México y el mundo contemporáneo - Escuela Normal Superior

su objetivo. En 1991 Allyn Davis, de la EPA en
Texas, señaló que de la industria maquiladora
que estaba trabajando con sustancias tóxicas,
54 por ciento de las habidas en México, o sea,
991 plantas de 1 837, sólo 178 industrias
estaban regresando sus residuos a Estados
Unidos. Sobre las 813 empresas restantes se
ignoraba qué estaban haciendo con sus
residuos.
Otro de los riesgos implícitos en los residuos
peligrosos es el referente al uso pertinente
que la población de las zonas marginales, sin
servicio de agua entubada, da a los barriles
que contuvieron sustancias tóxicas. Los
emplean para almacenar agua, en la
preparación de sus alimentos, el aseo
personal y el lavado de su ropa. Aunado a
esto, mantienen los recipientes expuestos al
aire libre y sin cubrir. La recolección y venta
de estos peligrosos tanques de depósito en las
ciudades fronterizas es producto del control
irregular de los residuos.
Las maquiladoras tienen tres alternativas para
tratar sus residuos: 1) exportarlos de regreso
a EU, 2) confinarlos a México, o 3) tratarlos y
reciclarlos en México; aunque con frecuencia
se ha detectado la disposición ilegal de este
material en bodegas, terrenos baldíos o en el
campo. Algunos de los residuos peligrosos
comunes, generados por la industria
maquiladora, se enuncian a continuación en el
Cuadro 5.
Agroquímicos
La franja de tierra fronteriza tiene 1’012 145
ha de tierra propicia para el cultivo, la cual
produce principalmente algodón, sorgo, avena
y maíz; mientras que 8’299 595 ha producen
forraje para pastos nativos. Los fertilizantes y
plaguicidas que se utilizan en ambos lados de
la frontera son en parte los mismos. Pero
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algunos de estos no se usan en un lado
porque son muy caros, o en el otro porque su
uso está prohibido. La detección de residuos
de plaguicidas sintéticos es cada vez más
común. En 1990 la Comisión Internacional de
Límites y Agua detectó los insecticidas DDT,
su derivado DDE y clordano, en muestras de
tejido de peces provenientes de la Presa
Internacional Falcón, en Laredo, Texas/Nuevo
Laredo, Tamaulipas. Los plaguicidas son
algunas de las sustancias tóxicas que mayor
uso han tenido en la franja fronteriza, sin
embargo, significan un problema ambiental
sobre el cual se dispone de escasa
información.
Otros riesgos
Pero estos no son los únicos peligros que
exponen la seguridad de las comunidades y el
ambiente binacional. Por ejemplo, el estado
de Texas, a 17.7 km al norte de la frontera
internacional, próximo al río Bravo, y 54.7 km
al este de Ciudad Juárez/El Paso, seleccionó
un sitio para confinar desechos radioactivos
de “bajo nivel”. Los desechos son resinas,
escorias de filtros y líquidos radioactivos
provenientes de plantas nucleares del este de
Texas. Los desechos deberán permanecer un
mínimo de 500 años apropiadamente
enterrados. El sitio se llama Fort Hancock, y
se encuentra sobre el Bolsón del Hueco y
otros acuíferos que abastecen la comunidad
de Ciudad Juárez/El Paso.
También se han planeado una serie de
confinamientos de residuos tóxicos a pocos
kilómetros al norte de la línea fronteriza. Tal
es el caso de Terrel County, Sierra Blanca, en
Hudspeth, y Spofford Junction, en Kinney
County, los tres lugares en Texas.
Aunado a esto, desde 1992 la zona de Sierra
Blanca es sitio de disposición final de los lodos
residuales de las plantas de tratamiento de la
ciudad de Nueva York. Día con día,
aproximadamente 285 vagones de ferrocarril
arriban a ese lugar. Los lodos son dispuestos
sobre la superficie misma del suelo.