Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Blanquita y su abuela descendieron también como los que les precedían,<br />
tomaron el camino del templo más cercano. A pocos minutos, la<br />
Avenida Central se presentaba ante sus ojos: parecia de dia, tal era la<br />
profusión de luces del alumbrado público, de las casas y bazares.<br />
Sin detenerse, miraba Blanquita a cada uno de los juguetes: una muñeca<br />
de mejilas rojas y de cabellos de "verdad". . . . . . otra "grande" como<br />
ella. . . - - . otra chiquita que dormía en una camita con cortinas de encajes:<br />
. . . . .. más allá un payaso.... .. Que lindo!...... exclamó al verlo.<br />
A su lado, un elefante que tocaba con su enorme trompa, las teclas de<br />
un piano diminuto... _ . _ Al fondo del escaparate, un gran tambor con<br />
platilos, y una bicicleta. .. . Hacia otro lado, un arbolito de navidad con<br />
muchas luces, cajitas de chocolate y globitos de papel brilante..._<br />
La niña no se canmba de mirar, y a cada momento le preguntaba a<br />
su abuelita cuánto valía esto o aquello, o lo de más allá. . . _ . . La anciana,<br />
conmovida contestaba. . . . . . cinco pesos. . . . diez pesos. . . . veinte pesos. . . .<br />
y agregaba: vámonos hija mía, que perdemos la misa... . Pero Blanquita<br />
parecIa clavada al piso y seguía interrogando a su abuelita mirando<br />
la vidriera......<br />
Un carro del tranvía que pasaba ,ocupado por muchachos que hacian<br />
ruido infernal, hizo volver el rostro a la niña. . . . . .En ese instante, como<br />
si hubiera hecl-o un descubrimiento, preguntó a la anciana.<br />
-Dime, mamacita, no es verdad que el Niño Dios le envía juguetes<br />
:: los niños buenos?..<br />
-Sí. - - .contestó la anciana... .sí es verdad... .Eso me decía mi madre...<br />
. Pero deseando que Blanquita olvidase los juguetes, añadió:....<br />
Mas sigamos nuestro camino que perdemos la misa.. _ . . .<br />
Al salir del templo, Blanquita conservaba toda la impresión que le<br />
había causado la belleza de la sagrada ceremonia: estaba feli.z Ya podia<br />
contar ella, que también habia visto nacer al Niño Dios: sí 'estaba segura<br />
de ello. No había perdido un SOlo detalle. . . _ Primero, habia contemplado<br />
embelesada en el Altar Mayor, el Pesebre: La Virgen y San José oraban<br />
inclinados sobre un montón de pajitas amarilas: el asno y el buey,<br />
también estaban all. . . . La Estrella de los Magos brilaba sobre el arco<br />
del portal de Belén. . . . Y había nubes, y en ellas, estrelltas pequeñas. . . .<br />
Cuando salió el sacerdote, la música rompió en alegres acordes, y por fin<br />
vino lo que tanto había anhelado: el Nacimiento del Niño Dios. . .. <strong>El</strong>la<br />
observó que un velito muy denso se iba levantando. . _ . y no pudo contenerse<br />
al ver al Niño que, con sus bracitos abiertos, aparecia acostado<br />
sobre las pajitas amarilas. _ . . Dió un grito que fue como el eco del Gloria<br />
del Ministro del Altar, seguido por mil silbatos, "carrascas", tambores,<br />
panderetas y timbales, que de todos los puntos del templo rasgaron el<br />
silencio que reinaba en ese instante. . . . Después, un coro de pastorcilas<br />
rodeó el Altar y oyó las coplas que ella ya sabia:<br />
"Venid pastorcilos<br />
venid a adorar<br />
Al Rey de los Cielos<br />
Que ha nacido ya". . . .<br />
y tarareando las últimas estrofas, descendía de la mano de su abuela,<br />
la escalinata de la iglesia. . . . . .<br />
LOTE:RIA 27