10.05.2013 Views

Primeras Páginas de Los amigos que perdí - Prisa Ediciones

Primeras Páginas de Los amigos que perdí - Prisa Ediciones

Primeras Páginas de Los amigos que perdí - Prisa Ediciones

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

más contigo y soy tan solo un pálido recuerdo, escucha<br />

mi voz a lo lejos susurrándote: Gracias por haber sido mi<br />

amiga. Y te ruego por última vez eso <strong>que</strong> tanto te hacía<br />

reír cuando te lo <strong>de</strong>cía con voz suplicante: Por favor déjame<br />

besar tus hoyuelos.<br />

Ahora estoy solo y en silencio, como me gusta pasar<br />

los días. He <strong>de</strong>sconectado el teléfono. Sé <strong>que</strong> no llamarás.<br />

Seré fuerte y no te volveré a llamar. Con suerte, el <strong>de</strong>stino<br />

organizará, a su traviesa manera <strong>de</strong> hacer las cosas, un<br />

encuentro inesperado entre nosotros. No quiero hacerme<br />

ilusiones, sin embargo. Prefiero pensar <strong>que</strong> no te veré<br />

más. Escribo esto último —no te veré más— y duele. Me<br />

consuelo pobremente con mis recuerdos <strong>de</strong> ti. Por eso<br />

he <strong>que</strong>rido escribir esta carta: para seguir <strong>que</strong>riéndote,<br />

para no olvidarte. Afuera, el sol resplan<strong>de</strong>ce en la piscina<br />

y yo, <strong>de</strong>rrotado, <strong>de</strong> pie frente a la ventana, veo tu sonrisa<br />

dibujada en el fondo tur<strong>que</strong>sa <strong>de</strong> esas tibias aguas.<br />

No tengo una sola foto tuya, Melanie. ¿Tendrás una foto<br />

mía? Quiero creer <strong>que</strong> sí. Es una pena <strong>que</strong> los momentos<br />

<strong>que</strong> viví contigo no <strong>que</strong>daran registrados en unas cuantas<br />

fotografías. Quisiera tener al menos una foto contigo. A<br />

falta <strong>de</strong> una imagen tuya, te busco en mi memoria, en la<br />

piscina <strong>de</strong> esta casa. Apenas eso soy ahora, Melanie: un<br />

hombre solo <strong>que</strong> te busca en su piscina. Imagino, mimándome<br />

un poco, <strong>que</strong> más tar<strong>de</strong>, cuando <strong>de</strong>cida poner fin a<br />

estas horas <strong>de</strong> silencio, sonará el teléfono y, tras resistirme<br />

a levantarlo, distinguida precaución <strong>que</strong> se ha hecho<br />

habitual en mí, oiré tu voz atropellada —atropellada por<strong>que</strong><br />

estás nerviosa, aun<strong>que</strong> no quieras reconocerlo— filtrándose<br />

por las polvorientas rendijas <strong>de</strong> mi contestador:<br />

Hola Manuel, soy Melanie, no te llamé por<strong>que</strong> estuve <strong>de</strong> viaje,<br />

acabo <strong>de</strong> regresar y escuché tu mensaje y sí, llámame cuando<br />

55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!