En anarquía - Camille Pert - del Kolectivo Conciencia Libertaria
En anarquía - Camille Pert - del Kolectivo Conciencia Libertaria
En anarquía - Camille Pert - del Kolectivo Conciencia Libertaria
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
“<strong>En</strong> <strong>anarquía</strong>” de <strong>Camille</strong> <strong>Pert</strong><br />
Su voz se ahogó en su garganta; todo su valor se desvaneció de repente, y ocultando su rostro<br />
con el <strong>del</strong>antal negro, quedó cubierto con un luto como representando la efigie <strong>del</strong> dolor…<br />
La sala permaneció muda, herida por aquella desesperada tristeza. El presidente hizo una<br />
pausa. De los ojos de Emilio brotaban gruesas lágrimas, que no pensaba en enjugar.<br />
Sin embargo, la mujer se dominó; bajó su <strong>del</strong>antal, mostró su semblante marcado por el<br />
sufrimiento y dijo con dificultad aunque con valor estoico:<br />
– Puede usted continuar… yo responderé.<br />
El presidente hojeó algunos papeles.<br />
– ¿Albergaba usted algún compañero anarquista en el momento <strong>del</strong> atentado?<br />
La boca de la viuda se crispó con amarga sonrisa.<br />
– La policía debe saberlo.<br />
– ¿Reconoce usted los procesados aquí presentes como clientes de su casa?<br />
Los ojos de Arsenia se volvieron hacia el banco de los procesados, deteniéndose sobre Andrés<br />
Elkaz.<br />
– Menos ese, a quien no conozco, todos son amigos.<br />
Elkaz sonrió con ironía y se encogió levemente de hombros:<br />
– ¡Claro está!... Yo no he ido jamás a casa de esa mujer.<br />
– Sin embargo, observó el presidente, se asegura haberle visto en el establecimiento de usted.<br />
– Yo no puedo reconocer a todos mis parroquianos… no puedo afirmar que ese joven no haya<br />
entrado nunca en mi casa, lo que sí puedo jurar es que nunca me he fijado en él.<br />
– ¿Recibía si hijo de usted muchas cartas?<br />
– Yo no veía su correspondencia. El cartero la depositaba en una cajita de donde él mismo la<br />
tomaba…<br />
– ¿Le acompañaba alguien el día <strong>del</strong> atentado?<br />
– Emilio salió solo a su hora acostumbrada… Yo creí que iría al taller.<br />
– ¿Notó usted si llevaba algún objeto?<br />
– No, señor.<br />
– El proyectil fue fabricado en el cuarto de su hijo, ¿cómo no lo advirtió usted?<br />
<strong>En</strong>traba yo pocas veces a su cuarto, que arreglaba él mismo.<br />
– ¿Quién venía a su casa por entonces?<br />
124