1 Graciela Fandiño Cubillos.*** Inés Elvira Castaño ... - Prometeo

“hay muchos papás que son jóvenes y pues son padres que
ellos quieren que los niños aquí aprendan, que sean felices, que nunca
se caigan que nunca se peguen, les cuesta mucho comprender lo que
pasa cuando estas tú con 20 niños.” (r3, p268).
“Si por ejemplo las caídas, para mi es tenaz que un niño se me
caiga, porque los papás me dicen dónde estaba usted en ese
momento, y uno dice estaba con los otros 15 niños o no ella salió al
baño y se resbaló, entonces, ellos no entienden, porque es mi hijo y los
otros 15, no sé, pero es mi hijo, entonces uno tiene que responder por
ellos, por la comida que llevan, porque se le regó el yogurt encima,
entonces el niño queda oliendo a yogurt, entonces son cosas como que
se le multiplican a uno, el niño que no le hace caso a uno y todos los
niños corren detrás de él y la mamá cree que es un santo.” ( r12,p91)
Otro motivo de roce con los padres es su excesiva preocupación porque los
niños coman, lo que se convierte en el énfasis del trabajo de la maestra y de la
institución.
“Llaman a toda hora, son muy quisquillosos, que si se comió la
lonchera, uno tiene que fijarse qué comió, porque ellos dicen que el
niño dice que no está comiendo, entonces, si mira, se comió el ponqué,
ay el niño me dice que no jugó ayer, que no pudo montarse en el
carrito, porque hay unos carritos y si a veces no se los prestan, pues
uno tampoco puede quitar todos los días al niño para que el otro se
suba y juegue siempre.” (r2, p184).
Pero así como algunos padres sobreprotegen a sus hijos, otros según las
maestras se despreocupan totalmente. En algunos casos ellas atribuyen esto a la
juventud de los papás. Un ejemplo es la recogida tarde de los niños, lo que les
implica quedarse un tiempo adicional a su jornada laboral.