08.05.2013 Views

CATECISMO CATOLICO (pdf) - Arquidiócesis de San José

CATECISMO CATOLICO (pdf) - Arquidiócesis de San José

CATECISMO CATOLICO (pdf) - Arquidiócesis de San José

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

680 Cristo, el Señor, reina ya por la Iglesia, pero todavía no le están sometidas todas las<br />

cosas <strong>de</strong> este mundo. El triunfo <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Cristo no tendrá lugar sin un último asalto <strong>de</strong> las<br />

fuerzas <strong>de</strong>l mal.<br />

681 El día <strong>de</strong>l Juicio, al fin <strong>de</strong>l mundo, Cristo vendrá en la gloria para llevar a cabo el triunfo<br />

<strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong>l bien sobre el mal que, como el trigo y la cizaña, habrán crecido juntos en el<br />

curso <strong>de</strong> la historia.<br />

682 Cristo glorioso, al venir al final <strong>de</strong> los tiempos a juzgar a vivos y muertos, revelará la<br />

disposición secreta <strong>de</strong> los corazones y retribuirá a cada hombre según sus obras y según su<br />

aceptación o su rechazo <strong>de</strong> la gracia.<br />

CAPITULO TERCERO: CREO EN EL ESPIRITU SANTO<br />

683 "Nadie pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: "¡Jesús es Señor!" sino por influjo <strong>de</strong>l Espíritu <strong>San</strong>to" (1 Co 12, 3).<br />

"Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu <strong>de</strong> su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4,<br />

6). Este conocimiento <strong>de</strong> fe no es posible sino en el Espíritu <strong>San</strong>to. Para entrar en contacto<br />

con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu <strong>San</strong>to. El es quien nos<br />

prece<strong>de</strong> y <strong>de</strong>spierta en nosotros la fe. Mediante el Bautismo, primer sacramento <strong>de</strong> la fe, la<br />

Vida, que tiene su fuente en el Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y<br />

personalmente por el Espíritu <strong>San</strong>to en la Iglesia:<br />

El Bautismo nos da la gracia <strong>de</strong>l nuevo nacimiento en Dios Padre por medio <strong>de</strong> su Hijo<br />

en el Espíritu <strong>San</strong>to. Porque los que son portadores <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> Dios son conducidos al<br />

Verbo, es <strong>de</strong>cir al Hijo; pero el Hijo los presenta al Padre, y el Padre les conce<strong>de</strong> la<br />

incorruptibilidad. Por tanto, sin el Espíritu no es posible ver al Hijo <strong>de</strong> Dios, y, sin el Hijo, nadie<br />

pue<strong>de</strong> acercarse al Padre, porque el conocimiento <strong>de</strong>l Padre es el Hijo, y el conocimiento <strong>de</strong>l<br />

Hijo <strong>de</strong> Dios se logra por el Espíritu <strong>San</strong>to (<strong>San</strong> Ireneo, <strong>de</strong>m. 7).<br />

684 El Espíritu <strong>San</strong>to con su gracia es el "primero" que nos <strong>de</strong>spierta en la fe y nos inicia en<br />

la vida nueva que es: "que te conozcan a ti, el único Dios verda<strong>de</strong>ro, y a tu enviado,<br />

Jesucristo" (Jn 17, 3). No obstante, es el "último" en la revelación <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> la<br />

<strong>San</strong>tísima Trinidad . <strong>San</strong> Gregorio Nacianceno, "el Teólogo", explica esta progresión por medio<br />

<strong>de</strong> la pedagogía <strong>de</strong> la "con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia" divina:<br />

El Antiguo Testamento proclamaba muy claramente al Padre, y más obscuramente al<br />

Hijo. El Nuevo Testamento revela al Hijo y hace entrever la divinidad <strong>de</strong>l Espíritu. Ahora el<br />

Espíritu tiene <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ciudadanía entre nosotros y nos da una visión más clara <strong>de</strong> sí<br />

mismo. En efecto, no era pru<strong>de</strong>nte, cuando todavía no se confesaba la divinidad <strong>de</strong>l Padre,<br />

proclamar abiertamente la <strong>de</strong>l Hijo y, cuando la divinidad <strong>de</strong>l Hijo no era aún admitida, añadir<br />

el Espíritu <strong>San</strong>to como un fardo suplementario si empleamos una expresión un poco atrevida<br />

... Así por avances y progresos "<strong>de</strong> gloria en gloria", es como la luz <strong>de</strong> la Trinidad estalla en<br />

resplandores cada vez más espléndidos (<strong>San</strong> Gregorio Nacianceno, or. theol. 5, 26).<br />

685 Creer en el Espíritu <strong>San</strong>to es, por tanto, profesar que el Espíritu <strong>San</strong>to es una <strong>de</strong> las<br />

personas <strong>de</strong> la <strong>San</strong>tísima Trinidad <strong>San</strong>ta, consubstancial al Padre y al Hijo, "que con el Padre y<br />

el Hijo recibe una misma adoración gloria" (Símbolo <strong>de</strong> Nicea-Constantinopla). Por eso se ha<br />

hablado <strong>de</strong>l misterio divino <strong>de</strong>l Espíritu <strong>San</strong>to en la "teología" trinitaria, en tanto que aquí no<br />

se tratará <strong>de</strong>l Espíritu <strong>San</strong>to sino en la "Economía" divina.<br />

686 El Espíritu <strong>San</strong>to coopera con el Padre y el Hijo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong>l Designio <strong>de</strong><br />

nuestra salvación y hasta su consumación. Pero es en los "últimos tiempos", inaugurados con<br />

la Encarnación re<strong>de</strong>ntora <strong>de</strong>l Hijo, cuando el Espíritu se revela y nos es dado, cuando es

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!