Algunos rasgos del hombre extremeño - Paseo Virtual por ...

PEDRO CABA
y lo de Duero. Por esto no hemos de hacer demasiados ascos a la
etimología que liga el nombre de Extremadura con el Duero.
Toda la línea fronteriza de Calatayud, Daroca, Atienza, Alma-
zán, Sigüenza, y así en línea continua por Guadalajara y Toledo,
hasta Alcántara y Tras-os-Montes, se va llenando de castillos,
como antes una línea o marca más alta, constituyendo la primera
línea de combate, frente a una «tierra de nadie», entre cristianos
y arabo-beréberes, más caracterizados ahora por su carácter no
étnico ni geográfico, sino religioso, por lo que hemos de designar-
los como musulmanes. La orden de Alcántara escogió este nombre
y este título, por el carácter de plaza fuerte y excéntrica, adecuada
para colaborar entusiasmadamente en la Reconquista. Por eso hay
una tradición legendaria, sin documentación alguna, que liga al
pueblo de Alcántara nada menos que al de Pelayo, el héroe ini-
cial de la Reconquista.
Y no son solamente castillos los que van delineando y escri-
biendo sobre la geografía esa marca fronteriza de la «Extremadura»,
sino también las casas fuertes, las fortalezas de que son tantos y
buenos ejemplos: Cáceres, Trujillo, Plasencia, Guadalupe, Mon-
tánchez, Coria, Alburquerque, Badajoz, Mérida, Medellín, Zafra,
Olivenza, etc., etc. Y otra prueba indirecta, pero obvia, es la
abundancia de aljibes o cisternas, en castillos y plazas fuertes; así,
como hay otra menos evidente a la consideración superficial; las
charcas y lagunas (no lagos naturales ni lo que hoy llamamos
pantanos con misión hidroeléctrica y de regadío), es decir, agua
artificialmente estancada y recogida, para defensa de los habitan-
tes contra el hambre, contra la sed y contra la sequía.
Queda así enlazada la cuestión-siquiera en rápida alusión-a
la virilidad y el sentido de independencia y belicismo del extreño,
pero también, por referencia, a la sequedad frecuente de su geo-
grafía, la justificación de tantas toponimias alusivas a ellas, como
se nota en nombres de pueblos que se llaman «arroyos», «navas»,
«riberas», .gargantas», ,puertos», «jara», «brozas», etc., etc. El
mismo nombre de Extremadura tiene en su geografía y en su his-
toria un significado o alusión a lo mesopotámico, a tierra entre-ríos,
entre Tajo y Guadiana, y más allá de éste, marcando fronteras y
diferencias; pero también zonas unidas por esos ríos y por ellos
configuradas, determinando así una zona geográfica fluida e inde-