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En siete países (Australia, Canadá, Croacia, Irlanda,
Nueva Zelanda y Eslovenia), al menos uno de
cada 5.000 habitantes ha realizado el curso básico intensivo
en TE/TR. En Irlanda la razón es tan baja como
1 en 1.630. Estas son cifras impresionantes. En estos siete
países hay entre uno y trece profesores de curso
básico, y entre uno y ocho profesores avanzados. Esto
significa un promedio de 1,5 millones de habitantes
por cada profesor de curso básico y 3 millones de habitantes
por cada profesor avanzado.
Una inspección más detallada revela que el número
de candidatos que realizan el curso básico no se
correlaciona bien con el número de profesores en el
área, por lo que aumentar el número de profesores
podría no aumentar el número de personas que tomen
el curso básico. Lo que parece más importante
aún es la disponibilidad de un cuerpo docente que
ofrezca cursos y prácticas, lo cual depende del tiempo,
la proximidad geográfica, la motivación y la generosidad.
La mayor parte de la organizaciones nacionales
del Instituto William Glasser funcionan como organizaciones
sin ánimo de lucro y una minoría de ellas tiene
estatus de organización caritativa. Algunos países requieren
procesos costosos para la creación de estas
organizaciones, lo cual puede ser un obstáculo en algunos
casos. En la mayor parte de países, el Instituto
participa directamente en la coordinación de estos
cursos, pero en algunos países la promoción depende
sólo de los profesores del Instituto en dicho lugar.
Una menor parte de las organizaciones nacionales ha
creado documentos de políticas, tales como constituciones
y códigos de ética.
La experiencia profesional de los interesados en
los cursos del Instituto varía de un país a otro, pero los
educadores parecen estar dentro de los más interesados.
Orientadores, trabajadores sociales y psicólogos
los siguen, en segundo lugar. En algunos países hay
gran interés de la comunidad empresarial. En cuanto
a género, las mujeres dominan entre un 60% y un 80%
en la mayor parte de las regiones. Este desequilibrio,
aunque común en las profesiones de servicio, es algo
que debemos trabajar.
Aparte de las membresías al Instituto William Glasser
internacional, que otorga a los miembros la revista
profesional y los boletines periódicos, la mayor parte
de las asociaciones nacionales también tienen alguna
forma de membresía local. Algunas no tienen
requisitos y están abiertas a cualquier persona, otras
limitan la membresía a personas que hayan realizado
el curso básico en TE/TR o hayan culminado la certificación,
incluso. Obviamente, las necesidades locales
varían, pero nuestras diferentes asociaciones podrían
beneficiarse de un intercambio de ideas y experiencias
en este respecto.
Las asociaciones nacionales también varían en
el número y el tipo de eventos que organizan. Varias
ofrecen un congreso cada dos años, algunas anualmente,
y otras ofrecen eventos especiales para profesores
del Instituto, desarrollo profesional y grupos de
estudio. La mayor parte ofrece boletines periódicos y
tiene sitios en Internet.
Al principio ofrecíamos un “producto” claro al público:
capacitación en Terapia de la Realidad. Casi
50 años después, el escenario ha cambiado y la gente
viene a nosotros para capacitación en terapia,
educación, dirección y bienestar personal. Lo sabemos
pero no tenemos estadísticas específicas sobre
los patrones de interés de quienes se inscriben en las
capacitaciones. A manera de estimación, las opiniones
de los líderes locales alrededor del mundo son
suficientemente consistentes en este respecto. Casi
todos ponen la Terapia de la Realidad como primer
lugar de interés con un estimado del 60% de los participantes
interesados en ella. Entre un 25% y un 30% se
interesan en otras áreas, tales como el Colegio de Calidad
Glasser, Dirección por Liderazgo, Bienestar Mental
General, entre otras. Un estudio detallado sobre los
patrones de interés de los participantes nos ofrecería
la oportunidad de contar con valiosas ideas sobre
cómo les estamos llegando y qué podríamos ofrecer
y desarrollar en el futuro.
Las impresiones iniciales de los profesores del Instituto
alrededor del mundo sugieren que, aunque haya
razones en común para tomar los cursos, tales como
necesidades profesionales en terapia y educación,
existen otros beneficios esperados que varían de un
lugar a otro. Muchos han mencionado razones personales,
tales como personas que desean ayuda en
relaciones, estrés, lograr mayor felicidad y mejorar su
calidad de vida. Aunque repetitivamente recordamos
a nuestros participantes que los cursos no son
sesiones terapéuticas, muchos asisten con la expectativa
de enriquecimiento personal además del profesional.
El costo de los cursos parece estar al alcance
de la mayoría, aunque en algunos países es un poco
alto. Nuestros cursos gozan de buena reputación y su
enfoque general se ve como efectivo, fácil de comprender,
útil y respetuoso de la dignidad humana.
También se conocen por el sentido de conexión que
promueven entre los estudiantes.
Aunque al finalizar el curso básico en TE/TR se experimenta
una sensación de gran satisfacción, no todos
continúan hacia la certificación. Internacionalmente
esta es la estadística de mayor variabilidad. Varía entre
el 3% y el 50% de los participantes del curso básico
que culminan la certificación. Hasta que lo investiguemos
profesionalmente, sólo podemos basarnos
en las impresiones de los profesores del Instituto sobre
el porqué algunos culminan el proceso. Algunas de
las razones que sugieren son: falta de profesores, falta
de gente involucrada, falta de reconocimiento académico
y la falta de disponibilidad para cursos de 4 ó
ELEGIR Volumen 15 Diciembre de 2010 - Página 23