MAYOMBE - Marxistarkiv

también haciéndo piruetas con el torso desnudo, corriéndo y arrojándose al suelo, todo esto
mezclado con explicaciones y gritos.
– Camarada Mundo Nuevo, hay muchos que estudian. No es por uno que no quiere estudiar
que la cosa se va a podrir. Yo nací en la selva, lo que me gusta es cazar, andar de un lado
para otro, hacer la guerra. Pero no me gusta estudiar. Aprendí a leer y escribir. Sé hasta
hacer cuentas y multiplicar... ¡Y esto ya es suficiente para mi! El año pasado estudié con
el Comisario. Pero ahora se acabó. El Comisario no me hará caer de nuevo en la trampa.
Claro que lo que él dice es cierto, él tiene razón. Pero las milicias populares van a impedir
los golpes de Estado, el pueblo en armas...
– ¿Y quién va a instruir al pueblo? Tenemos que ser nosotros. ¿Quién va a formar las
milicias? Tiene que hacerlo un ejército bien formado, y para esto es necesario tener
cuadros bien formados.
– Si, es lo que dice el camarada Comisario. Todos los que tienen mucha política en la
cabeza hablan así. Pero yo no tengo mucha política en la cabeza, soy solamente un
guerrillero. Cuando alcancemos la Independencia, si no me aceptan en el ejército, me
vuelvo para aquí y continuo cazando en el Mayombe. Yo no aspiro a ser algo. Hay
algunos que aspiran a ser directores, jefes de no sé qué, comandantes... Esos son los que
estudian. Yo no aspiro a ser Jefe.
Mundo Nuevo dio por terminada la limpieza de su arma. Comenzó a montarla
cuidadosamente. Luchamos observaba la operación, con su AKA entre sus piernas.
– Hay camaradas que estudian solamente para ascender, eso es cierto. Pero no puedes
afirmar que lo hagan todos. Hay quienes verdaderamente quieren ser útiles. O que desean
aprender, por el placer de aprender.
– ¡Bah! – Dijo Luchamos – No lo creo, todos quieren subir o vivir mejor, o mandar.
– No todos, no todos. Es cierto que una persona que se perfecciona piensa en su futuro
personal, y calcula que así vivirá mejor. Pero mientras unos piensan así, están los otros
que piensan en el pueblo.
– Nombrame alguno aquí en la Base que sea así...
– Se puede encontrar.
– ¡Nombrame alguno!
– No sé, no los conozco bien, he llegado hace poco. Pero pienso que debe haber, tengo que
creer que los hay...
Sin Miedo interrunpió los ejercicios para un descanso corto. Había oído las frases y
sentándose cerca preguntó:
– ¿Tienes que creer que los hay Mundo Nuevo? ¿Tienes que creer?
Mundo Nuevo se acarició la barba, hesitó unos segundos.
– Sí, debo de creer.
– ¿Cómo todos los creyentes que tienen que creer en un Dios? Porque tienen miedo de dejar
de creer, de perder el amparo de esa creencia que les da significado a sus vidas, ¿No es
así?
– No es exactamente eso.
– Es casi eso. Practicamente es lo mismo. Cuando alguien afirma que debe creer en el
desinterés de algunos hombres, porque eso se corresponde con la idea que él tiene de la
humanidad, aún cuando le demuestren lo contrario, entonces ¿Qué es ésto? Se tiene una
idea preconcebida del género humano, una idea optimista. Por eso se recusa a ver la
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