11.05.2013 Views

Leopoldo Alas Clarin - La Regenta - v1.0 - Bibliotecas Públicas

Leopoldo Alas Clarin - La Regenta - v1.0 - Bibliotecas Públicas

Leopoldo Alas Clarin - La Regenta - v1.0 - Bibliotecas Públicas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ni Visitación ni Paco se atrevían ya nunca a<br />

decir nada a don Álvaro alusivo a sus pretensiones<br />

amorosas: le dejaban hacer; conocían<br />

en la cara de gloria del Tenorio que esperaba<br />

el triunfo, que tal vez lo estaba tocando, y<br />

comprendían que el pudor, la vergüenza,<br />

mejor dicho, exigía un silencio absoluto respecto<br />

del caso. Don Álvaro agradecía «la<br />

delicadeza» de sus cómplices y callaba también,<br />

tranquilo y satisfecho.<br />

A fines del mes comenzó la dispersión general;<br />

todos los que tenían cuatro cuartos, y<br />

muchos que no los tenían, dejaron la capital<br />

y buscaron la frescura de la playa.<br />

Don Víctor, loco de contento, salió del Vivero<br />

con su mujer y con Petra y se instaló en el<br />

puerto mejor de la provincia, <strong>La</strong> Costa, villa<br />

floreciente más rica que Vetusta, emporio del<br />

cabotaje y vestida muy a la moda. Otros<br />

años Quintanar pasaba el mes de Agosto en<br />

Palomares, adonde iban también Visita, Obdulia<br />

y alguna vez los Marqueses y Mesía. -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!