Urbanismo - Aparejadores de Madrid

A raíz de la enfermedad y consecuente
fallecimiento de
Eduardo Torroja, Rodríguez
Ginestal pasó a ser Jefe de
Obras y Conservación del Instituto,
puesto que ocupó hasta
tres años antes de su jubilación,
ocupándose durante esa larga
etapa de todas las obras nuevas
que se acometieron en el mismo,
así como de la reparación o
modificación de las de la primera
época: cambio de configuración
de los despachos, nuevos
sótanos, etc., obras para las
que se aprovechaba la época
vacacional, a fin de no inte-
rrumpir el funcionamiento del
organismo. “Precisamente la
primera obra de la que me ocupé
fue la reconversión y aislamiento
de una serie de despachos
para la ubicación del ordenador,
uno de los primeros que
se instalaban en España, de
muy grandes dimensiones, pero,
curiosamente, de menor capacidad
de procesamiento que
un portátil actual”.
Entre las obras nuevas realizadas
en el Torroja, la más relevante
fue la de la nueva Nave de
Ensayos Mecánicos, efectuada
en 1964. La obra, dirigida por
un equipo integrado por los arquitectos
Echegaray, Aguirre,
Genaro y Monterde; los ingenieros
de caminos Batanero,
Fernández y Martínez Calzón, y
el aparejador protagonista de
nuestra semblanza, fue en su
momento una obra única, ya
que se trató de la losa de ensayos
de hormigón más grande de
Europa. “Los puntos para sujetar
y posteriormente romper sobre
ellos las vigas resisten cincuenta
toneladas de carga. Se
hizo hormigonando toda la losa,
que tiene 25,5 m de largo, 10,5
m de ancho y 1,20 m de espesor,
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