CATECISMO CATOLICO (pdf) - Arquidiócesis de San José
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276 Fiel al testimonio <strong>de</strong> la Escritura, la Iglesia dirige con frecuencia su oración al "Dios<br />
todopo<strong>de</strong>roso y eterno" ("omnipotens sempiterne Deus..."), creyendo firmemente que "nada<br />
es imposible para Dios" (Gn 18,14; Lc 1,37; Mt 19,26).<br />
277 Dios manifiesta su omnipotencia convirtiéndonos <strong>de</strong> nuestros pecados y<br />
restableciéndonos en su amistad por la gracia ("Deus, qui omnipotentiam tuam parcendo<br />
maxime et miserando manifestas..." -"Oh Dios, que manifiestas especialmente tu po<strong>de</strong>r con el<br />
perdón y la misericordia..."- : MR, colecta <strong>de</strong>l Dom XXVI).<br />
278 De no ser por nuestra fe en que el amor <strong>de</strong> Dios es todopo<strong>de</strong>roso, ¿cómo creer que el<br />
Padre nos ha podido crear, el Hijo rescatar, el Espíritu <strong>San</strong>to santificar?<br />
Párrafo 4 EL CREADOR<br />
279 "En el principio, Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1). Con estas palabras solemnes<br />
comienza la Sagrada Escritura. El Símbolo <strong>de</strong> la fe las recoge confesando a Dios Padre<br />
Todopo<strong>de</strong>roso como "el Creador <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra", "<strong>de</strong>l universo visible e invisible".<br />
Hablaremos, pues, primero <strong>de</strong>l Creador, luego <strong>de</strong> su creación, finalmente <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l<br />
pecado <strong>de</strong> la que Jesucristo, el Hijo <strong>de</strong> Dios, vino a levantarnos.<br />
280 La creación es el fundamento <strong>de</strong> "todos los <strong>de</strong>signios salvíficos <strong>de</strong> Dios", "el comienzo<br />
<strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la salvación" (DCG 51), que culmina en Cristo. Inversamente, el Misterio <strong>de</strong><br />
Cristo es la luz <strong>de</strong>cisiva sobre el Misterio <strong>de</strong> la creación; revela el fin en vista <strong>de</strong>l cual, "al<br />
principio, Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1): <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio Dios preveía la gloria <strong>de</strong> la<br />
nueva creación en Cristo (cf. Rom 8,18-23).<br />
281 Por esto, las lecturas <strong>de</strong> la Noche Pascual, celebración <strong>de</strong> la creación nueva en Cristo,<br />
comienzan con el relato <strong>de</strong> la creación; <strong>de</strong> igual modo, en la liturgia bizantina, el relato <strong>de</strong> la<br />
creación constituye siempre la primera lectura <strong>de</strong> las vigilias <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s fiestas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Según el testimonio <strong>de</strong> los antiguos, la instrucción <strong>de</strong> los catecúmenos para el bautismo sigue<br />
el mismo camino (cf. Aeteria, pereg. 46; S. Agustín, catech. 3,5).<br />
I LA CATEQUESIS SOBRE LA CREACION<br />
282 La catequesis sobre la Creación reviste una importancia capital. Se refiere a los<br />
fundamentos mismos <strong>de</strong> la vida humana y cristiana: explicita la respuesta <strong>de</strong> la fe cristiana a<br />
la pregunta básica que los hombres <strong>de</strong> todos los tiempos se han formulado: "¿De dón<strong>de</strong><br />
venimos?" "¿A dón<strong>de</strong> vamos?" "¿Cuál es nuestro origen?" "¿Cuál es nuestro fin?" "¿De dón<strong>de</strong><br />
viene y a dón<strong>de</strong> va todo lo que existe?" Las dos cuestiones, la <strong>de</strong>l origen y la <strong>de</strong>l fin, son<br />
inseparables. Son <strong>de</strong>cisivas para el sentido y la orientación <strong>de</strong> nuestra vida y nuestro obrar.<br />
283 La cuestión sobre los orígenes <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong>l hombre es objeto <strong>de</strong> numerosas<br />
investigaciones científicas que han enriquecido magníficamente nuestros conocimientos sobre<br />
la edad y las dimensiones <strong>de</strong>l cosmos, el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> las formas vivientes, la aparición <strong>de</strong>l<br />
hombre. Estos <strong>de</strong>scubrimientos nos invitan a admirar más la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Creador, a darle<br />
gracias por todas sus obras y por la inteligencia y la sabiduría que da a los sabios e<br />
investigadores. Con Salomón, estos pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir: "Fue él quien me concedió el conocimiento<br />
verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cuanto existe, quien me dio a conocer la estructura <strong>de</strong>l mundo y las propieda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> los elementos...porque la que todo lo hizo, la Sabiduría, me lo enseñó" (Sb 7,17-21).<br />
284 El gran interés que <strong>de</strong>spiertan a estas investigaciones está fuertemente estimulado por<br />
una cuestión <strong>de</strong> otro or<strong>de</strong>n, y que supera el dominio propio <strong>de</strong> las ciencias naturales. No se<br />
trata sólo <strong>de</strong> saber cuándo y cómo ha surgido materialmente el cosmos, ni cuando apareció el<br />
hombre, sino más bien <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir cuál es el sentido <strong>de</strong> tal origen: si está gobernado por el<br />
azar, un <strong>de</strong>stino ciego, una necesidad anónima, o bien por un Ser transcen<strong>de</strong>nte, inteligente y<br />
bueno, llamado Dios. Y si el mundo proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la sabiduría y <strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> Dios, ¿por qué<br />
existe el mal? ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene? ¿quién es responsable <strong>de</strong> él? ¿dón<strong>de</strong> está la posibilidad <strong>de</strong><br />
liberarse <strong>de</strong>l mal?<br />
285 Des<strong>de</strong> sus comienzos, la fe cristiana se ha visto confrontada a respuestas distintas <strong>de</strong><br />
las suyas sobre la cuestión <strong>de</strong> los orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas<br />
encontramos numerosos mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo<br />
es Dios, que el mundo es Dios, o que el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong>l mundo es el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> Dios (panteísmo);