Sermones - Iglesia Cristiana Cimiento Estable
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quebrantado en vuestro deseo de ser más santos? Entonces mirad a Jesús y habitad en Él, y<br />
participaréis del mismo Espíritu de que participa Él mismo.<br />
En su gozo. - No hay gozo semejante al gozo divino. Es infinito, pleno, eterno, puro e<br />
inalterable. Es como la luz sin brisa alguna que la turbe. Las nubes y las tinieblas desaparecen<br />
ante Él, la tormenta y el fuego huyen en su presencia; y, en cambio, en Él todo es paz inefable e<br />
inmutable. Los creyentes participan de forma muy peculiar de este gozo.<br />
Mencionemos algunos de los elementos del gozo de Dios. Primeramente, todas las cosas<br />
suceden según el beneplácito de su voluntad. Él ordenó cuanto tenía que suceder. Nada de cuanto<br />
sucede deja de estar preparado por Dios. Muchas de las cosas que suceden le son odiosas,<br />
aunque, consideradas globalmente, puede hallar deleite en todas. Si habéis acudido a Cristo,<br />
tendréis algunas gotas de su gozo. Podéis contemplar todos los acontecimientos con calma, con<br />
gozo santo, sabiendo que todos los propósitos y la voluntad de vuestro Padre tendrán feliz<br />
cumplimiento. Segundo, la conversión de las almas. Hay gozo delante de los ángeles de Dios por<br />
cada pecador que se arrepiente, más que por noventa y nueve que no tienen necesidad de<br />
arrepentirse. Estoy cierto que éste es uno de los principales elementos de su gozo, ver que las<br />
almas pasan a disfrutar de su favor. Desea salvarlas, se complace en la misericordia; se deleita<br />
cada vez que puede ser al mismo tiempo un Dios justo y Salvador. Si vosotros habéis acudido a<br />
Cristo, tendréis el mismo gozo.<br />
S. Para que vosotros podáis tener comunión en su Hijo. En su justificación. Sólo una vez<br />
apareció Cristo como no justificado; en una ocasión los pecados fueron depositados sobre Él, los<br />
pecados de muchos. Tal hecho fue el que motivó su agonía en el huerto y sobre la cruz. Su único<br />
consuelo fue saber que el que le justificaba estaba cercano a él. Sabía que el tiempo sería breve.<br />
Pero en aquel momento toda la ira de Dios se descargó sobre él. Los truenos de la ira de Dios<br />
descargaron todos sus relámpagos sobre su cabeza. Los vasos de la ira de Dios fueron<br />
derramados hasta su última gota sobre él. Ahora, sin embargo, está completamente justificado de<br />
todos los pecados de que se hizo cargo. Los enterró dejándolos junto con los lienzos que le<br />
cubrieron en la sepultura. Sus hermanos, los hombres, le imputaron todos sus pecados dejándolos<br />
a su cargo y Él calló. ¿Crees tú este testimonio relativo a su Hijo? ¿Has puesto sobre Él los<br />
tuyos? En ese caso tienes comunión con Él en su justificación. Estás tan justificado como lo está<br />
el mismo Cristo. Hay sobre ti tanta culpa como la que hay en Cristo, que no tiene absolutamente<br />
ninguna. Los vasos de la ira justa de Dios no tienen ninguna gota más de aquel amargo contenido<br />
para Cristo, como tampoco la tienen para ti. Estás completamente justificado.<br />
En su adoración. - Cuando Jesús ascendió a los cielos, dijo., "Voy a mí Padre". Cuando entró<br />
en los cielos, la palabra de recepción de Dios fue: "Tú eres mi Hijo, siéntate a mi diestra en tanto<br />
pongo a tus enemigos por estrado de tus pies". i Oh, fue un bendito cambio el, realizado cuando<br />
abandonó los odios y maldiciones de nuestro mundo para recibir la bienvenida de los brazos de<br />
su Padre, cuando trocó la corona de espinas por la corona de gloria, cuando pasó de la ira de<br />
Dios al amor paterna¡ de Dios 1 Tal es vuestro cambio, el cambio que os aguarda quienes creéis<br />
en Jesús. Vosotros, que tenéis comunión con el Hijo, participaréis de adopción. Jesús dijo: "Voy<br />
a mi. Padre y a vuestro Padre". Dios es tanto vuestro Padre como es Padre de Cristo, vuestro<br />
Dios como el Dios de Cristo.,¡ Oh, qué cambio! De herederos del infierno pasamos a ser<br />
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