Leopoldo Alas Clarin - La Regenta - v1.0 - Bibliotecas Públicas

More documents

Recommendations

Info

Magistral subir a la torre antes o después de coro. ¿Qué iba a hacer allí aquel señor tan respetable? Esto preguntaban los ojos del delantero a los del acólito. También lo sabía Celedonio, pero callaba y sonreía complaciéndose en el pavor de su amigo. El continente altivo del monaguillo se había convertido en humilde actitud. Su rostro se había revestido de repente de la expresión oficial. Celedonio tenía doce o trece años y ya sabía ajustar los músculos de su cara de chato a las exigencias de la liturgia. Sus ojos eran grandes, de un castaño sucio, y cuando el pillastre se creía en funciones eclesiásticas los movía con afectación, de abajo arriba, de arriba abajo, imitando a muchos sacerdotes y beatas que conocía y trataba. Pero, sin pensarlo, daba una intención lúbrica y cínica a su mirada, como una meretriz de calleja, que anuncia su triste comercio con los ojos, sin que la policía pueda reivindicar los derechos de la moral pública. <strong>La</strong> boca muy abierta y desdentada seguía a su
manera los aspavientos de los ojos; y Celedonio en su expresión de humildad beatífica pasaba del feo tolerable al feo asqueroso. Así como en las mujeres de su edad se anuncian por asomos de contornos turgentes las elegantes líneas del sexo, en el acólito sin órdenes se podía adivinar futura y próxima perversión de instintos naturales provocada ya por aberraciones de una educación torcida. Cuando quería imitar, bajo la sotana manchada de cera, los acompasados y ondulantes movimientos de don Anacleto, familiar del Obispo - creyendo manifestar así su vocación,- Celedonio se movía y gesticulaba como hembra desfachatada, sirena de cuartel. Esto ya lo había notado el Palomo, empleado laico de la Catedral, perrero, según mal nombre de su oficio. Pero no se había atrevido a comunicar sus aprensiones a ningún superior, obedeciendo a un criterio, merced al cual había desempeñado treinta años seguidos con dignidad y prestigio sus funciones complejas de aseo y vigilancia.
Page 1 and 2: Leopoldo Alas «Clarín» La Regent
Page 3 and 4: mando Palacio Valdés crea en Madri
Page 5 and 6: asgaban al correr hacia el Norte. E
Page 7 and 8: piedra trepaba a la altura, haciend
Page 9 and 10: Celedonio ceñida al cuerpo la sota
Page 11 and 12: con el Obispo y el señor Roque el
Page 13 and 14: maizales con tonos obscuros; la paj
Page 15: los más empingorotados, se le figu
Page 19 and 20: gante, que decía muy bien sobre el
Page 21 and 22: largos y delgados, finos, pálidos,
Page 23 and 24: tusta, y si supiera que Bismarck to
Page 25 and 26: mucho más altos que el campanario,
Page 27 and 28: leído en la juventud con entusiasm
Page 29 and 30: Concentrada su ambición entonces e
Page 31 and 32: placer material, pensaba De Pas, el
Page 33 and 34: hojas de un bosque el contenido cru
Page 35 and 36: noble y el barrio pobre de Vetusta.
Page 37 and 38: la indiscreta voz de la corneta, pr
Page 39 and 40: dines y huertas que podían pasar p
Page 41 and 42: po antes del día en que De Pas med
Page 43 and 44: ecordar los orígenes humildes de l
Page 45 and 46: por callejones y plazuelas, casas s
Page 47 and 48: más temerarias personificaciones y
Page 49 and 50: se veía apenas grupos de mujeres a
Page 51 and 52: ajo, confuso, aturdido en direcció
Page 53 and 54: pintores adocenados, antiguos los m
Page 55 and 56: por un lado o por otro una recomend
Page 57 and 58: prender una pasión profunda y alam
Page 59 and 60: y otros libros orientales; pero la
Page 61 and 62: Vetusta. Era él, que salía disfra
Page 63 and 64: tonces era el imaginar aventuras ro
Page 65 and 66: enroscadas como culebras en el lema
Page 67 and 68:
Tal era el personaje que explicaba
Page 69 and 70:
samente el encanto de los cuadros a
Page 71 and 72:
mujer le crispaba los nervios a don
Page 73 and 74:
Pas; los adoradores de la viuda lo
Page 75 and 76:
gravemente vistió el ajustado roqu
Page 77 and 78:
po, que lo que era falda parecía a
Page 79 and 80:
Dentro de una cripta cavada en uno
Page 81 and 82:
Coimbra, Viseo, Lamego, Celeres, Ag
Page 83 and 84:
Era don Cayetano un viejecillo de s
Page 85 and 86:
A la última había renunciado; no
Page 87 and 88:
- Vivimos en una sociedad hipócrit
Page 89 and 90:
las justas incruentas, de la gaya c
Page 91 and 92:
que ya nadie notaba, sentíalo aún
Page 93 and 94:
inclinándose como un sauce llorón
Page 95 and 96:
sombras de una platea de proscenio
Page 97 and 98:
- Y muchos; nunca lleva el mismo; c
Page 99 and 100:
de los supuestos cohechos del Provi
Page 101 and 102:
des; pero en realidad porque estaba
Page 103 and 104:
Don Custodio, joven ardentísimo en
Page 105 and 106:
a al cielo, y no podía clamar al O
Page 107 and 108:
las pocas de esta clase que confesa
Page 109 and 110:
Además, como en materia de confesi
Page 111 and 112:
dentro de la capilla; no había nad
Page 113 and 114:
- Pero si no fue desaire -repetía
Page 115 and 116:
indignación la comunicaba de grado
Page 117 and 118:
a si la fundación de Vetusta se de
Page 119 and 120:
No, y que parecía maestra en aquel
Page 121 and 122:
sado. Además le gustaba de veras l
Page 123 and 124:
- III - Aquella tarde hablaron la R
Page 125 and 126:
De la breve conversación de la tar
Page 127 and 128:
«¡Confesión general!» Sí, esto
Page 129 and 130:
«-¡Lástima -concluía Obdulia, s
Page 131 and 132:
en la sábana y tenía los ojos muy
Page 133 and 134:
negro de lanas, noble y hermoso; de
Page 135 and 136:
a leer con la cabeza hundida en las
Page 137 and 138:
pá en Colondres y mamá también.
Page 139 and 140:
Era su merienda que llevaba en un b
Page 141 and 142:
hizo llamar al barquero de Trébol.
Page 143 and 144:
había cometido un gran pecado. La
Page 145 and 146:
es más grande que cualquier aventu
Page 147 and 148:
lanco y detrás, como una filtraci
Page 149 and 150:
- Sí, tienes razón; acércate, h
Page 151 and 152:
Ana se empeñó en que Quintanar -c
Page 153 and 154:
Don Víctor se puso un poco encarna
Page 155 and 156:
pudo apreciar que eran, en efecto,
Page 157 and 158:
En aquella estancia dormían años
Page 159 and 160:
ta y despertaba en el momento oport
Page 161 and 162:
tor ante los tribunales y procurar
Page 163 and 164:
Doña Ana tardó mucho en dormirse,
Page 165 and 166:
contenerle; sí, ella le pondría a
Page 167 and 168:
militar. Se portó como un valiente
Page 169 and 170:
an nacido, que él se lo suplicaba
Page 171 and 172:
tranquila. Don Carlos se dedicó a
Page 173 and 174:
«-Es una mujer ilustrada, aunque e
Page 175 and 176:
tes en tal materia: se iba arruinan
Page 177 and 178:
«la madre de Anita tal vez antes q
Page 179 and 180:
de Loreto. Siempre que podía se es
Page 181 and 182:
formas concretas, ya no fue nebulos
Page 183 and 184:
arca y contarse cuentos. Este proye
Page 185 and 186:
sino en la imaginación de los soci
Page 187 and 188:
en su vida, que a tantas precaucion
Page 189 and 190:
filósofo y menos político. Para E
Page 191 and 192:
del mundo, pero a sus solas se desq
Page 193 and 194:
velos, podía leerse todo. El romá
Page 195 and 196:
íntimo de los hombres, como se apa
Page 197 and 198:
Aunque Ana llegaba a la edad en que
Page 199 and 200:
niña con ojos de cosechero que se
Page 201 and 202:
fresco del agua de una acequia que
Page 203 and 204:
pasó, y la pobre niña sin madre s
Page 205 and 206:
disparate la ocurrencia de traer de
Page 207 and 208:
pañol estaba consagrado a la poes
Page 209 and 210:
pieza, sencillos, dulces y apasiona
Page 211 and 212:
mayor que visto desde el puerto, m
Page 213 and 214:
Cuando el lápiz trazó el primer v
Page 215 and 216:
petable por su condición y sus añ
Page 217 and 218:
frío en una somnolencia poblada de
Page 219 and 220:
Ana dio gritos, se asustó mucho, s
Page 221 and 222:
ecerles la hija de don Carlos y de
Page 223 and 224:
se mezcló en mal hora con sangre p
Page 225 and 226:
Amaban la religión, porque éste e
Page 227 and 228:
después con Alvarito Mesía no sé
Page 229 and 230:
Volvieron sin embargo las solterona
Page 231 and 232:
Esa luna que brilla en el cielo mel
Page 233 and 234:
preciso devorar, aunque costase un
Page 235 and 236:
do, y entonces las imágenes místi
Page 237 and 238:
héroes y heroínas, y los que le q
Page 239 and 240:
gallana y entonces recurría al Eur
Page 241 and 242:
verán a la niña. Y que va a ser g
Page 243 and 244:
El marqués se encogía de hombros.
Page 245 and 246:
cer de verse suegro de un título,
Page 247 and 248:
- No es eso, tía; es que hay algun
Page 249 and 250:
- Nunca habrás visto a Manolito, n
Page 251 and 252:
- Ni gana, tía -dijo Anita sin pod
Page 253 and 254:
a de marearlos, lo que había que c
Page 255 and 256:
dentro un pesimismo invencible: se
Page 257 and 258:
Doña Anuncia se volvía loca de ir
Page 259 and 260:
no tropezasen con el cuerpo del del
Page 261 and 262:
aquellos que su orgullo tenía por
Page 263 and 264:
carretera de Madrid. Encontraron el
Page 265 and 266:
algo maduro, aunque no mucho, para
Page 267 and 268:
Una tarde Crespo, enterado de que l
Page 269 and 270:
esplendor su noble manía de perdon
Page 271 and 272:
diciones que había impuesto a don
Page 273 and 274:
que escalasen conventos, a Dios gra
Page 275 and 276:
Etelvina, novela que había encanta
Page 277 and 278:
Ana, contra el expreso mandato de s
Page 279 and 280:
Doña Anuncia quedó deslumbrada…
Page 281 and 282:
- En cuanto puedan ustedes dar la v
Page 283 and 284:
Cerró la noche. Ana, apoyada la ca
Page 285 and 286:
muchachas pierden su hermosura y ac
Page 287 and 288:
y obscuras, y esta solemnidad del a
Page 289 and 290:
te, detrás de un majestuoso portie
Page 291 and 292:
protestaban los hechos. De Vetusta
Page 293 and 294:
alternaban en el cuidado de desplum
Page 295 and 296:
habían comprado con motivo de las
Page 297 and 298:
to eran cuidadosamente arrancados.
Page 299 and 300:
una subasta. Era un Alcubilla en un
Page 301 and 302:
todos los fondos de la prensa que l
Page 303 and 304:
que los señores del billar azotaba
Page 305 and 306:
en la Arqueología y en la Botánic
Page 307 and 308:
El cuarto del crimen, la sala de lo
Page 309 and 310:
tresillo, en el gabinete de lectura
Page 311 and 312:
tendremos que hablar más adelante,
Page 313 and 314:
saba un socio cualquiera, y si no l
Page 315 and 316:
La animación estaba en los grupos
Page 317 and 318:
es cómicos de Madrid, donde acabab
Page 319 and 320:
hijo, adquirida positivamente en Ma
Page 321 and 322:
de las familias ricas o nobles de V
Page 323 and 324:
Pepe Ronzal -alias Trabuco, no se s
Page 325 and 326:
«Militaba» en el partido más rea
Page 327 and 328:
que gritaban más, eran más tercos
Page 329 and 330:
peoncillo. -¡Este va a reina! -exc
Page 331 and 332:
Ronzal se puso serio. -¡Hola! -dij
Page 333 and 334:
La disputa se acaloró; tuvieron qu
Page 335 and 336:
gallana y don Frutos Redondo. Llega
Page 337 and 338:
Mandaban los de Ronzal, éste era d
Page 339 and 340:
Señora o señorita, ya la tenía R
Page 341 and 342:
había hecho tal vez, sin que el ot
Page 343 and 344:
- No es un santo -añadía- pero no
Page 345 and 346:
las Paulinas tampoco; y de las niñ
Page 347 and 348:
te una apuesta con usted, señor Ro
Page 349 and 350:
Don Frutos iba a protestar, pero Ro
Page 351 and 352:
de amor. «¡Tal vez con la Regenta
Page 353 and 354:
que se moría de risa; la lugareña
Page 355 and 356:
Aquella amistad era como la de un p
Page 357 and 358:
trataba con desdén a las queridas
Page 359 and 360:
de una vez dejaba en brazos de Paco
Page 361 and 362:
- No seas tonto. ¿Tú no crees en
Page 363 and 364:
gidas no se para en barras. En Par
Page 365 and 366:
duda, con tales ideas tenía que se
Page 367 and 368:
morado de sus prendas! Sí, dos añ
Page 369 and 370:
adorador debían de ser para ella c
Page 371 and 372:
genta en corresponderle. Una mujer
Page 373 and 374:
«Y que perdonase don Víctor Quint
Page 375 and 376:
- Oye -observó Paco- ¿no esperaba
Page 377 and 378:
prestados. Si mandaban los del Marq
Page 379 and 380:
servicios de algún servidor fidel
Page 381 and 382:
teatros, congresos, iglesias, bolsa
Page 383 and 384:
ía casi universal en los maridos.
Page 385 and 386:
imposiciones oficiales. En los dem
Page 387 and 388:
uen amigo. En estas breves interrup
Page 389 and 390:
irritante, porque Mesía, poniéndo
Page 391 and 392:
Previamente se daba cita al novio r
Page 393 and 394:
cuente, ni el canónigo paraba all
Page 395 and 396:
«Entre monjas podría vivir este h
Page 397 and 398:
memorias, de memorias dulces y aleg
Page 399 and 400:
no disgustarle, no había querido d
Page 401 and 402:
Obdulia y Visitación, desde la ven
Page 403 and 404:
tertulia, y se representaban charad
Page 405 and 406:
cuenta y razón. Su aturdimiento er
Page 407 and 408:
disponía de los criados del Marqu
Page 409 and 410:
a, a lo menos públicamente. Por su
Page 411 and 412:
esmero, refinamiento en el arte cul
Page 413 and 414:
en la despensa, gallinas, pichones,
Page 415 and 416:
la disciplina culinaria; vigilaba e
Page 417 and 418:
«¿Qué se echa ahora? »¿Qué se
Page 419 and 420:
términos antitéticos, palabras qu
Page 421 and 422:
un rincón de aquella casa libre de
Page 423 and 424:
Para la viuda, uno de los placeres
Page 425 and 426:
a de la pobre niña ni una prenda,
Page 427 and 428:
en cuando se parece un poco a un bu
Page 429 and 430:
dadera, que daba interés al ocaso
Page 431 and 432:
Álvaro negaba que hubiese por su p
Page 433 and 434:
- Creo que la pobre siente mucho no
Page 435 and 436:
Y describía minuciosamente, con lo
Page 437 and 438:
- Éstos. Y puso los dedos sobre lo
Page 439 and 440:
de loca… y vio visiones… en fin
Page 441 and 442:
amor, y los compensaba con golosina
Page 443 and 444:
- No, ahora no puedo. Obdulia oyó
Page 445 and 446:
Cruzaban la plaza y pasaban sobre l
Page 447 and 448:
que se le ofrecían para procurarse
Page 449 and 450:
Después de esta observación, y ot
Page 451 and 452:
polvo luminoso, detrás del cual ap
Page 453 and 454:
había tenido antojos místicos, y
Page 455 and 456:
decía. Se había entusiasmado con
Page 457 and 458:
se le impone. No bastaba una confer
Page 459 and 460:
Además, la había halagado mucho e
Page 461 and 462:
sa, no por el deleite de los sentid
Page 463 and 464:
parecía indecoroso e injusto para
Page 465 and 466:
Se estremeció de frío. Volvió a
Page 467 and 468:
aquellos amores de Petra y el molin
Page 469 and 470:
planchadoras, ribeteadoras, cigarre
Page 471 and 472:
únte que las llamaba hermosas, sup
Page 473 and 474:
¡Viva tu mare! -se atrevió a grit
Page 475 and 476:
-¡La mato! ¡la mato! Dejadme, que
Page 477 and 478:
Aquel enternecerse por todo la asus
Page 479 and 480:
en las tiendas, pero se compra poco
Page 481 and 482:
ior a la que podía esperar el manc
Page 483 and 484:
guez, las de ayer, las de antes de
Page 485 and 486:
- «¿Qué era aquello, Señor, qu
Page 487 and 488:
dos, tal vez no basta la figura, ni
Page 489 and 490:
- Eso creo yo -solía afirmar Ronza
Page 491 and 492:
pero aquello era muy largo. Ya no v
Page 493 and 494:
Buscaba en vano manera natural de l
Page 495 and 496:
No comprendía él todavía que aqu
Page 497 and 498:
En la voz de la Regenta, en el desc
Page 499 and 500:
- Sí; ¿no te lo ha dicho ese? Hoy
Page 501 and 502:
«Él, sí, estaba dispuesto.» En
Page 503 and 504:
igueresca, exuberante de relieves d
Page 505 and 506:
¿En qué se había de divertir? ¿
Page 507 and 508:
detrás de los soberbios eucaliptus
Page 509 and 510:
Con don Frutos hubiera sido tal vez
Page 511 and 512:
aquella prisión, mientras seguía
Page 513 and 514:
ían. No faltaba para que la máqui
Page 515 and 516:
Gozaba con delicia de aquella catá
Page 517 and 518:
entre aquel par de sonámbulos, sin
Page 519 and 520:
a criados y pastores murmurar con m
Page 521 and 522:
la que corría a caer en aquella si
Page 523 and 524:
Era don Álvaro en efecto. Estaba e
Page 525 and 526:
todos géneros habían venido así,
Page 527 and 528:
Esperó en vano. - Ana, Ana -volvi
Page 529 and 530:
La crisis nerviosa se resolvía, co
Page 531 and 532:
estoy resuelto a que termine la vid
Page 533 and 534:
confianza del Casino en cuanto se i
Page 535 and 536:
lo natural sería que todos, sin di
Page 537 and 538:
ga Anselmo que le voy a tirar por e
Page 539 and 540:
onquidos de Anselmo; «otro estúpi
Page 541 and 542:
zapatillas de orillo y el gorro con
Page 543 and 544:
Provisor comprar salmón, y besugo
Page 545 and 546:
ted vende objetos del culto: cálic
Page 547 and 548:
Sea usted liberal, que eso no es of
Page 549 and 550:
usan, supieran algo de algo, sabrí
Page 551 and 552:
muy generoso, y robaba con exposici
Page 553 and 554:
miento entretenerse con los recuerd
Page 555 and 556:
sencilla… Me parece que la piedad
Page 557 and 558:
Conocía el interior de todas las c
Page 559 and 560:
las reyertas de familia, con los oj
Page 561 and 562:
El arcediano y el beneficiado viero
Page 563 and 564:
abrasarme en más pura llama que la
Page 565 and 566:
Alejandro Magno en la guerra y las
Page 567 and 568:
- Voy, señorito -gritó una voz du
Page 569 and 570:
del señorito, por si llamaba, se l
Page 571 and 572:
estaban como ella los había dejado
Page 573 and 574:
Don Fermín volvió a sentarse en s
Page 575 and 576:
Escribió sin descanso hasta las di
Page 577 and 578:
postura, al inclinarse sobre el lav
Page 579 and 580:
Quedó satisfecho, con la concienci
Page 581 and 582:
y habló como si fuera delante de t
Page 583 and 584:
como todo el rostro; los ojos de un
Page 585 and 586:
Doña Paula se sentó en el borde d
Page 587 and 588:
ne? -preguntó el Magistral, volvie
Page 589 and 590:
- Fermo, yo bien sé lo que me digo
Page 591 and 592:
- Bueno, bueno; yo me entiendo. Do
Page 593 and 594:
vendemos cera, si vendemos aras, si
Page 595 and 596:
- No, madre; no me engañó; ¿qué
Page 597 and 598:
la Regenta! dicen que es una señor
Page 599 and 600:
No se atrevió a tanto. «Al fin su
Page 601 and 602:
dar esto: que era un buen hijo, hum
Page 603 and 604:
espiritual. Aquella elocuencia de a
Page 605 and 606:
Contestaba a los saludos como si tu
Page 607 and 608:
saba con los sesenta años, y no se
Page 609 and 610:
El salón era rectangular, muy espa
Page 611 and 612:
Esta era una frase sacramental; per
Page 613 and 614:
- Sí, creo en una catástrofe pró
Page 615 and 616:
- Yo sospecho -continuó el doctor-
Page 617 and 618:
- Hasta que tienen quince o diecis
Page 619 and 620:
Arcediano, el diplomático señor M
Page 621 and 622:
así? ¿También los tontos tenían
Page 623 and 624:
- Es un loco, hay que dejarle. - Pe
Page 625 and 626:
No se atrevía a llamarla su hija.
Page 627 and 628:
teja; en la política y en el trato
Page 629 and 630:
Dios quiera; si es preciso sufrir p
Page 631 and 632:
«Necesitaba arrojar la careta, dar
Page 633 and 634:
largo por veinte de ancho, de techo
Page 635 and 636:
Cuando yo era párroco de las Vegue
Page 637 and 638:
Llegó a Vetusta echando bendicione
Page 639 and 640:
llenas; y el espíritu se lo inunda
Page 641 and 642:
Si es una gloria veros vestidos de
Page 643 and 644:
Obispo se prodigaba demasiado. «El
Page 645 and 646:
mal, en concepto de los señores ma
Page 647 and 648:
para el Magistral, con no poca envi
Page 649 and 650:
fondo en los sermones del prelado,
Page 651 and 652:
la piedra fría del pilar; tembland
Page 653 and 654:
verdad era que De Pas no tenía en
Page 655 and 656:
Los sermones de don Fermín tenían
Page 657 and 658:
con calor, con entusiasmo. Entonces
Page 659 and 660:
soberbio, del envidioso, y después
Page 661 and 662:
en cuenta si eran amas o criadas.
Page 663 and 664:
de caballeros y otra agregada de da
Page 665 and 666:
cado original que llevaba en el nom
Page 667 and 668:
miento «que a él se le ponía en
Page 669 and 670:
te aprovechó un momento en que Vis
Page 671 and 672:
La Libre Hermandad, Olvidito faltan
Page 673 and 674:
nía la debilidad de convertir el c
Page 675 and 676:
guardia civil. Contracayes sonrió
Page 677 and 678:
astante, y no es de los sagrados c
Page 679 and 680:
imponerle respeto por el terror…
Page 681 and 682:
- Ahí la tienes, en ese cartapacio
Page 683 and 684:
de él. ¡Puf! ¡qué enemigos, se
Page 685 and 686:
las oficinas de Hacienda pública n
Page 687 and 688:
llas cotidianas batallas; el Magist
Page 689 and 690:
sombra la parda catedral… huyó h
Page 691 and 692:
das, entre follaje deslumbrante y l
Page 693 and 694:
firmemente que Dios era una invenci
Page 695 and 696:
ción, nobles o de talento relativo
Page 697 and 698:
más temibles para la carne. De Pas
Page 699 and 700:
El Magistral de pies, en el umbral
Page 701 and 702:
pléndida? Aunque quiso rehuir la c
Page 703 and 704:
crujientes, de sillas traídas y ll
Page 705 and 706:
se a resistir las tentaciones que a
Page 707 and 708:
- Yo paso por eso -decía el Arcipr
Page 709 and 710:
característica» y se dispuso a ac
Page 711 and 712:
modo, que hasta creyó tener frío,
Page 713 and 714:
an poco a poco despejados, el Magis
Page 715 and 716:
atrocidades y buscando fórmula dec
Page 717 and 718:
demás… Eso es… y salvo el resp
Page 719 and 720:
Como siempre. Donde ella estaba, na
Page 721 and 722:
Y mientras le abrochaba, la dama, s
Page 723 and 724:
lleros elegantes no insistía en ma
Page 725 and 726:
hombre de corazón sano, sin pliegu
Page 727 and 728:
los surtidores del patio y las carc
Page 729 and 730:
Detrás de Ana apareció Mesía, qu
Page 731 and 732:
y éste era otro lazo agradable, mi
Page 733 and 734:
voz que les llamase a la mesa, Ana
Page 735 and 736:
ta lo infinito» al asegurar que la
Page 737 and 738:
en los movimientos, en un olor de i
Page 739 and 740:
aba de recibir la noticia. -¡Santa
Page 741 and 742:
- «Porque tengo observado -añadí
Page 743 and 744:
ealismo insufrible después de come
Page 745 and 746:
to, estaba un poco pálido y sudaba
Page 747 and 748:
Todo aquello era broma; ni don Víc
Page 749 and 750:
nía, dirigía aquello como una bat
Page 751 and 752:
pinche el apetito.» Y estaba más
Page 753 and 754:
era tan poco espantadiza que Paco h
Page 755 and 756:
El que no esperaba nada, el que est
Page 757 and 758:
aban por tomarlo a broma. El Marqu
Page 759 and 760:
Paco quería también secularizar a
Page 761 and 762:
gran parte de sus rentas la empleab
Page 763 and 764:
- Oh, no, no valen disculpas… Ay
Page 765 and 766:
- Oh, por Dios, no sea usted así,
Page 767 and 768:
enemigo de su honra, pero amante de
Page 769 and 770:
Los que tomaban pacíficamente caf
Page 771 and 772:
quilla allá arriba y al bajar… s
Page 773 and 774:
chica se fijó en la intención del
Page 775 and 776:
- Yo… -balbuceó Bermúdez- usted
Page 777 and 778:
- No hace falta -contestó De Pas,
Page 779 and 780:
venas… «Y ahora… aquel canóni
Page 781 and 782:
acaso en terreno vedado. ¡Se decí
Page 783 and 784:
quitaba el sol, y él la defendía
Page 785 and 786:
Volvió los ojos blandos a su amiga
Page 787 and 788:
mientes al Magistral en el poco tie
Page 789 and 790:
de abrigado, solitario y lo que lla
Page 791 and 792:
atreviéndose otras; los pollos adv
Page 793 and 794:
de la marquesa de Vegallana, no pas
Page 795 and 796:
ilustre Glocester, y del beneficiad
Page 797 and 798:
El Magistral se contentó con escup
Page 799 and 800:
Se acercó después el canónigo pa
Page 801 and 802:
donde había visto desaparecer entr
Page 803 and 804:
Andaba a la ventura, sin saber a d
Page 805 and 806:
procurar disimulos, borrar aparienc
Page 807 and 808:
- De que comías fuera… -¿Pero u
Page 809 and 810:
«No subo, no subo. ¡Buena estará
Page 811 and 812:
¿por qué no se iba? porque no que
Page 813 and 814:
dose a su afectísimo amigo y poni
Page 815 and 816:
Un niño flaco, pálido, casi desnu
Page 817 and 818:
- Mentira, mainate… ¡si te inflo
Page 819 and 820:
una aldeana que no veía en el camp
Page 821 and 822:
el de la Regenta a Ripamilán; sí,
Page 823 and 824:
dueño de mí… y ahora había de
Page 825 and 826:
muerto la hija de los Marqueses. El
Page 827 and 828:
teral, después un chillido como el
Page 829 and 830:
Y salió del despacho. El Provisor
Page 831 and 832:
La trataba como si hubiera que cons
Page 833 and 834:
- Ella no tiene la culpa; hace lo q
Page 835 and 836:
honra… deshacen en un mes lo que
Page 837 and 838:
- Pero si yo le juro a usted que no
Page 839 and 840:
Doña Paula se había arrancado los
Page 841 and 842:
campos y segaban y amontonaban la y
Page 843 and 844:
pararía hasta hacerse cura. Pero p
Page 845 and 846:
Paula fue el tirano del cura desde
Page 847 and 848:
ciado había sido terco, y había v
Page 849 and 850:
niegas a casarte, dices que dicen q
Page 851 and 852:
que daba por realizados, sus compad
Page 853 and 854:
Paula llegar a la aldea cuatro homb
Page 855 and 856:
darle náuseas y se arrojaba con fe
Page 857 and 858:
a puñadas, a patadas, a palos; má
Page 859 and 860:
El cura, Fermín, y hasta los guard
Page 861 and 862:
hablaba de misiones en el Oriente,
Page 863 and 864:
y al poco tiempo llegó a comprende
Page 865 and 866:
pacho a repasar en la memoria todo
Page 867 and 868:
«¡Si sabría él lo que era bueno
Page 869 and 870:
Abajo era día de cuentas. Muy a me
Page 871 and 872:
Y él sonreía con más socarroner
Page 873 and 874:
ella una sacerdotisa y él un acól
Page 875 and 876:
«Es el hijo del cerero,» añadió
Page 877 and 878:
dijo: -¡Señor obscurantista! ¡ap
Page 879 and 880:
- Sí, tú… es claro, como soy un
Page 881 and 882:
go esta noche qué cenar… no habr
Page 883 and 884:
tendiendo una mano y dando un paso
Page 885 and 886:
El Magistral oyó retumbar los golp
Page 887 and 888:
hereje?» Esta era otra triste grac
Page 889 and 890:
De Pas respiró con fuerza y dijo e
Page 891 and 892:
muchas lluvias se debe la fertilida
Page 893 and 894:
aro del día, que la doncella acaba
Page 895 and 896:
falsedad y la maldad, y no había m
Page 897 and 898:
nodrizas, soldados y enjambres de c
Page 899 and 900:
hastío, de un hastío sin remedio,
Page 901 and 902:
tan pronto, una pasión sacrílega;
Page 903 and 904:
el teatro de sus tentativas, y dond
Page 905 and 906:
do, en opinión de la del Banco. Se
Page 907 and 908:
Lo que no sabía don Álvaro, aunqu
Page 909 and 910:
a al adulterio - así se llamaba- m
Page 911 and 912:
la Iglesia; dentro del cajón sagra
Page 913 and 914:
ciones importunas, que a tener resp
Page 915 and 916:
absoluto imposible? Además, querí
Page 917 and 918:
«De lo que estaba convencida era d
Page 919 and 920:
ella producía la de don Álvaro. H
Page 921 and 922:
de esto, y se dejaba resbalar, goz
Page 923 and 924:
Mesía comprendía y sentía lo que
Page 925 and 926:
ñándose en el aire que le iba cor
Page 927 and 928:
- A propósito, de teatro, don Álv
Page 929 and 930:
honrado; pues el amor no se anda co
Page 931 and 932:
los enemigos del arte, no pensaba e
Page 933 and 934:
pretexto para pasar tres horas cada
Page 935 and 936:
Marquesa no quería ocupar nunca, e
Page 937 and 938:
del modo cursi como aquí se hace t
Page 939 and 940:
mundo, maniático, insustancial; aq
Page 941 and 942:
el fondo de su ser, lo más suyo, l
Page 943 and 944:
olsa de enfrente -izquierda del act
Page 945 and 946:
co, conversaban con los cómicos a
Page 947 and 948:
por sus buenas relaciones con todas
Page 949 and 950:
tos y posturas de estatuas egipcias
Page 951 and 952:
ción con los Vegallana o quien all
Page 953 and 954:
que aplaudía entusiasmado. Perales
Page 955 and 956:
Y don Víctor le reputaba excelent
Page 957 and 958:
Anita comenzó a comprender y senti
Page 959 and 960:
y no como ahora suciedad, prosa, fe
Page 961 and 962:
co que ni Perales ni la mayor parte
Page 963 and 964:
que despreciaban el romanticismo y
Page 965 and 966:
mento irritada. Además el rostro d
Page 967 and 968:
Por estas consideraciones, que le e
Page 969 and 970:
che como frase sublime de un amor i
Page 971 and 972:
po le queda a uno para eso. Adiós.
Page 973 and 974:
¡oh! en cuanto a su cómplice… P
Page 975 and 976:
- Sí, alguna pesadilla. -¿Y tú
Page 977 and 978:
Petra salió sin ruido, como una ga
Page 979 and 980:
jaqueca y le suplicaba que la dispe
Page 981 and 982:
- XVII - Al obscurecer de aquel mis
Page 983 and 984:
dente de la conversación, tuvo hab
Page 985 and 986:
Ripamilán gritaba: - Señor mío,
Page 987 and 988:
comentado lo del teatro. Su mal hum
Page 989 and 990:
En vista de que los asuntos vulgare
Page 991 and 992:
El Magistral sonrió como un márti
Page 993 and 994:
El Magistral, que no pensaba en la
Page 995 and 996:
- Hija mía, el mal no está en que
Page 997 and 998:
encias sería mayor, si algunas vec
Page 999 and 1000:
- Pues bien -prosiguió don Fermín
Page 1001 and 1002:
ofrecía a oír sus confidencias, a
Page 1003 and 1004:
quisiera remediar; pero a Dios grac
Page 1005 and 1006:
potente, una mano que acariciaba la
Page 1007 and 1008:
- Todo aquello -añadió el Magistr
Page 1009 and 1010:
Dispénseme si hablo con esta sever
Page 1011 and 1012:
idades de que lo esencial es el fon
Page 1013 and 1014:
dad había de que supiera que lleva
Page 1015 and 1016:
sin embargo, a la Santa Doctora; ¿
Page 1017 and 1018:
anoche le arrancaba el bueno de don
Page 1019 and 1020:
del diablo… pero en estos pasajes
Page 1021 and 1022:
parecía lo natural subir por la es
Page 1023 and 1024:
- Ya lo creo. Adiós, hija mía, ad
Page 1025 and 1026:
árboles y arbustos. Los días que
Page 1027 and 1028:
- Toma -contestó Frígilis. arroja
Page 1029 and 1030:
niebla lenta y desmayada, semejante
Page 1031 and 1032:
Frígilis en el teatro se aburría
Page 1033 and 1034:
de la clásica abundancia, había i
Page 1035 and 1036:
de representar el Alcalde de Zalame
Page 1037 and 1038:
«La humanidad era mala pero no ten
Page 1039 and 1040:
Ana envidiaba a su marido la dicha
Page 1041 and 1042:
Holanda; tentación de Bermúdez el
Page 1043 and 1044:
afrodisíaco mejor que el frío. «
Page 1045 and 1046:
en los placeres esotéricos de la l
Page 1047 and 1048:
estilo de novena, cargado de superl
Page 1049 and 1050:
arranques de ternura piadosa que ve
Page 1051 and 1052:
la santidad del dogma, pero sabía
Page 1053 and 1054:
echaba a rodar los proyectos de vid
Page 1055 and 1056:
acababa por acercarse a los vidrios
Page 1057 and 1058:
tardase tanto en conquistar una vol
Page 1059 and 1060:
permitido a nadie saber el cómo y
Page 1061 and 1062:
halaga!… ¡Ministro! ¿Para qué?
Page 1063 and 1064:
Venía de casa de Vegallana, donde
Page 1065 and 1066:
protestas pesadas, insufribles de Q
Page 1067 and 1068:
Quintanar. Don Álvaro había estre
Page 1069 and 1070:
a una pared, que la piedad no era c
Page 1071 and 1072:
Fortunato, temblorosa la voz, solic
Page 1073 and 1074:
Pero el Magistral salió sin respon
Page 1075 and 1076:
Ana se sentó en el sofá, el Magis
Page 1077 and 1078:
se me figura que soy por dentro un
Page 1079 and 1080:
Sí, sí, hay peligro, ya lo veo, g
Page 1081 and 1082:
que no tenía muy claro concepto; p
Page 1083 and 1084:
encarnadas; y en el sonreír parec
Page 1085 and 1086:
con estrépito salió, no sin despe
Page 1087 and 1088:
parecía una escoba mojada; con la
Page 1089 and 1090:
azos del esposo y le dijo con voz e
Page 1091 and 1092:
«Todos los cazadores son así», p
Page 1093 and 1094:
inspiraban las medicinas verdosas,
Page 1095 and 1096:
vez hay gastroenteritis… tal vez
Page 1097 and 1098:
La debilidad la tenía aún más qu
Page 1099 and 1100:
vientre y hacer preguntas relativas
Page 1101 and 1102:
habitantes en todos los astros, la
Page 1103 and 1104:
La Regenta notó la ausencia de su
Page 1105 and 1106:
das se desmoronaba. Lloró con los
Page 1107 and 1108:
y cayó sin sentido sobre la colcha
Page 1109 and 1110:
aprensión de que su lecho olía co
Page 1111 and 1112:
volvía la vida a moverse en aquel
Page 1113 and 1114:
Blas rodeada del mundo, agasajada,
Page 1115 and 1116:
interesante del relato o siempre qu
Page 1117 and 1118:
por el cansancio, que le arrancaba
Page 1119 and 1120:
da, galones y plumas, abalorios y c
Page 1121 and 1122:
quería? ¿Si se contentaba con est
Page 1123 and 1124:
poco tal calor era la más viva hog
Page 1125 and 1126:
fijaba en las líneas que pedían e
Page 1127 and 1128:
puertos lejanos. Se filosofaba mien
Page 1129 and 1130:
tranquila en el brazo fuerte del me
Page 1131 and 1132:
Don Álvaro, al llegar a la Rincona
Page 1133 and 1134:
En esta situación estaba cuando el
Page 1135 and 1136:
va vida, verdadera reforma, eficaz
Page 1137 and 1138:
Marquesa. Se la vio en casa de Vega
Page 1139 and 1140:
Cuando esta historia de su tibieza
Page 1141 and 1142:
lanco no era un abismo sin fondo, s
Page 1143 and 1144:
metiéndose en lo que no le importa
Page 1145 and 1146:
«¡El único!» decía él, las po
Page 1147 and 1148:
Su mujer y cuatro hijas pensaban de
Page 1149 and 1150:
masiado lejos y temían que alguien
Page 1151 and 1152:
que quiera don Frutos ni lo que pre
Page 1153 and 1154:
Tuvo que cambiar de mesa y de sala,
Page 1155 and 1156:
evolución religiosa en Vetusta, co
Page 1157 and 1158:
«Mi última afirmación es la duda
Page 1159 and 1160:
con que iluminaban la fachada en la
Page 1161 and 1162:
Ronzal no demostró el porqué de l
Page 1163 and 1164:
El café de la Paz era grande, frí
Page 1165 and 1166:
presión de una idea fija, o mejor,
Page 1167 and 1168:
pero hermosísima… quiero decir,
Page 1169 and 1170:
misma consigna. El Magistral, aunqu
Page 1171 and 1172:
llamaba siempre a De Pas el señor
Page 1173 and 1174:
dente, que aquel sitio de meses y m
Page 1175 and 1176:
za en adquirir la fuerza necesaria
Page 1177 and 1178:
él, Somoza, no leía libros, ya se
Page 1179 and 1180:
Aquel valor que él sentía ante un
Page 1181 and 1182:
que los ojos de los hombres se irí
Page 1183 and 1184:
Paco el Marquesito, que como buen a
Page 1185 and 1186:
pláticas provechosas y amenas con
Page 1187 and 1188:
Al cabo dijo: - La verdad es… que
Page 1189 and 1190:
don Álvaro Mesía, enfrente del pr
Page 1191 and 1192:
fascinado el conjunto claro, alegre
Page 1193 and 1194:
edad triste en que el amor es de ca
Page 1195 and 1196:
se podía decir todo, estaban solos
Page 1197 and 1198:
tonces habló, sin poder remediarlo
Page 1199 and 1200:
mismo, por saber que él era todav
Page 1201 and 1202:
a noche, en una merienda en el camp
Page 1203 and 1204:
pués las quejas de la cama frágil
Page 1205 and 1206:
muchos granos. Y tampoco vencí aqu
Page 1207 and 1208:
- Propongo -gritó Juanito Reseco,
Page 1209 and 1210:
Insistía don Frutos en que él sen
Page 1211 and 1212:
del respeto que nos debemos todos.
Page 1213 and 1214:
madas celdas, a las vírgenes del S
Page 1215 and 1216:
ver la claridad acusadora que entra
Page 1217 and 1218:
Obispo, era lo que se refería al a
Page 1219 and 1220:
- No, no, nada de eso. Pero… se m
Page 1221 and 1222:
y se le apretó la garganta, con lo
Page 1223 and 1224:
hementes deseos de ahogarla. La man
Page 1225 and 1226:
Ana pasaba horas y más horas en la
Page 1227 and 1228:
y por consiguiente a su marido, amo
Page 1229 and 1230:
último rincón del mundo; antes la
Page 1231 and 1232:
parecía amanerada, falsa en la con
Page 1233 and 1234:
Paseo Grande, buscó un lugar retir
Page 1235 and 1236:
tos que no se pueden describir; y a
Page 1237 and 1238:
Recuerdo lo que dice: aquel confeso
Page 1239 and 1240:
Aunque algunos celos tenía de Sant
Page 1241 and 1242:
años habían vivido cerca uno de o
Page 1243 and 1244:
¡Cuántos sofiones inútiles habí
Page 1245 and 1246:
- Debe de haber pasado algo gordo
Page 1247 and 1248:
oreja rosada. -¿Qué pájaro me ha
Page 1249 and 1250:
de ello, de su desarrollo temprano.
Page 1251 and 1252:
mujer, y debajo de la falda ajustad
Page 1253 and 1254:
Macabeos que tenía a su cargo. Se
Page 1255 and 1256:
que ver con todo aquello? ¿Para qu
Page 1257 and 1258:
de la Rinconada le pareció envuelt
Page 1259 and 1260:
El Magistral se sentía como estran
Page 1261 and 1262:
tenía:…Una luz de parecerle de p
Page 1263 and 1264:
vaga, que aborrecía toda determina
Page 1265 and 1266:
Entraba en su despacho. Volvía ent
Page 1267 and 1268:
amas y los ramos, y las flores, cad
Page 1269 and 1270:
Petra se encerraba en su cuarto. Co
Page 1271 and 1272:
huerta, encontraba en ellos sentido
Page 1273 and 1274:
Y sin descender del lecho, sobre la
Page 1275 and 1276:
trataba ya de si don Víctor confes
Page 1277 and 1278:
«¡Plantar cebolletas! ¿No prohib
Page 1279 and 1280:
El primer esfuerzo que hizo Anita p
Page 1281 and 1282:
Pero en cuanto le vio salir tropeza
Page 1283 and 1284:
Hacía mucho calor. Ni debajo del t
Page 1285 and 1286:
- Pues bueno; esta mañana, lo ha v
Page 1287 and 1288:
marchó, como la marejada que se re
Page 1289 and 1290:
- Tú vencerás, Dios mío, tú ven
Page 1291 and 1292:
«¡Buena la haríamos si usted se
Page 1293 and 1294:
an y hacen de ella lo que quieren:
Page 1295 and 1296:
perfecto? ¿Que no había pasiones
Page 1297 and 1298:
descuido de la carne, intrusa, temi
Page 1299 and 1300:
«¡Claro!, todo el mundo se estaba
Page 1301 and 1302:
egatas, sin nada de este mundo. ¡O
Page 1303 and 1304:
tendiera a todo el pueblo. Anita en
Page 1305 and 1306:
algo mejor y más dulce que odiar y
Page 1307 and 1308:
se la última y decisiva, «contra
Page 1309 and 1310:
culos de la murmuración se animaba
Page 1311 and 1312:
algunos meses más. Sin el aguardie
Page 1313 and 1314:
masías de los bebedores? no mienta
Page 1315 and 1316:
El médico y el prestamista estuvie
Page 1317 and 1318:
opone al verdadero progreso un desp
Page 1319 and 1320:
municados, los habituales abonados
Page 1321 and 1322:
los transeúntes, notaba asperezas,
Page 1323 and 1324:
fundamente piadoso, don Víctor hac
Page 1325 and 1326:
ponerlos por obra, pero no se atrev
Page 1327 and 1328:
contra las faldas de la Regenta y e
Page 1329 and 1330:
sencia, apetitos que ella misma sin
Page 1331 and 1332:
propósito de ascender de morada en
Page 1333 and 1334:
pensamiento, lo apartaba de las im
Page 1335 and 1336:
Y en tanto Foja, Mourelo, don Custo
Page 1337 and 1338:
porque la indignación pública sub
Page 1339 and 1340:
Custodio decía las palabras, llena
Page 1341 and 1342:
e usted como yo hablo con toda tran
Page 1343 and 1344:
- Señor cura, acabemos. Don Santos
Page 1345 and 1346:
- Es su hija de usted. -¡Ah grand
Page 1347 and 1348:
hora de cenar, y esta necesidad mat
Page 1349 and 1350:
último ataque para conseguir que s
Page 1351 and 1352:
«Su padre había perdido la cabeza
Page 1353 and 1354:
Don Santos levantó un poco la cabe
Page 1355 and 1356:
mas exclamó: -¡Madre mía, madre
Page 1357 and 1358:
sus reflexiones, sin poder contener
Page 1359 and 1360:
- No lo crea usted. Además, allí
Page 1361 and 1362:
¿Cómo era? ¿pues ha muerto ya? -
Page 1363 and 1364:
- Es claro. - Evidente. -¿Quién l
Page 1365 and 1366:
En tanto subían y bajaban amigas y
Page 1367 and 1368:
del moribundo, solo, completamente
Page 1369 and 1370:
- Sí, señor, ahora mismo voy yo a
Page 1371 and 1372:
Guimarán había propuesto que no s
Page 1373 and 1374:
Detrás del duelo iba una escasa re
Page 1375 and 1376:
agua volvía a azotar a los del due
Page 1377 and 1378:
olvidado ciertos pormenores y la ma
Page 1379 and 1380:
demoler el alcázar de la fe… del
Page 1381 and 1382:
Y más adelante leía Ana con los o
Page 1383 and 1384:
El órgano, con motivo de la alegr
Page 1385 and 1386:
madreselva, y olor a la playa, y ol
Page 1387 and 1388:
otro púlpito, para cantar el Evang
Page 1389 and 1390:
Más enternecida estaba la Regenta,
Page 1391 and 1392:
Había otra clase de profanaciones
Page 1393 and 1394:
cosa, iban y venían enfilándose c
Page 1395 and 1396:
- Ni una profanación. Yo respeto t
Page 1397 and 1398:
oficios divinos con el recogimiento
Page 1399 and 1400:
Cuando Ana procuró sacudir, movien
Page 1401 and 1402:
ga al fin del mundo; sabía que ent
Page 1403 and 1404:
to, gritaba desde el fondo de las e
Page 1405 and 1406:
Pero hacía más que leer, declamab
Page 1407 and 1408:
decidiendo no entrar en el teatro d
Page 1409 and 1410:
tante en el fondo obscuro de alcoba
Page 1411 and 1412:
horas canónicas, el Magistral sali
Page 1413 and 1414:
Por poco tiempo consiguieron verse
Page 1415 and 1416:
yo necesito saberlo todo, tengo der
Page 1417 and 1418:
seaba por el gabinete como una fier
Page 1419 and 1420:
Hablaba desde lejos la señora de R
Page 1421 and 1422:
que se la gobiernan desde fuera…
Page 1423 and 1424:
todos los confesores del mundo. Ya
Page 1425 and 1426:
distinguidas se enteren de si las n
Page 1427 and 1428:
Pero si la propia religiosidad hab
Page 1429 and 1430:
de aquel ángulo de carne que el cu
Page 1431 and 1432:
usto, sobre todo del cuello, a la M
Page 1433 and 1434:
miembro de la Junta directiva del C
Page 1435 and 1436:
porque no tenía dónde, pensaba qu
Page 1437 and 1438:
dar que traía la cabeza como un re
Page 1439 and 1440:
La que estaba de pie inclinaba el c
Page 1441 and 1442:
había burlado de ella, no había q
Page 1443 and 1444:
na? -¿Qué cadena? -preguntó con
Page 1445 and 1446:
ponía pálido, se inclinaba con gr
Page 1447 and 1448:
de la mesa. Los ojos montaraces le
Page 1449 and 1450:
- Mi abrigo… café con leche… t
Page 1451 and 1452:
No había podido la Regenta resisti
Page 1453 and 1454:
Nunca había desistido de conquista
Page 1455 and 1456:
Ana sintió que un pie de don Álva
Page 1457 and 1458:
Ana había olvidado casi la polka;
Page 1459 and 1460:
quier cosa, en fin, aquello no val
Page 1461 and 1462:
Fermín miró a su enemigo con asom
Page 1463 and 1464:
adivinar los tormentos del hijo. Do
Page 1465 and 1466:
votos… castidad… todo esto le s
Page 1467 and 1468:
cía rodear a aquella mujer que enc
Page 1469 and 1470:
haber sido bastante buena…» La e
Page 1471 and 1472:
que mi hermano me salve, que Teresa
Page 1473 and 1474:
era en ella candoroso. Estaba segur
Page 1475 and 1476:
cuál! ¡la suya! ¡la de su alma!
Page 1477 and 1478:
corromperla! Aquella casa… aquel
Page 1479 and 1480:
Él se animó: se puso colorado de
Page 1481 and 1482:
seo Grande, donde se celebraba el c
Page 1483 and 1484:
un clérigo!… La vergüenza y alg
Page 1485 and 1486:
comprendió que aquello era una hip
Page 1487 and 1488:
directa del cuadrado de las distanc
Page 1489 and 1490:
El Magistral pensó por su parte al
Page 1491 and 1492:
las flores de amor y alegría que s
Page 1493 and 1494:
paración estaba en sus manos. ¿No
Page 1495 and 1496:
enamorado de ella… y ser verdad s
Page 1497 and 1498:
consultando las leyes de la perspec
Page 1499 and 1500:
compañía de zarzuela que había t
Page 1501 and 1502:
de pueblos: la piedad colectiva, la
Page 1503 and 1504:
a tus pies; estar con los tristes,
Page 1505 and 1506:
de la caridad distraída. Rechinaba
Page 1507 and 1508:
samiento a la Madre Dolorosa, y se
Page 1509 and 1510:
muy capaces de haber inventado en s
Page 1511 and 1512:
insolente y vocinglero con la Vetus
Page 1513 and 1514:
- Papá, tú que eres tan bueno, ¿
Page 1515 and 1516:
Hijo y madre dieron un salto; doña
Page 1517 and 1518:
- No sé… ya la veré después. A
Page 1519 and 1520:
Los primeros días, después de sep
Page 1521 and 1522:
que yo le busque a usted, que le ll
Page 1523 and 1524:
Don Pompeyo quería confesar, pero
Page 1525 and 1526:
Todos aquellos señores sacerdotes
Page 1527 and 1528:
aquella conversión que se le vení
Page 1529 and 1530:
sando en Dios, hablando de Él… s
Page 1531 and 1532:
- No, un complot… La verdad era q
Page 1533 and 1534:
haciéndose lenguas de la unción c
Page 1535 and 1536:
elegíaca, o elegía a secas, lo qu
Page 1537 and 1538:
a suceder otra cosa. En cuanto a C
Page 1539 and 1540:
El jueves Santo llegó con una noti
Page 1541 and 1542:
La Marquesa encogió los hombros y
Page 1543 and 1544:
que es esto -pensabaindudablemente
Page 1545 and 1546:
señora fuese en el Entierro detrá
Page 1547 and 1548:
de su hijo, dum pendebat filius, co
Page 1549 and 1550:
Dios, ni en Cristo, ni en María, n
Page 1551 and 1552:
diosa clase media. Obdulia estaba p
Page 1553 and 1554:
expresión dolorosa de las arrugas
Page 1555 and 1556:
Vinagre admiró como todo el pueblo
Page 1557 and 1558:
casi con fiebre, Quintanar se dispo
Page 1559 and 1560:
Los tambores vibraban fúnebres, tr
Page 1561 and 1562:
de muerta como él. Fija la mirada
Page 1563 and 1564:
condenaban lo que estaba haciendo.
Page 1565 and 1566:
desaparecía. Se comparaba a sí mi
Page 1567 and 1568:
hermosura y la valentía de la Rege
Page 1569 and 1570:
- Ánimo… Todo esto pasará… Y
Page 1571 and 1572:
perdóname, hija mía; sin querer m
Page 1573 and 1574:
ahí, junto al estanque, figúrate
Page 1575 and 1576:
Ana aplaudió y atravesó el umbral
Page 1577 and 1578:
- Sí, señor, hace una hora… -¿
Page 1579 and 1580:
nada de eso; hablo de ello sin mied
Page 1581 and 1582:
que soy demasiado breve en mis expl
Page 1583 and 1584:
más. No puedo ser más larga. Me e
Page 1585 and 1586:
Siempre hacía lo mismo; antes de e
Page 1587 and 1588:
Mañana el sol sacará lustre a tod
Page 1589 and 1590:
que mi marido llama siempre secular
Page 1591 and 1592:
literata, una cosa ridícula, que a
Page 1593 and 1594:
larga, aunque tristón y un poco fo
Page 1595 and 1596:
conocido, extraño, del cerebro des
Page 1597 and 1598:
Esta alegría se la ocultó a sí p
Page 1599 and 1600:
- Es claro; aquello es un convento.
Page 1601 and 1602:
Leyó con deleite aquella página,
Page 1603 and 1604:
en la tierra en que no haya nada fe
Page 1605 and 1606:
se me antoja todo el Vivero escenar
Page 1607 and 1608:
sentía lágrimas dulces dentro del
Page 1609 and 1610:
los parajes clásicos, se bañaba e
Page 1611 and 1612:
dejó allí, señalada apenas por l
Page 1613 and 1614:
pudo parar allí, y a las nueve y m
Page 1615 and 1616:
mentaria. Oh, si le fuera lícito v
Page 1617 and 1618:
toda su filosofía. El cochero deb
Page 1619 and 1620:
- Sí, señor; pero hay tres callej
Page 1621 and 1622:
das las voces por la distancia, res
Page 1623 and 1624:
moza eres. Mira, no seas tonta… s
Page 1625 and 1626:
creído digna de un factor, dejaba
Page 1627 and 1628:
país, y colorada, echando chispas
Page 1629 and 1630:
cualquiera de aquellas señoras y s
Page 1631 and 1632:
Benítez mascaba el cigarro y mirab
Page 1633 and 1634:
- Basta, basta; comprendido… la h
Page 1635 and 1636:
galantería de don Álvaro en aquel
Page 1637 and 1638:
monte! ¡don Víctor, al monte! -ru
Page 1639 and 1640:
empeñado en abrir el paraguas que
Page 1641 and 1642:
- A buscar a doña Ana, que estará
Page 1643 and 1644:
jer… y yo fui un majadero desde e
Page 1645 and 1646:
mente. Visitación los habrá ayuda
Page 1647 and 1648:
- Es decir -continuó Quintanar- un
Page 1649 and 1650:
llegado a ser dueño de los encanto
Page 1651 and 1652:
porque en el monte cuando empieza e
Page 1653 and 1654:
- Pero, hombre, castigue usted a es
Page 1655 and 1656:
Lo que más le irritaba era que su
Page 1657 and 1658:
jamás a doña Paula ostentar mayor
Page 1659 and 1660:
cada instante el marido, como supre
Page 1661 and 1662:
confesor la comprometía? Si Vícto
Page 1663 and 1664:
a usted la conducta del Magistral?
Page 1665 and 1666:
queses. Bermúdez volvió a Vetusta
Page 1667 and 1668:
del látigo, caían al suelo en con
Page 1669 and 1670:
se eternamente. «No, por allí no
Page 1671 and 1672:
no… bastaba con que le oyera. ¡C
Page 1673 and 1674:
tiene más fuerza, si ella o él…
Page 1675 and 1676:
tacto volvía, y Ana iba sintiendo
Page 1677 and 1678:
como encontró a su amigo más aten
Page 1679 and 1680:
su conducta futura con Petra. -¿De
Page 1681 and 1682:
llenó de besos estrepitosos la car
Page 1683 and 1684:
Hablaban a veces dos o tres a un ti
Page 1685 and 1686:
za indígena, y se volvía al obscu
Page 1687 and 1688:
¡Dos años hace que no he veranead
Page 1689 and 1690:
Don Álvaro, en el tono confidencia
Page 1691 and 1692:
daba palmaditas en la espalda de Me
Page 1693 and 1694:
«Así como así el verano siempre
Page 1695 and 1696:
nizada. Y jamás una alusión picar
Page 1697 and 1698:
que todo el mundo era patria: «¡p
Page 1699 and 1700:
años, aspiraba con frenesí y opri
Page 1701 and 1702:
Todo era allí ausencia de honestid
Page 1703 and 1704:
crítico me falta el valor… y est
Page 1705 and 1706:
mente las idas y venidas de Petra,
Page 1707 and 1708:
esa Petra me parece que me quiere d
Page 1709 and 1710:
ningún precio. Ahora bien… Petra
Page 1711 and 1712:
prende… quiere hacerle a usted la
Page 1713 and 1714:
- Petra marcha de esta casa. Adiós
Page 1715 and 1716:
crúpulo, todo miramiento que pudie
Page 1717 and 1718:
«Sí, Álvaro; si tú me dejaras m
Page 1719 and 1720:
aquellos meses de buena vida, de ej
Page 1721 and 1722:
amor, como él había esperado siem
Page 1723 and 1724:
mal oculta hacia Petra, y comprendi
Page 1725 and 1726:
Regenta que caía, caía, gracias a
Page 1727 and 1728:
es que el Provisor le prometió par
Page 1729 and 1730:
porque contradecía en cierto modo
Page 1731 and 1732:
era equitativo que él, sin decírs
Page 1733 and 1734:
Petra era la encargada de despertar
Page 1735 and 1736:
popular leyenda, ¿dónde está la
Page 1737 and 1738:
aun sin necesidad de ellas, ganosa
Page 1739 and 1740:
dades, que dejara en un desván do
Page 1741 and 1742:
Además, don Álvaro comprendía qu
Page 1743 and 1744:
se juró serían las últimas, por
Page 1745 and 1746:
piernas sacudimientos y un temblor
Page 1747 and 1748:
la rubia lúbrica el asalto del cas
Page 1749 and 1750:
mo una cabra, como un rocín libre
Page 1751 and 1752:
aíces en el vientre, en el pecho,
Page 1753 and 1754:
Aquella ternura facilitó el tratad
Page 1755 and 1756:
madrugaba menos que otros años. Qu
Page 1757 and 1758:
dudable; cierto que la niebla espes
Page 1759 and 1760:
huerta por la escalera del corredor
Page 1761 and 1762:
a las barras y buscando con los pie
Page 1763 and 1764:
hubiera cambiado de sitio. Y eso qu
Page 1765 and 1766:
necesitaba calcular… sí, las con
Page 1767 and 1768:
ahora te toca a ti, ahora no es Per
Page 1769 and 1770:
la vez primera con fuerza bastante
Page 1771 and 1772:
mucho. No, no tendría valor ni hoy
Page 1773 and 1774:
derse en su pecho, sopló con fuerz
Page 1775 and 1776:
tenía mejor sentido que él; sabr
Page 1777 and 1778:
dén; y después, de tirarse por la
Page 1779 and 1780:
monte bajo, de trecho en trecho, la
Page 1781 and 1782:
ojos, tapó el rostro cuanto pudo c
Page 1783 and 1784:
más ancho, rodeado de juncos y are
Page 1785 and 1786:
Muy contra su voluntad, a pesar de
Page 1787 and 1788:
ga de Crespo; si tomaban por el otr
Page 1789 and 1790:
za. No se movió. Que se fueran al
Page 1791 and 1792:
era lo que ellas decían: al próji
Page 1793 and 1794:
- Sí, más de lo que tú crees. -
Page 1795 and 1796:
maridos de teatro… Ana, culpable
Page 1797 and 1798:
- Ni yo creo que tu situación admi
Page 1799 and 1800:
alambres para el telégrafo. Si est
Page 1801 and 1802:
- «¡Egoísta, pensó don Víctor
Page 1803 and 1804:
solas… -y se volvió el amo de la
Page 1805 and 1806:
cómo. «Estaba, cerca de las diez
Page 1807 and 1808:
nía en la cabeza toda una mitolog
Page 1809 and 1810:
Pero no mató. Se acercó a la port
Page 1811 and 1812:
pido, por un egoísta de yeso, por
Page 1813 and 1814:
frente a frente, escaparía de mí
Page 1815 and 1816:
perdono y si la tuviera entre mis m
Page 1817 and 1818:
lla palidez, aquella voz ronca, aqu
Page 1819 and 1820:
parda ceñida al cuerpo fuerte y de
Page 1821 and 1822:
«Sí, aquélla era su loriga, aqu
Page 1823 and 1824:
- De Cristo tengo yo que hablarle a
Page 1825 and 1826:
- Una persona que ha protegido un
Page 1827 and 1828:
«El mundo sabe» -había dicho don
Page 1829 and 1830:
seos de pronta y terrible venganza;
Page 1831 and 1832:
obligarle a batirse a muerte acto c
Page 1833 and 1834:
usted lo sabe todo, volviera esta n
Page 1835 and 1836:
el gobernador… lo de las votacion
Page 1837 and 1838:
cuatro no pudo resistir ya el frío
Page 1839 and 1840:
usted si consentía? No sabía nada
Page 1841 and 1842:
tarde algunos señoritos se daban d
Page 1843 and 1844:
- Sin embargo -decía Orgaz padre-
Page 1845 and 1846:
habían sido los indiscretos. Petra
Page 1847 and 1848:
- Nada, que Mesía, como era natura
Page 1849 and 1850:
ver rotas aquellas relaciones que i
Page 1851 and 1852:
en que le intimó la huida. Pero -d
Page 1853 and 1854:
Don Víctor se levantó al siguient
Page 1855 and 1856:
imposible la vida mientras no murie
Page 1857 and 1858:
él iba a disparar sobre aquel guap
Page 1859 and 1860:
quien había disparado, había sido
Page 1861 and 1862:
El mes de Mayo fue digno de su nomb
Page 1863 and 1864:
las marismas de Palomares inmediata
Page 1865 and 1866:
miedo a la justicia, y a mí tambi
Page 1867 and 1868:
Ella estaba condenada. Esto era cla
Page 1869 and 1870:
Se sorprendía sintiendo un bienest
Page 1871 and 1872:
como una novela, algo que interrump
Page 1873 and 1874:
su vestido más apretado a las pier
Page 1875 and 1876:
de sus amores reanudados con la Min
Page 1877 and 1878:
tos, en su soledad, en el porvenir
Page 1879 and 1880:
esolvió divertir a su pobre amiga
Page 1881 and 1882:
- Será una obra de caridad. La pob
Page 1883 and 1884:
- Yo… quisiera salir de esta casa
Page 1885 and 1886:
Benítez desde que desapareció el
Page 1887 and 1888:
Ahora nada; huir del dolor y del pe
Page 1889 and 1890:
se encontraba a dos pasos del confe
Page 1891 and 1892:
amado, se había presentado como en
Page 1893 and 1894:
Jesús de talla, con los labios pá
Page 1895 and 1896:
capilla en capilla cerrando verjas.
show all

Leopoldo Alas Clarin - La Regenta - v1.0 - Bibliotecas Públicas

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?