />

amarga tristeza, la belleza enrarecida y desolada de esta música<br />

desasosegante como pocas (y los Capricci, op. 21 dedicados a<br />

Jarnach y atravesados de fantasmales ecos mahlerianos, no<br />

contribuyen precisamente a despejar las dudas) que sólo pudo<br />

gestar un hombre profunda y dolorosamente atormentado.<br />

Ahora que CPO ha recuperado al excelente Yinon para esta<br />

causa, recordemos que el Concierto para piano, op. 15 (que<br />

estrenara su autor con Abendroth y más tarde dirigieron<br />

Klemperer y Walter), Ständchen, op. 16, la Konzertstück, op. 18,<br />

la Sinfonía nº 4, op. 20 y Monogramme, op. 22, su última obra,<br />

duermen aún el sueño de los justos. La música de Eduard<br />

Erdmann nunca podrá administrarse como antidepresivo pero,<br />

aunque sea con una pegatina que lo advierta, CPO ha adquirido<br />

ya el inexcusable deber cultural de dispensarla.<br />

Jean Marie Viardot<br />

EDUARD ERDMANN (1896-1958): Sinfonía No. 3, op. 19; Capricci (Eine kleine<br />

Kaleidoskop für Orchester), op. 21 / Brandenburgisches Staatorchester Frankfurt.<br />

Dir.: Israel Yinon / CPO / Ref.: 777068-2 (1 CD) D2<br />

FELIX WEINGARTNER (1863-<br />

1942): Sinfonía nº4 en Fa mayor<br />

op.61; Der Sturm (Obertura); Der<br />

Sturm (Suite); Serenata para<br />

orquesta de cuerda /<br />

Sinfonieorchester Basel. Dir.: Marko<br />

Letonja / CPO / Ref.: 777098-2 (1<br />

CD) D2<br />

Como en el caso de sus paisanos Jean Cras y<br />

Paul Le Flem, Joseph Guy Ropartz (1864-<br />

1955) enriqueció una sustanciosa herencia<br />

musical derivada de las enseñanzas de César<br />

Franck con el salutífero influjo del folclore de su<br />

Bretaña natal. Ropartz conoció a Fauré, Dukas y<br />

Chausson y contó entre sus mejores amigos a<br />

Magnard y d’Indy; estas referencias biográficas y<br />

estilísticas asoman por muchos de los rincones de<br />

una obra temprana como la Sinfonía nº 1 «Sobre<br />

un coral bretón», página casi de juventud (el músico contaba treinta<br />

años cuando la escribió en 1894-95) pero muy ambiciosa, al tiempo<br />

que adscrita a esa corriente de reivindicación regionalista que dará<br />

frutos plenamente granados en obras de autores más o menos<br />

coetáneos como d’Indy (Symphonie Cévenole), Séverac (En<br />

Languedoc), Canteloube (Chants<br />

d’Auvergne) o Emmanuel<br />

(Chansons bourguignonnes,<br />

Sinfonía nº 2 «Bretona»).<br />

La instrumentación organística,<br />

por grandes bloques al unísono, y<br />

la estructura cíclica revelan<br />

todavía una férrea dependencia<br />

franckista, si bien esa ensoñadora<br />

pátina nostálgica que asoma en el<br />

Lento central -y que domina los<br />

más melancólicos pasajes de su<br />

magistral ópera Le Pays,<br />

comentada ya en estas páginas<br />

(Boletín <strong>Diverdi</strong> nº 101)- y la perfecta asimilación del folclore bretón,<br />

sin asomo alguno de pintoresquismo, manifestada en el movimiento<br />

conclusivo, pertenecen sólo al talento del joven Ropartz. No es<br />

extraño que el certero juicio de Paul Dukas calificara a esta sinfonía<br />

primeriza como «de gran importancia y […] una de las más<br />

interesantes que hemos escuchado desde hace mucho tiempo».<br />

Pero si la Primera constituye ya una página de incuestionable<br />

estatura, quince años más tarde Ropartz alcanza con su Sinfonía nº<br />

4 (1910-11) las cumbres de la obra maestra. Sin abandonar el influjo<br />

de Franck, y tras un breve tema en la cuerda, luego retomado por las<br />

trompas, que curiosamente parece anticipar a Korngold, el rabioso,<br />

arrollador empuje alla Magnard que inaugura el Allegro moderato<br />

inicial, la fragmentación temática y la magistral instrumentación<br />

que, pese a su masividad, abunda en originales alianzas tímbricas, el<br />

finísimo aroma bretón (intervenciones de las maderas en Adagio)<br />

que destila una partitura que alía la elegancia de sus motivos<br />

melódicos con una vehemencia nunca grandilocuente, o la<br />

emocionante -casi mahleriana- unción con que se cierra la obra nos<br />

hablan, sin ninguna duda, de un sinfonista de enorme envergadura y<br />

experiencia, con unas ideas verdaderamente personales y una voz<br />

que sabe expresarlas, muy lejos de esa imagen de autor menor o<br />

epigonal con que Ropartz ha pasado a la historia. Se comprende que<br />

esta composición admirable conociera en su tiempo cierta<br />

celebridad en Norteamérica tras el estreno transatlántico a cargo de<br />

la Sinfónica de Boston bajo la batuta de André Caplet.<br />

Nada más lógico que sea la Orquesta Sinfónica y Lírica de Nancy<br />

-la ciudad cuyo conservatorio dirigiera el músico entre 1894 y 1919la<br />

encargada de reivindicar su memoria, con motivo del 50<br />

aniversario de su muerte. El presente volumen constituye el primero<br />

de los tres con los que Timpani incorpora a su catálogo el<br />

desconocido ciclo de sinfonías de Ropartz. Ya sabíamos por Plasson<br />

(EMI, 1985) las maravillas que encierra la Tercera; si Segunda y<br />

Quinta mantienen el nivel -altísimo- de estas dos primicias<br />

discográficas que tan formidablemente defiende Sebastian Lang-<br />

Lessing estaremos ante uno de los más hermosos legados sinfónicos<br />

de la escuela francesa que ningún amante de Franck, Duparc,<br />

Chausson, Magnard, Vierne o Tournemire deberá ignorar.<br />

( 21 )<br />

TIMPANI revela la magistral Cuarta Sinfonía de Ropartz<br />

Por siempre Bretaña<br />

J.M.V.<br />

JOSEPH-GUY ROPARTZ (1864-1955): Sinfonía nº 1 en La menor Sur un choral breton;<br />

Sinfonía No. 4 en Do Major / Orchestre Symphonique et Lyrique de Nancy. Dir.:<br />

Sebastian Lang-Lessing [Primera grabación discográfica] / TIMPANI / Ref.: 1C1093 (1<br />

CD) D2


Obras vocales de Rheinberger,<br />

en CARUS<br />

Para cantar en<br />

casa<br />

Al maestro (más aún:<br />

profesor) Josef Gabriel<br />

Rheinberger (1839-1901)<br />

le tocó vivir el apogeo y la<br />

consumación del romanticismo.<br />

Vivió, por decirlo sucintamente,<br />

entre Mendelssohn y Mahler. En<br />

estas obras corales se advierte la<br />

querencia que le corresponde.<br />

Hay en ellas el trasfondo social<br />

del protestantismo, la<br />

congregación que canta en el<br />

templo y que prolonga el gusto<br />

polifónico en casa, en reuniones<br />

de familiares y amigos.<br />

La primera serie, para coro<br />

con solistas y piano, lleva por<br />

título Del Cuerno de Oro y se<br />

vale de textos populares turcos,<br />

obviamente en versión alemana,<br />

esta vez de Bernhardine<br />

Schulze-Schmidt. Cuenta la<br />

historia de una pareja de<br />

enamorados a lo largo del día y<br />

no es la única obra del autor que<br />

evoca al Oriente. También lo<br />

hizo en alguna pequeña pieza<br />

teatral. El gusto romántico por la<br />

sencillez popular y la<br />

matización orientalista, hacen<br />

acto de presencia.<br />

Los otros ciclos, para coro a<br />

capella, responden más al gusto<br />

del romanticismo intimista.<br />

Jardín de amor, sobre textos de<br />

su mujer Franziska y de Robert<br />

Reinick, y Tormenta y paz, con<br />

poemas de Julius Sturm,<br />

recorren las atmósferas de la<br />

meditación solitaria, la<br />

contemplación de la naturaleza,<br />

el mundo inmediato y<br />

misterioso que está lleno de<br />

percepciones visibles y de<br />

sugestiones invisibles.<br />

Rheinberger luce en ellos su<br />

sabiduría polifónica, sus finas<br />

armonizaciones, su<br />

temperamento comedido que<br />

sujeta a una sensibilidad<br />

volcada sobre la variedad<br />

infinita del universo.<br />

Blas Matamoro<br />

JOSEF GABRIEL RHEINBERGER (1839-<br />

1901): Von Goldenen Horn op. 182<br />

(Liederspiel Turco); Liebesgarten op. 80,<br />

In Sturm und Frieden op. 170 / Silke<br />

Schwarz, soprano. Christine Müller, alto.<br />

Hans Jörg Mammel, tenor. Markus<br />

Volpert, bajo. Freiburger Vokalensemble.<br />

Chia Chou, pianoforte. Dir.: Wolfgang<br />

Schäfer / CARUS / Ref.: Carus 83.177 (1<br />

CD) D2<br />

Última remesa de obras sinfónicas de Peterson-Berger (1867-1942), en CPO<br />

Dulce compositor, amargo crítico<br />

Sibelius, Nielsen y hasta Stenhammar eran considerados por él compositores banales y demasiado<br />

revolucionarios, los violinistas virtuosos desafinaban e inventaban notas que no estaban en la<br />

partitura, los cantantes de ópera hacían «gallos» (parece ser que Jussi Bjorling apareció en su<br />

casa una noche con la sana intención de pegarle, tras una mala crítica, pero todo acabó en<br />

borrachera) , la Orquesta Filarmónica de Estocolmo estaba compuesta por palurdos...todo era motivo<br />

de crítica atroz para el terrible Wilhelm Peterson-Berger en sus famosas crónicas periodísticas, las<br />

cuales le valieron la enemistad y el odio de media Suecia, el veto a que sus óperas fueran estrenadas<br />

(todas ellas con nombres que suenan a sillas de IKEA: Adilis, Elisiv, Arnljot...), la obligación de<br />

abandonar la sala instada por solistas que no querían tocar en su presencia,<br />

e incluso alguna demanda judicial. (Atención, he escrito una de las frases<br />

más largas de la historia del boletín DIVERDI).<br />

La última de sus sinfonías fue bautizada como «Soledad», y es un<br />

monumental fresco en el que este sustantivo se supone sinónimo de<br />

felicidad. Por supuesto que «los otros» críticos se cebaron en ella,<br />

acusándola de ser una pura apología del romanticismo germano sin ningún<br />

tipo de originalidad. De nuevo nos encontramos con ese curioso aire<br />

oriental (señalado especialmente por el piano utilizado como xilófono), y<br />

esa opulencia al mismo tiempo bella y decadente que caracteriza toda la<br />

obra sinfónica de P.B., que a ratos puede emocionar y a ratos desagradar,<br />

pero objetivamente es magnífica y de solidísima construcción.<br />

El lenguaje pentatónico de esta epigónica creación del que fue conocido<br />

como Peterson-Arger (Arger significa «amargo» en sueco), así como el de su Concierto para Violín fue<br />

clasificado por «los otros» como descendiente directo del Turandot pucciniano. Quizás esto fue una<br />

treta hecha a propósito: P.B. odiaba a Puccini, y «los otros» sabían dónde debían atacar.<br />

Multitud de ideas temáticas se mezclan en este apasionado Concierto, que cuenta con una<br />

tortuosa cadenza en su largo primer movimiento, y culmina nada menos que con un rondó lapón.<br />

Además de ser uno de los poquísimos conciertos para violín y orquesta jamás escritos en Suecia<br />

(aunque mucha gente culta piense aún que en países como Suecia jamás ha habido compositores),<br />

estaría perfectamente justificada su incursión en el romancero de los grandes violinistas.<br />

Y por último un detalle más de la mala idea de P.B.: nótense en esta Quinta, en el primer<br />

movimiento, la aparición de las trompetas que parecen desafinar en la cuarta nota. Los que aquí<br />

presentes escuchamos por primera vez esta sinfonía, pensamos que realmente se trataba de una pifia<br />

de los trompetistas, lo cual extraña ya que la orquesta de Norrköping es una maravilla. Pero ese<br />

mismo mini tema es recogido posteriormente por diferentes secciones de la orquesta, y finalmente<br />

expuesto con todo descaro por todos «a tutti». Con lo cual se confirma que la pifia en sí es un leitmotiv:<br />

P.B. se antepone 100 años a Jobim al crear el primer tema desafinado de la historia.<br />

Su explicación fue la siguiente: «Estaba tan seguro de que los trompetistas de la orquesta de<br />

Estocolmo iban a desafinar al dar esa nota, que directamente la convertí en dos». Verdaderamente un<br />

crítico con mala leche, pero que sabía componer.<br />

( 22 )<br />

Mel Smith-Window<br />

WILHELM PETERSON-BERGER (1867-1942): Sinfonía No. 5; Concierto para violín / Ulf Wallin, violín / Norrköping Symphony<br />

Orchestra. Dir.: Michail Jurowski / CPO / Ref.: 999984-2 (1 CD) D2<br />

Yakob Kreizberg graba la tremenda Séptima de Bruckner<br />

al frente de la Sínfonica de Viena<br />

Un buen tándem<br />

Yakob Kreizberg es uno de los directores más prometedores de las<br />

últimas generaciones llegadas a los podios de las mejores<br />

orquestas del mundo. Hoy está al frente como titular de la<br />

Orquesta Filarmónica de Holanda y es primer invitado de la Sinfónica<br />

de Viena. Su trabajo con esta última no ha pasado desapercibido para<br />

la crítica europea, que ha alabado la flexibilidad de la formación para<br />

adaptarse a la personalidad de un maestro que ha sabido abrillantar su<br />

sonido y, en cierta manera, aumentar la autoestima de una orquesta<br />

cuyos últimos titulares han hecho recordar tiempos mejores y lejanos.<br />

Muestra del buen entendimiento entre la centuria vienesa y su director ruso-americano nos llega esta<br />

Séptima de Bruckner excelentemente planteada y magníficamente tocada por una orquesta que se<br />

siente, sin duda, muy a gusto. Kreizberg, que expone muy seriamente el Allegro moderato, se demora<br />

con intención bien expresiva en el Adagio, sabiendo alcanzar muy bien ese punto culminante de la<br />

sinfonía que lleva dentro ese segundo movimiento, aderezado aquí con timbales, platillos y triángulo,<br />

eso que a algunos les parece un sacrilegio y a otros les permite, como decía el inolvidable Angel<br />

Fernando Mayo, no quedarse a media ración. El Scherzo y el Finale llegan con el necesario guiño<br />

rústico aquél y con el poderío y la grandeza que le son propias éste. Una excelente versión, en suma,<br />

de una de esas obras que examinan de verdad a un director de orquesta.<br />

Pablo Batallán<br />

A. BRUCKNER: Sinfonía nº 7 / Orquesta Sinfónica de Viena. Dir.: Yakob Kreizberg / PENTATONE / Ref.: PTC 5186051 (1 SACD)<br />

D1


Obras para clarinete y orquesta de Magnus Lindberg en ONDINE<br />

Eficacia y transparencia<br />

Hacia finales de los ochenta la trayectoria de Magnus Lindberg (Helsinki, 1958), hasta entonces paladín<br />

de las propuestas de la vanguardia musical europea, colaborador de Gérard Grisey y seguidor de los<br />

cursos de Lachenmann, Ferneyhouhg o Donatoni, conoce si no un vuelco radical sí al menos un<br />

marcado giro. Lindberg descubre la posibilidad de una «tercera vía» en la creación contemporánea, un espacio<br />

poco transitado entre el post-serialismo y el neoclasicismo. De este modo recupera elementos casi marginados<br />

por los compositores más avanzados del siglo, en especial la melodía, al tiempo que acerca la armonía, el ritmo y el contrapunto a<br />

terrenos más cercanos a la tradición clásica. Su música, con todo, conservará en cierto modo memoria genética de las mutaciones<br />

operadas por las sucesivas vanguardias, adoptando rasgos de una moderada modernidad, de inmejorable acabado pero sin estridencias,<br />

en absoluto carente de atractivos. Ejemplo de ello: las tres piezas contenidas en este compacto del sello ONDINE, dirigidas por el<br />

impecable Sakari Oramo a la cabeza de una Finnish Radio Simphony Orchestra siempre equilibrada y flexible.<br />

Al clarinetista Kari Kriikku ha dedicado Lindberg desde 1979 varias obras, entre ellas el presente Concierto para clarinete (2002). Los<br />

cinco movimientos en que se estructura permiten múltiples ocasiones de lucimiento al solista, que despliega un amplio catálogo de tonos<br />

que van de lo emotivo y dramático hasta lo humorístico e irónico, apuntando en los mejores momentos a una civilizada disonancia y<br />

convocando incluso cierto espíritu jazzístico. Con alternancia de remansos de paz y agresivos ataques orquestales, el proteico espacio<br />

sonoro es definido con eficacia y transparencia. Gran Duo (2000), para trece instrumentos de madera y once de metal, de gran<br />

dinamismo y complejidad armónica, muestra una arquitectura elaborada mediante el fluido trenzado de microsucesos sonoros. Por<br />

último, Chorale (2001-2002), homenaje a Bach con un reconocible tema coral que surge y se desvanece, juega con los tiempos para<br />

alimentar gradualmente una tensión sólo resuelta en una elegante serie de compases finales.<br />

( 23 )<br />

Antón Piedrahita Tirado<br />

MAGNUS LINDBERG (1958): Concierto para clarinete; Gran Duo; Chorale / Kari Kriikku, clarinete / Finnish Radio Symphony Orchestra. Dir.: Sakari Oramo / ONDINE / Ref.:<br />

ODE 1038-2 (1 CD) D2<br />

Monográfico dedicado a Herbert Willi en WERGO<br />

Orografías abruptas<br />

Quizá por haber sido alumno de Olivier Messiaen, al alemán<br />

Herbert Willi (1956) le gusta llenar sus partituras de cantos<br />

de pájaros, representados por el fraseo locuaz y aleteante de<br />

trompetas, flautas y oboes; mientras, la orquesta se ensarza en<br />

obsesivos ostinati que abren<br />

espacios tan majestuosos como<br />

letales al vuelo de las cantarinas<br />

aves... Willi ha ido configurando<br />

una gramática orquestal coherente<br />

en sus silencios y explosiones, en<br />

sus densas armonías y bruscas<br />

rítmicas. Es un contemplador de la<br />

naturaleza, reconoce, pero sus<br />

obras no tienen demasiado de<br />

contemplativas; por lo general están<br />

plagadas de yuxtaposiciones sonoras,<br />

de disonantes contrapuntos<br />

y, sobre todo, de potentes<br />

estructuras que parecen querer<br />

rivalizar en grandeza con la abrupta orografía de su Vorarlberg<br />

natal, a la que ha dedicado el ciclo Montafon. A él pertenece Eirene,<br />

concierto para trompeta y orquesta cuyos volúmenes rotundos y<br />

enérgicos arriesgan aplastar las interesantes tentativas de elevación<br />

del instrumento solista, o los singulares amagos jazzísticos en que<br />

se resuelven algunas derivaciones; lo mismo sucede en ...geraume<br />

zeit..., concierto para flauta, oboe y orquesta perteneciente también<br />

a ese ciclo y que repite similares patrones rítmicos. Notables<br />

resultan, sin embargo, las atmósferas serenas que concitan una<br />

mayor sutileza tímbrica de la orquesta. Y notables igualmente<br />

resultan Räume, inspirada en Stalker de Andrei Tarkovski y quizá la<br />

mejor pieza del disco, y Rondino, ambas caracterizadas por sus<br />

complejas arquitecturas que alcanzan a integrar el desorden en<br />

tramas de gran transparencia, enfrentando varias líneas melódicas y<br />

manejando con soltura los más marcados contrastes.<br />

Günther Herbig, Michael Stern y Petri Sakari se turnan en la<br />

dirección de la magnífica Rundfunk-Sinfonieorchester Saarbrücken.<br />

Conde Fosco<br />

HERBERT WILLI (1956 -): Eirene (Concierto para trompeta y orquesta); Räume (para<br />

orquesta); … geraume Zeit … (Concierto para flauta, oboe y orquesta); Begegnung (para<br />

orquesta); Rondino (para orquesta; de la ópera « Schlafes Bruder») / Reinhold Friedrich,<br />

trompeta. Wolfgang Schulz, flauta. Hansjörg Schellenberger, oboe / Rundfunksinfonieorchester<br />

Saarbrücken. Günther Herbig, Petri Sakari, Michael Stern, dirección /<br />

WERGO / Ref.: 6673-2 (1 CD) D2<br />

Mazurkas op. 50 & 62 del autor polaco<br />

Bailando con Szymanowski<br />

Va de mazurkas, o sea de una mala traducción del polaco<br />

mazurek, una danza popular de las llamadas Tierras Bajas<br />

de Polonia, que en el siglo XVII, dado su predicamento, fue<br />

aceptada por la Corte y se convirtió en música culta. Desde luego,<br />

debemos a Chopin la universalidad de estas piezas pero fue Karol<br />

Szymanowski (1882-1937) el<br />

encargado de dar su versión, la<br />

propia del siglo XX. No estuvo<br />

solo en la tarea de adaptar el<br />

folclore al lenguaje de la<br />

revuelta centuria en la cual<br />

trabajaron Falla, Bartok y<br />

Stravinski, entre otros. Las<br />

obras que incluye este compacto<br />

datan de dos series, una<br />

de 1924-1926 y la otra de<br />

1933-1934.<br />

Dentro de compases con tres<br />

tiempos, las soluciones de<br />

nuestro músico son variables y se valen del antecedente<br />

chopiniano con cierta libertad, entre homenaje y actualización<br />

personal. Los ritmos tienden a desdibujarse hasta parecer el<br />

acompañamiento de danzas ideales en una lejana Corte fantasmal<br />

de leyenda. Las armonías recuerdan la deuda del polaco con la<br />

escuela francesa, pero a veces consiguen una acidez más propia<br />

del expresionismo, como si el autor se acordara de estar en<br />

campo eslavo, lo cual dramatiza la poética amabilidad que se<br />

atribuye vulgarmente a la mazurka.<br />

Algo parecido cabe decir en cuanto a las estructuras. Algunas<br />

son estróficas y simétricas: un tema cede el puesto a otro y vuelve<br />

al anterior. Otras abren paso a dos pares de temas repetidos. Otras<br />

son insistentes rondós. Otras, un tema único que se varía<br />

ligeramente y da lugar a una suerte de segundo tema dependiente<br />

y derivado. Como se ve, y más si se oye, estamos ante una<br />

propuesta variopinta, donde fórmulas sofisticadas de la moderna<br />

redacción musical se encuentran con ecos ancestrales y<br />

anónimos que suben de las Tierras Bajas a las alturas del Gran<br />

Arte en la Pequeña Forma. Ahí queda eso.<br />

B.M.<br />

KAROL SZYMANOWSKI (1882-1937): Mazurkas op. 50 & 62 / Anna Kijanowska,<br />

piano / DUX / Ref.: DUX 0417 (1 CD) D2


Monográfico de Witold Lutoslawski en DUX<br />

Vendavales orquestales<br />

Con este monográfico Witold Lutoslawski (1913-1994) a cargo del director Antoni Wit y la Orquesta<br />

Filarmónica de Varsovia nos adentramos en una de las regiones más interiores y centrales de la<br />

música polaca del siglo XX, ciertamente agitada por los disturbios y tumultos de la época. El<br />

Concierto para orquesta acusa en cierto modo el enfrentamiento con los comunistas de su país, a quienes<br />

no había convencido demasiado una composición anterior, la Sinfonía nº 1, juzgada opuesta a los<br />

criterios del realismo socialista. El autor se propuso entonces escribir una obra para amplios efectivos<br />

orquestales inspirada en el folklore polaco, idea que cristalizaría en este Concierto estrenado con gran éxito en 1954. Es verdad que más<br />

tarde veremos a Lutoslawski consolidar una gramática armónica y tonal más personal, más avanzada si se quiere, pero no es menos cierto<br />

tampoco que esta obra de influencia bartokiana supone una extraordinaria lección de exploración tímbrica, colorido orquestal y<br />

despliegue temático. Sus tres movimientos, que asignan sucesivamente a cada sección orquestal funciones concertantes, se articulan a<br />

partir de dinámicas estructuras de tensiones basadas en el constante juego de acumulación y liberación de energía. Anton Wit demuestra<br />

una profunda comprensión de esta pieza y contrasta con decisión dinámicas, ritmos y texturas, atacando por ejemplo el último<br />

movimiento, Passacaglia, Toccata e Corale, con un tiempo inusualmente lento y majestuoso, de enorme impacto emocional.<br />

Y como complemento de lujo el Concierto para violonchelo y orquesta (1970) creado a instancias de Mstislav Rostropovich, que les<br />

supondría a ambos más de un quebradero de cabeza con sus respectivos gobiernos. Ilustración del conflicto individuo-sociedad, esta<br />

iriscente y abrupta fantasía en un solo movimiento dividido en cuatro escenas comienza con un monólogo del instrumento solista que<br />

los metales intentan, sin conseguirlo, interrumpir; el violonchelo pretende dialogar en cuatro ocasiones con las demás secciones, que le<br />

responden siempre con aspereza, hasta la culminación de la pieza con un doloroso estallido. La presente versión de uno de los conciertos<br />

más significativos de la segunda mitad del siglo pasado pone de manifiesto la versatilidad y buena comunicación entre atriles de una<br />

Filarmónica de Varsovia en plena forma; el solista, Rafal Kwiatkovski, se defiende con dignidad de los vendavales orquestales que no<br />

dejan de sacudirle.<br />

WITOLD LUTOSLAWSKI (1913-1994): Concierto para orquesta (1954); Concierto para violonchelo (1970) / Rafat Kwiatkowski, violonchelo / Warsaw Philharmonic Symphony<br />

Orchestra. Dir.: Antoni Wit / DUX / Ref.: DUX 0499 (1 CD) D2<br />

Obras para dúo de piano de Gershwin, Copland y Bernstein<br />

América, América<br />

George Gershwin, Aaron Copland y Leonard Bernstein:<br />

¿los tres compositores americanos más populares del<br />

siglo XX? Seguramente. En cualquier caso, son los<br />

elegidos para conducirnos a un vibrante viaje al corazón<br />

musical norteamericano propuesto por el dúo pianístico<br />

Genova & Dimitrov (Aglika Genova y Liuben Dimitrov), cuyas<br />

grabaciones para el sello CPO de obras de Poulenc, Martinu,<br />

Schnittke o Shostakovich, entre<br />

otros autores, han sido recibidas<br />

con entusiástica algarabía por la<br />

crítica internacional. America for<br />

Two es un buen ejemplo de sus<br />

capacidades. Ambos teclistas<br />

demuestran una muy feliz<br />

compenetración -conseguida tras<br />

una década de constante<br />

colaboración-, una emocionante<br />

expresividad melódica y al mismo<br />

tiempo el más electrizante sentido<br />

rítmico.<br />

El programa, por otra parte, resulta<br />

ciertamente animado y placentero: en estos arreglos para dos<br />

pianos varias de las piezas reunidas, convertidas en dinámicas<br />

versiones camerísticas, parecen ganar en frescura y gallardía,<br />

en gracia sinuosa y aleteante. A este respecto, cabe señalar el<br />

vuelo lírico que atraviesa aquí la Porgy and Bess Fantasy de<br />

Gershwin, la expansiva impetuosidad que se apodera de El<br />

Salón México de Copland o el mundo de contrastes y denso<br />

cromatismo cristalizado en la presente lectura de West Side<br />

History de Bernstein. En cierto modo, las interpretaciones de<br />

Genova y Dimitrov sitúan estas conocidas obras en un<br />

interesante terreno, a mitad de camino de lo culto y lo popular,<br />

de lo clásico y lo moderno, haciendo circular por ellas una<br />

enérgica vitalidad. Un disco, por lo tanto, disfrutable no sólo<br />

por los aficionados a este repertorio, sino por cualquier oyente<br />

que quiera recordar algunas de las más conocidas páginas<br />

musicales del pasado siglo en intensas interpretaciones.<br />

A.P.T.<br />

AMERICA FOR TWO: Obras de Gershwin, Copland, Bernstein / Duo Genova &<br />

Dimitrov / CPO / Ref.: 777039-2 (1 CD) D5<br />

( 24 )<br />

Regresa el trombonista Christian Lindberg<br />

Mezclas sin complejos<br />

C.F.<br />

El carismático trombonista Christian Lindberg, para quien han<br />

compuesto obras autores de la envergadura de Xenakis, Berio o<br />

Gubaidulina, presenta un programa dominado en gran medida por<br />

el concepto de cross-over, por el cruce de géneros musicales<br />

diferentes. No puede ocultarse que las tres obras recogidas en esta<br />

grabación resultan bastante ligeras, lo<br />

cual no supone por supuesto ningún<br />

demérito. Se trata de composiciones<br />

dinámicas y vibrantes, alejadas de<br />

complejidades y resueltas con más o<br />

menos acierto. La primera y más<br />

convincente del lote tiene algo de<br />

insólita recuperación por cuanto se trata<br />

del Concierto para trombón y orquesta<br />

que Nathaniel Shilkret (quien dirigió la<br />

primera grabación de la Rhapsody in<br />

Blue de Gershwin) escribiera en 1945<br />

para ser interpretado por Tommy<br />

Dorsey, estrella popular en aquel<br />

entonces, y Leopold Stokowski, al frente<br />

de la Orquesta Sinfónica de Nueva York. Lindberg ostenta sus amplios<br />

recursos trombonísticos en esta partitura que mezcla jazz y clásica sin<br />

complejos, de rica instrumentación y evocadoras atmósferas. Por su<br />

parte, Concierto nº 1 para trombón y orquesta. El retorno de Kit Bones<br />

(2001) de Fredrik Högberg se inspira en los spaghetti-westerns de<br />

Sergio Leone, manejando con soltura un lenguaje, empalagosamente<br />

romántico a veces, tan cinematográfico como variado. Para finalizar,<br />

Helikon Wasp (2003), del propio Lindberg, que aquí dirige a una<br />

Orquesta Sinfónica de Sao Paulo muy bien engrasada y poseedora de<br />

una lujuriante tímbrica, versa sobre un personaje que «sólo confía en<br />

su instinto y que detesta la menor pretensión intelectual»... aunque lo<br />

cierto es que el autor recurre a la mitología griega para bautizar a su<br />

héroe: ¿quién entiende a los trombonistas modernos? En cualquier<br />

caso la pieza, un divertimento poliestilístico, convierte las sonoridades<br />

del trombón y de la orquesta en su mayor atractivo.<br />

A.P.T.<br />

CHRISTIAN LINDBERG interpreta NATHANIEL SHILKRET (1889-1992): Concierto para<br />

trombón y orquesta (1945); FREDRIK HÖGBERG (n. 1971): Concierto para trombón y<br />

orquesta No. 1 (The Return of Kit Bones); CHRISTIAN LINDBERG (n. 1958): Helikon Wasp<br />

(2003) para trombón director y orquesta / Christian Lindberg, trombón y dirección. Sao<br />

Paulo Symphony Orchestra. John Neschling, dirección / BIS / Ref.: BIS SACD 1448 (1<br />

SACD) D2


Eliahu Inbal nos propone la impresionante Sinfonía Alemana de uno de los grandes «comprometidos» del siglo XX<br />

Eisler, creyente<br />

No tiene que sorprendernos que a Eliahu Inbal le haya<br />

interesado tanto esta sinfonía como para tocarla con una<br />

orquesta en principio tan inadecuada como la Filarmónica<br />

de Radio France, y con el coro de la misma radio (y es cosa<br />

reciente, de noviembre de 2004, Cité de la Musique). No ha de<br />

sorprendernos porque aquí hay mucho de ese mundo sinfónico<br />

acaso crepuscular o quién sabe si «de crisis» que es el mahleriano.<br />

Y fue Inbal el gran renovador de las sensibilidades y la conciencia<br />

mahlerianas allá por los años 80. Todavía recuerdo aquel día que<br />

vino aquí con Frankfurt, nos dio aquella Quinta, y ¡Dios mío! nos<br />

caímos del caballo. Los que nos habíamos<br />

subido a alguno, quiero decir. Hay en esta<br />

Deutsche Sinfonie de Hanns Eisler mucho<br />

Revelge, mucho de la marcha «Soldaten» de<br />

Marie en Wozzeck, muchas de esas danzas<br />

infernales que a Mahler le gustaba hacernos<br />

bailar porque sin duda sabía que el infierno<br />

es cosa de este mundo.<br />

Pero también hay otras cosas. Hay una<br />

poética explícita, la de Bertolt Brecht, más un<br />

texto arreglado por Eisler a partir de otro de<br />

Ignacio Silote. Se nos dice que esta obra es<br />

de 1935 a 1947; si tenemos en cuenta que el<br />

Tercer Reich duró de 1933 a 1945, nos salen<br />

las cuentas de manera exacta. 1933 fue un<br />

año nefasto en todos los sentidos. 1947 fue<br />

feliz en muchos, y especialmente en algunos que el tiempo irá<br />

aclarando cada vez mejor. Y hay atisbos de heroísmo sinfónico, de<br />

realismo socialista. En la medida de lo posible, de buena ley. No<br />

responde todavía a consignas. El artista ha asumido la consigna y<br />

se dice: caramba, hay que arrimar el hombro, los camaradas y la<br />

causa me necesitan, a mí y a los que son como yo, maldita sea,<br />

somos unos pequeños burgueses, o no tan pequeños, así que hay<br />

que hacerse perdonar el estigma, el origen, la cuna, la cepa.<br />

Bueno, más o menos eso. Se nos dice en el libreto de presentación<br />

que también hay alguna crítica al estalinismo, pero nos da la<br />

impresión de que no es cierto. Eisler supo del XX Congreso; no así<br />

Brecht, que murió ese mismo año. Pero de lo que supieron ambos,<br />

sobre todo Eisler, fue del error y del horror de su generación, de la<br />

anterior y de las siguientes.<br />

Es lógico también que Eisler se fije en Mahler para su propio<br />

sinfonismo. Eisler es el rebelde de entre los discípulos de<br />

Schoenberg. Para éste, el arte era algo así como sagrado, y su causa<br />

también lo era, de manera que el arte era una cosa compleja que<br />

había que preservar en tiempos de auge, mas también, y sobre<br />

todo, en tiempos «malos para la lírica», por decirlo así. Para Eisler,<br />

la música tenía que dirigirse a un público amplio, al pueblo, que<br />

no sabía de cosas virgueras como la suspensión tonal, la<br />

emancipación de la disonancia, el serialismo y todas esas cosas de<br />

artista «separado» de las masas. Vaya, de modo que vamos a<br />

descubrir las bondades del dos por dos, amigo Eisler, podría haber<br />

dicho Schoenberg, y creo que en rigor algo así dijo. No, maestro,<br />

pero es que en su torre de marfil hace mucho frío, prefiero<br />

calentarme un poco con el pueblo ahí abajo, podría haber<br />

respondido Eisler, que tenía salidas por el estilo (aunque sabemos<br />

que la lengua más rápida y golpeante de todo el exilio era la del<br />

gordo Korngold).<br />

Cuando Eisler termina esta sinfonía, todavía vive ese oscuro y<br />

siniestro personaje llamado Zdánov, que no morirá hasta 1948,<br />

pero que tiene tiempo de hacer la gran purga de músicos soviéticos<br />

ese mismo año. Sin saberlo, Eisler da argumentos para esa purga<br />

con una obra como ésta. Que, sin embargo, hay que escuchar<br />

como lo que es, un fresco sinfónico impresionante. Por cierto, lo<br />

estrenó Eisler en abril de 1959 en la Staatsoper unter den Linden.<br />

La obra se compone de once partes o movimientos, unos<br />

puramente sinfónicos y otros vocales, para solistas, para coro, o<br />

para ambos. Por cierto, el tercero de estos fragmentos, de poco más<br />

de tres minutos, es un añadido de 1958. Esto indica, de paso, en<br />

qué medida valoró Eisler esta obra suya, cuánto la mimó, cuánto le<br />

acompañó en sus asendereados exilios y hasta qué punto la cuidó<br />

desde que éstos empezaron. Por cierto, esos exilios le trajeron a<br />

España, en cuya guerra civil luchó a favor del bando republicano<br />

en virtud de su adscripción comunista. Como militante, como<br />

( 25 )<br />

hombre honesto, Eisler no podía saber que la<br />

ayuda soviética a la España republicana era un<br />

ensayo general de dominación de un gobierno a<br />

través de un partido «filial». Comunista era Eisler<br />

y comunista siguió siendo. Ahí está esa justísima<br />

portada. Volveremos en seguida sobre ella.<br />

En sus andanzas, acaba en Estados Unidos. En<br />

Hollywood tiene problemas con la Comisión de<br />

actividades antiamericanas. Por una vez, Mac<br />

Carthy tenía razón: Eisler sí era comunista.<br />

Consiguió que le defendiera mucha gente,<br />

entre ellos Stravinski, que nunca se mojaba<br />

por nadie, al menos así como así, y menos por<br />

un «rojeras». Al menos, quedó de todo<br />

aquello el Hollywood Songbook (1938-43).<br />

Volvió Eisler a la Europa destruida por la<br />

guerra y se instaló en la parte de Alemania<br />

ocupada por la Unión Soviética, la que se<br />

convertiría en la República Democrática<br />

Alemana. Hans no podía saber que aquello<br />

iba a ser uno de los estados más siniestros de<br />

todos los tiempos, y compuso su himno. Allí<br />

se instalaba también su amigo y colaborador<br />

Bertolt Brecht, para el que había escrito la<br />

música de algunas piezas teatrales de gran<br />

importancia, como dos adaptaciones nada<br />

serviles como La madre y Schweik en la Segunda Guerra Mundial.<br />

Ambos, sobre todo, habían escrito numerosas canciones<br />

comprometidas con la causa, a menudo realmente vitriólicas.<br />

No duraron mucho ni uno ni otro en el nuevo y flamante país<br />

que fue capital de la guerra fría. Brecht tuvo la suerte de morir en<br />

1956 y no mancharse demasiado las manos; sólo un poco. Eisler<br />

murió en 1962: ¿del disgusto de ver que el camarada Walter<br />

Ulbricht y sus chicos levantaban un muro en Berlín?<br />

Vean la portada. Oigan la sinfonía. En ésta, Brecht y Eisler. En<br />

aquella, una militante del pueblo que une martillo y hoz para<br />

formar lo que ya sabemos. El comunismo tuvo mucha fuerza por<br />

eso, por la ingenuidad y generosidad del pueblo que lo defendió,<br />

por la ingenuidad y generosidad de los artistas e intelectuales que<br />

lucharon por él. El comunismo se diferencia del nazismo en que en<br />

éste tanto los intelectuales como los militantes de base, las<br />

juventudes y las senectudes están formadas por personas que son<br />

sacos inagotables de odio. En cambio, las élites, los dirigentes de<br />

un partido nazi y un partido comunista como aquellos dos que<br />

compadrearon en agosto y septiembre de 1939 y no se enfrentaron<br />

hasta la primavera de 1941; esas elites, digo, son más o menos<br />

intercambiables. Por eso hoy, pese a los males que el comunismo<br />

ha traido al mundo, se puede hacer una portada como ésta y<br />

entender su belleza. ¿Verdad que no se entendería lo mismo con<br />

una nena blonda que formara la cruz gamada?<br />

Si alguien quiere consultar las Memorias de Henze(1),<br />

encontrará allí el paisaje desolado en que se convirtió poco a poco<br />

y cada vez más deprisa la R.D.A., y lo que fue de algún que otro<br />

descendiente de Eisler. Y que conste que Henze ha sido de todo en<br />

esta vida, pero nunca agente de la CIA.<br />

Un bello disco. Hecho por franceses, curiosamente. Y por un<br />

israelí hierosolomitano, que es un artistazo, como saben bien los<br />

lectores de este insuperable boletín. Ya era hora de que esta obra<br />

saliera de las leyendas, de los archivos radiofónicos inaudibles (la<br />

verdad, no sé siquiera si se conserva algún registro de la vieja<br />

R.D.A.) y del ostracismo. Sí, del ostracismo de lo bienpensante. Es<br />

uno de esos interesantísimos discos a los que empieza a<br />

acostumbrarnos el tándem Radio France-Naïve.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

NOTAS:<br />

(1) Hans Werner Henze: Canciones de viaje con quintas bohemias.<br />

Noticias biográficas. Antonio Amchado Libros. Fundación Scherzo.<br />

HANNS EISLER (1898-1962): Deutsche Sinfonie (Sinfonía alemana) / Koch, Masur,<br />

Schulte, Rydl. Jean-Louis Depoil & Pierre Roux, recitadores / Choeur de Radio France.<br />

Norbert Balatsch, director coral. Orchestre Philharmonique de Radio France. Myung-<br />

Whun Chung, dirección musical. Eliahu Inbal, dirección (Grabación en directo,<br />

19.11.2004, París) / NAÏVE / Ref.: V 5031 (1 CD) D1


El extraño y monumental Opus Clavicembalisticum de Kaikhosru Sorabji en BIS<br />

El palimpsesto y la incompletud<br />

La prueba de la existencia de una vanguardia se hace -su nombre lo indica- a posteriori, cuando tiene seguidores; y la aparición de<br />

seguidores anuncia ya que la vanguardia ha vivido, que es ya anacrónica. Entonces los ex-vanguardistas reivindican algunos títulos, el<br />

de «eterno enfant terrible» es muy requerido...<br />

Las pocas vanguardias que existieron con ese nombre estuvieron demasiado ligadas a los fascismos del siglo XX para seducirme; no<br />

quiero aquí, ni en otro lugar, cantar las virtudes de las músicas crapulosas (aunque...) sino recordar a un<br />

músico que no fue ni vanguardista ni enfant terrible; tampoco fue un músico de retaguardia, ni un epígono,<br />

creo. Tampoco sé si es un «gran» compositor, pero cuando lo escuché la última vez, para programarlo en La<br />

catedral vegetal (Radio Clásica, domingos 21h30, no se lo pierdan), pensaba en esas islas pacíficas, donde<br />

«lo actual se considera como algo carcomido, ajado, podrido; sólo lo antaño es joven y vigoroso; nosotros<br />

somos, seríamos, elementos del universo, y todo en nuestro cuerpo llevaría su traza. Traza -monte, fuente,<br />

orilla- hacia la que todos viajan, todos vuelven, traza que la admiración intensifica...»<br />

No hablo de Scelsi, sino de Sorabji, aunque, más allá de sus respectivas ideologías y estéticas -protozen y<br />

floridobudismo- tienen muchos sonidos en común. Para presentar ese Opus Clav, se puede decir que es un<br />

intento monstruoso por completar la Fuga a tres sujetos del Arte de la Fuga, a través del intento de Busoni<br />

con la no menos monstruosa Fantasía contrappuntistica (la marca musical B-A-C-H que interrumpe el último<br />

contrapunctus del Arte de la Fuga, se encuentra en el Opus Clav, y le da una estructura). Sorabji, al igual que<br />

Busoni y Ronald Stevenson (el compositor de la asombrosísima Passacaglia on D-S-C-H), actúa como si el<br />

compositor reescribiese unas notas que otros ya han escrito; como si el compositor fuese un transcriptor de<br />

transcriptores anteriores, como si la música fuese una escritura generalizada de si misma, como si la música fuese un inmenso palimpsesto<br />

teniendo por ineludible destino la incompletud. Por ello quizá, escuchamos estas obras como si se tratara de un esbozo (de obligada<br />

generosidad en la duración: unos 90 minutos para la Passacaglia; unas cuatro horas para el Opus Clav en esa versión de Madge y unas seis<br />

horas en la versión de John Ogdon) sobre el cual había que improvisar. Y, en esas falsas repeticiones de temas y situaciones, reapariciones<br />

de formas manipuladas a lo Wong Kar-Waï, el imaginario empieza a flotar.<br />

KAIKHOSRU SORABJI (1892-1988): Opus Clavicembalisticum / Geoffrey Douglas Madge, piano / BIS / Ref.: BIS 1062/1064 (3 CD) D2 x 3<br />

Monográfico dedicado al finlandés Pehr Henrik Nordgren, en BIS<br />

Cuando rock significa roca<br />

Que nadie se lleve a error (yo lo hice) al leer el título de la primera pieza de este<br />

disco para orquesta de cuerda, Rock Score; nada tiene que ver con la música<br />

rock, sino con lo que el término «rock» significa desde siempre: roca. La razón<br />

de este título equívoco es que esta primera obra está creada para su interpretación en una<br />

sala de conciertos tallada en la roca madre, excavada dentro de roca viva en el pequeño<br />

pueblo de Kaustinen. Quien encargó la composición al<br />

finlandés Pehr Henrik Nordgren (1944) no se equivocó en<br />

su elección. Al principio nos cortan la respiración silencios<br />

repentinos, insondables como simas, flanqueado por<br />

sonoridades armónicamente caóticas y agradabilísimas;<br />

texturas creadas con los colores de la cuerda, maleable<br />

como material onírico en manos de Nordgren. La segunda<br />

mitad de la obra resulta más convencional (dualidad que se<br />

repite en las tres piezas del cd), quizá porque entra en una<br />

región más comprensible para la mente pero más alejada<br />

del corazón, concluyendo con una especie de danza eslava<br />

dislocada, aunque sin la amargura con la que podría<br />

haberlo hecho Shostakovich.<br />

Silencio, pizzicatos y tersas manchas de sonido van<br />

adentrándonos en el paisaje de la segunda obra, el Concierto para violonchelo nº1.<br />

Atención al volumen en este cd, pues las composiciones pasan del tutti al silencio sin<br />

previo aviso. Es música sorpresiva, más que sorprendente; emocionada, que no<br />

emocionante; gesticulante pero no expresiva. Sin embargo, atravesados ya los escollos de<br />

una primera escucha, una segunda se convierte en una experiencia reveladora, que<br />

convierte los quiebros bruscos en viejos conocidos; sensaciones similares recuerdo<br />

cuando descubrí el Concierto de Berg a la memoria de un ángel. Marko Ylönen y su<br />

violonchelo no nos dicen nada, tan solo trazan líneas, escasas de ornamentación,<br />

ocupando el silencio, rumiando pensamientos sin intención de ser entendidos; como<br />

frases de las cuales se han sustraído los adjetivos y adverbios. Pero cada aparición de la<br />

orquesta en esa oscuridad nos despierta de tal modo que pensamos estar ante un<br />

concierto para orquesta y violonchelo más que para violonchelo y orquesta. También es<br />

una sensación que queda tamizada en una segunda escucha, en la que ambos, solista y<br />

conjunto, reequilibran sus posiciones aunque la orquesta siempre salga ganadora por una<br />

cabeza. Hay que apuntar que la Ostrobothnian Chamber Orchestra, dedicataria de las<br />

tres piezas del disco, suena de maravilla, con o sin su director Juha Kangas.<br />

( 26 )<br />

José Velasco<br />

PEHR HENRIK NORDGREN (1944 -): Rock Score; Concierto para violonchelo; Transe-Choral / Marko Ylönen<br />

(violonchelo). Ostrobothnian Chamber Orchestra. Juha Kangas, dirección / BIS / Ref.: BIS 1356 (1 CD) D2<br />

Pierre Élie Mamou<br />

MÉLANCOLIE: Obras de Samuel Barber, Gabriel Fauré,<br />

Wolfgang Amadeus Mozart, Henry Purcell, Christoph<br />

Willibald Gluck, Antonio Vivaldi, Ludwig van<br />

Beethoven, Pascal Dusapin, Claude Debussy, Stephane<br />

Grappelli, Georg Friedrich Haendel, Robert Schumann,<br />

Johann Sebastian Bach, Nicolò Porpora, Jean Sibelius,<br />

John Dowland, Frédéric Chopin, Claudio Monteverdi,<br />

Gustav Mahler, Ferenc Liszt, Philipp Glass & Piotr Ilych<br />

Tchaikovski / Varios intérpretes, orquestas y directores /<br />

NAÏVE / Ref.: V 5036 (2 CD) D1<br />

VIENA 1900: Obras de Richard Strauss, Johannes<br />

Brahms, Arnold Schoenberg, Anton Webern, Alban<br />

Berg, Alexander von Zemlinsky, Gustav Mahler &<br />

Franz Schrecker / Dawn Upshaw, soprano. Anne<br />

Gastinel, violonchelo. Andrea Bonatta, Louise<br />

Bessette, Pierre-Laurent Aimard, Stefan Litwin, pianos.<br />

Arditti String Quartet. Orchestre National de<br />

Bourdeux-Aquitane. Orchestre National de France.<br />

Alaine Lombard, Bernard Haitink, directores / NAÏVE /<br />

Ref.: V 5039 (2 CD) D1


Sylvano Bussotti y su Rara Requiem en COL-LEGNO<br />

La voluptuosidad de un réquiem<br />

No está de más apuntar aquí que la citada obra se escribió en 1969 -revisándose en 1970- porque,<br />

considerando que pertenece a una vanguardia pretérita y a una escritura en su momento nada<br />

convencional pero que ha caído un tanto en desuso, es, sin embargo, una obra que conserva una<br />

modernidad y un atractivo admirables. Razones hay. Sylvano Bussotti (Florencia, 1931) es, en primer lugar, ese<br />

uomo di teatro que conoce bien los recursos de la escena, su rica tradición -algo desdeñada por la vanguardia del momento- siendo él<br />

mismo escenógrafo, diseñador de vestuario, pintor y escritor. Pero al tiempo, por influencia directa de John Cage, se hace célebre desde<br />

1959 como pionero de la notación gráfica y el gesto sonoro, algo que no ha abandonado nunca.<br />

The Rara Requiem es una pieza en dos partes de carácter operístico, no obstante en su origen fue concebida como parte integrante<br />

de la ópera Lorenzaccio (1968-1972) y su tejido textual está formado por un collage de fragmentos y citas literarias de 23 autores<br />

diferentes de todas las épocas en el que los fragmentos se suceden de forma encadenada explorando al tiempo virtuosísticamente la<br />

tímbrica, la formas de emisión de voz sin disimular su tendencia esteticista, su propensión a la extravagancia ornamental, sin bien Bussotti<br />

es sabio a la hora de equilibrar el suntuoso color con una escritura musical refinada, elegante y contenida cuando se requiere.Y mientras<br />

que las voces obedecen a una distribución tradicional, la orquesta prescinde de la cuerda valorando la percusión y el viento, añadiendo<br />

arpa, guitarra, piano y un violonchelo solista.<br />

Dirige con excelente pulso un buen conocedor del trabajo del florentino: el madrileño Arturo Tamayo. La orquesta y el coro son los<br />

del veneciano Teatro La Fenice que dirigió tiempo ha el propio Bussotti.<br />

Afirmar la vida y sus placeres por encima de la muerte es volutad de este Rara Requiem. Nos quedaremos sin saber a ciencia cierta<br />

si el epíteto es, como se supone, el alter ego del compositor. No importa, ahí está en todo caso su extraordinario trabajo.<br />

( 27 )<br />

Manuel Luca de Tena<br />

SYLVANO BUSSOTTI (1931): The Rara Requiem / Alda Caiello, soprano. Luisa Castellani, mezzo. Ezio Di Cesare, tenor. Roberto Abbondanza, bajo. Vocal Sextet. Mario<br />

Brunello, violonchelo. Dario Bisso, guitarra. Orchestra e Coro del Teatro La Fenice. Giovanni Andreoli, dirección coral. Arturo Tamayo, dirección (Grabación en directo, Venecia<br />

1998) / COL LEGNO / Ref.: WWE 20221 (1 CD) D2<br />

¿<br />

Música contemporánea indonesia para piano en MDG<br />

El budismo Hinayana<br />

y Morton Feldman<br />

Música contemporánea indonesia para piano? ¡Diantre! ¿Y a<br />

qué puede sonar tal cosa? Es lo primero que uno, llevado por<br />

la excitación, piensa antes de escuchar este disco. Pero pronto<br />

se percibe que Asia Avantgarde Indonesia no calmará el ansia de<br />

exotismo de ningún oído inquieto, pues los cinco compositores<br />

que aquí se presentan han estudiado composición en Europa o<br />

bien se han formado en los<br />

departamentos de música occidental de<br />

su país. Es decir, que en sus creaciones<br />

no se realizan apenas concesiones a eso<br />

que podríamos denominar «color local»;<br />

es decir también, que sus obras suenan<br />

como las de cualquier otro autor nacido<br />

en Colonia o en Las Vegas, por ejemplo,<br />

constituyendo en conjunto un magnífico<br />

ejemplo de que la globalización afecta,<br />

ay, y en profundidad, al universo de la<br />

creación contemporánea. Y con todo,<br />

estas piezas, todas ellas ciertamente de<br />

inmejorable construcción sonora y sugestiva inspiración,<br />

comparten un aspecto muy especial: su mágica atmósfera de<br />

quietud, de inmovilidad, de contemplación. ¿Influencia del<br />

budismo Hinayana o de Morton Feldman? Quién sabe. El caso es<br />

que este rasgo aparece en Svara y Yu Taha, ambas composiciones<br />

del padre de la moderna música indonesia, Slamet A. Sjukur,<br />

caracterizadas por sus suaves disonancias armónicas y por unas<br />

estructuras rítmicas de atractiva complejidad dinámica, pero<br />

también en las de posteriores seguidores, cuyos nombres<br />

citaremos a efectos informativos: Paul Gutama Soegijo, Michael<br />

Asmara, Soe Tjen Marching y Dody Satya Ekagustiman.<br />

El pianista Steffen Schleiermacher, aplaudido intérprete de Cage<br />

(especializado al parecer en los repertorios menos frecuentados,<br />

como ya demostró en un anterior y excelente registro para el sello<br />

MDG, American Ultramodernist), transita entre estas obras a<br />

manera de presencia casi inmaterial, dejándolas elevarse en<br />

volutas como humo de incienso en el crepúsculo.<br />

A.P.T.<br />

ASIA PIANO AVANTGARDE: Indonesia. Obras para piano de Paul Gutama Soegijo,<br />

Slamet A. Sjukur, Michael Asmara, Soe Tjen Marching & Dody Satya Ekagustiman /<br />

Steffen Schleiermacher, piano / MDG / Ref.: MDG 1322 (1 CD) D2<br />

Dos exigentes obras en colaboración entre el poeta Edoardo<br />

Sanguineti y el maestro italiano en WERGO<br />

Berio toma la palabra<br />

Luciano Berio y el poeta Edoardo Sanguineti colaboraron con<br />

recíproco entusiasmo en la creación de distintas obras sobre<br />

todo durante los heroicos años 60; Passaggio, Esposizione,<br />

Laborintus II y A-Ronne, ya del año 74<br />

y que incluye este CD, son fruto de un<br />

espíritu rompedor y una imaginación a<br />

veces desbordante en donde el texto se<br />

explora a fondo hasta adivinar su<br />

potencial semántico y sonoro; es, en<br />

cierto modo, un laboratorio de<br />

investigación de la voz humana en el<br />

que se construye, se desconstruye, se<br />

analiza o sintentiza y se bucea en<br />

complejas situaciones no precisamente<br />

«fáciles» de escuchar en sus momentos<br />

más extremos. A-Ronne es un documental radiofónico para cinco<br />

actores en el que Berio dramatiza y musicaliza en directa<br />

colaboración con los intérpretes el texto escrito en cinco idiomas<br />

como una imagen dramática en forma de collage del nacimiento<br />

del mundo en sus balbuceos, onomatopeyas, locos desenfrenos y<br />

confusión. Obra, por tanto, hija de su época.<br />

Para Sanguineti no existe mejor contexto musical para sus<br />

textos que el que le proporciona su amigo Berio que encarna<br />

pura y simplemente cómo la música puede ser planteada y<br />

pensada hoy día, según sus palabras. Canticum Novisimi<br />

Testamenti (1989) es, por otro lado, un trabajo más homogéneo<br />

menos experimental y pretencioso, enteramente escrito en<br />

italiano actual. El poema nos habla de la edad madura, la muerte<br />

y lo efímero, no sin sus buenas dosis de alegre sarcasmo y<br />

vértigo. Ocho cantantes, cuatro clarinetes y cuatro saxofones<br />

participan estos quince Canticum cuyo significado se refiere<br />

hacia el final de la obra: «Estoy aquí cantando para cantar,<br />

diciendo para decir, hablando para hablar, haciendo mi<br />

testamento, no pasando el tiempo». Sin más comentarios.<br />

Un importante reto musical que llevan a cabo brillantemente<br />

los Neue Vocalsolisten Stuttgart, grandes investigadores y<br />

especialistas del género junto al director Peter Rundel y los ocho<br />

estupendos vientos.<br />

M.L.T.<br />

LUCIANO BERIO (1925-2003): Canticum Novissimi Testamenti; A-ronne / Neue<br />

Vocalsolisten Stuttgart. Newears4 clarinets. Xaxax, ensemble de saxophones<br />

modulable. Dir.: Peter Rudel / WERGO / Ref.: 6678-2 (1 CD) D2


Obras vocales de Lepo Sumera, en BIS<br />

Sortilegios estonios<br />

Cuando uno escucha estas piezas corales del estonio Lepo Sumera (1950-2000) parece de repente trasladarse<br />

a algún mundo pagano todavía regido por antiguos rituales chamánicos. Quizá sea una característica de los<br />

compositores de ese país báltico, influidos largamente por el folklore, pero lo cierto es que la misma<br />

sensación me asalta al escuchar a Veljo Tormis (aunque no a Arvo Pärt, tan inmerso él en la esfera del cristianismo<br />

ortodoxo): de inmediato me veo en mitad de una ceremonia para alejar toda suerte de espíritus malignos o, durante la primavera, para<br />

ayudar activamente a la fertilidad de la naturaleza... Estos trabajos de Sumera, quien por cierto en su última década de vida iba a<br />

demostrar cada vez mayor interés por la música electroacústica, despliegan en cualquier caso un vasto arsenal de efectos sonoros, más<br />

o menos polifónicos, más o menos modernos, o, por decirlo así, de una fascinante modernidad arcaica, que atrapan al oyente entre sus<br />

originales tramas vocales con la seguridad del más efectivo sortilegio amoroso o, en otra clave, con la fuerza de una trampa para osos.<br />

Concierto para voces e instrumentos (1997) revela una escritura coral e instrumental de enorme sutileza (que puede pasar<br />

desapercibida bajo su dinámica y vigorosa expresión), en donde la orquesta de cuerda desarrolla complejas y opalescentes estructuras<br />

que el coro mixto recoge con gran sentido dramático; la pieza, de una bárbara sofisticación y plagada de efectos cromáticos, pasa con<br />

facilidad del susurro a la explosión generando mágicos pero potentes paisajes sonoros. Por más que vuestra patria permanezca entre<br />

tinieblas mucho tiempo (1985), obra para coro mixto a capella, demuestra un tratamiento vocal algo más convencional, destacando en<br />

todo caso por su clima sombrío y desapacible. Por el contrario, de espléndida cabe calificar Seenekantaat, algo así como «Cantata a la<br />

seta», para coro mixto, flauta, piano y percusión, en la que podemos encontrar diversos tipos de canto y de declamación, desde el<br />

«suspiro rítmico» hasta el grito; la atmósfera, acorde con el tema, es altamente alucinatoria, remitiendo a veces al canto medieval con<br />

sus melismas y otras a las rítmicas tumultuosas de un Stepan Wolpe. Canto marino de la muchacha de la isla (1988), para coro mixto y<br />

varios instrumentos, es la otra gran pieza del disco, donde la idea de un canto traído por las olas se sugiere mediante deslizamientos<br />

tonales y cánones superpuestos, audaces saltos melódicos y unos recursos tímbricos vocales que recuerdan a enigmáticas lecturas<br />

rúnicas, cortesía de un magnífico Coro Filarmónico de Cámara Estonio dirigido por Tonu Kaljuste.<br />

LEPO SUMERA (1950-2000): Mushroom cantata & obras vocales / Andero Ermel, Guido Kangur, Jan Uuspõld, Külle Teetamm, Pille Lukin, Raivo E. Tamm, Ülle Kaljuste,<br />

actores. Janika Lentsius, flauta. Madis Metsamart, percusión. Kadri-Ann Sumera, piano. Estonian Philharmonic Chamber Choir. Tallin Chamber Orchestra. Tõnu Kaljuste / BIS /<br />

Ref.: BIS 1560 (1 CD) D2<br />

La nobel Elfriede Jelinek cede su verbo a Olga Neuwirth<br />

Las hijas de Thomas Bernhard<br />

Parece que soplan vientos con olor a rebelión. El Premio Nobel para Elfriede Jelinek no dejó de ser una<br />

sorpresa y, para algunos austriacos -yo entre ellos- incluso hasta muy agradable. Escribir con bisturí<br />

encuentra aliados donde uno menos se lo espera. Decían algunos que el premio tenía sabor a Thomas<br />

Bernhard. Quizá tengan razón. Es que Jelinek le debe mucho y, dicho sea de paso, no tanto por la<br />

innegable influencia formal o las analogías en los impulsos oscuros que deshojan a sus personajes sino por<br />

la radicalidad con la que «padre» e «hija» se niegan a aceptar la amnesia pragmática de un país con<br />

identidad errante.<br />

No es la primera vez qué la joven Olga Neuwirth utiliza textos de su compatriota Jelinek como fuente<br />

de inspiración para una de sus obras, siempre sorprendentes. Y hace bien,<br />

porque la sutileza con la que maneja y envuelve las complejas creaciones<br />

lingüísticas de la mordaz escritora hace entrever una afinidad, que apunta a<br />

logros aún mayores.<br />

En este encargo de la Radio de Baviera, una obra radiofónica (género todavía<br />

muy cultivado y querido en el mundo de habla alemana), Neuwirth consigue<br />

lo aparentemente imposible: encontrar los respiraderos en un texto cuyo<br />

equilibrio interior llega a rozar la perfección, para atar en ellos las cuerdas de<br />

su heterogéneo mundo sonoro que parece emerger del mismísimo aliento de<br />

los personajes.<br />

Basada en la aclamada y polémica pieza teatral «Sportstück» (Una pieza de<br />

deporte, Jelinek 1998), Todesraten (juego de palabras que podría traducirse<br />

como Los plazos de la muerte) contrapone en sendos monólogos dos casos auténticos: una señora madura<br />

que envenena a sus maridos ancianos para heredarles y un joven culturista que quiere imitar a su ídolo<br />

Arnold Schwarzenegger, lo que le lleva a la muerte. Para la señora mayor matar se convierte en deporte,<br />

para el joven culturista el deporte se convierte en trampa mortal.<br />

Ambas historias se entrelazan en una escalofriante denuncia de la soledad, contraponiendo las cadenas<br />

asociativas, juegos de palabras y paisajes interiores de Jelinek con la inquietante música de Neuwirth,<br />

articulada en un simple cuarteto instrumental, que se sirve con inspirado descaro de un abanico<br />

expresionista incorporando tanto elementos de música popular, como chirriantes insinuaciones del<br />

freejazz o las posibilidades para el misterio que ofrece la manipulación electrónica. Todo ello planteado<br />

con un sentido de dramatismo refinado que hace vislumbrar la lejana sombra de Alban Berg.<br />

El gran acierto de Neuwirth consiste en haber entendido que dentro de la terrible dureza de los textos<br />

de Jelinek se esconde la burlona sonrisa de la ironía sabia.<br />

Cabe destacar la muy acertada elección de las voces (Marianne Hoppe y Daniel Morgenroth,<br />

destacados actores de teatro) y la precisa interpretación de los integrantes del cuarteto, quienes ayudan<br />

mucho a convertir la escucha en una experiencia muy singular. Único pero: falta la traducción del libreto<br />

al castellano.<br />

( 28 )<br />

Günter Schwaiger<br />

OLGA NEUWIRTH (n.1968): Todesraten (Sobre dos monólogos de Elfriede Jelinek) / Marianne Hoppe y Daniel Morgenroth (voces), Uli<br />

Fussenegger (contrabajo), Pierre-Stephane Meugé (saxo), Ernesto Molinari (clarinete bajo), Burkhard Stangl (guitarra) / COL LEGNO / Ref.:<br />

WWE 20033 (1 CD) D2<br />

N.T.<br />

ENNO POPPE (1969 -): Música de<br />

cámara: Holz; 17 Estudios para el<br />

violín; Gelöchter Lieder; Tier; Rad /<br />

Christian Vogel, clarinete. Ensemble<br />

Mosaik. Chatschatur Kanajan, violín.<br />

Kairos Quartett. Ernst Surberg &<br />

Benjamin Kobler, teclados / COL<br />

LEGNO / Ref.: WWE 20237 (1 CD) D2<br />

EINOJUHANI RAUTAVAARA (1928):<br />

Sinfonía nº.1 (1955/1988/2003); Adagio<br />

Celeste (1997/2000); Book of Visions<br />

(2003/<strong>2005</strong>) / Belgium National<br />

Orchestra. Dir.: Mikko Frank / ONDINE<br />

/ Ref.: ODE 1064-5 (1 CD) D1


De la mano de Christoph Eschenbach, regresa la gran Philadelphia Orchestra a la arena discográfica<br />

El regreso de los 125 hijos pródigos<br />

Este registro, realizado en directo en mayo de <strong>2005</strong>, no solo es una sentida y emocionante<br />

conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial, sino todo un reencuentro, ya que marca la<br />

esperadísima vuelta de la Orquesta de Filadelfia al mundo de la fonografía. Guardo especial admiración<br />

por Christoph Eschenbach, titular de la formación desde 2003, tanto por su faceta de pianista como por la<br />

de director. Responsable como es de la resurrección discográfica de la<br />

mítica orquesta, esta admiración puede convertirse en devoción.<br />

El concierto se abrió con el Memorial a Lidice, una escalofriante<br />

composición de Bohuslav Martinu inspirada en un hecho no menos<br />

horrible. En 1942 la resistencia asesinó al gobernador nazi de<br />

Checoslovaquia, el temible Reinhard Heydrich; como represalia, el diez<br />

de junio el ejército alemán arrasó la pequeña población de Lidice,<br />

cercana a Praga. Desde su exilio norteamericano, Martinu expresó su<br />

desolación escribiendo esta impresionante elegía, una adagio sinfónico<br />

en el cual se asoma el motivo del destino de la Quinta Sinfonía de<br />

Beethoven, que utilizaba la BBC en sus emisiones durante la guerra.<br />

Eschenbach guarda para el segundo acto una composición que es todo un tesoro de un creador que<br />

poco a poco va emergiendo de las brumas del olvido, Gideon Klein. Su Partita para cuerdas es una<br />

orquestación de su trío realizada por Vojtech Saudek. La obra de cámara original fue compuesta en el<br />

campo de concentración de Terezín, cerca de Praga, donde Klein fue recluido por su condición de judío<br />

durante tres años, hasta que fue trasladado a Auschwitz, donde murió con veinticinco años.<br />

Como el director explica en las notas del cuadernillo, el nexo de unión de la composición de Bela Bartók con las otras dos es el carácter<br />

elegíaco de su tercer movimiento, el Intermezzo interrotto. Bartók escribió el Concierto para orquesta por encargo de Koussevitzky,<br />

aconsejado a su vez por Fritz Reiner y el violinista Joseph Szigeti. Recién exiliado y ya enfermo de leucemia, el húngaro compuso una obra<br />

de líneas nítidas y contornos comparativamente suaves respecto a su producción anterior, en un alarde a medio camino entre la humildad<br />

y la maestría, tomando la forma de un concierto del primer barroco, sin prevalencia de ningún instrumento solista sobre los demás. Fuerza<br />

y equilibrio como catalizadores de nervio y meditación hacen de ésta una de las composiciones básicas del siglo XX, esplendorosamente<br />

servida por Eschenbach al frente de esa máquina de precisión que sigue siendo la Orquesta de Filadelfia.<br />

Reunir estas tres composiciones supone un gran acierto, pues comparten, o desprenden, una peculiar intensidad emotiva, un sentimiento<br />

trágico que se manifiesta de diferentes maneras en las tres piezas; de modo patente en la obra de Martinu, de modo implícito en la de Klein,<br />

y de un modo más evanescente en el caso de Bartók.<br />

El sonido de este Super Audio CD es sencillamente espectacular y permite disfrutar en toda su brillantez del afamado «sonido<br />

Philadelphia», esa magia sonora que surgió ya con Stokowski, pero cuya paternidad debe atribuirse ante todo a Eugene Ormandy, quien<br />

durante casi cuarenta y cuatro años fue forjando a golpe de ensayo el empaste peculiar de esta centuria. Tras la larga ausencia, la nueva<br />

trayectoria discográfica de la orquesta incluirá tres grabaciones al año. Estamos, pues, de enhorabuena.<br />

J.V.<br />

BOHUSLAV MARTINU (1890-1959): Memorial to Lidice H.296; GIDEON KLEIN: (1919-1945) Partita para cuerdas (arr.Saudek); BÉLA BARTÓK (1881-1945): Concierto para<br />

orquesta Sz.116 / The Philadelphia Orchestra. Dir.: Christoph Eschenbach / ONDINE / Ref.: ODE 1072-5 (1 SACD) D1<br />

Nordic Spell, un disco que marca la irresistible ascensión de la flautista israelí Sharon Bezaly<br />

Flauta nórdica<br />

Sharon Bezaly es una de las flautistas más respetadas y de mayor versatilidad de la actualidad. Dentro de<br />

su discografía, siempre en el sello BIS, cabe citar preferentemente esa espléndida Antología para flauta.<br />

De la A a la Z de la que hasta el momento han aparecido tres volúmenes, y sus discos Aperitif. A french<br />

Collection (con trabajos de Gounod, Saint-Saëns. Fauré...) o Works of Duruflé. Hahn, Weinberg, Nicolayeva,<br />

acompañada por Nobuko Imai a la viola y por el inmenso Ronald Brautigam al piano. Bezaly domina sin<br />

duda los más abstrusos intríngulis del oficio (como esa técnica de respiración circular aprendida de Aurèle<br />

Nicolet, gracias a la cual alcanza espectaculares prestaciones sonoras),<br />

si bien sus mayores bazas son una nada usual profundidad expresiva y<br />

un innato sentido del tiempo y el fraseo, de cautivadora musicalidad.<br />

Para ella han escrito algunos compositores de peso, entre ellos y en<br />

especial el finlandés Kalevi Aho, cuyo Concierto para flauta y orquesta<br />

se incluye en este Nordic Spell, en el que se reúnen también piezas del<br />

islandés Haukur Tómasson y del sueco Christian Lindberg dedicadas a Bezaly.<br />

Las situaciones del concierto para flauta de Aho adoptan un carácter muy abstracto aunque<br />

reveladoras de una elevada plasticidad y lirismo. La percusión se descubre generadora de sugestivos<br />

ambientes, fluctuantes e inmateriales, requiriendo por lo demás el segundo movimiento del<br />

virtuosismo de la solista. La Lahti Symphony Orchestra, dirigida por un audaz Osmo Vänskä, pone<br />

en pie un variado y sugestivo universo tímbrico y cromático. Un tanto efectista, el Concierto para<br />

flauta nº 2 de Tómasson es una filigrana de secciones contrastantes, de atmósferas en constante<br />

cambio, de coloristas evocaciones, bien vertidas por Bernhardur Wilkinson a la cabeza de la Iceland<br />

Symphony Orchestra. Para finalizar tenemos The World of Montuagretta. Concierto para flauta y<br />

orquesta de cámara de Lindberg, fantasía sin excesiva enjundia pero de agradable escucha,<br />

presentada por el propio autor al frente de la Swedish Chamber Orchestra.<br />

Bezaly se muestra excelsa en estas composiciones que sirven, al menos, para poner de manifiesto su altísima categoría artística.<br />

SHARON BEZALY: Nordic Spell; Conciertos para flauta de Kalevo Aho (n. 1949), Haukur Tómasson (n. 1960) y Christian Lindberg (n. 1958) / Sharon Bezaly, flauta. Lathi<br />

Symphony Orchestra. Iceland Symphony Orchestra. Sweedish Symphony Orchestra. Osmo Vänskä, Bernhardur Wilkinson & Christian Lindberg, dirección (Primera grabación<br />

mundial)/ BIS / Ref.: BIS 1499 (1 CD) D2<br />

( 29 )<br />

A.P.T.


El nuevo trabajo de Uri Caine al frente de Bedrock<br />

Shelf-Life<br />

Conciliar las distintas facetas de Uri Caine es un trabajo arduo. No lo tiene fácil quien,<br />

viniendo de sus muy consideradas reconceptualizaciones de obras clásicas, se enfrente a sus Bedrock, una<br />

formación que hunde sus raíces en el funk y en el drum’n’bass. En cierto modo la fun band del pianista, sus<br />

producciones son infecciosamente rítmicas; por ejemplo, no hay nada en ella de secundario que no sea la<br />

consideración por parte del oyente de la inspiración en los lenguajes electrónicos actuales y el funk como<br />

material ligero, fungible, producto del tiempo. De hecho, hay poco de inocente en las elecciones Caine. En una<br />

entrevista manifestaba cómo su acercamiento al drum’n’bass provenía del «reto que supone para un músico de jazz la especie de vacío<br />

solista que hay en esta música, un vacío que ha de saber llenar a la par que mantener el toque de grupo». Empeño nada baladí que se<br />

saldó con un primer álbum tozudo en el compacto trabajo rítmico de la banda, la más densamente colaborativa del músico de Filadelfia,<br />

y cuyo único punto flaco era la estrechez de su sonido, que, espartano, percutiente y sin barniz, ilustraba bien la idea detrás del nombre<br />

de la formación, algo telúrico y sólido, hasta inamovible. Se esperaba la segunda entrega, pues no parecía esta una aventura circunstancial.<br />

Shelf-Life acaba de llegar, una evolución notable en tres años en un álbum que es tanto un enriquecimiento de las bases constituidas como<br />

un desarrollo impredecible.<br />

Aunque Shelf-Life aparece firmado por Caine, Tim Lefebvre y Zach Danziger, la formación ha arrojado la denominación de trío para<br />

denominarse sencillamente Bedrock en consonancia con el contenido del álbum. Sólo cuatro de sus diecisiete piezas son interpretadas a<br />

tres. Caine desembarca en él al frente de un arsenal de teclados, sus habituales, además de una buena cantidad de instrumentos retro, algo<br />

que refleja la dirección del álbum, por un lado contemporáneo pero por otro homenaje a la ciudad del pianista, a su sonido de música de<br />

baile, y a los 70, la década por la que el gusto pasó de largo. El kitsch de estos últimos es inofensivo, cabalgadas moogs burbujeantes en<br />

«Strom’s Theremin», postal tropical en «Defenestration», grueso B3 en «Watch Out!» . Por contra los cortes de drum’n’bass son oscuros,<br />

concentrados y de una soberbia pegada rítmica, como en su entrada, «Steak-jacket» y su preludio, el obsesivo «Murray» , o «Darker Bionic<br />

Cue», por no hablar de la clara intencionalidad de «Wolfowitz in Sheep’s Clothing». Descaradamente funky son el tema título, «Be<br />

Loose»con la voz de Barbara Walker, el tema policial de aullantes metales sintetizados de «Blakey» y el ruego soul a lo Marvin Gaye que<br />

cierra el disco, «Sweat» con la de Bunny Sigler, uno de los artífices del sonido de Filadelfia. El saxo es cortesía de otra de las leyendas<br />

locales, Bootsie Barnes. La idea de que Bedrock se basa en una aproximación muy libre a los intercambios del trío de jazz se sustancia<br />

aquí y allá en todo el disco, pero sobre todo en la desolada «Oder». «Keep the groove, understand the sweat» insiste el estribillo de<br />

«Sweat», y ese es el centro de este disco; formas de groove, formas de sudarlo.<br />

El título del álbum, Shelf-Life -que alude a la duración de un producto en los expositores antes de su retirada al fondo de catálogo, o<br />

más radicalmente, antes de su destrucción-, resulta irónico en un disco que como decíamos resulta contemporáneo y a la vez mira hacia<br />

detrás, a la década de la bola de espejo. Caine plantea burlonamente la pregunta de la durabilidad o no de las estéticas, la de sus<br />

resurgimientos, la de su disfrute. Como afirma, «puede que (esta) música no permanezca, pero el groove, el groove sí permanece».<br />

La música de Tim Berne genera<br />

extrañamiento. Abrupta, retorcida,<br />

impredecible, dilatada, por momentos<br />

áspera y provocativa, está llena de<br />

procedimientos poco familiares y heterodoxos en lo que llamamos<br />

jazz. Mucho proviene de su historia como músico pues en realidad<br />

la primera vez que Berne asió un alto con convicción estaba ya en<br />

la universidad y sus modelos no fueron ni Ellington, ni Parker, ni<br />

Monk ni Coltrane, sino Julius Hemphill, saxofonista paisano de<br />

Ornette Coleman, autor de obras extensas, óperas y ballets que<br />

sobrepasan la expresión jazzística, una obra numerosa y poco<br />

difundida al no encontrar medio adecuado (¿el club? ¿la sala de<br />

concierto?). Su escasa salud y desapego por los negocios hizo que<br />

el saxofonista alcanzase una notoriedad limitada dentro del World<br />

Saxophone Quartet y como influencia de un grupo de iniciados<br />

entre los que estaban el primer Bill Frisell y Marty Erlich.<br />

Venga este prolegómeno para intentar arrojar un poco de luz a<br />

la que es una de las entregas más duras y desconcertantes del<br />

corpus berneiano: la trilogía de directos que grabase en la<br />

residencia de su grupo Bloodcount en el festival Instant Chavirés de<br />

Montreuil, Paris, en 1994. Y no es que el aficionado al músico de<br />

Siracusa no esté acostumbrado a sus extraños emparejamientos<br />

instrumentales, ni a las serpenteantes formas discursivas que toman<br />

sus temas, ni a su longitud ( «The Maze» en Diminutive Mysteries<br />

llegaba los 25 minutos), piezas unas veces muy detalladas, otras<br />

raspantes explosiones sonoras. Pero aquí estalla todo por los aires<br />

y su grupo parece explorar un área gris entre una abstracta música<br />

de cámara y la improvisación libre, entre larguísimos episodios<br />

solistas y pasajes arreglados de enorme fuerza, entre el jazz y,<br />

como titula aquí uno de sus cortes, un jazz off. Así las piezas de<br />

Berne no tanto van a su destino como que después de mucho<br />

merodear, tomar desvíos, abandonar temas, apuntar estructuras<br />

demolidas de golpe - nada dura aquí mucho tiempo - y fomentar<br />

tanto el encuentro como el desencuentro, llegan a su fin tras haber<br />

sido movidas ya por una lógica retorcida como por una ilógica<br />

ebria, no se sabe muy bien en esta música de recorrido. Berne se<br />

toma su tiempo, y hay cortes que se acercan a los cuarenta minutos<br />

( 30 )<br />

Ángel Gómez Aparicio<br />

BEDROCK: Shelf-Life / Uri Caine (teclados), Tim Lefebvre (bajo, guitarra), Zach Danziger (batería, percusión), Ralph Alessi (trompeta), Bootsie Barnes (saxos), Rubén González<br />

(percusión), Arto Tunçboyaciyan (percusión), nnj (mezclas), DJ Olive (electrónica), Luke Vibert (mezclas y programación), Dan Zank ( programación cuerdas), Bunny Sigler (voz),<br />

Barbara Walker (voz) / WINTER & WINTER / Ref: WIN 910112-2 (1 CD) D1<br />

Paso a paso, la colección JMT se acerca a su fin<br />

La trilogía parisina de Tim Berne<br />

(el detonante «The Brown Dog Meets The Spaceman», en el<br />

volumen 1, los supera, como la conjunción de varios que forma el<br />

segundo corte del segundo volumen, o sobrepasan los cincuenta,<br />

como «Eye Contact» en el tercero). Con un planteamiento como el<br />

antes descrito hay inevitables lagunas, momentos muertos e<br />

instantes en los que la inspiración flaquea y la fuerza se hace con<br />

su lugar. También otros de toque desorbitante y poderosa<br />

compenetración e invención que dan con un extraordinario Low<br />

Life, su volumen 1, de nivel sostenido, pero se hace más episódico<br />

en el segundo y vuelve a tomar más cuerpo en el tercero en el que<br />

Berne rescata de su estuche su rugiente barítono e incluye el<br />

descomunal, fracturado y en última instancia inconstante, pero<br />

cuajado de pepitas valiosas, «Eye Contact» ya citado. El recorrido<br />

en esta música sin certezas es un incesante atar cabos para<br />

perderse después y acabar en el desconcierto.<br />

Berne siempre manifestó el escaso interés mostrado por JMT en<br />

la promoción de este triple directo. Ante ello maravilla el acto de<br />

fe que supone lanzar tres horas y media de música ferozmente<br />

anticomplaciente, de difícil deglución y de dimensiones poco aptas<br />

para la escucha doméstica. Pero no hay que olvidar que parte de<br />

lo que hace único, e incluso grande a Berne, es su talento siempre<br />

inconformista que le impulsa a adentrarse donde nadie lo ha<br />

hecho.<br />

Á.G.A.<br />

JMT vol.74: TIM BERNE: Low Life - The Paris Concert I / Tim Berne (saxo alto y<br />

barítono), Chris Speed (saxo tenor y clarinete), Marc Ducret (guitarras), Michael<br />

Formanek (contrabajo), Jim Black (batería) / WINTER & WINTER / JMT Edition / Ref:<br />

JMT 919074-2 (1CD) D1<br />

JMT vol.75: TIM BERNE: Poisoned Minds - The Paris Concerts II / Tim Berne (saxo alto<br />

y barítono), Chris Speed (saxo tenor y clarinete), Marc Ducret (guitarras), Michael<br />

Formanek (contrabajo), Jim Black (batería) / WINTER & WINTER / JMT Edition / Ref:<br />

JMT 919075-2 (1CD) D1<br />

JMT vol.81: TIM BERNE Memory Select - The Paris Concert III / Tim Berne (saxo alto<br />

y barítono), Chris Speed (saxo tenor y clarinete), Marc Ducret (guitarras), Michael<br />

Formanek (contrabajo), Jim Black (batería) / WINTER & WINTER / JMT Edition/ Ref:<br />

JMT 919081-2 (1 CD) D1


Diapason d’Or<br />

DIAPASON<br />

Parade<br />

RITMO<br />

Excepcional<br />

SCHERZO<br />

5 de Goldberg<br />

GOLDBERG<br />

Ha sido necesaria la tenacidad de J.-P.<br />

Combet, director del sello Alpha, la energía<br />

del Poème Harmonique de V. Dumestre y la<br />

mirada de M. Fraudreau, que lo ha filmado<br />

en DVD, para poder disfrutar El burgués<br />

gentilhombre, comedia-ballet creada en<br />

1670 por Molière y Lully, tal como se<br />

concibió, como fusión de las artes del siglo<br />

XVII. Un retorno a los orígenes de radical<br />

modernidad (...) Sustentado por un reparto<br />

joven y fogoso, este Burgués confirma el<br />

talento de una generación de actores y<br />

músicos tan entendida como versátil, digna<br />

continuadora de la herencia barroca.<br />

CLASSICA-RÉPERTOIRE<br />

¿Cuánto hacía que los fastos del Gran Siglo<br />

no eran revividos de manera tan sugestiva?<br />

No se trata aquí sólo de soñar con este<br />

mundo tan próximo y lejano, sino de<br />

experimentar, con apoyo de textos teóricos,<br />

lo que fue en el momento de su estreno esta<br />

comedia-ballet celebérrima, pero por lo<br />

general aligerada de sus divertimentos. LE<br />

MONDE DE LA MUSIQUE<br />

Interpretada en su totalidad, la obra supone<br />

un dispendio de música de la mayor belleza<br />

que prolonga la del texto (...) El reparto es<br />

estupendo. Dumestre dirige con vitalidad a<br />

un Poème Harmonique al cual se han<br />

añadido los músicos del excelente conjunto<br />

Musica Florea. Una propuesta realmente<br />

seductora: con este su primer DVD ALPHA<br />

ha conseguido una obra maestra. ¿A quién<br />

podría sorprenderle? DIAPASON<br />

JEAN-BAPTISTE LULLY, MOLIÈRE: Le Bourgeois<br />

Gentilhomme / Le Poème Harmonique y Musica<br />

Florea. Dir.: Vincent Dumestre. Puesta en escena:<br />

Benjamin Lazar / ALPHA / Ref.: ALPHA 700 (2<br />

DVD) P.V.P.: 35,95 euros.-<br />

Sin duda Domingo no habría cogido la<br />

batuta sin asegurarse antes de que se trataba<br />

de una gran producción y los hechos le<br />

dieron la razón porque tanto la dirección<br />

artística como el vestuario resultaron ser<br />

innovadores y sorprendentes. Visualmente<br />

impactante y musicalmente perfecta.<br />

GOLDBERG<br />

GIACOMO PUCCINI: Madama Butterfly /<br />

Daniela Dessì, Fabio Armiliato, Juan Pons, Rossana<br />

Rinaldi. Orchestra e Coro Città Lirica. Dir.: Placido<br />

Domingo / DYNAMIC / Ref.: CDS 33457 (1 DVD)<br />

D2 x 2<br />

¡Impresionante discografía la de la joven<br />

flautista Sharon Bezaly! Impresionante<br />

también su generosidad e interés por los<br />

compositores contemporáneos, muchos de<br />

los cuales le han dedicado alguna obra. Así,<br />

el primer CD recoge conciertos para flauta<br />

especialmente compuestos para ella por tres<br />

músicos nórdicos, entre ellos Kalevi Aho. El<br />

mismo Aho ha escrito también las cadencias<br />

del segundo disco, consagrado a los<br />

conciertos de Mozart, que sirve a Bezaly<br />

para desentumecer los dedos por completo.<br />

LE MONDE DE LA MUSIQUE<br />

FLAUTA NORUEGA: Conciertos para flauta y<br />

orquesta de Kalevi Aho, Haukur Tómasson y<br />

Christian Lindberg. Conciertos para flauta y<br />

orquesta de Mozart / Sharon Bezaly, flauta. Lahti<br />

Symphony Orchestra. Dir.: Osmo Vanska. Iceland<br />

Symphony Orchestra. Dir.: Bernhardur Wilkinson.<br />

Swedish Chamber Orchestra. Dir.: Christian<br />

Lindberg. Ostrobothnian Chamber Orchestra. Dir.:<br />

Juha Kangas / BIS / Refs.: BIS 153901 (1 SACD +<br />

CATÁLOGO) D6 y BIS 1499 (1 CD) D2<br />

La prensa<br />

( 31 )<br />

10 de Classica<br />

Repertoire<br />

CLASSICA REPERTOIRE<br />

Recomendado<br />

CD COMPACT<br />

En esta ocasión Jordi Savall se rodea de su<br />

grupo Hesperion XXI, sí, pero con el<br />

concurso de Manfredo Kraemer y Mauro<br />

Lopes a los violines (...) consiguiendo en esta<br />

interpretación no sorprender (no hay salidas<br />

de tono ni decisiones especulativas<br />

arbitrarias como hacen otros) sino tocar lo<br />

que hay escrito con una delicadeza,<br />

virtuosismo y un gusto por el sonido redondo<br />

y bello. CD COMPACT<br />

ALTRE FOLLIE 1500-1750: Obras de Antonio de<br />

Cabezón, Alonso Mudarra, Vincenzo Ruffo,<br />

Alessandro Piccinini, Andrea Falconiero, Bernardo<br />

Storace, John Playford, Francesco Corbetta, Gaspar<br />

Sanz; Arcangelo Corelli; Joan Cabanille; Henrico<br />

Albicastro; Santiago de Murcia, Antonio Vivaldi &<br />

Compositores anónimos / Manfredo Kraemer,<br />

violín. Rolf Lislevand, tiorba. Michael Behringer,<br />

clave. Mauro Lopes, violín. Arianna Savall, arpa.<br />

Hespèrion XXI. Jordi Savall, violas y dirección /<br />

ALIA VOX / Ref.: AV 9844 (1 CD) D2<br />

Las tomas de la ORF recogen con claridad<br />

meridiana un carrusel de momentos<br />

memorables, incluido el debut de Dieskau en<br />

Salzburgo: escúchese su Dichterliebe<br />

(plenamente madurado ya a los 31 años) o su<br />

Der Doppelgänger y que dude de los<br />

milagros quien pueda. Complemento ideal a<br />

sus grabaciones de estudio. RITMO<br />

DIETRICH FISCHER-DIESKAU & GERALD<br />

MOORE: Recitales de lieder en Salzburgo (1956-<br />

1965), con lieder de Schubert, Schumann, Brahms,<br />

Wolf, Busoni, Mahler, Pfitzner, R. Strauss y<br />

Beethoven / Dietrich Fischer-Dieskau (barítono),<br />

Gerald Moore (piano) / ORFEO / Ref.: C339050T<br />

(11 CD) D2 x 6<br />

Apenas suelen escucharse las piezas para<br />

viola sola de M. de Sainte-Colombe<br />

registradas por Pandolfo en este disco. Se<br />

trata sencillamente de las más hermosas<br />

suites jamás grabadas dentro de este<br />

repertorio francés para bajo de viola solista<br />

previas a Marais. Pandolfo, que se atreve con<br />

todo tipo de contrastes y efectos, extrae a la<br />

luz el temperamento de cada composición<br />

(...) Sus opciones son siempre convincentes.<br />

Un disco apasionante de principio a fin.<br />

DIAPASON<br />

M. DE SAINTE-COLOMBE: Piezas de viola / Paolo<br />

Pandolfo: bajo de viola. Thomas Boysen: tiorba y<br />

guitarra barroca / GLOSSA / Ref.: GCD 920408 (1<br />

CD) D2<br />

Fechadas en 1951 y 1954, estas dos obras<br />

«de juventud» de Luigi Nono se encuentran<br />

entre las más hermosas de lo que diera en<br />

llamarse escuela de Darmstad. Se trata de<br />

una música dotada de una verdadero<br />

capacidad de seducción y, al mismo tiempo,<br />

admirablemente interpretada. LE MONDE<br />

DE LA MUSIQUE<br />

LUIGI NONO: Composizione per orchestra nº 1.<br />

Der rote Mantel / Angelica Luz: soprano. Jörg<br />

Gottschick: barítono. RIAS-Orquesta Sinfónica<br />

Alemana de Berlín. Dir.: Peter Hirsch / WERGO /<br />

Ref.: 6667-2 (1 CD) D2<br />

A pesar de la economía de medios, la prevista<br />

por Vivaldi y la seguida fielmente por Giorgio<br />

Tabacco, es música de una tremenda fuerza y<br />

de una expresividad aún mayor. Y, sobre<br />

todo, es música que sirve para desterrar esa<br />

absurda creencia de que Vivaldi escribió<br />

siempre el mismo concierto. La voz de la<br />

mezzo-soprano italiana Laura Polvarelli<br />

cautiva por su intensidad y por su teatralidad.<br />

CD COMPACT<br />

ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Conciertos y<br />

cantatas de cámara, vol. III: Conciertos RV 87, 98 &<br />

103; Cantatas RV 680, 682 & 683 / Laura Polverelli,<br />

mezzosoprano. L’Astrée. Sergio Tobacco, dirección<br />

/ OPUS 111 / Ref.: OP 30381 (1 CD) D1<br />

Choc<br />

LE MONDE DE LA MUSIQUE<br />

Choice<br />

GRAMOPHONE


COL LEGNO dedica un monográfico a una de las fifuras capitales de la vida musical española de nuestros días<br />

El viaje de Panisello:<br />

desde la estructura a la expresión<br />

La trayectoria musical de Fabián Panisello (1963) es reflejo en buena<br />

medida de su itinerario vital: desde el Buenos Aires donde nació y se<br />

formó, al Salzburgo del Mozarteum y al Madrid de pujante creatividad<br />

musical donde vive hoy. Las enseñanzas de Francisco Kröpfl y después las<br />

de Boguslaw Schaeffer, Elliott Carter, Franco Donatoni, Brian Ferneyhough<br />

y Luis de Pablo, han dado al compositor Panisello la atalaya desde la que<br />

contemplar el siglo. Por su parte, el Panisello director nació con Peter<br />

Eötvös, ha formado su propio grupo -el Plural Ensemble- y ha trabajado muy<br />

de cerca con Luciano Berio y Karlheinz Stockhausen. en el estreno de cuyo<br />

«Hoch-Zeiten» participó como co-director.<br />

Cuando ganó el Premio Rodolfo Halffter de composición, el jurado<br />

encontró en su obra a la vez «solidez técnica» y «lenguaje personal», una<br />

mezcla poco frecuente. Todas las notas que suenan en este disco tienen una<br />

razón estructural sólida (y casi siempre brillante) para estar donde están<br />

pero, al mismo tiempo, llegan al oyente con una naturalidad musical que<br />

no requiere explicaciones.<br />

Dicho de otra manera: la música de Panisello evoluciona desde la<br />

estructura a la expresión. Esto se ve tanto en la génesis de cada partitura -<br />

que siempre parte de supuestos técnicos y siempre alcanza resultados<br />

expresivos- como en la progresión de su catálogo que, obra a obra, va<br />

abriéndose al oyente.<br />

En este disco, la evolución comienza con las Presencias transparentes<br />

(1991), para grupo de trece instrumentos. La polifonía de estratos, los juegos<br />

con el tiempo y el virtuosismo estructural producen una complejidad sonora<br />

que requiere una escucha militante.<br />

Al salir de Salzburgo, Panisello emprende caminos nuevos que tienden a<br />

aligerar la densidad de su música. En el Trío II para piano, violín y<br />

violonchelo Panisello escapa de la densidad de los estratos recuperando la<br />

idea de una línea única, desplegada en polifonías tipo hoquetus y<br />

decantada en figuras repetitivas que el autor gusta en llamar «patterns». Para<br />

Panisello, los «patterns» no son recurrencias de ritmos, sino de pulsaciones;<br />

no tienen que ver con el mundo voluntario, arbitrario e individual, que es<br />

donde viven los ritmos, sino con el universo casi litúrgico de las<br />

pulsaciones.<br />

En Fulgurar (1997), para piano solo, se inaugura una perspectiva<br />

«espectral» que da lugar a diatonismos, pentatonismos, microtonos<br />

ornamentales y juegos de octavas y quintas de gran capacidad expresiva.<br />

Todas estas técnicas («patterns», hoquetus, espectros) aparecen también<br />

en los Cuatro poemas de Alejandra Pizarnik (1996). Oímos en ellos esa<br />

búsqueda de la claridad, ese afán de salir del bosque hacia la dehesa<br />

abierta, que caracteriza la evolución de Panisello y la de casi todos sus<br />

compañeros de generación, si bien cada cual busca por su lado y a su<br />

manera.<br />

I don’t feel low (1995) , para piano solo, está dedicada a Ema Alexeeva<br />

y surge de dos versos de una canción del grupo Yes. En Japanese Pictures<br />

(1999), también para piano solo, los gestos formales de Panisello muestran<br />

su dimensión más delicada y expresiva.<br />

En Moods II (2001), para piano y trece instrumentistas, predomina una<br />

figura retórica peculiar, una especie de anábasis sin clímax, una ascensión<br />

hacia... el vacío que al habitante del siglo XXI ha de resultarle perfectamente<br />

familiar.<br />

Álvaro Guibert<br />

FABIÁN PANISELLO (1963 -): A portrait / Plural Ensemble. Ensemble Varianti (Presencias<br />

Transparentes I + II). Dir.: Fabián Panisello [Primera grabación discográfica] / COL LEGNO / Ref.:<br />

WWE 20209 (1 CD) D2<br />

«...He escuchado su CD: lleno de ideas, fogoso y rebosante de energía, siempre musical.<br />

Estoy muy feliz de ver que el espíritu de Webern de un modo transformado continúa viviendo<br />

La interpretación es excelente.»<br />

«Ahora lo he conocido como director y compositor y estoy MUY agradecido por esto...»<br />

Karlheinz Stockhausen<br />

Extracto de una carta de K.S. a Fabián Panisello<br />

La discografía incluida en este Boletín se puede adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las principales tiendas del país.<br />

www.diverdi.com<br />

Edita y realiza: DIVERDI, S.L. - Imprime: ESTUDIO - Dep. legal: M-10066-94

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