Urbanismo - Aparejadores de Madrid

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Lámina 4.- Panorámica de Madrid, detalle, S. XVII.
Puente Segoviana, encontramos
una huerta llamada
Huerta de la Puente, dos
construcciones con patios
Lavaderos, más abajo Sembrado
y un camino con arbolado
en lo que después sería
el Paseo de los Melancólicos.
En este periodo de la
dinastía austriaca, 1561-
1700, se configuraría el carácter
de "barrios bajos" en
este territorio sur de la ciudad,
donde se segregaría la
pobreza, y que mas tarde pasaría
a llamarse la Arganzuela.
La política urbanística de este
periodo se puede decir
que es de apatía y de encorsetamiento
de la ciudad privándola
de crecimiento con
cercas, como se ha dicho,
con un caserío por lo general
mísero y de poca calidad, situación
que contrasta con el
esplendor manifestado por
los escritores y artistas (hay
que recordar que estamos en
el Siglo de Oro), ya que
siendo esta la Capital del
Imperio, carecía de monumentos,
edificios y proyec-
Urbanismo
tos urbanísticos, a la altura
de su categoría.
La vista de Madrid del S
XVII, grabada en cobre por
Julios Mülheuser y editada
en Amsterdan, en cuatro láminas
independientes, por
Frederick de Wit, hacia
1622, nos muestra la ciudad,
con el punto de vista retirado
al otro lado del río, concretamente
al Sur-Oeste desde
donde se aprecia en primer
término la ladera que
estudiamos. En ella, la ciudad
queda plagada de capiteles
y veletas como si de
una ciudad conventual se
tratase, ya que llegó a poseer
más de 135 establecimientos
de carácter religioso. Asimismo
apreciamos, la cerca,
sembrados, arbolado y alguna
que otra casa, destacando
la Puente Segoviana y el Xarama
Río, en primer término
(en esta época se nombraba
al afluente por el nombre del
río al que desembocaba, en
este caso al Xarama). (Lámina
4).
Años más tarde, el PLANO
GEOMÉTRICO Y HISTO-
RICO/ de la Villa de Madrid
y sus contornos, grabado por
Nicolás Chalmandrier, en
París, 1761, también en Pitipié
de 500 Varas Castellanas,
nos muestra el estado
de la capital al comienzo del
reinado de Carlos III, con
cartelas en dos idiomas: español
y francés. En él observamos
la delimitación de las
manzanas con los alzados de
los edificios más importantes
y las mejoras realizadas
por Felipe V y Fernando VI.
(Lámina 5).
El espíritu europeo de la
Ilustración lo hizo patente al
dotar a la ciudad de monumentos,
fuentes, edificios y
jardines como el Botánico,
sin dejar de citar los paseos
barrocos al sur de la capital
y el Real Canal del Manzanares
en la Dehesa de la Arganzuela,
paralelo al río.
Asimismo, en la parte Sur,
observamos las siguientes
aportaciones al desarrollo
de este Distrito: 1) El camino
de Vueltas de Luche (hoy