12.05.2013 Views

Fundación UNIR Bolivia

Fundación UNIR Bolivia

Fundación UNIR Bolivia

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cuerpo y arruina su espíritu [...] la actividad del trabajador no es su propia<br />

actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo [...]. De eso resulta que<br />

el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en sus funciones animales, en el<br />

comer el beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación<br />

y al atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal.<br />

Lo animal se convierte en lo humano y lo humano en lo animal (ibídem:<br />

108-109; las negrillas son nuestras).<br />

En el conjunto de actividades que se modela según esta matriz de “cultura”,<br />

que puede ser muy diversa en sus manifestaciones secundarias, se<br />

realiza una labor sistemática de modelamiento e interiorización de este tipo<br />

de relaciones, en la que no es posible afirmarse y sistemáticamente nos estamos<br />

negando, no se puede desarrollar plenamente el ser humano. La pérdida<br />

de “sí mismo” es fundamental para el sostenimiento del “orden social”<br />

(como diría Radcliffe Brown), y deriva en que se da una transmutación de<br />

la realidad, lo más típicamente animal se convierte en lo característico de<br />

estos “humanos” y lo más humano se convierte en “lo animal”.<br />

[...] el trabajo enajenado convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre,<br />

lo hace ajeno a sí mismo, de su propia función activa, de su actividad vital,<br />

también hace del género [especie] algo ajeno al hombre; hace que para él<br />

la vida genérica se convierta en medio de la vida individual [...] el trabajo<br />

enajenado arranca al hombre del objeto de su producción, le arranca su<br />

vida genérica [...] hace del ser genérico del hombre, tanto de la naturaleza<br />

como de sus facultades espirituales genéricas, un ser ajeno para él [...]. Hace<br />

extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su esencia<br />

espiritual, su esencia humana (ibídem: 111-112).<br />

Aquí está el quid de la cuestión: en esta sociedad de la enajenación, que<br />

cada vez se expande más, estamos enajenados de nosotros mismos por la<br />

manera de organizar la vida, pero también estamos enajenados de la llamada<br />

naturaleza y, por tanto –como estamos enajenados de nosotros mismos y<br />

de la naturaleza–, hacemos de la especie humana, sea cual fuera la cultura a<br />

la que pertenezca, “algo ajeno al hombre”.<br />

Conceptos sobre comunicación intercultural<br />

35

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!