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en tres días estará en perfectas condiciones, por lo que no hay prisa para preguntas y<br />
contestaciones, tenemos mucho tiempo y seguro que momentos mejores.<br />
La curiosidad me estaba matando, quería saber la verdad de todo este extraño asunto,<br />
tenía tres días para averiguar, meditar y calcular el siguiente movimiento. Diatros despertaba<br />
en ese momento. ¿ Qué es lo que huele tan bien ?, no había duda, el resonar de su voz por la<br />
cueva indicaba que su estado era mejor, las hierbas realizaban su trabajo perfectamente, el<br />
apetito así lo demostraba. Me alegro que te encuentres bien Diatros. Gracias Rudof, me<br />
contesto afablemente, mi gratitud será algo que pronto podré demostrarte. Mira Diatros si me<br />
quieres pagar lo que hice de buena fe, no te lo puedo impedir, más es la verdad la moneda<br />
que ahora me interesa. Pero creo que hay problemas más apremiantes que remediar. El<br />
hedor creciente que emana del lagarto es para nosotros mortal, Diatros asintió con la cabeza,<br />
era obvio que las heridas del pecho no le permitían hablar durante mucho tiempo seguido, por<br />
cierto, todavía me resulta chocante el oír a un dragón hablar, esta era la primera vez, aunque<br />
era en apariencia un dragón no dejaba de ser un humano... ¿Transformado?.<br />
Transcurridos unos momentos, Diatros me hizo una señal con su ¿ pata?, ¿ mano?,<br />
acudí presto. Rudof en la salida Norte, a la derecha, a unos cincuenta pasos, hay una lengua<br />
de fuego subterránea, es la única opción que encuentro, más no me encuentro lo<br />
suficientemente bien para poder ayudar, mi hermana, poco podrá ayudar, pero sé que no se<br />
quedará quieta. La verdad para ser la única posibilidad, era complicada de realizar, podía<br />
contar con la fortaleza de Thor, pero con todo y con eso..., bueno dejaremos eso para más<br />
tarde.<br />
El segundo punto a tratar en la mañana eran las heridas, el costado continuaba<br />
inflamado, pero el poder de recuperación de Diatros era asombroso, prácticamente estaba ya<br />
la cicatriz formada en su mayor totalidad. Lavé y cambié el emplaste y coloqué nuevos<br />
vendajes. Otra vez me elevó, con su garra, hasta su torso, no dejaba de pasarme por la<br />
cabeza, que si calculaba mal la presión a ejercer, podría aplastarme en mi totalidad por un<br />
mal cálculo<br />
Repté por el torso, las heridas del pecho tenían la misma apariencia que las del<br />
costado, me dejé caer, deslizándome hasta el suelo. ¿ Qué tal Doctor?, pregunto Candy, en<br />
cuanto aterricé. Bueno pues la verdad, estimada señorita, es que como su querido hermano<br />
continúe así, esta tarde nos da una paliza a los dos; una carcajada de felicidad brotó desde lo<br />
más profundo de la muchacha, era tal su alegría que resultaba contagiosa y al rato estábamos<br />
casi tirados por el suelo, todos menos Diatros, que ya lo estaba desde un principio, lo cual no<br />
le salvó de sufrir los mismos dolores estomacales y de mandíbula que el resto.<br />
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