Imperialismo y teoría marxista en América Latina - Socialismo o ...
Imperialismo y teoría marxista en América Latina - Socialismo o ...
Imperialismo y teoría marxista en América Latina - Socialismo o ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Teoría - Historia<br />
<strong>Imperialismo</strong><br />
<strong>en</strong>tre corporaciones se des<strong>en</strong>vuelve <strong>en</strong> un marco de acción más concertada”<br />
(ídem).<br />
Esta mirada merece algunos com<strong>en</strong>tarios. Es sin duda un punto de partida<br />
correcto ubicar a la “presión mundializadora” <strong>en</strong> el marco de la acción de la<br />
ley del valor. Pero aunque también es válido reconocer que la mundialización<br />
mediatiza las aristas más agudas de la compet<strong>en</strong>cia interimperialista, al mismo<br />
tiempo debería señalarse que, precisam<strong>en</strong>te por mediatizarlas, no las elimina ni<br />
cabe hablar de un cambio radical <strong>en</strong> el “modelo clásico”.<br />
Veamos esto más de cerca. En virtud de la propia acción de la ley del valor,<br />
es el salto <strong>en</strong> la extracción de plusvalía y la consigui<strong>en</strong>te recuperación de la tasa<br />
de ganancia lo que explica que <strong>en</strong> la fase de mundialización del capital el “choque<br />
<strong>en</strong>tre pot<strong>en</strong>cias” y la “rivalidad <strong>en</strong>tre corporaciones” t<strong>en</strong>gan rasgos de más<br />
“concertación” que <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos históricos de pelea feroz por cuotas de plusvalía.<br />
Como ya señalamos, la fase de mundialización no puede analizarse como<br />
un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o puram<strong>en</strong>te económico, atado a “ciclos” à la Kondratiev, sino que<br />
es inseparable de un período de derrotas importantes de la clase trabajadora y<br />
las naciones periféricas <strong>en</strong> el ámbito de la lucha de clases. Por otra parte, la<br />
absorción capitalista de Rusia y Europa y del Este, así como el lugar de China<br />
como “factoría del mundo”, con salarios bajísimos, le insuflaron al ord<strong>en</strong> imperialista<br />
nuevos y fértiles campos de explotación. En la medida <strong>en</strong> que esos factores,<br />
luego de los 90, fueron incorporados al ciclo mundial “normal” de la acumulación<br />
capitalista, debe necesariam<strong>en</strong>te, a nuestro <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, at<strong>en</strong>uarse su<br />
influ<strong>en</strong>cia “estabilizadora”.<br />
Al respecto, cabe recordar lo que observaba Rosdolsky sobre el <strong>en</strong>foque<br />
metodológico del marxismo <strong>en</strong> cuanto al límite intrínseco a la acumulación que<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el capital <strong>en</strong> el capital mismo. A su manera, tanto H<strong>en</strong>ryk Grossmann<br />
como Rosa Luxemburgo subrayaban que la acumulación y la expansión de las<br />
relaciones capitalistas no sólo no podían reproducirse indefinidam<strong>en</strong>te, sino<br />
que la barrera a la valorización que el propio capital se pone <strong>en</strong> las etapas superiores<br />
de su desarrollo conduce inevitablem<strong>en</strong>te a conflictos viol<strong>en</strong>tos <strong>en</strong>tre<br />
naciones imperialistas. Tanto uno como otra admitían como circunstancias<br />
“contrarrestantes” de esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia la “colonización” por parte del capital de<br />
áreas geográficas y económicas antes sustraídas a la acción de la ley del valor.<br />
El ingreso de las relaciones de producción capitalistas pl<strong>en</strong>as <strong>en</strong> los países del<br />
Este (sin <strong>en</strong>trar ahora <strong>en</strong> el debate sobre el carácter social anterior de esos países,<br />
tema que <strong>en</strong> nuestra corri<strong>en</strong>te se ha trabajado <strong>en</strong> múltiples oportunidades y<br />
textos) puede y debe verse, sin duda, como un factor vigorizante del capital, que<br />
ofrece una base material para una compet<strong>en</strong>cia interimperialista por la explotación<br />
más “concertada” y m<strong>en</strong>os salvaje. 11<br />
11 El trabajo de Katz no desconoce, claro está, estos procesos: “La nueva combinación de rivalidad,<br />
integración y supremacía imperialistas forma parte de las grandes transformaciones reci<strong>en</strong>tes del<br />
capitalismo. Se inscribe <strong>en</strong> el marco de una etapa signada por la of<strong>en</strong>siva del capital sobre el trabajo<br />
(…), la expansión sectorial (privatizaciones) y geográfica (hacia los ex ‘países socialistas‘) del<br />
capital, la revolución informática y la desregulación financiera. Estos procesos han alterado el fun-<br />
234 <strong>Socialismo</strong> o Barbarie Diciembre 2009