Algunos rasgos del hombre extremeño - Paseo Virtual por ...

PEDRO CABA
americana con sólo seguir los itinerarios ciegos y en zig-zags que,
en América siguieron, guiados por un impulso misterioso, los con-
quistadores y colonizadores.
Por otra parte, Extremadura se confunde al pronto (porque la
frontera administrativa de provincia y regiones, nunca coincide ni
puede coincidir con las fronteras psicológicas) con los castellanos
de Avila y Salamanca; y se mezcla por la mano derecha del mapa
con los manchegos de Toledo y Ciudad Real y con los andaluces
de Córdoba y se prolonga al Sur con Sevilla y Huelva. Por algo
Extremadura, las «extremaduras», era una denominación general
de las tierras bajas y calientes a donde los rebaños iban a inver-
nar, pues «extremeños» se llamaban los terrazgos de invierno para
pastar, designación que data, por lo meno s , del siglo XI, cuando
ya se llamaban «extremaduras» a las tierras llanas comprendidas
entre Toledo, Aranda de Duero y Alcántara. Luego se llamaron
«extremos» a los terrenos calientes abundantes en pastos de in-
vierno, según se puede comprobar en los privilegios concedidos
por Alfonso el Sabio al «Concejo de la Mesta». Las «extremaduras»
empezaron a ser denominadas en singular y con nombre propio de
región bien determinadas en el ámbito de lo español a principios
del siglo XVII. Ya antes venía distinguiéndose la Extremadura alta
o zona geográfica comprendida entre los ríos Tiétar y el Tajo hasta
TaIavera de la Reina por el Este; y otra, la baja Extremadura, que
designaba a la geografía que se abre desde Talavera hasta lo que
hoy es administrativamente Andalucía. La primera, la alta Extre-
madura fué llamada primitivamente la «Extremadura de León». La
segunda, fué llamada desde antaño «Extremadura andaluza». Pero
sobre el nombre «Extremadura» volveré más adelante.
Por esa situación geográfica, es de esperar que en el habitante
de Extremadura se hallen rasgos comunes con otros españoles y
portugueses y sobre todo, con los habitantes de las regiones colin-
dantes. Y así es; en un primer avance hacia la síntesis de Extrema-
dura y la psicología del extremeño, podemos ver..
De Castilla, es decir del antiguo reino de León, tiene muchas
voces y giros que aún se conservan, como tiene de común con el
astur la terminación del diminutivo en ino: chiquino, bobino, ba-
jino, etcétera; y tiene, el alto extremeño, sobre todo en su psicología,