Descargar libro en PDF - Biblioteca Digital Leonesa
Descargar libro en PDF - Biblioteca Digital Leonesa
Descargar libro en PDF - Biblioteca Digital Leonesa
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
31<br />
Jesús María Cantalapiedra<br />
Se reunieron <strong>en</strong> un mesón típico. Alguno había disculpado<br />
su aus<strong>en</strong>cia por causa de una hernia discal, otros por la reci<strong>en</strong>te<br />
operación de apéndice (no era apéndice, sino próstata). Otros no<br />
contestaron al llamado. Pero, cierto es que se juntaron dieciocho.<br />
Emoción. Abrazos. Lágrimas cont<strong>en</strong>idas después de, <strong>en</strong> muchos<br />
casos, pasar el exam<strong>en</strong> de reconocimi<strong>en</strong>to. “¿ Pero, Wolf, no me<br />
conoces?, soy Manuel”, dijo Lolo. El michelín circunvalatorio se<br />
le desparramaba colgón por <strong>en</strong>cima del cinto. Después de innu-<br />
merables abrazos múltiples, tomaron unos vinos previos a la<br />
comida. En camaradería. Rápidam<strong>en</strong>te se contaron sus vidas.<br />
Todos habían triunfado. Todos dirigían empresas. Todos eran<br />
prósperos comerciantes o reputados médicos. Todos t<strong>en</strong>ían hijos<br />
con masters obt<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> Yale, Oxford o Massachussets. Nadie<br />
se creía las glorias del resto pero quedaba muy bi<strong>en</strong>. Sólo uno,<br />
Remigio, se sinceró <strong>en</strong> parte. “Bu<strong>en</strong>o, yo soy cura. Pero (no se<br />
aguantó), parece que se habla mucho de mí para el obispado de<br />
Astorga”. Quién lo diría. Había sido un golferas de cuidado.<br />
Tampoco se lo creyeron.<br />
Transcurridos los primeros minutos de euforia com<strong>en</strong>zaron<br />
a pasar ángeles. Sil<strong>en</strong>cios que parecían eternos. “Bu<strong>en</strong>o, bu<strong>en</strong>o,