EL REFORMADOR JUSTO RUFINO BARRIOS
EL REFORMADOR JUSTO RUFINO BARRIOS
EL REFORMADOR JUSTO RUFINO BARRIOS
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
todos esos esfuerzos fracazaron en apaciguar a los habitantes, quienes estaban ofendidos hasta<br />
el tope con el arrivo de los primeros colonos ingleses a mediados de 1836.<br />
La parte central del programa liberal era terminar con la influencia tradicional del clero en la<br />
vida política, económica y educacional del país, un sentimiento anticlerico que tuvo raices en<br />
sentimientos contra los Borbones, pero ya después de la independencia, vinieron a hacerse<br />
ataques contra los privilegios del clero. Ese sentimiento anticlerical fue más profundo en<br />
Guatemala y Nicaragua, donde la iglesia era más poderosa y aumentó en intensidad después de<br />
que la iglesia hubía dado su respaldo al gobierno conservador en Guatemala de 1826 a 1829.<br />
Asi que con la victoria liberal de 1829, se vinieron a implementar rápidamente los programas<br />
liberales referidos anteriormente. En vez de solamente la separación entre la Iglesia y el Estado,<br />
el gobierno estableció un control más estricto sobre la iglesia. Morazán comenzó,<br />
metódicamente, a remover al clero anti-liberal, incluyendo al Arzobispo. Se suprimieron las<br />
órdenes monásticas, se exilaron a los clérigos conservadores prominentes, se estableció por<br />
todo el país la libertad de religión y el gobierno federal influyó en que los gobiernos de<br />
Provincias también continuaran sus ataques contra los privilegios del clero. Se impuso la<br />
censura a la correspondencia eclesiástica, se confiscaron los fondos y las propiedades de la<br />
iglesia, se suprimió la cuestación de diezmos, se abolieron muchos días de fiesta religiosa, se<br />
decretó que los miembros del clero podían redactar sus propios testamentos como desearan, se<br />
hicieron legítimas las herencias de propiedades de padres a hijos, autorizando el casamiento<br />
civil y legalizando el divorcio.<br />
Pero los sacerdotes no se cruzaron de brazos ante el desafío a la autoridad tradicional de la<br />
iglesia, especialmente en las áreas rurales donde los parroquianos estaban muy descontentos<br />
con otros de los programas de Gálvez. En las aldeas, para los indios como los ladinos y a toda la<br />
comunidad, los consejos del clero eran también valiosos para las autoridades civiles, pero lo<br />
más importante era que el clero fuera el banquero de la comunidad. Esto era algo paradójico, el<br />
que por un lado, la iglesia pudiera dar préstamos a interés al gobierno y que, por el otro lado, la<br />
iglesia pudiera recaudar fondos de parte de los parroquianos libres de interés por medio de la<br />
cuestación de diezmos. Asi que no nos debe sorprender que los curas de los pueblos pudieran<br />
incitar los ánimos de los parroquianos en contra del gobierno, el cual a su vez, no sólo atacaba<br />
a las instituciones más sagradas, sino que atraía al país extranjeros protestantes que eran una<br />
amenaza al fundamento católico de la sociedad. De manera que esos curas de pueblo, se<br />
pusieron al frente de una revolución que vino a estremecer al fondo a Guatemala en 1837 y de<br />
la cual trataremos en mayor detalle más adelante.<br />
Ahora bien, ninguna reforma era tan apegada a los liberales como la de remover la<br />
educación de manos de la iglesia como era la tradición y establecer escuelas seculares con<br />
admisión para todos los guatemaltecos. Parte de este ambicioso programa requería el<br />
21