El País

el país critica de la argentina
Jueves 13 de noviembre de 2008 13
crece la venta de turismo a brasil y es baja en la costa argentina
A praia es más barato que la playa
Por la devaluación del real, los balnearios
argentinos pierden en la comparación de
precios. Una comparación Buzios-Mardel.
Las vacaciones en las principales
ciudades de la
costa atlántica llegaron
con aumentos de entre un 15% y
un 60%, en comparación con la
temporada pasada. Este año no
fueron los alquileres los que más
subieron (15%). Pero sí se dispararon
los precios de los servicios
de playa, de la gastronomía y
de la hotelería. “La demanda es
bajísima”, se quejaron los operadores
turísticos consultados por
Crítica de la Argentina, quienes
admitieron que las reservas sólo
llegan al 40%, frente al 70% en
esta misma fecha del año pasado.
Como contrapartida, la venta de
viajes a destinos brasileños creció
un 50% en octubre.
Tras la megadevaluación del
real, las tarifas de las playas brasileñas
resultan más baratas en
comparación con ofertas turísticas
de la costa bonaerense. En las
últimas semanas, el Ministerio de
Turismo brasileño no hace otra
cosa que promocionar sus destinos
en el país. Según datos de
Despegar.com, una semana en
Buzios (con pasajes aéreos, alojamiento
con desayuno, seguro
de viajero y traslados, por persona
en base doble) cuesta $3.293,
mientras que el mismo servicio a
Mar del Plata es $125 más caro
($3.418).
De todas las ciudades de la Costa,
Mar del Plata es la que más se
encareció en el último año. “A
pesar de la crisis internacional y
de que la gente no tiene ánimo de
gastar, los dueños de balnearios
y hoteles se enloquecieron con
los precios. Piden entre $5.000
y $12.000 la temporada por una
carpa en Playa Grande o en balnearios
del sur. El año pasado
esos servicios costaban $3.000
y $5.000, respectivamente”, contó
a este diario una comerciante
marplatense que teme que las
subas ahuyenten a los turistas y
potenciales consumidores.
El enfrentamiento entre comerciantes
y operadores data de
la temporada pasada, cuando los
valores turísticos se inflaron repentinamente
y la gente no sólo se
quejó sino que optó por vacacionar
en otros destinos. Miguel Ángel
Doncini, presidente del Colegio
de Martilleros de Mar del Plata,
coincidió: “Ya tuvimos problemas
el año pasado porque los precios
se desbocaron. Ahora estamos
atravesando una crisis, la gente
está con miedo y eso retarda las
decisiones hasta último momento.
Por eso machacamos para que los
dueños e inmobiliarias no suban
los precios más de un 10%”, dijo el
martillero. En la Ciudad Feliz se
registró sólo un 25% de reservas
en esta época.
En defensa del sector inmobiliario,
Doncini justificó las subas de
alquileres de carpas y sombrillas:
“El servicio de sombra tiene un
problema, el 70% lo consumen los
marplatenses y pagan precios disparatados
porque no están de vacaciones.
Reconozco que este año
se elevaron más de lo normal”.
Según Vicente Nogueira, director
de una inmobiliaria marplatense,
“hay gente que pregunta
pero nadie se anima a pagar nada
todavía”. Nogueira admitió que los
precios de enero subieron un 10%
en el 70% de los casos, pero en el
30% restante aumentaron hasta
un 40% comparado con enero
pasado.
El marplatense Antonio Nieto,
de Berasueta Propiedades, contó
que se están alquilando los departamentos
mejor ubicados con 15%
de aumento. “Esperamos que los
contratos fuertes se cierren recién
en diciembre”, agregó.
La crisis mundial y la desacele-
Las estancias sin visitantes
La concurrencia de turistas extranjeros a estancias
rurales decreció el 40% durante el trimestre agostooctubre,
respecto del mismo período del año pasado. Según
directivos de la Red Argentina de Turismo Rural (Ratur),
la mala noticia no termina ahí: esperan caídas también en
las reservas para los próximos tres meses. Suponen mermas
de hasta el 40% adicional. Para los empresarios del sector,
el contexto de crisis mundial está causando el derrumbe
del turismo rural en la Argentina. Durante una reunión
organizada por los miembros de Ratur, que se realizó en
el establecimiento La Plegaria, en la localidad bonaerense
de Chascomús, se remarcó la importancia de trabajar en
red para reducir la incertidumbre que por estos días vive el
sector. “Frente a la crisis mundial, debemos estrechar filas”,
sostuvo Roberto Fernández Speroni, titular de la entidad que
agrupa a propietarios de estancias en todo el país, en alusión
a la necesidad de establecer una estrategia común ante los
cambios que se advierten en el mercado turístico argentino.
Garota gostosa. Un paquete turístico por una semana en base doble cuesta más en Mar del Plata que en Buzios.
ración de la inflación no bastaron
para que los operadores turísticos
de Pinamar, Villa Gesell, Mar de
las Pampas, Las Gaviotas, Mar
Azul y Cariló mantuvieran los precios
del verano pasado. Y aunque
los alquileres subieron entre 5%
y 10% –un poco más económicos
que en Mar del Plata– tampoco
concretaron ventas suficientes.
“La demanda es horrorosa. Tenemos
reservas por un 45% de la
oferta total, un 23% menos que
En la costa se dispararon
los precios de restaurantes
y hoteles. Los alquileres
también suben, pero menos.
el año pasado”, contó el empleado
de una de las cuatro principales
inmobiliarias de Pinamar. En
Mar de las Pampas se paga entre
$10.000 y $12.000 por una cabaña
para seis personas en el bosque
y en Villa Gesell se alquilan casas
de tres ambientes desde $6.000
en enero y bajan a $4.500 en
febrero y marzo. “Hubo consultas,
pero reservas pocas, un 30%
menos que el año pasado”, contó
Susana de Irell, inmobiliaria que
tiene sucursales en Capital, Villa
Gesell y Mar de las Pampas. A diferencia
del año pasado, esta vez
los empresarios turísticos temen
no poder competir contra las convenientes
ofertas brasileñas. l