1 Graciela Fandiño Cubillos.*** Inés Elvira Castaño ... - Prometeo

veces es traumático porque no juegan, no liberan energías, no
desfogan, entonces, para uno eso es tenaz, era un salón pequeño con
30 y algo, el ruido es bastante.... ” (r2, p113).
Esto es más evidente en algunas instituciones como los jardines manejados
por las Cajas de Compensación o los jardines públicos en donde se atienden a los
sectores bajos. En ellos se maneja un discurso lúdico pedagógico, enmarcado
dentro de un contexto disciplinar y normativo muy fuerte. Lo fundamental parece
ser las normas de llegada, alimentación, limpieza, sueño, quedando incluso muy
poco tiempo para el juego y el trabajo pedagógico. El número excesivo de niños
por maestra contribuye a que la función asistencial no haya dejado de ser para
estas instituciones el centro de su trabajo. Sin negar la importancia del los
cuidado, las maestras encuentran excesivo este énfasis.
“De ellas he recibido mucho, ellas siempre le dicen a uno, -
ustedes son nuevas, la mitad somos casi recién egresadas,- y llegan
con el amor alborotado, todo a flor de piel, y eso es muy bueno y es
importante tenerlo, pero hay algo que a ustedes les falta y es un
poquito de seriedad con los niños, que los niños tienen que aprender
que el amor y las normas no tienen por qué pelear, acuérdense que si
vamos al comedor tienen que estar serias y acordarse de un NO, que
dijo hace tres horas para mantenerlo”.(r12,p129)
“…si tienen un componente pedagógico que uno puede decir,
desde el discurso, es fuerte, pero en la práctica no, porque siempre va
a pesar que el niño antes de aprender algo, tiene que comer y tiene
que comerse todo y tienen que dormir… yo sigo diciendo es
demasiado tiempo que le dejan al niño para que coma, para que
duerma.” (r15, p33).
Otro gran conflicto es con las formas de enseñanza en muchas instituciones