consi<strong>de</strong>ración como parque zoológico, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nominación que adopte cada establecimiento. Hay que evitar confundir “<strong>de</strong>finición” con “<strong>de</strong>nominación”. El concepto legal <strong>de</strong> parque zoológico tiene que ver con las características <strong>de</strong>l mismo y no con el nombre que adopte el establecimiento. De hecho, el sector utiliza una gran variedad <strong>de</strong> nombres para distinguir unos establecimientos <strong>de</strong> otros, llamando la atención sobre un aspecto u otro según sus colecciones <strong>de</strong> animales o el aspecto que preten<strong>de</strong>n resaltar <strong>de</strong> cara al público. Por ello, cualquiera que sea la <strong>de</strong>nominación que adopten, jardín zoológico, aula <strong>de</strong> naturaleza, parque marino, etc., si sus características se ajustan a la <strong>de</strong>finición legal, tendrán la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> “parque zoológico” a los efectos <strong>de</strong> la normativa <strong>de</strong> aplicación. En España se ha incorporado el ámbito <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> la Directiva 1999/22/CE en su sentido más amplio. La <strong>Ley</strong> española no establece límite alguno respecto al tiempo <strong>de</strong> apertura al público: entien<strong>de</strong> que la permanencia <strong>de</strong>l establecimiento conlleva el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una actividad con vocación <strong>de</strong> continuidad y consi<strong>de</strong>ra irrelevante los días en que el establecimiento <strong>de</strong>cida mantenerse abierto al público. De igual modo que la norma europea, la <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong> excluye expresamente los circos y tiendas <strong>de</strong> animales, pero, en cambio, no permite que puedan eximirse los establecimientos don<strong>de</strong> se expongan pocos animales o especies, o aquéllos cuya actividad se consi<strong>de</strong>re que no pone en riesgo los objetivos <strong>de</strong> la norma. La enorme casuística con la que nos encontraríamos, los riesgos <strong>de</strong> in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> exención que se proponen, la dificultad para establecer criterios o indicadores <strong>de</strong> valoración a nivel estatal y la creciente oposición social al uso <strong>de</strong> animales en espectáculos, resultaban razones válidas para no permitir la exención en otros casos que no sean los circos o las tiendas <strong>de</strong> animales. Así pues, el legislador español se <strong>de</strong>cantó por establecer un ámbito <strong>de</strong> aplicación sin excepciones, <strong>de</strong> modo que, rigurosamente, la <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong> <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> aplicación a todos aquellos establecimientos que exhiban animales vivos <strong>de</strong> especies silvestres, aunque sólo se exhiba una única especie o pocos individuos y aunque la exhibición no sea la actividad principal. Ello permite a las autorida<strong>de</strong>s competentes prohibir que se exhiban animales vivos <strong>de</strong> fauna silvestre en establecimientos con activida<strong>de</strong>s muy distintas (por ejemplo, restaurantes, discotecas, hoteles, etc.), don<strong>de</strong> a veces se usan animales como reclamo, adorno o por simple diversión. Estos establecimientos, cuyas activida<strong>de</strong>s nada tienen que ver con el cuidado <strong>de</strong> los animales o la protección <strong>de</strong> la naturaleza (antes al contrario, <strong>de</strong>svirtúan los objetivos que se propugnan en la <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong>), <strong>de</strong>berán prescindir <strong>de</strong> la exhibición <strong>de</strong> los animales o bien cerrar sus puertas al público. La <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong> se aplica a la actividad <strong>de</strong> los parques zoológicos con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> otras normas sobre sanidad animal y seguridad pública que les son también <strong>de</strong> aplicación en función <strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> núcleo zoológico. La novedad <strong>de</strong> la <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong> resi<strong>de</strong>, por tanto, en que el nuevo concepto se <strong>de</strong>fine en el marco <strong>de</strong> una normativa <strong>de</strong> carácter ambiental cuya regulación versa no sobre la sanidad animal, sino sobre la protección <strong>de</strong> la fauna silvestre y la conservación <strong>de</strong> la biodiversidad. i De acuerdo con la <strong>Ley</strong> <strong>31</strong>/<strong>2003</strong> Un establecimiento será consi<strong>de</strong>rado “parque zoológico” cuando tenga las siguientes características: • carácter permanente • entidad <strong>de</strong> naturaleza pública o privada • con o sin fines comerciales o lucrativos • abierto al público, sin límite máximo o mínimo <strong>de</strong> tiempo • que albergue o mantenga animales: - individuos vivos - que pertenezcan a especies <strong>de</strong> fauna silvestre, autóctonas o exóticas - cualquier cantidad <strong>de</strong> individuos o <strong>de</strong> especies - que dichos animales se expongan al público 40 ¿Qué? EL CONCEPTO DE PARQUE ZOOLÓGICO • ARTÍCULO 2
Cómo <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>sarrollar su actividad