carrer - Favb

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LA VIDA
EUGENI MADUENO
Colas ante el cine Ars. Esa es la
resaca que nos dejó el parisiense
mayo revolucionario. Colas para
ver una película alemana sobre
educación sexual convertida aquí
en un fenómeno de masas. Colas
para ver los pechos desnudos
que nos ocultaba el franquismo.
Así acababa 1968 en Barcelona.
Soportando la mas espesa
de las mediocridades -el secuestro
de «Oriflama», la persecución
a los organizadores del Encuentro'68dejóvenes
«jocistas»
en Montjuïc, la prohibición de las
celebraciones obreras, la declaración
de un estado de excepción
que duro tres meses...-mientras
decubríamos que había sociedades
sin tabúes «nord enllà,
on diuen que la gent és neta,
desvetllada i feliç». Claro que no
todo fueron maias noticias. De la
mediocridad empezaban a surgir
proyectos de futuro: el grupo
La Trinca, que grabó su primer
disco en 1969; un joven escritor,
Terenci Moix, que se llevaba el
Josep Pla con «Onades sobre
una roca deserta»; y la fundación
Jaume Bofill, financiadora
de tantos proyectos. Y -permítanme
el pragmatismo- la línea V
del Metro y las latas de bebidas.
Que de todo eso tenia Barcelona
a comienzos de 1970, el aíïo en
que Josep Carreras debuto en el
üceo con «Nabuco», Franco visitaba
la ciudad por última vez y
los taxis estrenaban los primeres
radioteléfonos.
Con la dècada nacieron màs
cosas, claro. Entidades y organizaciones
que, vistas ahora en
perspectiva, encajan como piezas
en el puzzie de nuestra
memòria. Nacieron, por ejemplo,
las primeras y màs
combativas asociaciones de
vecinos. Y la FAVB. Y la revista
CAU, que aglutinaria las críticas
de estàs organizaciones al
urbanisme de Porcioles, que
esos días precisamente había
iniciado -entre otros proyectos
rechazados por los vecinos- la
perforación del túnel de la Rovira.
(No pequemos de triunfalismo:
en esa època nacieron màs
cosas con vocación de futuro:
El Barca de Cruyff y la Diputación
de Juan Antonio
Samaranch).
Nacer y morir. Nacían centros
de reunión y de encuentro
de la Sociedad democràtica que
se perfilaba. Renacía el teatro
catalàn en el pequeno Capsa,
donde Jordi Teixidor recogía
ESPECIAL 25 ANYS CARRER Setembre de 1994
Lo que va de Helga a Cobi
Turistas junto al monumento a Colón
aplausos con su «Retaule del
flautista». Y morían obreres
voladores: Antonio Ruiz Villalba
(de SEAT) y Manuel Fernàndez
Màrquez (de la Tèrmica de Sant
Adrià) habían muerto al sobrevolar
a la Policia, que, como
ocurría siempre entonces, disparaba
al aire para dispersar
las manifestaciones. Morían
tambièn vecinos anónimos: el
gas Ciudad parecía haberse
propuesto demostrar la vetustez
de sus instalaciones a costa
de decenas de vidas humanas.
Así, entre hechos de uno y
otro signo nos encaminàbamos
al final de la dècada,
que no tuvo lugar cuando
cabé imaginar, sinó cinco
anos antes, en noviembre de
1975, cuando el gran traidor
decidió morir matando. Mató
a Txiqui, y a Puig Antich, y
permitió otras ejecuciones
llevadas a cabo tres meses
antes de que, saciado de
Lti teu dl'l
sangre, entregara su alma a
Dios.
Eran esos los aríos en que se
empezó a construir el barrio de
La Mina y nacían dos medios
de comunicación para la nostàlgia:
«Mundo Diario» y «Por
favor». Atïos de cabreo -los
vecinos de Roquetes secuestraban
autobusos para demostrar
que podían subir por las
empinadas calles de su barrio;
18 concejales se negaren a subvencionar
la ensefíanza en catalàn-
però tambièn anos de
esperanza: Radio Barcelona
comenzaba a emitir un programa
regular en catalàn y se convocaba
el Congrés de Cultura
Catalana.
El cambio político vendria
màs tarde. Paro se anuncio entonces.
En las manifestaciones
promovidas por ta FAVB el 1 y
8 de febrero de 1976: centenares
de miles de catalanes ocupando
las calles de la ciudad al
FRANCESC CATALA-BOCA
grito unànime de «Llibertat,
Amnistia i Estatut d'Autonomia».
El cambio estaba tambièn
en la zona verde conseguida
por los vecinos de Prosperitat.
En las primeras placas
con los nombres de las calles
escrites en catalàn. En el nuevo
rótulo con la inscripción Palau
de la Generalitat donde antes
ponia Diputación Provincial.
Fue antes de que finalizaran
los setenta cuando nació el grupo
periodístico Z, se legalizó el
PSUC y los jubilades empezaron
a viajar gratis en los transportes
públicos. El aíïo en que
Tarradellas dijo «Ja sóc aquí»
junto a la fuente màgica de
Montjuïc y UCD ganó las primeras
elecciones democràticas en
Espafía. Esa època en que Felipe
Gonzàlez hizo ascos del
marxisme, Albert Boadella se
fugó del hospital Clinico dejando
con un palmó de narices a la
autoridad -militar, por supues-
to-, y José Luis Núríez fue elegido
presidente del Barca.
Anhelo de futuro y aíïoranza
de pasado. La dècada de los 80
nos cogió con alcaldes elegides
democràticamente y un presidente
de la Generalitat que amenaza
con hacerse Vitalicio en el
cargo. Però tambièn con Tejero
en Madrid y el Manifiesto de los
2.300en Barcelona. (;,Coincidencia
cronològica? ^Casualidad?
Ahora importa poco, si no fuera
porque la historia no pasa nunca
del todo y ninguna experiència
por mala se libra de repetirse.
Anotemos otros datos para el
optimisme: apareció el semanario
«El Món» (optimisme relativo:
su vida fue efímera) y se inauguro
la primera champafïeria de la
Ciudad. Otro màs: el PSOE ganó
las elecciones en Madrid y el bar
London del carrer Nou cumplió
su 80 aniversario. Así que no
todo estaba perdido.
El Ecuador de la dècada lo
marco la muerte de dos periódicos
centenàries: «El Noticiero
Universal» y «El Correo Catalàn»,
y el nacimiento de TV3.
Signos de los tiempos: nació otro
diario, «ABB», cuyo nombre respondía
a las iniciales de su duer\o:
duro una semana. Pasaron
màs cosas: el fiscal se querello
contra Pujol por el caso Banca
Catalana y en las calles aparecieron
los primeres contenedores
de basuras.
Con todo, lo peor estaba por
venir. En 1987 Barcelona sufrió
el atentado màs sangrante de
los perpetrades por ETA: 20
muertos en Hipercor. Fue el aho
en que hasta la meteorologia se
puso en contra: la ciudad soportó
la temperatura màs alta del
siglo: 38'6 grades.
Así que los 90 nos cogieron
sobresaltados por la brutalidad
que no cesa y la ilusión por el
futuro que -ayi- había de proyectarnos
al mundo y librarnos de la
mentalidad pueblerina que nos
aquejaba. Matamos el comptejo
a golpes de piqueta. Desaparecieron
los chiringuitos y los bahos
populares de la Barceloneta.
Apareció la Villa Olímpica. Se
mejoraron los accesos a la ciudad.
Cambio el «sky line» del
Tibidabo. Seria prolijo enumerarlo
todo. La transformación de
la Ciudad y un eslògan: Amics
persempre.Vuelvan la vista atràs
y vean el suefío hecho realidad.
Imàgenes en la retina de la memòria.
Busquen otros impulsos.
Cobi diciendo adiós y el fantasma
del pasado proyectado sobre
la eufòria olímpica: un bloque se
desploma en el Turó de la Peira
y se descubre que la enfermedad
aluminósica està muy extendida.
Pros y contras (dialèctica) de
la que emerge la ciudad: Barcelona.