Panacea35_Junio2012
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Traducción y terminología <br />
Comentario: Hasta donde sabemos, este es uno de los últimos<br />
lemas que la RAE ha añadido a la versión digital<br />
del DRAE. La definición no nos parece correcta por las<br />
siguientes razones: 1) no es necesario utilizar el adjetivo<br />
irracional, puesto que toda palabra que incluya el elemento<br />
compositivo fobia indica ya de por sí que se trata de<br />
un temor irracional; 2) la referencia al temor irracional de<br />
adquirir algún defecto, anomalía o enfermedad puede inducir<br />
a la confusión con la nosofobia y la hipocondría; de<br />
hecho, la definición que ofrece el DRAE de dismorfofobia<br />
podría servir perfectamente para el lema hipocondría; 3)<br />
las enfermedades no se adquieren, sino que se contraen, se<br />
padecen o se sufren (a pesar de que community-acquired<br />
pneumonia se haya traducido del inglés como neumonía<br />
adquirida, y ¡encima en la comunidad!); 4) en la dismorfofobia<br />
no existe el temor irracional a «adquirir» algún<br />
defecto, anomalía o enfermedad, sino que el enfermo está<br />
convencido de que tal defecto ya existe. La definición que<br />
proponemos es la que aparece en la forma compleja trastorno<br />
dismórfico corporal, que hemos incluido en el<br />
lema dismórfico, puesto que es sinónimo de dismorfofobia.<br />
Por coherencia, hemos sustituido la marca Psiquiatr.<br />
que propone la RAE por la marca Med. Por otro lado, la<br />
vigorexia, retruécano formado a partir del término inglés<br />
bigorexia, consiste en un trastorno que se caracteriza por<br />
el hecho de que el enfermo pasa muchas horas en el gimnasio<br />
y sigue una dieta hiperproteica, incluidos en muchos<br />
casos los complementos ovolácteos, para el desarrollo de<br />
la musculatura, incluso consume anabolizantes por el mismo<br />
motivo y, a pesar de haber conseguido un desarrollo<br />
muscular considerable, se ve enclenque en el espejo. Lo<br />
que da lugar al cuadro disfórico es, por tanto, la percepción<br />
en el espejo de algo que el enfermo considera un defecto<br />
físico, en este caso inexistente. Por lo tanto, se trata<br />
de una forma clínica de la dismorfofobia. También lo es<br />
la anorexia nerviosa, puesto que el enfermo se ve gordo a<br />
pesar de estar extremadamente delgado. En nuestra opinión,<br />
no deben admitirse los términos vigorexia y ortorexia<br />
(fobia a tomar alimentos que pudieran no aportar los<br />
suficientes nutrientes, no haber sido cultivados correctamente<br />
o contener sustancias dañinas para el organismo),<br />
ambos calcos del inglés. En los Estados Unidos se practica<br />
un método para crear neologismos que cabría calificar,<br />
cuando menos, de estrafalario. Se trata de un modo<br />
de neologización que podríamos denominar analógico,<br />
en el cual no se atiende al significado de los elementos<br />
compositivos griegos. Así, por analogía con anorexia, se<br />
han creado los términos bigorexia, que literalmente significa<br />
‘deseo o apetito grande’, y orthorexia, que significa<br />
literalmente ‘deseo o apetito correcto’. Como se ve, estos<br />
dos términos están muy alejados de los que en realidad<br />
pretenden decir y lo propio debe decirse también del<br />
término cyberchondria (hipocondría que tiene su origen<br />
en la visita continua a las páginas de internet dedicadas<br />
a temas médicos). Obviamente, los términos científicos<br />
deben decir lo que pretenden decir, no otra cosa diferente.<br />
Por desgracia, en la terminología científica, sobre todo en<br />
las denominadas ciencias biomédicas, se observa cada vez<br />
con más frecuencia el siguiente hecho: el término (significante)<br />
nada tiene que ver con el referente. Sin duda, la<br />
evidente falta de rigor de los estadounidenses a la hora de<br />
formar neologismos y el mimetismo pueril con respecto al<br />
inglés del que adolece en la actualidad el espacio lingüístico<br />
técnico-científico hispanohablante son los dos factores<br />
principales que deben tenerse en cuenta a la hora de explicar<br />
este fenómeno.<br />
dismorfofóbico, ca<br />
DRAE: No figura.<br />
Propuesta: 1. adj. Med. Perteneciente o relativo a la dismorfofobia.<br />
disnomia<br />
DRAE: No figura.<br />
Propuesta: (De dis- y del gr. ὄνομα, nombre). 1. f. Med.<br />
Alteración del lenguaje que se caracteriza por la dificultad<br />
de nombrar a las personas y objetos que se perciben<br />
correctamente; el enfermo es capaz de describir el objeto<br />
en cuestión, pero no puede mencionar el nombre; tiene su<br />
origen en lesiones del hemisferio dominante, en particular<br />
del lóbulo temporal; cuando no es patológica, corresponde<br />
al conocido fenómeno de tener la palabra en la punta de<br />
la lengua.<br />
Comentario: Existe cierta fluctuación en la pronunciación<br />
de este término con y sin hiato (disnomía/disnomia), si<br />
bien la segunda es la mayoritaria en España.<br />
disnómico, ca<br />
DRAE: No figura.<br />
Propuesta: 1. adj. Med. Perteneciente o relativo a la disnomia.<br />
disociación<br />
DRAE: (Del lat. dissociatĭo, -ōnis). 1. f. Acción y efecto<br />
de disociar. 2. f. Quím. Separación de los componentes<br />
de una sustancia mediante alguna acción física<br />
o química.<br />
Propuesta: Debe añadirse una tercera acepción: 3. f.<br />
Med. En psiquiatría, alteración de las funciones integradoras<br />
de la conciencia, la memoria, la percepción y la<br />
personalidad.<br />
disocial<br />
DRAE: No figura.<br />
Propuesta: 1. adj. Med. En psiquiatría, dícese de un trastorno<br />
de la infancia y de la adolescencia que se caracteriza<br />
por crueldad con las personas y animales, destrucción de<br />
las cosas, fraude, estafa, hurto o robo, grave violación de<br />
las normas legales y sociales y absentismo escolar sin causa<br />
justificada. U. t. c. s.<br />
Comentario: Esta definición es una adaptación de la que<br />
figura en la versión española del CIE-10 (1995). La diferencia<br />
entre el trastorno disocial y el trastorno antisocial de<br />
la personalidad radica únicamente en la edad que tiene el<br />
sujeto en el momento del diagnóstico, si bien el trastorno<br />
disocial no se considera un trastorno de la personalidad,<br />
sino un trastorno por déficit de atención y comportamiento<br />
perturbador, según lo estipulado en el DSM-IV-TR de la<br />
American Psychiatric Association (1998).<br />
14 Panace@. Vol. XIII, n. o 35. Primer semestre, 2012