Algunos rasgos del hombre extremeño - Paseo Virtual por ...

ALGUNOS RASGOS DEL HOMBRE EXTREMEÑO
-de carácter apotropaico-toros y verracos. No obstante, por el
Norte, y en un momento ya histórico, su límite con los vacceos
debió ser el Tormes, pueblo que también la delimitaba por el
Noroeste. Al Sur y al Sureste estaban los carpetanos con los que
al parecer guardaban los vetones una común ascendencia deri-
vada de un tronco originario. Por el Occidente confinaba con los
propios lusitanos, pueblo tal vez también emparentado.
En suma, la zona de los vetones ,viene a coincidir casi exac-
tamente con la actual provincia de Cáceres, si bien ciertos encla-
ves se prolongaban por las de Badajoz, Salamanca y Avila. Lo
mismo que los lusitanos estaban también un poco a caballo de la
Cordillera Central entre la Sierra de Gata y el Puerto del Pico».
Pero hacen al final esta reserva: ,Como los vettones son poco
conocidos arqueológicamente, las explicaciones totales y satisfac-
torias al problema de los vettones está inédita y enterrada en
nuestros campos-. No obstante, ni ellos ni nadie dudan de la
ascendencia céltica de los vetones, que mezclados con carpeta-
nos,lusitanos y turdetanos y descendientes de tartesios, mezclados
con fenicios dan el primer tejido étnico conocido de los extreme-
ños. Ningún etnólogo de hoy admite el concepto de raza pura.
Todos los pueblos presentan más o menos variada la mezcla en su
texto racial. Lo que importa para un pueblo no es la mezcla y sus
ingredientes, sino el resultado de la fusión. Y más que mezcla,
importa que sea lo que en Química se llama ,combinación»: uni-
dad resultante de diversas, nuevas y mejores propiedades que sus
componentes. Ello certifica el potencial humano creador del pue-
blo. Extremadura como resultante étnica ahí está y es lo que nos
importa analizar e interpretar.
Sin duda también hubo influjos nuevos de fenicios y de car-
tagineses, llegados por el Sur. El Tesoro de Aliseda indica que la
penetración púnica llegó muy alta en Extremadura, pero lo que
es en verdad, extenso y profundo es el influjo romano. Cáceres,
Alcántara, Coria, Plasencia, Trujillo, y, sobre todos, Mérida, bastan
para probar el injerto romano en Extremadura visible y patente en
sus monumentos, en sus inscripciones, en sus murallas, puentes,
caminos, túmulos y estelas funerarias. También en esto, en la pro-
funda huella románica, es Extremadura proto y arquetípicamente
española. Extensa e intensamente romanas son Plasencia, Trujillo,