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Guia para estudiar Patrones de Distribución de Especies

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1. INTRODUCCIÓN<br />

Para conocer la distribución <strong>de</strong> todas las especies, lo i<strong>de</strong>al sería inventariar a todas estas especies en todos los rincones<br />

<strong>de</strong>l planeta. Esto resulta prácticamente imposible <strong>de</strong> realizar, y por eso tenemos que suponer patrones <strong>de</strong> distribución<br />

con base en muestras, en colecciones o investigaciones puntuales o focalizadas. Las suposiciones tienen que estar<br />

basadas en teorías o hipótesis <strong>de</strong> factores que controlan la distribución. En las siguientes páginas brindamos al lector<br />

una introducción a las teorías e hipótesis más frecuentemente citadas en relación con la fauna y flora amazónicas.<br />

2. LA TEORÍA DE LOS REFUGIOS PLEISTOCENICOS<br />

Durante la época <strong>de</strong>l Pleistoceno (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 1,5 millones <strong>de</strong> años hasta unos 10 000 años atrás) se produjeron gran<strong>de</strong>s<br />

glaciaciones en el hemisferio norte. Mientras los glaciares fueron aumentando y disminuyendo en este hemisferio, el<br />

clima también fue cambiando en otros lugares, incluyendo el cinturón tropical.<br />

Uno <strong>de</strong> los primeros biólogos que dio importancia biogeográfica a estos cambios fue el ornitólogo británico R. E. Moreau<br />

(1963), quien propuso que los bosques <strong>de</strong> África central se expandieron y contrajeron durante el Pleistoceno. Moreau<br />

1<br />

creyó que la fragmentación reversible <strong>de</strong> los bosques africanos proporcionó los mecanismos <strong>de</strong> aislamiento necesarios<br />

<strong>para</strong> explicar la distribución <strong>de</strong> especies endémicas (geográficamente restringidas) en muchos, ahora, bosques aislados<br />

<strong>de</strong>l este africano. Moreau no tuvo un buen sustento al tratar <strong>de</strong> explicar sus argumentos con evi<strong>de</strong>ncias persuasivas <strong>de</strong><br />

geología y meteorología; por eso fue ignorado por un escéptico público científico.<br />

La propuesta siguiente en aparecer estuvo mejor documentada. Su autor es el geólogo Jürgen Haffer (Haffer 1969); su<br />

tesis comienza con la observación <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong> lluvias en Sudamérica tropical, que ha dado lugar a hábitats<br />

boscosos y no boscosos. Los bosques están principalmente en la Amazonía, mientras que los pastizales, sabanas y<br />

otras formaciones con vegetación abierta componen los llanos <strong>de</strong> Colombia y Venezuela, y el cerrado y campo-cerrado<br />

<strong>de</strong> Brasil. Haffer observó que los límites <strong>de</strong> las áreas no boscosas coinci<strong>de</strong>n estrechamente con una precipitación anual<br />

<strong>de</strong> 1500 mm. En lugares don<strong>de</strong> las lluvias anuales están sobre este nivel, la vegetación es predominantemente boscosa,<br />

y don<strong>de</strong> la precipitación es menor, los fuegos <strong>de</strong> la estación seca convierten el paisaje en pastizales o sabanas.<br />

Haffer propuso luego que durante el Pleistoceno, cuando la glaciación avanzó sobre los continentes <strong>de</strong>l norte, las lluvias<br />

en las regiones tropicales disminuyeron. Una baja precipitación se esperaría durante períodos <strong>de</strong> glaciación <strong>de</strong>bido a<br />

una disminución general <strong>de</strong> la temperatura en la tierra y a la consecuente reducción <strong>de</strong> la evaporación. Los registros<br />

fósiles <strong>de</strong> polen <strong>de</strong> los lagos andinos indican que el promedio <strong>de</strong> temperaturas en Sudamérica estuvo entre 4 y 6C más<br />

bajo que ahora. Con base en la propuesta sequía pleistocénica, Haffer simplemente cortó 25% <strong>de</strong> la precipitación anual<br />

actual en toda la Amazonía y revisó dón<strong>de</strong> quedarían todavía más que 1500 mm <strong>de</strong> lluvia, indicando así áreas boscosas<br />

durante el Pleistoceno. Esto mostró a los bosques a manera <strong>de</strong> parches o refugios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una matriz <strong>de</strong> vegetación<br />

abierta.<br />

Los refugios se<strong>para</strong>dos <strong>de</strong>l bosque podrían formar una escena perfecta <strong>para</strong> lo que funcionaría como una “bomba <strong>de</strong><br />

especiación”, a través <strong>de</strong> un mecanismo <strong>de</strong> aislamiento (Prance 1982). Durante los períodos secos, las especies<br />

estarían confinadas a refugios ampliamente se<strong>para</strong>dos. Cuando las condiciones <strong>de</strong> humedad retornaron, los parches <strong>de</strong><br />

bosques se expandieron y eventualmente conectaron <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vastos bosques contiguos que normalmente cubrían la<br />

mayoría <strong>de</strong> la cuenca amazónica. Si los períodos<br />

secos respondieron a los períodos <strong>de</strong> avance glacial en el hemisferio norte, habrían durado 50 a 100 mil años o más,<br />

posiblemente el tiempo suficiente <strong>para</strong> permitir la evolución <strong>de</strong> nuevas especies <strong>de</strong> poblaciones hermanas aisladas.<br />

Como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que ocurrió esta evolución, Haffer proporcionó mapas que mostraron la distribución <strong>de</strong> tucanes,<br />

chachalacas, y otras aves, diferentes pero estrechamente relacionadas. La distribución <strong>de</strong> estas aves coincidió con las<br />

regiones <strong>de</strong> los refugios postulados. Haffer también buscó zonas <strong>de</strong> hibridización en áreas entre refugios. Haffer pudo<br />

documentar la ocurrencia <strong>de</strong> algunas zonas <strong>de</strong> hibridización justo don<strong>de</strong> se podría esperar que existieran.<br />

Posteriormente, varios otros autores han reportado que también en otros grupos <strong>de</strong> organismos por ejemplo plantas,<br />

mariposas y lagartijas (Prance 1982) se pue<strong>de</strong> observar parches <strong>de</strong> en<strong>de</strong>mismo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Amazonía. Uno pue<strong>de</strong><br />

interpretar este patrón como un soporte <strong>para</strong> la teoría <strong>de</strong> refugios pleistocénicos.<br />

Aunque la Teoría <strong>de</strong> los Refugios Pleistocénicos recibió inicialmente amplia aceptación (Prance 1982), más<br />

recientemente se han levantado muchas críticas contra la teoría. Las críticas vienen <strong>de</strong> dos frentes. Por un lado, uno<br />

pue<strong>de</strong> interpretar los supuestos parches <strong>de</strong> en<strong>de</strong>mismo igualmente como consecuencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad geográfica en<br />

el esfuerzo <strong>de</strong>dicado a estudios biológicos (Nelson et al. 1990) en vez <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s medioambientales (Beven et al.<br />

1984, Tuomisto & Ruokolainen 1997). Por otro lado, no hay evi<strong>de</strong>ncias geológicas o palinológicas que prueben que el<br />

bosque amazónico habría estado dividido en parches se<strong>para</strong>dos, aunque aparentemente sí ha retrocedido a veces en<br />

sus márgenes (Salo 1987, Colinvaux 1996). A<strong>de</strong>más, se ha cuestionado la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la sequía amazónica durante las<br />

glaciaciones pleistocénicas (Colinvaux 1996). Para concluir, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la Teoría <strong>de</strong> Refugios Pleistocénicos<br />

tiene ahora muchas dudas y problemas. Seguramente el clima ha variado durante la historia, y esas variaciones<br />

indudablemente han tenido efectos en la distribución <strong>de</strong> las especies. Pero será muy difícil <strong>de</strong>mostrar que algunos<br />

patrones actuales <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> especies tienen su explicación en la historia climática, por la simple razón <strong>de</strong> que no<br />

será fácil reconstruir las condiciones históricas <strong>de</strong>l clima.<br />

1 Se utiliza el término vicariance en inglés.<br />

Teorías biogeográficas y distribución <strong>de</strong> las especies<br />

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