Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Diciembre Nº 85 - Biblioteca Virtual El Dorado
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
-Tal vez no, le contestó tímidamente, porque no tengo compañera<br />
como los demás. Al menos que dejando usted a un lado sus injustifcados<br />
desdenes hacia mí en esta hora de universal fraternidad, quiera<br />
darme el placer de su compañia.<br />
-Lo siento mucho, le respondió ella, pero presta la casualidad que<br />
he determinado retirarme ya a mi casa.<br />
-Ya ve!, exclamó el joven. Una vez más usted me rehusa. Por qué,<br />
Linda, no se compadece de mi que la quiero tánto?<br />
-No empecemos, Roberto, interrumpióle la joven. Yo sé que usted<br />
me aprecia, pero no pueda corresponder a su cariño en la forma~omo<br />
lo desea. Si usted quiere conservar mi amistad, le ruego Be abst,enga de<br />
hacerme requiebros. Unicamente puedo ser su amiga, más no su i10via<br />
Entendido?<br />
-Sólo mi amiga!, exclamó éL. No tengo esperanza, pues, de desper~<br />
tar su cariño! Usted me va a obligar con su desdén a adoptar una resolución<br />
definitiva por dura que ella sea.<br />
-Pobre amigo mio!. .. exclamó con ironía la joven. Y cuál reSQlU~<br />
ción va a ser esa?<br />
-Pues cuál va a ser, dijo el joven con energía, sino matarme?<br />
-Eso habría que verIo, replicó ella con desdén al momento que le<br />
volvía la espalda para encaminarse a su casa.<br />
-Si lo haré!,.., gritó él enloquecido por el despecho y la cólera,<br />
avanzando hasta interceptarle el paso y tomándQla con violencia y .,in<br />
miramientos por el brazo. Estoy resuelto a hacer una locura peor. Porque<br />
yo te amo y la vida sin ti es un infierno. Pero ya que asi lo quieres,<br />
desapareceré, mas no será solo porque te vaya matar y contigo ;i muchos<br />
más para que maldiciéndose mi nombre por los que quedan, te echen<br />
la culpa de tantas desgracias y te maldigan también. Asi estaremos~'eu~<br />
nidos en un recuerdo fataL.<br />
-No haga usted eso, increpóle ella asustada de la inesperada excit,ación<br />
del joven. Cálmese y hablemos. Es verdad que me ama tánto como<br />
dice?<br />
Esta pregunta hecha con la más fingida dulzura, hizo el mHagi.<br />
de aplacar casi instantaneamente la exaitación del mancebo, quien 'c's~<br />
pondió al punto: -Que si te amo, Linda? Con toda mi al:na! Pero n('<br />
vez que estoy muriendo de amor por ti?..<br />
-Venga, pues, díjole ella atrayéndolo con suavidad, como para iniciar<br />
un paseo. No hay necesidad de realizar esas locuras que acaba de<br />
decirme para probar.me que su amor es verdadero, cuando hay medios<br />
para llegar a un entendimiento entre nosotros.<br />
-.-Cuál? Dime pronto qué debo hacer y te juro que cumpliré t.u voluntad!<br />
-Bien. Ve usted esa luna que nos alumbra?<br />
-Si. Y qué?<br />
-Usted, RolJerto, afirma que me ama por encima de los imposibles.<br />
,-OTERIA<br />
49